La historia de mi vida (Baile de Graduación 2)

Mi psicóloga me recomendó escribir sobre mi vida para poder olvidar el pasado y seguir adelante y eso es lo que haré.

Pues como en todos lados me presentaré: Me llamo Helga G. Pataki (quien pregunte que es la G, pienso partirle la cara con mi vieja Betsy), tengo 28 años y vivo con…. ¡Bueno ultimadamente no sé por qué tengo que presentarme, si no me conocen es porque son idiotas!

Tan solo empezaré por eso que nadie sabe porque intente alejarme de todos los que supieran mi vida, de la primaria tan solo resumiré lo siguiente: todos son una bola de zopencos.

Me mude a Hillyork hace algunos años, estudie la secundaria sin mayores retrasos, no fui de las mejores, pero sobresalí en los concursos de escritura; a veces me entraba nostalgia por saber de mi mejor amiga, pero sinceramente no quería saber nada que me recordará a la persona que me destrozo el corazón.

Llegué a la edad de 15 años, no fui a una escuela pública como tal vez la mayoría esperaría, estuve en un colegio privado para genios, no significa que yo fuera una genio en todo, pero tenía y tengo genialidad para la escritura (o al menos eso dicen los exámenes que se me han realizado), llegué como siempre, desganada, mirando al suelo, triste… así era yo desde el incidente.

Bien creo que empezaré a redactar en tercera persona, espero así verme desde otro punto de vista…

Tenía apenas 15 años y una tristeza en el alma, no concebía la vida como la llevaba, no concebía la vida son él pero sabía que era lo mejor; apenas entro a la clase pudo reconocer esas gafas, cabello y piel inconfundible.

-¡Pheobe!- grito haciendo que toda la clase quedara callada y dándole toda la atención posible -¡Que mierd….!- Antes de poder seguir hablando la chica de cabello largo y peinado raro, le abrazo tan fuerte que en el fondo sentía que la mataría ahogada. (ok … si Pheobe lee esto, seguramente si querrá matarme)

-¡Helga!- grito la chica y antes de poder seguir hablando llegó el primer profesor que mando a las dos a sus asientos.

En la clase todo pasaba normal, ambas chicas parecían poner atención, pero la de cabello rubio y estaba observando detenidamente a cada persona en ese, su nuevo salón, no parecía que nada le agradará, tenía una cara de fastidio que no se quitaba con nada, pero de pronto…

-¡Que diox me mate si estoy alucinando!- se dijo para sí misma viendo al chico que acaba de llegar al salón de clase, al parecer como a la mayoría se le había hecho tarde porque no era de la ciudad, según le comento al profesor llegó a la ciudad horas atrás pero no quería perderse el primer día de clases que siempre era muy divertido, el profesor le dio el pase y… -¡Se sentó a mi lado!- se repetía mentalmente una y otra vez, y no es que fuera muy guapo, pero tenía algo que le había gustado, quizás su forma de caminar como si todo le diera flojera, o sus bellos ojos color miel, o esos labios que estaban como para morderlos; el punto es que desde hace años nadie le había interesado hasta que le conoció a él. Pasó toda la clase distraída intentando no verle y ser tan obvia, cuando sonó el timbre anunciando el término de la clase, quiso escabullirse rápidamente a la salida, no sabía si quería hablar con su amiga o no.

-¿A dónde vas Helga G. Pataki?- le dijo como reproche dándose cuenta que esta quería huir.

-Ya sabes chica lista, uno tiene sus necesidades…-

-Bien pues entonces te acompaño- le abrazó nuevamente y casi con lágrimas en los ojos le hablo al oído –Te extrañé tanto-

La pequeña y delgada rubia no dijo nada (¿rubia no suena como racista? meh….), camino hacia el baño lo más rápido posible esperando con eso que a su amiga no hablase del pasado, se supone que se fue para olvidar, y aunque adoraba ver a su amiga ahí, no sabía si quería saber nada de ella.

Saliendo del baño, sabía que su amiga querría saber cosas, sabía que la plática era inminente, pero deseaba retrasar el tiempo lo más posible. Esperó en el baño hasta que tocaron la campana así ambas tuvieron que correr a la clase evitando hablar, el día paso igual hasta la salida, agradablemente Helga se enteró que Phoebe no estaba viviendo en la preparatoria, si no que tenía un pequeño apartamento que sus padres habían comprado para ella cerca de la preparatoria, ellos la visitaban cada fin de semana nada más. Helga en cambio prefirió vivir en la preparatoria, así se evitaba el gasto del apartamento y ese dinero lo podía gastar en juegos de video o lo que necesitara en su momento. Tampoco había querido vivir con su familia le gustaba su independencia tanto como había estado enamorada de cierto tipo con cabeza de balón.

-Helga ¿y por qué no te mudas conmigo?- le decía la chica con una amplia sonrisa en el rostro, al imaginar vivir con su mejor amiga.

-La verdad Pheebs, no creo que sea el mejor momento…- Pheobe no le dijo nada pero lo entendió.

-¿Por qué no te comunicaste conmigo en todos estos años, Helga?- la conversación se tornó seria, ambas se quedaron calladas unos segundos, quien sabe a dónde llegaría la conversación.

Gracias al cielo justo cuando estaba por abrir la boca llegó Aura, una compañera de salón que se sentaba al lado derecho de Helga.

-Hola… me dijeron que les entregará esto, como han salido tan rápido no les pudimos dar esto antes- la chica les entrego un volante con un comunicado para todos los estudiantes nuevos.

Bien este primer capítulo es bastante corto, lo sé, y quizás así sean todos, para hacer más rápido el avance del fanfic, espero aún se acuerden de mí y lo disfruten, eh de comentarles que este fanfic ya tiene final, es decir ya sé cómo será el desarrollo y final de la historia, no lo había hecho porque en mi vida pasaron miles de cosas que me tiraron al suelo sin querer saber nada de mi vida. Finalmente eh superado todas estas cosas y entre mis planes, a pesar de estar algo vieja es abrir un canal en youtube con mi mejor amiga, eh decir que estoy muy emocionada tan solo por el hecho de hacer algo diferente :3

Pues los veo en el siguiente capitulo, aparecerá Arnold y nos enteraremos de que relevancia tendrá este chico nuevo en la vida de Helga :D