El Legado de Anubis.
Capitulo 1: Regreso el faraon.
Era una noche lluviosa de Sabado. Un joven de cabello tricolor iba caminando por las calles de Domino City, al mismo tiempo en que dejaba que las multiples gotas de agua le golpearan el rostro. Al joven ya se le estaba helando hasta el cabello por todo el viento que le soplaba en la cara. Sabia perfectamente donde estaba, debido a que habia visto muchas veces esas partes de la ciudad en la que habia vivido antes de su partida. La lluvia se iso mas intensa y eso iso que el joven corriera a toda velocidad hacia un punto que ya tenia fijo.
-Tengo que llegar... Tengo que averiguar que esta pasando- Se decia el joven asi mismo mientras corria.
En otra parte de la ciudad, un joven del mismo color de cabello, pero mas bajito, se encontraba sentado en el sofa de su sala mirando television, ya era muy noche y su abuelo estaba dormido, dejando a Yugi solamente acompañado de la television. Presionaba el boton del control una y otra vez en busca de algo bueno que ver en television, pero no habia ningun resultado.
-Que mal, no hay nada bueno que ver- Decia Yugi al mismo tiempo en que cambiaba de canal y cuando se dio por vencido, apago la television y dejo el control de esta a un lado de el- Aveces me gustaria que el estuviera aqui... Ya pasaron dos años... Mejor me voy a dormir.
Empezo a subir por las escaleras para poder llegar a su habitacion, pero antes de que Yugi llegara arriba, el sonido de la puerta tocandose lo detuvo, dejandolo a medio camino de las escaleras.
-Quisa fue el viento. Hay mucho esta noche- Dijo para volver a seguir su camino, pero el mismo sonido lo volvio a detener- Ok, no creo que eso sea el viento... ¿No es ya muy tarde para que alguien este tocando a la puerta?- El mismo sonido proviniente de la puerta fue su respuesta- ¡Ya voy! ¡Ya voy!
Yugi se acerco a la puerta, giro la perilla y al abrir un poco la puerta, todo el aire frio acompañado de unas cuantas gotitas de agua golpearon a Yugi a la cara. Cuando este abrio la puerta completamente, se volvio a encontrar con la persona que jamas creyo que volveria a ver alguna vez en su vida.
-¿¡Atem!- Dijo Yugi lleno de asombro- ¿¡En verdad eres tu!
-C-creo que si- Respondio el joven emperador, quien estaba temblando por todo el frio que hacia afuera- ¿No me vas a invitar a pasar?... H-hace m-mucho frio aqui a-afuera.
-Claro... Pasa- Dijo Yugi extendiendo la mano hacia adentro, en señal de que pasara.
-Gracias- Dijo Atem mientras se adentraba a la casa.
-Toma asiento- Le dijo Yugi señalandole el sofa.
-No, Yugi, no quiero empapar tu sofa- Dijo Atem, mientras se frotaba los brazos para quitarse el frio que traia.
-Bueno, dejame traerte una toalla- Yugi corrio hacia las escaleras y unos momentos despues volvio con una toalla azul en la mano, la cual se la dio a Atem y este empezo a frotarse la toalla en la cabeza- Atem... ¿como es que...?
-¿Como es que regrese?- Le acompleto el joven empearador. Yugi asintio- La verdad, Yugi... no lo se... Yo estaba dormido en el palacio y derepente la lluvia me desperto y me di cuenta de que habia regresado... No se que fue lo que paso.
-Wow, pense que jamas te volveriamos a ver y ahora regraste. Es... es fabuloso y muy misterioso al mismo tiempo- Le dijo Yugi, quien no sabia como reaccionar ante la llegada del faraon.
-Yo tambien me pregunto como fue que paso- Dijo para despues tomarse su brazo, para despues hacer un quejido.
-¿Que te paso?- Pregunto Yugi al ver que Atem se habia quejado.
-¿Ya te conte que desperte en una calle y un auto casi me mata?- Dijo el joven emperador, dejando a Yugi con la boca abierta- Pues asi fue.
-Atem, no sabes como te hemos extrañado... No podemos ir a un museo sin acordarnos de ti- Le dijo Yugi, quien estaba muy alegre de volver a ver al faraon.
-Tambien los eh extrañado mucho a todos- Dijo Atem.
-¡Valla! No quiero imaginar las caras que pondran los demas cuando sepan que estas aqui- Dijo Yugi muy alegre.
-Sin duda me derribaran al piso en un abrazo- Dijo Atem, haciendo que Yugi se solara a carcajadas- ¿Que mas te puedo decir? Es la verdad.
-Si... te entiendo- Dijo Yugi en medio de un bosteso- Oye, Atem, ¿no tienes sueño?
-Ahora que lo mencionas, el golpe de ese auto fue muy fuerte... Creo que tambien deberia irme a dormir- Dijo el faraon mientras se recostaba en el sofa.
-Espera, no duermas en el sofa. Hay mucho espacio en mi habitacion donde te acomodes- Le dijo Yugi.
-Aqui estoy bien, Yugi... Buenas noches- Dijo Atem sin acerle caso a Yugi.
-Bueno, si insistes... Hasta mañana, Atem - Se despidio Yugi, para despues apagar la luz de la sala dejando dormir.
Aun no podia creer que en verdad, Atem hubiera regresado.
El sol empezaba a salir, Atem ya se se encontraba levantado y estaba recargado en la ventana, mirando los destellos del sol apunto de salir, debido a que se levantaba muy temprano solo para ver el amenecer. Oyo unos pasos por las escaleras, penso que era Yugi y al darse vuelta no se encontro con el, se encontro con su abuelo, quien se le quedo viendo asombrado.
-Buenos dias, señor Moto- Saludo Atem amablemente.
-Faraon, ¿enserio es usted?- Dijo el abuelo de Yugi acercandose a Atem.
-Al parecer regrese de una manera inesperada. Pero si, si soy yo- Dijo el joven emperador alejandose un poco de la pared.
-Es una gran noticia que este aqui, faraon- Dijo el abuelo, extrechando la mano de Atem.
-Porfavor digame Atem, señor Moto. Son mis amigos y en este momento no estoy en algun trono o algo parecido- Dijo Atem soltandose del saludo del abuelo.
-Lo que usted diga- Dijo el abuelo de Yugi.
Unos cuantos momentos despues, Yugi bajo a la sala a desayunar y se quedo en medio de las escaleras al ver que su abuelo y Atem charlaban sentados en el sofa, eso le decia que no habria ningun problema con que Atem se quedara a vivir con ellos.
-Buenos dias, abuelo. Buenos dias, Atem- Saludo Yugi sonrientemente.
-Yugi, ¿porque no me dijiste que Atem habia regresado?- Le pregunto su abuelo.
-Lo siento, abuelo, esque estabas dormido y no queria despertarte- Dijo el joven de cabello tricolor.
-Con una noticia como esta podrias despertarme hasta con un altavoz- Le dijo el abuelo.
-Señor Moto, aprecio mucho que me reciba en su casa... Pero no creo que mi llegada sea tan importante para interrumpir su sueño- Dijo Atem cordialmente.
-Lo lamento, Atem, es solo que todos te hemos extrañado mucho- Dijo el abuelo de Yugi.
-Y agradesco que lo haigan echo- Dijo el joven emperador.
-Abuelo, ¿que hay de desayunar? Me muero de hambre- Dijo el pequeño Yugi recargandose por detras del sofa.
-Aun no preparo el desayuno, Yugi ¿Crees poder soportar?- Le dijo su abuelo.
-Tratare- Respondio, haciendo que a Atem se le formara una sonrisa no muy notable.
-Enseguida podremos comer- Anuncio el abuelo de Yugi levantandose del sofa, para despues dirigirse a la cocina.
-Yugi- Le llamo Atem- Me quede pensando en la noche y creo que yo deberia hacerme pasar como tu hermano, tu primo o algun pariente de tu familia si es que me quedare aqui- Le dijo el faraon.
-Creo que tienes razon... Tal vez hasta necesites ir a la escuela conmigo- Le dijo Yugi.
-Eso no te lo aseguro. Puedo ir por ti, pero no me quedare a estudiar- Ante eso, Yugi volvio a reirse por el comentario de Atem- Lo digo enserio, eh.
-Bien, ¿pero que se supone que haras cuando no este?
-Puedo ayudarle a tu abuelo o puedo salir a distraerme un rato a la calle- Respondio el joven emperador.
-Muy bien, como quieras... Atem, ¿que te parece si le damos una sorpresa a los chicos?- Propuso Yugi.
-¿Que quieres decir con sorpresa?
-Me refiero a que les mostremos que has regresado. Imaginate las caras de alegria que pondran cuando sepan que nuestro amigo alfin a regresado- Dijo Yugi con mucha alegria.
-Seria genial, pero aun me falta averiguar porque estoy aqui. Porque regrese.
-Podemos averiguar eso en otro momento. Lo importante aqui es que estas con nosotros otra vez.
-En eso tienes razon.
-¡El desayuno esta listo!- Anuncio el abuelo de Yugi desde la cocina.
-¡Que bien!- Exclamo Yugi corriendo a la cocina- Vamos, Atem.
-Ya voy, ya voy- Dijo mientras se levantaba del sofa y caminaba hacia la cocina.
El desayuno paso tranquilo, aunque algunas veces el abuelo de Yugi le hacia algunas preguntas a Atem y este las respondia todas, exepto la primera que fue porque habia regresado. Esa la tendria que responder un largo tiempo despues.
La tarde habia llegado, Yugi le habia avisado a su abuelo que saldria con Atem al parque para encontrarse con sus amigos, a quienes les habia llamado hace unos cuantos minutos por telefono para que todos se reunieran en el parque.
Atem aun seguia pensativo sobre su regreso. Lo unico que recordaba era que habia despertado tirado en la calle, vestido con la misma ropa que traia ese dia, que consistia en una camisa roja, unos pantalones negros y unos tenis blancos, adornados con unas cuantas lineas negras y el Rompecabezas del Milenio colgando en su cuello, el cual no debia de perder por nada; el joven emperador tenia mil preguntas en la cabeza, que no serian respondidas hasta que alguien llegara "milagrosamente" y le dijera porque estaba aqui.
Cuando llegaron al parque, Yugi vio a lo lejos a Joey, Tea y a Tristan. Ahi fue donde le dijo a Atem que se escondiera en algun lugar, este le iso caso a Yugi y se escondio arriba de un arbol, el cual escalo sin mucha dificultad.
-Hola, Yugi- Saludo Joey- ¿Para que querias vernos?
-Ya les dije que es una sorpresa- Les dijo el pequeño mostrandoles una sonrisa.
-¿Que clase de sorpresa, Yugi?- Le pregunto Tea.
-Una que les encantara- Les dijo Yugi, sonrientemente.
-¡Boletos para el cine!- Trato de adivinar Tristan.
-No, Tristan- Dijo Yugi.
-¡Un viaje en crucero!- Volvio a tratar de adivinar el castaño.
-Es mil veces mejor que un viaje en crucero.
-¿Que puede ser mejor que un viaje gratis en crucero?- Pregunto Tristan dandose por vencido.
-Siganme y lo sabran- Les dijo Yugi empezando a caminar hacia unos arboles.
-¿Que quedra enseñarnos?- Le pregunto Joey a Tea.
-Ya no seria sorpresa si lo dijera, ¿no?- Le dijo Tea.
-Aqui es- Anuncio Yugi deteniendose al frente de un arbol.
-Viejo, eso es un arbol- Dijo Tristan mirando dudosamente al arbol.
-¿Nuestra sorpresa es un arbol?- Pregunto Joey tambien mirando el arbol al igual que Tristan.
-Esperen... ¡Ya puedes bajar!- Grito Yugi hacia arriba del arbol y de arriba de este salio Atem, quien pudo aterrisar suavemente en el piso.
-Hola chicos, cuanto tiempo sin verlos- Saludo el faraon acercandose a los demas.
-¿Atem?- Dijeron todos al mismo tiempo- ¡Atem!- Gritaron y despues tiraron a Atem al piso en un gran abrazo, como el ya lo tenia previsto.
-Te dije que me derribarian, Yugi- Le dijo Atem desde el suelo.
-Oye, te extrañaban. Es normal que esto pase- Dijo Yugi y en ese momento todos se levantaron y le ayudaron al faraon a levantarse.
-Que bueno que estas devuelta, faraon- Dijo Tea, quien al igual que los demas, tenia los ojos llenos de lagrimas.
-¡Creimos que nunca te volveriamos a ver, y aqui estas!- Dijo Tristas volviendo a abrazar al faraon.
-Tambien los extrañe mucho. Digo, la vida como gobernante no es nada facil.
-Viejo, ¿como regresaste?- Dijo Joey limpiandose las lagrimas de alegria que se le habian salido.
-Es lo que me falta resolver, Joey. No se porque estoy aqui, nisiquiera se como es que llegue.
-Al menos estas bien- Le dijo Tea, quien ya se habia secado las lagrimas.
-No del todo, un auto casi me mata cuando desperte en la calle.
-Dinos, Atem, ¿has tenido la presencia de que las sombras volveran a atacar?- Dijo Yugi.
-La verdad, Yugi... si. Creo que por eso estoy aqui. Alguien me trajo al presente para que volviera a salvar al mundo del Reino de las Sombras... Lo unico que me falta descubrir es quien y porque.
-Podriamos averiguar eso con la ayuda de Ishizu- Propuso Tea.
-¿Aun trabaja en el museo?- Pregunto Atem.
-Si, algunas veces la vemos por ahi- Comento Joey.
-¿Quieres averiguar porque estas aqui, verdad?- Le pregunto Tea.
-Exacto, Tea. No me pude haber dormido y despues despertar en medio de una calle de Domino.
-Tienes razon, esto te lo puede explicar Ishizu- Dijo Yugi.
-¡Muy bien! Siguiente para: el Museo de Domino- Dijo Tristan empezando a caminar hacia donde estaba el museo.
-Esperen, esperen- Dijo Joey haciendo que Tristan y los demas se detuvieran y voltearan a mirarlo- ¿No podemos hacer una parada para comer?
-¡NO!- Gritaron Tea y Tristan al mismo tiempo.
-Al parecer, nadie a cambiado- Comento Atem, mirando a Yugi.
-No, todo a seguido en su lugar desde que te fuiste- Le dijo Yugi.
-¿Sabes? Yo tambien pense que jamas los volveria a ver. Pero lo unico que me preocupa ahora, es la razon de porque estoy aqui... Algo malo debe de estar sucediendo y creo que tengo que averiguar que es.
¿Que les parecio? ¿Exelente? ¿Bueno? ¿Regular? ¿Malo? ¿Pesimo? ¿No vuelvas a tocar el Word en toda tu vida? ¡Diganme algo!... Bueno, aqui esta el primer capitulo de El Legado de Anubis, mi nuevo fanfic. Esta un poquito corto este capitulo, pero espero que les haiga gustado porque proximamente tendre la continuacion. Nos vemos en el siguiente capitulo. Adios.
Riux, Chaitooo.
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