Promesas cumplidas (Finale)

Capitulo I.

Promesas cumplidas.


Ambos ninjas se encontraban recostados, semi-inconscientes. Habían llegado al límite y terminaron perdiendo uno de sus brazos. Naruto sonreía, Sasuke también. No importaba cuan desangrados estuvieran, ni que la muerte les rondara a cada minuto, porque lo cierto era que ya ni con ello cargaban.

Habían perdido, ganando así con ello: Paz. Si, en efecto, ni Sasuke cargaba con venganza, ni Naruto con culpa o soledad. Sakura había llegado hasta ellos y los había curado, a pesar de no ser capaz de regenerar sus brazos, ya no estaban en peligro de muerte.

Los tres integrantes del equipo siete sonrieron, y Sakura se abalanzó hacía ellos en un feroz y fuerte abrazo. Lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, y Naruto tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano por no unírsele a su llanto, también. Kakashi los observaba con una sonrisa de alivio y sus ojos reflejaban una felicidad extrema que, quizás, nunca había demostrado.

El equipo siete ya no cargaba con culpas, ni miedos, ni venganzas, ni promesas sin cumplir. Aunque para Naruto, aún faltaba por cumplir un par de sueños y promesas.

Pasó apenas una semana. Semana en la que todo ninja y civil trabajaba duro por poner en pie a Konoha, nuevamente. Todos trabajan como uno solo, y Naruto había cumplido su promesa de traer de vuelta a Sasuke. Al principió todo había sido un vocifero, y estaban tan ocupados que ninguno de los integrantes de Taka, pudo hablar, demasiado, de lo sucedido. Aunque, para ser honestos, no hacía falta.

El rubio caminaba por las calles transitadas de Konoha debido al trabajo de reconstrucción. Hace apenas una semana que Sasuke había regresado y había sido perdonado por ayudar en la guerra y detener el tsukuyomi infinito. No estaban dispuestos a dejarle vivir en Konoha, pero la dura intervención de Naruto había sido capaz de convencer a quienes se opusieran en traer de vuelta a Sasuke. Así que se encontraba taciturno, caminando. Ya había sido capaz de traerle de vuelta a Sasuke a Sakura. ¿Y ahora?

Preguntas comenzaron a golpear su cabeza.

¿Ella decidiría quedarse con el Uchiha?

¿Olvidaría los momentos buenos y difíciles que pasaron juntos?

Naruto paró en seco su caminata. Sacudió su cabeza de lado a lado, negando. No podía ser así, no después de todo lo que Sasuke le había echo pasar. Aunque al final le perdonara, no podía ser capaz… ¿cierto?

¡No! Volvió a negar, absorto en sus pensamientos. Sakura ya no era la misma chiquilla de doce años que estaba enamorada inmaduramente de Sasuke. No. Sakura ya no era una niña inmadura, o aquella chica que lo amaba sin importar que. Y, el mismo fue capaz de ver su evolución. No. Sakura no podría hacerle eso.

Dio un pesado y largo suspiro que terminó por disipar sus dudas. No podía ser así de egoísta con su compañera. Si ella decidía hacer su vida con Sasuke, el la respetaría, porque para el lo mas importante era su felicidad… aunque por ello el perdiera la suya.

Esta vez negó con más fuerza. ¡No! Se dijo a si mismo. No podía rendirse con su Sakura-chan. Si algo tenía aquel chico rubio, era que no se retractaba de su palabra, y el había sido muy claro al decir que, en cuanto trajera de regreso al Uchiha, el declararía sus sentimientos. ¡Dios, no ahora! No se podía rendir, no sin antes haberlo dicho y dado todo.

Así que dio un paso al frente, y a varios metros de distancia se encontraba Sakura. Así, tan bella, con sus cabellos ondeando por el viento lentamente. Ella le sonrió y el supo que su promesa había sido cumplida.

Naruto caminó lentamente hasta ella, y ella le imitó. Se tenían frente a frente, y ya era hora de decírselo… ¿Pero como? Las palabras no salían de su boca, se había quedado sin habla. Y Sakura le miró confundida.

—Naruto, ¿A dónde ibas? — preguntó, sin darle importancia a la actitud de su joven amigo. Naruto se aclaró la garganta y sonrió.

— ¿Quieres ir a comer Rammen? — le invitó con toda inocencia. Sakura, por su parte, sonrió un poco.

—Lo siento, debo ayudar a Tsunade-sama con el papeleo de Hokage… ¿Quizás mas tarde? — y dicho esto se marchó a paso veloz, agitando una mano a modo de despedida. Lo cierto es que iba apresurada, Tsunade podía ser un verdadero ogro cuando no estaba de humor.

Naruto la observó marcharse rápidamente y desaparecer por una de las esquinas. Su mirada se oscureció. ¿Acaso eso había sido un rechazo?

No.

Volvió a negar. Había sido un 'quizás mas tarde', lo que significaba que no lo había rechazado como antes… cuando pensaba en Sasuke. Más, aún así, su corazón dolía un poco.. solo un poco. Estaba bien, aun tenía un par de intentos mas, no se rendiría tan fácil con la única mujer que había y seguía queriendo.

Siguió su andar hasta toparse con Sasuke. Este le sonrió levemente, y Naruto se acercó hasta el. No habían intercambiado muchas palabras últimamente. Quizás un 'Te veré luego', o, 'Evita a la vieja'. Nada mas, pero ahora que estaba su amigo en la aldea, podría regenerar y fortalecer aquellos lazos que los unían con todo el equipo siete.

Taka había regresado junto con Sasuke, y para Naruto había sido una sorpresa enterarse que Sasuke tenía aun más lazos. No se suponía que sintiera celos, ¿Por qué habría de hacerlo? Solo que aquellos chicos parecían comprenderlo mejor de lo que alguna vez Kakashi o Sakura hicieron o intentaron. En especial aquella chica pelirroja con gafas. Se notaba en su mirada, el sentimiento que ella sentía por aquel chico: Sasuke. Ella le quería.


Al cabo de unas horas de estar en compañía de Sasuke, Naruto optó por ir al monte Hokage. Se sentía en paz consigo mismo en ese lugar. Y que mejor que observar como la devastación que dejó la guerra, ahora comenzaba a ser, nuevamente, belleza.

A lo alto pudo divisar a la gente parecer hormigas por la altura en la que se encontraba. Ellos iban y venían, trayendo y llevando piezas, papeles, cobijas para quienes quedaron sin vivienda. Todos estaban ayudando, y el estaba feliz por ello.

Se quedó contemplando, lo que pareció ser, un largo tiempo, la puesta del sol, y fue entonces cuando sintió la presencia de alguien llegar detrás de el.

—Sabía que estarías aquí.

Esa voz…

Naruto giró su cuerpo lentamente, y se encontró con una sonriente Sakura que le observaba tranquila. Sus manos detrás de ella, en un gesto que le pareció tierno a Naruto.

—Sakura-chan— musitó el chico, casi inaudible.

—Ahora entiendo porque te encanta pasar el tiempo aquí arriba —dijo la joven al encontrar a su compañero en un estado nefelibato.

¿Y bien?, ¿Ya debía decirlo?... ¿Sin mas?

Naruto infló su pecho con valentía, decidido a confesar sus sentimientos, por fin. Ya no importaba lo demás, estaba seguro que no podría ser tan mala cualquier respuesta que recibiera.

—Sakura-chan. — habló con aparente seguridad. — Yo…

La voz de Naruto se descompuso debido al nerviosismo. Su pecho se desinfló cual globo, e inclusive el mismo, pareció escuchar el sonido de un globo desinflarse dentro de su pecho. Sakura lo miró confundida, esperando.

Naruto bajó la cabeza, y lanzó un sonoro suspiro.

—Naruto, ¿Te pasa algo? — preguntó Haruno, ladeando un poco la cabeza para ver mejor el semblante de su amigo.

—Sakura-chan… yo… lo cierto es que — alzó su rostro hasta mantenerle la mirada a su curiosa amiga. — ¡Yo te amo!

Sakura sintió un impacto golpearla en todo su cuerpo, y se sintió flaquear. Abrió sus ojos a más no poder debido a la impresión. Sus manos temblaron y las tuvo que mover delante de su pecho para quitar aquel temblor y hormigueo.

Intento profesar palabra alguna. Lo único que salió de su boca fueron titubeos y susurros.

—N-Naruto…

Bien, quizás ya lo sabía.

Sabía que su amigo gustaba de ella por la forma en que se dirigía solamente a su persona. Y sabía que tarde o temprano llegaría ese momento pero, justo ahora, no sabía que hacer, como reaccionar. ¡¿Qué debía hacer?!

Un largo silencio perduró. Ninguno se atrevió a pronunciar palabra alguna.

Naruto tomó aquel silencio como un claro y cruel rechazo por parte de su amiga. Suspiró derrotado… ¿Se estaba dando por vencido?

Si.

¿Si?

El no podía obligarle a quererle.

Le dedicó una sonrisa melancólica, y sus parpados se movieron una y otra vez, evitando cualquier indicio de lágrimas. — Ya veo… — . Naruto se giró, le dio la espalda. — Lo intenté, Sakura-chan… — Juro que luché. Y cuando estaba a punto de irse, una mano lo tomó del brazo, fuertemente.

— ¿... Sakura-chan…?— inquirió confuso, el rubio.

Sakura le observaba con extrema felicidad reflejada en sus ojos. Una sonrisa iluminó, nuevamente, el corazón de Naruto. Sus ojos dijeron todo. Los jade de ella, martillaban en Naruto, como si de un taladro se tratase, su corazón latía con mas fuerza y rapidez. Mientras los azules de el, daban calor y felicidad a todo su ser.

Naruto le encaró, aún confuso. ¿Y ahora, que debía sentir?, ¿Ilusión? Porque ese sentimiento le fue inevitable.

Sakura lo abrazó por la cintura fuertemente, en un acto sorpresivo. Recargó su cabeza en su hombro. Se puso en puntitas para lograr lo anterior, y lagrimas de felicidad comenzaron a enmarar de sus ojos.

Naruto alzó levemente sus brazos, incapaz de corresponder el abrazo, debido al shock e impresión.

El rojo violó sus mejillas.

El corazón de Sakura había amenazado con estallar en el momento en el que Naruto había declarado sus sentimientos. Y ella comenzaba a comprenderlo mejor. ¡Aquello la ponía feliz a sobre manera!

De hecho, aquella felicidad que sentía en aquel momento, era por mucho, la más grata y enorme que había sentido en ningún momento de su vida.

Había decidido, en menos de un minuto, lo que quería de su vida. De su presente, y su futuro, ya sabiendo que, aquel rubio al que ahora envolvía en un ameno abrazo, también era parte de su pasado, en todo momento. Lo quería a el en su vida. No como un amigo, o hermano. Ya no podía fingir verlo de esa manera… no más. Lo quería a su lado, en su vida, como el amor más puro, bello, y fuerte de su vida.

No imaginaba un día en el que Naruto no le dedicara aquella mirada de tonto, enamorado.

No imaginaba un solo día en el que el chico no la llamase Sakura-chan mientras le invitaba a comer rammen.

No.

No imaginaba su vida sin el.

Naruto comenzó, tembloroso, a devolverle aquel gesto. Incapaz de formular una explicación, aunque su corazón ya lo dictaba a mano y escrito.

El tiempo pareció trascurrir lentamente para aquellos dos, que no prestaron atención cuando el sol ya se escondía. Se separaron al cabo de interminables minutos.

La chaqueta de Naruto, mojada de lágrimas.

Sakura ignoró el ardor en sus ojos, o las lagrimas que seguían cayendo por sus mejillas. No borró su sonrisa en ningún momento.

Naruto la observó. — ¿Sakura-chan… tú?—. y esperó.

Sakura se secó las lágrimas con su antebrazo. Se restregó los ojos un par de segundos, antes de fijar su mirada en el horizonte, y después, posarla nuevamente en Naruto.

—Bien, también te amo. — se encogió de hombros.

Los sentimientos de Naruto estaban a flor de piel. Ambos permanecieron en absoluto silencio, solo sus miradas hablando. Y entonces, esta vez, fue Naruto quien se abalanzó hacía Sakura. La tomó por los hombros y la abrazó con felicidad desbordante. Sakura le imitó ipso facto.

Ambos se abrazaron.

Los delgados pero fuertes brazos de ella, le acariciaron la espalda, mientras un cosquilleo sacudió a ambos. Su desesperación se hizo evidente, mas la de cierto rubio parecía notarse a cientos de metros de distancia. Y no se separaron, no en un largo tiempo.

Después, con las mejillas sonrojadas, unieron sus labios en un tierno y primer beso.

Sakura envolvió sus brazos alrededor del cuello de el, mientras el la tomaba delicadamente de la cintura. Ella se puso en puntitas nuevamente, y el beso se prolongó durante largos y eternos segundos.

Sus ojos cerrados, debido a la intensidad del sentimiento.

¡Cuan significado tenía aquel primer beso!

Las piernas de Sakura flaquearon, mas Naruto no la soltó en ningún momento o instante.

Al separar sus bocas, ambos sonrieron. Sus respiraciones chocaron y Sakura se alejó un par de pasos de Naruto, y entrelazó sus dedos detrás de si misma, en su espalda baja.

—Te veo mañana. — dijo con felicidad adornando cada vocal, cada letra y palabra. Luego comenzó a trotar por las escaleras. A lo lejos, Sakura se giró hacía el, y gritó: — ¡Espero ansiosa ese rammen! — y siguió su andar.

Naruto la perdió de vista. Y su cuerpo entero tembló de felicidad.

Dio un brinco de victoria, y sus ojos derramaron dos lágrimas humorísticas, de felicidad.

Alzó ambos brazos al cielo y dijo al viento. — Mamá, he cumplido con lo que has dicho. —. Aquella decisión fue, de lejos, la mas desbordante, amena, ¡Con excesiva felicidad! Que hubiese tenido nunca. Y dicho esto, corrió hasta su departamento.

En el camino encontró a Sasuke… con Karin.


Nota final capitulo I:


Acá, Lixy. Les traigo un nuevo fic, aunque la idea no fue mía, sino de un chico bastante creativo de un grupo NaruSaku, David Sangalle Fabian. Mimi Reyes fue quien nos compartió la historia, y yo quedé encantada. Por lo que le pedí hacerlo fic, y entonces me ofrecí a ayudarle, hasta terminar haciéndolo en conjunto. (?)

Si, este capi fue escrito por mi, y Mimi ha estado revisando, ¡Sin mencionar que estuve seca para el titulo! jaja

Sin mas, espero le guste. Para mi este es un mejor final que el que fue publicado oficialmente, pero tengo en claro que el NaruSaku ni el SasuKarin se dieron, así que espero y no vengan antis, puesto que para esto es ff, ¡Para escribir cosas ficticias que no pasaron!

Sin mas, me despido.

David Sangalle Fabian.

Mimi Reyes.

Lixy-Chan (2014)