Sentirse libre
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Para: Daenerys Black.
Personaje: Ginny Weasley.
Ginny ve jugar a sus hermanos durante toda la tarde un partido de Quiddich y aunque sus labios de infante no le permiten decir la palabra correctamente, ella entiende perfectamente de qué va ese juego que la tiene fascinada y del cual no puede participar porque es muy pequeña para lograr la destreza necesaria. Charlie les enseña a los gemelos a golpear las bludgers con unos gigantescos bates que han conseguido en el sótano y algo le dice a Ginny que esos bates pertenecen a sus difuntos tíos Fabian y Gideon, ya que su madre siempre se pone nostálgica cuando los están usando.
La noche cae sobre las colinas que rodean La Madriguera y su madre pega un grito, llamando a todos sus hermanos a que entren a bañarse para cenar. Ginny observa que Bill guarda las viejas escobas en el armario junto a la escalera y luego sube los peldaños de forma rápida. La cena transcurre tan amistosa como de costumbre. Su padre comenta acerca de ese cacharro muggle nuevo que encuentra y lo que planea hacer con él, su madre dice que los gemelos le han dado dolores de cabeza como siempre y que la pequeña Ginny es la que mejor se comporta, y los gemelos niegan diciendo que ellos se han comportado de lo más lindo.
Todos duermen placidamente en sus habitaciones cuando Ginny se escurre por los peldaños de la escalera y en medio de la oscuridad, sus manos pequeñas sujetan el palo de una de las escobas viejas que tienen más años que ella. El cálido viento de verano le acaricia el rostro cuando se encuentra afuera de la casa y pasa una de sus piernas alrededor de la escoba. Se sujeta fuertemente y da una patada, así es como lo hacen sus hermanos y ella simplemente lo repite. Pronto se encuentra a dos metros de altura del suelo, con el cabello rojo volando al compás de la brisa y suelta exclamaciones de pura alegría. Nunca se ha sentido tan libre como en aquella ocasión.
Se encuentra tan ensimismada en su pequeño paraíso que no es conciente que sus gritos consiguen despertar a sus hermanos y a su madre.
—¿Qué haces allí, Ginny? ¡Baja en este mismo instante! —dice con el corazón latiéndole rápidamente, su hija es pequeña todavía y puede lastimarse—. ¿Quién de ustedes le ha dado la escoba? Seguro que han sido los gemelos.
Fred y George se encogen de hombros.
—Nosotros no hemos tenido nada que ver en esto. Al menos, hasta donde recuerdo.
Molly sigue gritando para baje pero Ginny demora en acatar su orden. Se siente demasiado libre volando, como si fuera un pajarito dejando por primera vez el nido de su madre. Quiere que la emoción del momento dure eternamente.
Charlie dice que la primera vez en escoba nunca se olvida y Ginny está de acuerdo.
