-Vayamos directo al supermercado, ¿todavía tenemos col para la cena? - el calvo se encontraba retirándose uno de los varios restos que tenía en el cuerpo de aquel monstruo que habían derrotado hace apenas unos minutos mismo que desprendía un olor bastante extraño.

-Todavía tenemos col, pero necesitamos comprar huevos, hay una oferta en el supermercado- informo el ciborg y esto solo fue necesario para que el héroe clase B lanzará el ultimo pedazo de monstruo que aún le quedaba en la cabeza y sin pensarlo dos veces se puso en marcha hacia aquel lugar, donde seguramente les esperaba una oferta más que solo huevos.

-Bien, ¡vamos rápido! - Saitama no necesito decirlo dos veces cuando el ciborg respondió con un firme "¡Si sensei!" y junto a su lado se dirigieran aquel supermercado o lo que quedaba de este dado que una vez que doblaron en una de las esquinas un fuerte estruendo los hizo detenerse y ver que o quien lo había provocado.

Un enorme oso negro era el que había provocado de todo el desastre que ahora estaba delante de sus ojos. No quedo ni un solo bloque de cemento del supermercado de pie, tan solo escombros y gritos de los clientes, empleados y civiles que pasaban por ahí en ese momento.

-Vaya, ¿de dónde salió? - interrogo el calvo en voz alta no obteniendo una respuesta ya que aquel enorme monstruo peludo no tardo en continuar con sus desastres, emitiendo meramente gruñidos y destruyendo todo a su paso con unas enormes patas llenas de largas garras que destruían todo a su paso. - ¿te encargas, Genos? -

El héroe clase B no tuvo que siquiera preguntarlo cuando aquel ciborg ya estaba dirigiéndose a terminar con aquel monstruo, bueno, podía esperarlo estaba seguro que no tardaría mucho. Observo como este se encargaba de aquel oso, miro detenidamente aquel fuego abrazador que Genos liberaba de sus armas para exterminarlo completamente y como si nada aquel enorme monstruo explotó.

En un centenar de pedazos que comenzaron a regarse a los alrededores. Saitama no pudo evitar mirar sorprendido lo que su discípulo había hecho, sin duda debía felicitarlo o algo porque ahora estaba acercándose hacia él luciendo completamente sano y salvo, no le faltaba ninguna pieza ni nada.

-Genos, buen trabajo, terminaste en una pieza- felicito el calvo a su manera, espero obtener una de esas expresiones avergonzadas por parte del ciborg, pero en su lugar consiguió una mirada confundida por parte de este.

- ¿A qué se refiere sensei? - se permitió preguntar el ciborg rubio.

-Eh, pues del monstruo, lo destruiste y saliste en una sola pieza, ¿porque más te felicitaría?

Genos parpadeo un poco confundido.

-El que acabo con el monstruo fue usted aun cuando me dijo que yo fuera quien acabará con él, ¡siempre es bueno verlo luchar con toda su fuerza! - esas palabras solo hicieron que el héroe clase B mirara con expresión extrañada al ciborg.

-Genos, yo no lo hice, no me he movido de aquí en ningún momento- esa declaración hizo que el ciborg volviese a mirar confundido a su maestro, era obvio que eso era una mentira, la única persona que podía acabar con monstruos y demás de un puñetazo era... su maestro.

Él único que al menos él conocía.

Su conversación pudo continuar un poco más, pero Genos sintió algo aproximándose hacia ellos, algo... que ya estaba a menos de cinco metros de ellos. Era una persona, una mujer, no una adulta si no, ¿una adolescente? ¿Que podría estar haciendo una adolescente en un lugar como eso sabiendo del aviso de evacuación que seguramente ya se había dado o siquiera de la situación con aquel monstruo?

-Haaa, mi ropa está sucia otra vez- murmuro una joven pelinegra saliendo de entre el enorme desastre. - ¡Ah! Aquí están, la...-

La azabache se detuvo inmediatamente luego de notar la mirada del ciborg rubio, lucía enojado por lo que freno sus pasos y se inclinó ligeramente, confundiendo a ambos héroes, tanto por su presencia como por lo que estaba haciendo, ¿porque se estaba disculpando?

-Oí, tú...

-Lamento el desastre, papá- se disculpó la azabache dirigiéndose al héroe clase S. -prometo tener más cuidado la próxima vez, papi- esta vez se dirigió a la clase B.

Ambos héroes miraron extrañados a la chica, era obvio que los estaba confundiendo, los confundía con sus padres que lo más obvio era que fueran... una pareja de dos hombres. Eso no era extraño para nada, bueno, tal vez solo un poco, pero todo estaba avanzando y era algo que notaban bastante pero igual no podían detenerse a pensar en eso, no ahora que estaban en esa situación.

-Genos aún tenemos que comprar los huevos para la cena- por poco lo olvidaban y ahora que ese supermercado estaba destruido debían ir a otro que estaba más lejos.

El ciborg no pensó dos veces en colocarse a un lado de su maestro ya dejando pasar la presencia de aquella extraña chica de cabello negro y.… ojos peculiares.

- ¿Vamos a cenar estofado de col esta noche? - interrogo la azabache acercándose hacia ambos héroes, mismo que volvieron a detenerse al menos Genos lo hizo.

-Deja de seguirnos, sensei no puede la...

- ¿Porque llamas a papi "sensei"? - la azabache no hizo más que colocarse delante del ciborg, mismo que estaba listo para dejar el tema extraño de esta chica confundiéndolos con sus padres, iba a ponerle un fin, pero algo en ella lo hizo detenerse por completo y posicionar sus manos en el rostro de esta. -papá, me haces cosquillas-

Saitama continuo sus pasos al menos hasta que notó como Genos no estaba siguiéndolo.

-Genos, ¿qué pasa?

Genos no respondió a la interrogante de su maestro, estaba demasiado ocupado analizando de pies a cabeza a la azabache que aun sostenía por las mejillas tan solo se alejó de ella cuando su análisis simple finalizo, dejando algo que lo dejo completamente petrificado.

-Sensei, esta chica...- Saitama volvió acercarse al ciborg y la chica que ahora sobaba sus mejillas. -esta chica contiene su genética-

Eso solo confundió más al héroe clase B, ¿a qué se refería con eso? Saitama la única familia que tenía ya no estaba viva así que eso era más que imposible.

Y continúo pensando en ello hasta que vio los ojos de aquella chica, eran negros y lo miraban como si lo conocieran de toda la vida y lo que era más confuso, con cierto... ¿sentimiento?

[...]

-Entonces, ¿ella apareció de la nada y comenzó a llamarlos: papá y papi? - por muy extraña que sonará la pregunta del Doctor Kuseno debía hacerla porque no era para nada normal tener la presencia de Saitama en el laboratorio, de Genos sí, pero no en Saitama y menos si traían a una civil con ellos.

Misma que ahora estaba aislada en una sala en la espera de unos análisis de ADN que le hecho gracias a un cabello que Genos le había quitado antes. Ahora estaba en aquella sala esperando cualquier cosa, estaba recostada en uno se los sofás luciendo una expresión... parecida a la de Saitama, aburrida y sin emoción alguna.

-Bueno, su rostro es parecido al de Saitama- comentó el mayor esperando a que los análisis terminarán y dieran ya los resultados.

-Dr. Kuseno, esto...

-Lo entiendo, tranquilo, debe estar confundida o algo, nada más, incluso me llamo "abuelo" cuando me vio- de solo recordarlo una pequeña risilla abandonaba sus labios. Era la primera vez que alguien lo llamaba así y no podía evitar sentirse algo... raro, pero era agradable eso sin duda no podía negarlo.

-Debe haberse golpeado la cabeza- inquirió el héroe clase B sin darle verdadera importancia al tema, estaba ocupado en el contenido de su nariz la cual hurgaba con verdadera concentración. -debió haberse dado un golpe muy fuerte- agrego.

-No detecte golpes o alguna contusión en ella cuando la analice, así que no creo...- las palabras del ciborg se vieron interrumpidas por un sonido estruendoso que provenía solamente de aquella sala donde se encontraba aquella chica o estaba porque ambos héroes se dirigieron ahí encontrándose con la puerta de esta sala derribada completamente. -es imposible, la puerta esta reforzada-

O estaba porque la perilla de esta ya no estaba, así como aquella extraña chica, de la cual ni siquiera sabían su nombre.

-Genos, Saitama, creo que deben venir a ver esto- la voz del Dr. Kuseno se escuchó por los altos parlantes que había en aquel cuarto, los mencionados no tardaron en ir nuevamente adonde Kuseno percatándose de que no estaba solo.

Ahí estaba esa chica, comiendo... ¿una banana? ¡¿De dónde diablos la había sacado?!

-Lo siento papá, papi, voy a reponer la perilla del abuelo, pero es que tenía hambre- se disculpó la azabache sin dejar de comer aquella banana.

-Oí, deja de llamarnos de esa manera, molesta al sensei- regaño el ciborg.

-No, de hecho... está bien que lo haga- tales palabras provocaron que el calvo y el ciborg rubio miraran fijamente al Doctor Kuseno. -no sé cómo explicarlo, pero esta chica... contiene la genética de Saitama y sorprendentemente, la tuya, Genos-

Los dos héroes miraron sin decir palabras a Kuseno, ¿cómo era posible eso? Si ella contenía los genes de ambos, eso significaba que...

-Abuelito Kuseno, lamento lo de tu perilla- se disculpó la azabache con el hombre mayor.

-Oh no querida, tranquila la puedo reparar, no te preocupes- por alguna razón no pudo evitar sonar como si se tratase de su abuelo de verdad, aunque... técnicamente lo era. -por cierto, ¿cuál es tu nombre? -

La pelinegra no hizo más que sonreír suavemente, dicha sonrisa hizo estremecer al Doctor y a los demás en la sala, su sonrisa era idéntica a... Genos cuando sonreía.

-Tama, Tama Saitama, ¿porque lo preguntas, abuelito?

[...]

La pequeña Tama tiene 12 años 3

Daré detalles de ella pronto, si los doy ahora sería spoiler (?)