El es feliz. Su sonrisa nunca se va. Solo cuando Emmett o Jasper lo molestan. Pero es feliz. Aunque nunca pensó en serlo, ser vampiro fue muy duro para el, pero luego conoció el amor, conoció a su Bella. El toca el piano para su hija, que por cierto esta dormida en brazos de su esposa. Ella la mira con amor y cariño, y no puede dejar de sonreír. Su hija, su querida Renesmee sueña con ellos y con Jacob. El no se enoja, ella tambien lo quiere mucho a el, aunque a veces le cueste aceptarlo, el tambien quiere a Jacob, se ha convertido en un hermano mas para el. Sigue tocando el piano, las últimas notas, su esposa se acerca y se sienta a su lado. Termina la canción y el besa a su pequeña en la frente.

-Dulce sueños Renesmee-dice el hechizado por la belleza de su hija.

Ella al escuchar la voz de su padre sonríe en su profundo sueño. Su Bella lo mira, el conoce esa mirada, se acerca y besa sus labios, tan dulces como la primera vez y suyos para siempre. Se levanta y toma su mano, acomodan a su pequeña en su cuna y se dejan llevar por su amor. Por que si ellas son felices, el será feliz. Siempre. Eternamente.