¡Buenas! Acá Patatapandicornio reportandose con un nuevo one-shot, apra que sepan que sigo viva.

No hay demasiado que decir

¡Disfruten!


Hoy conocí a la persona más bonita del mundo.

Me desperté en una cama, me dolía un poco la cabeza. Miré a mí alrededor y ahí estaba él, sentado en un banco, leyendo el periódico mientras usaba gafas. Al parecer no había notado mi despertar. Lo miré detenidamente, era hermoso. Su piel blanca, parecía perfecta, algo parecido a un lienzo que gritaba ser marcado pasionalmente. Parecía algo mayor, aunque no demasiado.

Podía ver sus ojos viajar entre las líneas, sin poder descifrar el color por los lentes. No sabía qué hacía allí, pero me pareció familiar. El pequeño hombrecito estaba vestido con una pulcra camisa blanca y unos pantalones de vestir negros. Estaba descalzo, con las piernas cruzadas grácilmente. Su postura parecía fríamente calculada por el mejor fotógrafo, listo para ser retratado.

Quizás por mi mirada fascinada ante esta persona tan linda, él giró su vista a mí. Bajó el diario y se quitó los lentes, cerrando los ojos mientras los limpiaba levemente con su camisa. Los volvió a abrir, encontrándome con un par de hermosos iris grises.

-Buenos días-. Me habló. Su voz hermosa, algo ronca, salió entre sus labios. Parecía que acariciaba mis oídos ¿Era esto lo que se llamaba amor a primera vista?- ¿Cómo te sientes?

-Bien…-. Fue lo único que salió desde el fondo de mi garganta. Sonó algo extraña, quizás por recién despertarme. Me incorporé en la cama, apoyándome contra el respaldo.

-¿Sabes en qué año estamos?-. Me preguntó. Fruncí un poco el ceño ¿Me estaba haciendo una broma?

-En el dos mil quince-. Respondí. Él suspiró, parecía triste.

-Sí, tienes razón. Tengo… un leve Alzheimer temprano, olvido pequeñeces como esas-. Pasó sus dedos entre sus cabellos, allí pude notar un par de canas platinadas, casi imperceptibles por lo finas que eran.- ¿Quieres desayunar algo?

Le respondí que sí, él me dijo que me quedara aquí. Cuando se fue, miré hacia afuera, era una mañana de primavera, hermosa, a decir verdad. El jardín estaba muy bien cuidado, el pasto corto, los arbustos cayéndose de la cantidad de flores, los árboles brindando sombras agradables. Un poco a la izquierda noté un pórtico, con una hamaca para dos.

Tomé el diario entre mis manos, nunca lo hacía pero quería saber que había pasado hoy. Comencé a leer varias noticias, algunas cosas no las entendía. Miré arriba, a la fecha. Decía dos mil cuarenta y siete ¿Qué clase de broma era esta? Yo solo tenía 20 años, en esas fechas tendría 50. Deje el diario en su lugar.

Esta persona hermosa volvió con una bandeja con comida. Chocolate caliente y tostadas con mermelada de frambuesas ¿Cómo sabría que es mi favorita? ¿Acaso esta preciosa persona era un ángel?

Sonreí, dándole un primer sorbo a mi chocolate. Esta persona tenía un té negro en sus manos, me miraba analíticamente.

-¿Cómo te llamas?-. Pregunté. Él suspiró, casi resignado. Bajo su mirada entristecida hacia la taza, antes de volver a levantarla para encarar mis ojos.

-Levi. Levi Jaeger-. ¿Un familiar mío, quizás?

-Ah, lo siento ¿Somos parientes?-. Pregunté, curioso. No sabía de qué rama era esta hermosa persona, pero parecía sacada de un cuadro.

-…

Hoy conocí a la persona más bonita del mundo.

Él me dijo que llevamos casados 27 años


Bueno, espero que les hayan gustado estas 527 palabras. Es un experimento, porque estoy trabajando en algo mas grande uvu

¡Nos leemos!

Patatapandicornio