Disclaimer: Kuroshitsuji no me pertence, sino a Yana Toboso y asociados. Aunque ella hizo unos sketches con Sullivan y Lizzy y eso, eso es lo único que necesito para ser feliz hoy.

Advertencias: Snake/Dagger. Yaoi, lemon. Serpientes por todas partes. Tentacle rape? (lol).

¡Disfruten!


-.-

Fuente de calor.

-.-


-.-

¿Me darías calor esta noche?

-.-

Snake estaba acostumbrado al frío y a la necesidad. Su cuerpo, una extraña amalgama de serpiente y humano, regulaba su temperatura de una manera más reptil que humana, y por eso necesitaba la luz del sol y lugares donde hubiera calor. Cosa que no era tan fácil de conseguir en un lugar como Inglaterra. Sin embargo, con el pasar de los años, su cuerpo (y por consiguiente, el de sus serpientes) había sobrevivido al las noches frías, a duras penas, pero lo habían hecho.

Cosas como esas habían dejado de preocuparle cuando se unió al circo del Arca de Noé. Porque el calor que sentía allí, tanto del que provenía de tener una cama y un lugar donde sus serpientes y él podían morar, así como el calor proveniente de las amables sonrisas del resto de los circenses, era más que suficiente para hacer que sus noches fueran cálidas y seguras. Así estuvieran en medio invierno londinense, y alguna de sus serpientes no pudiera sobrevivir la estación.

Sin embargo, desde hace un tiempo acá, había empezado a sentir más calor de lo habitual. Calor, necesidad. No sabía lo que era, pero cada vez que hablaba con él una oleada de calor recorría su cuerpo. Su corazón palpitaba fuerte, haciendo que quisiera alejarse para dejar de sentir tanto calor... Pero no es como si realmente quisiera alejarse de Dagger.

El joven siempre había sido amable con él. Muchas veces se quedaba hablándole, aunque a veces parecía encontrarse fastidiado de que solo hablara a través de sus serpientes—. No tengo problemas con eso, Snake, pero ¿podrías decirle a esa serpiente que deje de tratar de meterse por allí?

Generalmente lo decía con una sonrisa, cerrando sus ojos e inclinando su cabeza, y Snake volvía a sentir esa sensación extraña en el pecho. Por mucho tiempo pensó que era algo malo, pero luego se confundía, porque cuando trataba de alejarse, se daba cuenta que lo único que realmente quería era estar cerca de él. Emily insistía a cada momento en estar cerca, más cerca, y aunque Snake tratara de convencerse de que solo quería complacer a su serpiente, la verdad es que a él también le gustaba estar cerca del otro muchacho.

Por eso cuando Dagger se le acercó corriendo con una gran sonrisa en su cara, saludándole con la mano, Snake sintió un nudo en la garganta y en la boca del estómago, mientras su corazón latía mil por hora. Las serpientes empezaban a susurrarle cosas burlonas y eso solo hacía que su bochorno aumentara cada vez más.

— Oye, Snake, ¿Qué tal? Pero ya sabes, sin incluir a tus serpientes.

— ¿A qué te refieres?, dice Wordsmith.

— ¡A eso!—respondió Dagger con una sonrisa divertida. Le miró fijamente por un momento y mordió su labio para decir:

— No te acerques a Beast y a Doll por los momentos. Mucho drama de cosas de mujeres—susurró en confidencia colocando la mano al lado de su boca.

Snake arqueó una ceja, hasta que Emily subió a su oreja y le susurró algo.

— Con razón. Había notado un olor extraño en esa niña últimamente, dice Emily—susurró Snake.

Dagger se echó a reír mientras se acercaba al otro joven y le daba un leve empujón en el hombro.

— Venga, Snake, dime la verdad, ¿realmente puedes entender a las serpientes o solo finges para lucir interesante?

—Por supuesto que nos entiende, dice Wilde. ¿Crees que somos interesantes? dice Emily—. Snake terminó con un pequeño sonrojo que Dagger notó con sorpresa.

— No sé... es que... bueno, supongo que hay veces que me gustaría simplemente escuchar lo que piensas.— Empezó a reír nerviosamente agarrándose la parte posterior cuello.

Las serpientes empezaron a sisear con locura, pero Snake estaba muy avergonzado como para responder algo. Habló con sus serpientes en privado para que se calmaran un poco.

Dagger arqueó una ceja, mientras su sonrisa se arqueaba hacia un lado. Una de las serpientes bajó y se enredó en su pie; Dagger sintiendo un nudo en la garganta le gritó a Snake horrorizado.

—Tranquilo, no te hará nada, dice Oscar. Solo desea saber porque le gustas tanto a Emily y a Snake...—El joven domador de serpientes abrió los ojos con sorpresa, dándose cuenta de lo que había traducido, y terminó con un tímido—... dice Bronte...

Dagger sintió sus mejillas enrojecer y girando su cuello hacia otra direción exclamó:

—. Quieres decir... ¿Ninguna de las serpientes me morderá o me atacará si tu se los ordenas?

Snake tragó saliva y musitó, de las muchas respuestas que le susurraban sus serpientes:

— Todos obedecemos lo que nos diga Snake, él es bueno con nosotras, dice Emily.

El joven lanzador de cuchillos se agachó y agarró suavemente a la serpiente en sus manos.

— Entonces... ¿ya esta linda serpiente descrubrió porque "Emily"... y tú...—. Sus ojos se entrecerraron con coquetería. —Según "Bronte" al menos, me encuentran agradable?

La serpiente se enredó en su brazo y empezó un parsimonioso camino subiendo por su brazo. El joven temblaba de miedo... y algo de calor. Se sentía excitado, la piel escamosa de la serpiente subiendo por la suya... Nunca podría haber imaginado que esa clase de situación haría que su cuerpo entero vibrara. La piel de la serpiente se volvía tibia debido a su calor corporal, y sentirlo surcar por su piel le hacía agua la boca. Esos toques se sentían como un juego previo, era como un preludio a los toques que el hombre frente a él podría otorgarle, poniendo todo su cuerpo en un estado de anticipación. Sus ojos pesaban, su respiración se entrecortaba, y observar los tímidos e inseguros ojos de Snake reuir de su mirada no le ayudaba a su estado en lo más mínimo.

La serpiente llegó a su oreja, donde siseó suavemente haciendo que Dagger temblara.

— Solo he podido descubrir que eres suave y hueles a... hueles a sudor y a dulces... aunque creo que eso es suficiente... dice Keats—musitó indescriptiblemente avergonzado. El joven seguía sin ponerle nombre a lo que sentía por el lanzador de cuchillas, solo sabía que si no se acercaba más a él, se ahogaría.

La respiración de Dagger se cortó en el momento en que Snake se colocó muy cerca de él para agarrar su serpiente y hacerla enredar por su brazo derecho. Pero Keats no quería devolverse, se ajustó en el cuello de Dagger y se negó a volver. Todas las serpientes empezaron a sisear con fuerza y Snake se quedó anonadado, nunca jamás en la historia de los jamases sus serpientes había rechazado su toque. Dagger se asustó un poco. Sabía que Snake le había dicho que no lo lastimarían, pero no pudo evitar exaltarse y llevar la mano a su cuello para sacarse a Keat de encima.

Snake llevó su mano a su cuello, tratando de sacar a la serpiente, y sus manos se encontraron. Se sorprendieron y sus cuerpos se paralizaron, se miraron mutuamente anonadados y Keats aprovecho para desenredarse del cuello de Dagger y entrelazar ambas manos con su cuerpo.

— ¡Keat, deja de hacer eso, ¿no ves que nos averguenzas?!, dice Emily.

— Al menos ya no está en mi cuello, estaba asustado.—dijo riendo nerviosamente. Sus miradas se encontraron y Dagger tuvo que tragar saliva porque su garganta se secó de repente. Todo se volvió serio de repente, los párpados de ambos pesaban y Dagger empezó a mover de un lado a otra la muñeca, jugueteando con sus manos, mientras su mirada expedía coquetería mientras se acercaba lentamente y al fin Snake pudo descubrir que era lo que sentía por el otro.

Ahh... es deseo.

Su mano izquierda se sujetó con la derecha del otro, y las manos enredadas se las arreglaron para sujetarse. Ambos se inclinaron hacia adelante y sus labios se unieron suavemente, acariciandose mutuamente, liberando pequeños sonidos que solo podían ser jadeos y suspiros.

Dagger se acercó a él, juntando sus cuerpos completamente, profundizando el beso, sintiendo su cuerpo agitarse al sentir a la serpiente apretar justo arriba de su pulso.

Gimoteó en los labios del otro al sentir a Emily introducirse bajo su camisa y recorrerle el abdomen, el torso. Incrementó el ritmo, las manos enredadas por Keats cayeron a un lado y soltó la mano izquierda de Snake para llevarle a su nuca y acercarle aun más.

Snake colocó su mano en la cadera del otro uniéndose con el lo más posible. Su mano también se introdujo bajo su camiseta, y Oscar y Wilde se las arreglaron para introducirse también bajo la camisa de Dagger a perseguir a Emily ya que estaban celosos.

Era demasiado. Dagger sentía sus piernas como gelatina; se sujetó más fuerte de su acompañante. Todo era simplemente demasiado, la lengua viperina de Snake que lo estaba llevando a la locura con esos movimientos suaves y apasionados, esa saliva cálida que se escurría por las comisuras de su boca, la textura del cabello del otro, la mano en su cadera, la presión en su pelvis que lo hacía chocar una y otra vez allí en busca de esa deliciosa presión, las serpientes jugueteando por todos lados de su sensible cuerpo, la mano de Snake entrelazada con la suya... todo su cuerpo vibraba de placer y por eso tuvo que separarse un momento para conseguir aire.

— Oye.. no... ahh—. Le estaba costando articular palabras. Las serpientes seguián en él, rozándole, encontrando puntos sensibles, y a Emily le gustaba estar en la parte del abdomen y eso hizo que de repente Dagger moviera su cuello de un lado a otro y boqueara por aire, sintiendo un latigazo de placer en la espalda. Bajo su mano de la nuca de Snake al hombro, apoyando su frente en su pecho y suspiró.

— Oye.. ehh... alguien aquí podría vernos.—gimoteó un poco al sentir a Oscar bajando por su hombro para quitar a Emily de su pecho. Se inclinó hacia arriba y lamió las escamas del cuello de Snake—. ¿Quisieras ir a mi cuarto más tarde? Está al lado del tuyo...

Snake jadeó y asintió rapidamente. Les ordenó a las serpientes volver y Dagger gimió por la perdida. Estaba hecho un desastre, las piernas le temblaban, el corazón estaba a punto de estallarle, su respiración estaba agitada, sus mejillas coloradas y sus cabellos más desordenados que de costumbre. Sin embargo, se levantó sobre si mismo y suspiró hondamente, recuperandose rápidamente, aunque su respiración seguía algo agitada. Se separó de Snake, se arregló las ropas desordenadas y se dirigió a su habitación.

— ¿Podemos ir nosotras también?, dice Bronte.

Dagger se volteó levemente y otorgándole un guiño coqueto que le hizo estremecer expresó:

— Por supuesto. Sin ustedes no sería la mitad de divertido.

La mayoría de las serpientes estaban ansiosas y empezaron a sisear emocionadas. Los demás, que no se encontraban muy interesados en el otro joven, simplemente decidieron sentirse feliz por Snake.

Y el propio Snake.. bueno, él solo estaba feliz de que alguien pudiera darle calor a él y a sus reptiles esa noche, porque estas, sobre todo en esa fecha del año, pueden ser muy frías para los reptiles.

-.-.-.-

-.-.-

-.-


N/a: Sé que a Dagger no le gustan las serpientes. Pero es mi fic y lo usaré así, porque así es sepsi.

En fin, cualquier comentario será apreciado. ¡Gracias por leer!

¡Nos vemos!