Para la actividad de fin de año - en primavera - del Topic Taiora del Foro Proyecto 1/8
Digimon y sus personajes NO me pertenecen
INTERCAMBIO
- El más preciado... -
Había llegado el momento. Él se había preparado mentalmente para recibirlo desde que la mercadotecnia le hizo el recordatorio de su llegada con un mes de antelación. Inspiró profundo y se enfrentó a su nemesis, que sin falta llegaba cada fin de año: el intercambio.
De todas las tradiciones que entre amigos habían creado, esa le causaba un estrés particular. No importando quien fuera el afortunado, era un martirio el solo hecho de elegir el "¿qué?"
Los enigmas no eran sus favoritos.
Creyó que este sería distinto al resto ya que ahora su vida había dado un giro de 180. Sería su primera celebración lejos de casa, mejor dicho, su antigua casa. La de sus padres.
La independencia llegó a la par de la responsabilidad pero la aceptó con gozo y sin reparo. Y la razón era simple.
No. Era única.
Lo que lo llevó a tomar la drástica decisión de abandonar el hogar paterno y tomar las riendas de su nueva vida fue la repuesta a la pregunta que tantos años temió realizar a la que, desde siempre, consideró la compañera perfecta.
Correspondido.
La pelirroja casi se funde con el color de su cabello al desvelar por fin los sentimientos de quien fuera su mejor amigo desde tierna edad, que en realidad todos conocían, faltaba solo que el portador del valor se armara de él para hacerlo oficialmente público.
No se equivocó. Ella era perfecta para él. Sus lágrimas lo reafirmaban.
Desde entonces y con tal de no alejarse una milésima de su amada comenzó está locura llena de cambios y nuevas aventuras, ligeramente diferentes de las que anteriormente vivieron.
Pero eso era lo que tanto adoraba Sora de su melenudo castaño, el impulso y la emoción de la incertidumbre, que sin él jamás podría experimentar.
Cavilando al respecto Taichi se preguntaba porque después de emprender grandes cambios esa estúpida tradición le causaba tal malestar todavía. Quizás sea solo que hay cosas que nunca cambian.
Sin embargo conforme los días avanzaban a diferencia de otras ocasiones, la ansiedad por conseguir el "¿qué?" adecuado poco a poco disminuía.
Y pronto lo encontró. Sin ayuda de Sora claro, pues para imprimir emoción al evento, prometieron no compartirse información que pudiera delatarles en caso de que alguno fuera sorteado al otro.
Llegó por fin el día de la celebración. Taichi esperaba ya listo en la sala de su hogar a su adorada Sora quien aún daba los últimos toques a su atuendo.
Quince minutos después - que a él le parecieron horas - ella apareció radiante envuelta en un precioso kimono estampado con flores, diseño de su propia creación, sobre una tela tornasolada y un discreto escote que realizaba sus atributos de manera sofisticada y glamorosa.
El castaño permaneció atónito ante la imagen de su bella acompañante. Caminó mecánicamente tras ella, contemplándola. Ella se veía radiante, parecía el más brillante y hermoso de los…
— ¡Taichi! — llamó su atención suave pero enérgica al notar que no había sido escuchada.
Él salió de su trance, prestando atención a su pelirroja.
— ¿No olvidas algo? — preguntó indicándole con la mirada los paquetes sobre la mesa.
— ¡Ah, claro! — retrocedió, los tomó y se acercó a ella para detallarla más de cerca y plasmar luego un ligero y tierno beso sobre sus labios. — ¿Nos vamos? — preguntó casi sin despegar sus rostros.
Ella asintió, algo sorprendida y levemente sonrosada por el acto inesperado de su adorado compañero. El sonrió.
Sí.
Su presente, ese ahora, no lo intercambiaría por nada en el mundo.
Ya sé, muy tarde, pero con todo el cariño para nuestro querido Topic.
