Ya sé, ya sé, debería terminar mis otros fics antes de comenzar un nuevo. Pero es que tenía ganas de publicar el primer (¡Sí! ¡El número uno!) fic KimimaroxNeji de la web. Ains que emoción, soy la primera loca que se le ocurre escribir de esta pareja tan extraña, pero no por ello mala, sino al contrario, es muy tierna. Denle una oportunidad, créanme, no se arrepentirán.

Va dedicado a Hiroko-chan y Nat-nee-chan. Espero que les agrade, chicas.

Recuerda que el contenido de esta historia es YAOI, y posiblemente contenga lemon más adelante, así que si no te gusta el género o eres homofóbico, te pediré que por favor te abstengas a leer y salgas. Estás advertido, desde aquí yo NO me hago responsable de lo que lees.

Sin más preámbulos, el fic...

---

-¡Adelante chicos, no debemos perder tiempo! –anunciaba Gai a su equipo, ubicado en las afueras de la aldea oculta de la cascada.

Habían llegado a aquel lugar luego de escoltar a un mercader. Que hacía poco había estado en Konoha, para vender cierta mercadería, y debía retornar seguro a su país. Pero ya era tiempo de que el equipo de ninjas volviera a Konoha, así que, luego de comer algo, tomaron sus cosas y se dispusieron a emprender el regreso.

El equipo, ahora sólo constaba de Gai, Tenten y Neji. Aunque sentían que era una gran falta, no podían exponer a Lee en su estado actual. Aunque fuera para estas misiones de bajo rango.

Aún debía recomponerse de la operación a la que hacía muy poco que se había sometido, la que había sido, para alegría de todos, un éxito total.

-¡Ah! –No habían dado más de un paso fuera del lugar, antes de que Tenten gritara. Tanto su sensei como su compañero, voltearon rápidamente a verla.

-¡Tenten! –exclamaron al unísono. Un shinobi musculoso la sujetaba de la cintura, inmovilizando sus brazos y levantándola del suelo, al ser más alto que ella. Mientras que con un kunai amenazaba su cuello.

-Díganme dónde se encuentra el pergamino sagrado, si no quieren que muera. –advirtió el sujeto con voz ronca, acercando aún más el kunai al cuello de la kunoichi. Instintivamente, Neji activó su byakugan.

-No sabemos de qué pergamino estás hablando. –respondió rápidamente, Gai, quien también se había puesto en posición de ataque-. Ni siquiera somos de este país. –En ese instante, el shinobi que tampoco era de ese lugar, sino de la aldea oculta entre la hierba, se fijó en los protectores que portaban los ninja.

-Con que Konoha… pues si no sirven, será mejor matarlos. –En pocos segundos otro grupo muy numeroso de shinobis de la hierba, aparecieron detrás de ellos a la ofensiva, atacando sin rodeos-.

Fueron unos intensos minutos de pelea, donde todos se defendían como podían y atacaban a sus contrincantes. Tenten ya había podido escapar y golpeó al ninja que le tenía de rehén hasta dejarlo inconsciente en el suelo. Lo que vino después fue una sorpresa para todos. Neji, que estaba muy ocupado encargándose de un par de sujetos, recibió un golpe en la cabeza con una bola muy peculiar de color amarillo, dejándolo aturdido. Mientras caía al suelo, uno de los ninjas con los que peleaba hace unos segundos, lo pateó de forma brutal en el estómago y lo lanzó muy lejos de allí.

-¡Neji! –gritó Tenten, quien había visto la escena anterior. Su vista trató de encontrar el lugar donde había caído el cuerpo, pero el golpe de un puño cayó sobre su mejilla.

Observó a quien la había golpeado, sin percatarse de que éste estaba apunto de apuñalarla con una katana. El golpe le habría traspasado el vientre, si no fuera porque Gai había intervenido y evitado que aquel sujeto dañara a su alumna.

-Tenten, no te preocupes por Neji, luego lo iremos a buscar. Concéntrate en tus oponentes, ahora. –dijo su sensei.

La chica aún estaba algo aturdida por el golpe. Y la sorpresa del momento en que la iban a matar, no se borraba de su rostro. Aún así, esbozó una pequeña sonrisa, en forma de agradecimiento.

-¡Hai!

---

Habían salido, por petición de Orochimaru, hacía las afueras de Konoha.

Lugar que el ex sannin hacía poco había intentado atacar. Pero luego de su pelea contra el, ahora muerto, Sandaime, había quedado con ciertas lesiones que le obligaron a apoderarse de un cuerpo momentáneo, el cuerpo de Gen'yumaru.

Necesitaban algo de información extra, pues "Los cuatro del sonido", por más estudiados que tuvieran los planos que les había entregado Orochimaru, no podían hacerse una idea clara del lugar donde se encontraría. Y necesitaban saberlo, para confeccionar una estrategia de ataque si es que alguien interfería en la llegada del tal Sasuke al lado del hombre de las serpientes.

Kimimaro no iba con ellos, pues había sido sometido a un gran entrenamiento físico hacía un par de días, para prepararse mejor como contenedor. Y estaba agotado.

Sin mencionar, claro… que le era casi innecesaria aquella información.

Además, Juugo se había descontrolado aquella mañana. Y había sido enviado a encargarse de él.

Con desgano, Tayuya se detuvo en medio del camino que recorrían, para observar su alrededor. Al ser un bosque, no había mucho que ver además de vegetación. Y de vez en cuando, algún roedor que se cruzaba o aves que se dirigían a sus nidos en la copa de algún árbol. De todas formas, no estaban seguros. Un ninja podría aparecer en cualquier lugar y atacarlos. No dudaban de su poder de defensa a tal amenaza, pero preferían pasar desapercibidos en aquella ocasión.

-Nada sospechoso.

Habían decidido turnarse para revisar el sector. Pues no habían podido quedar de acuerdo para que alguien en especial lo hiciera: Les costó al menos una hora de golpes, insultos y toda clase de jutsus, concluir que entre ellos sería imposible elegir y era mejor alternar turnos para vigilar.

Habían terminado ya su exploración de terreno en el país del fuego hacía varias horas. Ahora iban de regreso a Otogakure, pero sólo llevaban la mitad del camino recorrido. Y aún les faltaban muchas horas para llegar a su destino.

Normalmente, habría sido menor la distancia a recorrer, pero su anterior caminata los había llevado hasta el extremo oeste del país del fuego, cerca de la frontera con la aldea oculta de la lluvia. Y era preferible no volver a adentrarse, sino seguir el camino cercano a los límites del país.

No iban saltando de árbol en árbol. Aunque sabían que aquella sería una forma más rápida de llegar, la manera en que se ordenaban los árboles en ese lugar impedía que se movilizaran por ellos sin chocar. Además, no tenían apuro en llegar a su villa.

La misión para hablar y (si lograban convencerlo) escoltar a Sasuke, no se daría a cabo sino hasta unos días más.

Una vez que la chica había terminado su revisión, y estaba segura de que nadie los seguía, bajó la cabeza y siguió caminando. Pasó un rato en que sólo el silencio reinó entre ellos, no tenían mucho de qué hablar. Y si hubiesen tenido algo… tampoco era que quisieran. Para ellos, eran sólo compañeros de equipo y experimentos. Nada más.

Un pequeño silbido llegó a oídos de todos. Una persona ordinaria lo interpretaría como una ráfaga de viento momentánea. Pero para ellos, que tenían una habilidad muy desarrollada sobre el sonido, era algo diferente.

Algo se acercaba a gran velocidad por el aire. No era una shuriken. Un kunai tal vez, pero nadie sería tan estúpido de lanzarle uno solo a cuatro personas.

Lo más probable, sería una bomba o algo por el estilo. Pero antes de poder reaccionar, o apartarse de aquel lugar, el "objeto volador no identificado" cayó directamente sobre Jiroubou, estampándolo contra el piso a pesar de su gran peso.

Los demás se acercaron a ver de qué se trataba, encontrándose con algo inesperado.

Un cuerpo.

El cuerpo de un joven que de seguro compartía la edad de los presentes.

Su cabello era castaño. Muy largo, sujetado casi en la punta. Tez blanca, pero no pálida. Ropa no muy extravagante, y lo que más les llamó la atención:

Un protector de Konoha en la frente.

Kidoumaru se acercó a él para levantarlo de encima de su compañero y luego revisarlo de manera general.

-Está desmayado –anunció.

-¿Qué haremos con él? –preguntó Sakon, observando al chico con algo de curiosidad. No todos los días les caían shinobis desmayados encima.

-Matarlo. –dijo con simpleza Tayuya.

Aquel muchacho sólo era un estorbo. Y era mejor deshacerse cuanto antes de él.

Si llegaba a despertar, podría causarles problemas… si alguien lo estaba buscando… serían aún más problemas.

-¿Acaso son sordos? –insistió la pelirroja- Mátenlo de una puta vez y nos largamos de este jodido lugar.

-No seas tan grosera, Tayuya, recuerda que eres una mujercita. -Jiroubou, que aún se encontraba en el suelo, la estaba criticando como siempre. A ella se le ponían los nervios de punta cada vez que ese gordo la reprendía por su manera de hablar-. Además, este chico podría serle de utilidad a Orochimaru-sama.

-¿Utilidad de qué? Sólo causará problemas. Además, Orochimaru-sama no necesita información sobre Konoha, si es que a eso te refieres.

-Pues podríamos usarlo de carnada, –dijo Sakon, apoyando a Jiroubou-. ya saben, si distraemos a los demás con él, no se darán cuenta de la salida de Sasuke.

-Excelente idea. Los que estén a favor de usarlo de carnada, levanten la mano. –Todos, exceptuando a la kunoichi, hicieron caso. Y alzaron una de sus manos. Aunque en el caso de Sakon, levantó ambas-. Está decidido, lo llevamos con nosotros.

-¡Pero…!

-Nada de "pero", Tayuya. –tajó Kidoumaru, sin demasiada severidad-. Haremos lo que a la mayoría le parece razonable. Y si vuelves a reclamar, te dejaré atrapada en una red que luego usaremos para jugar fútbol… hasta que los balones deformen tu cara. Pero tranquila, no creo que puedas quedar más horrible de lo que ya estás. –La chica hizo una mueca de repulsión, y Jiroubou rió ante el comentario.

-O peor, le pediremos prestado a Kimimaro un hueso bien grande para metértelo por el…

-¡Cierra el pico, pedazo de puerco! ¡Y tú igual, intento de Spider-man! ¡Si se atreven a tocarme un solo cabello, verán como los hago mierda en un santiamén! –gritó Tayuya en modo de amenaza. Esos dos y sus comentarios eran aguantables con paciencia de santos… y ella no la poseía.

Le daba igual lo que hicieran con el mocoso, pero insultarla a ella era algo que no podía tolerar. Por suerte, sólo estaba enfadada de manera leve, porque cuando se enfurecía de verdad, ni tomando un Armonyl se calmaba.

-¿Quién se ofrece para llevar al mocoso de Konoha? –preguntó Sakon, ignorando olímpicamente la discusión de sus demás compañeros. Claro que, en cuanto dijo esto, todos callaron de inmediato-. Si que son valientes. -comentó con sarcasmo-. No quiero comenzar una pelea, otra vez. ¿Les parece que nos turnemos para cargarlo? –Todos asintieron. Seria una estupidez volver a combatir por algo así, si sabían que al final el resultado sería el mismo.

-¿Quién vota para que Tayuya sea la primera en cargarlo? –Nuevamente, todos, excepto la susodicha, alzaron la mano.

-Jódanse.

---

Y eso fue el primer capítulo, espero que les haya gustado. No se entiende muy bien la trama aún, pero enseguida subo el segundo capítulo.

¿Dudas? ¿Comentarios? Un review siempre es bien recibido n.n