Hola a todos, espero estén muy bien, ¡!feliz año¡! que se la hayan pasado genial con su familia y seres queridos, les deseo un muy buen inicio de año, que logren todas sus metas, que ustedes y su familia estén bien de salud; Sin mas acompaño este 2017 con una nueva historia espero sea de su agrado, espero sus comentarios buenos malos, criticas, todo es bueno. proclamo que ninguno de estos personajes me pertenece, son todos de la gran J.K. Rowling.

sin mas los dejo.


Atravesaron los cuartos dentro de esa casa, las balas sólo pasaban cerca de sus objetivos, la rubia observó que su arma muy pronto se quedaría sin munición, pero aun así llevaba una más; los tiros de Hermione eran casi perfectos, estuvo por pegarle a la rubia una vez, la ira la invadió, subió las escaleras y comenzó a buscar a la otra chica, hasta que una bala pasó cerca de su cabeza... Un ruido, algún objeto que no pudo ser detenido a tiempo cae, se estrella, una sonrisa se forman en unos labios rosas, un disparo, y alguien cae el piso.

Y todo quedo en penumbra.

6 meses antes.

Flashback

Un hermoso hotel de lujo, el Hogwarts Castle, se alzaba con su característica forma de castillo medieval, con sus jardines grandes, sus majestuosas puertas de madera, y grandes cerrajes, que podían distinguirse desde el gran puente que conectaba hacia esta, atravesando un acantilado con un rio por el fondo. Detrás de este se podía ver el gran lago el cual tenía una gran peculiaridad, a lo lejos sus aguas llegaban a verse en un tono negro, el cual iba desapareciendo a medidas de que te acercabas a él, terminando en un azul aguamarina oscuro.

Dentro del living, en recepción una hermosa chica, cabello castaño, complexión delgada, en forma, con una figura envidiable, estatura 1.65cm, piel trigueña, sus ojos tapados por unas gafas oscuras, ocultando parte de su rostro, el cual se veía un poco afilado, portaba una ligera blusa de manga larga en color negro, los primeros botones desabrochados, dándole un aspecto tierno pero sensual, encima de esta un abrigo blanco, el cual no era demasiado ostentoso, pantalones de mezclilla y botas negras.

Veía hacia la entrada, varios agentes y policías entraban, pidiendo a las personas que regresaran a su habitación, un asesinato entre los terrenos propiedad del hotel se había suscitado, el cadáver, un solo disparo, limpio, sin huellas o algún objeto con el cual fuera posible la identificación del asesino.

-Señorita, ¿está bien? – pregunto un policía.

No contesto, simplemente se le quedo viendo a la persona que lo interrogaba. Con una de sus manos en la espalda, como si fuera a sacar un arma.

-¿Esta bien? – volvieron a dirigirse a ella.

En ese momento una rubia, de 1.70, piel blanca, rostro afilado, enfundada en un conjunto de gabardina, pantalones, y botas negros, solo su blusa en blanco era un punto resplandeciente en su vestuario, con pasos seguros y soltándose de la mano de una gente llego hasta la castaña.

-Ahora lo estoy – respondió. –Viene conmigo- afirmo la chica con las gafas, viendo al policía que la interrogaba.

Juntas caminaron hacia el elevador y llegaron a una torre de este magnífico hotel, habitación de lujo, cama King size, sabanas de seda, pantalla de plasma, unos pequeños sillones alrededor de una mesa de centro. Cerraron la puerta y se quedaron recargadas en esta.

-Fleur – dijo la rubia, con acento francés tan suave que a oídos de la otra chica fue sexy.

-Hermione –contesto al saludo con una sonrisa.

La primera vez que dijeron su nombre a la otra, la rubia se acerca y le quito las gafas de sol, y ambas conectaron sus miradas, azul perdiéndose en castaño y castaño en azul. Acercándose peligrosamente a los labios de la otra, sin saber cuáles fueron los que terminaron de cerrar los centímetros, que los separaban, la lengua de la castaña saboreo los labios rosa de la francesa, sus manos se posaron alrededor de su cuello, sosteniendo su nuca para que no se alejase del beso, la rubia la sujetó de la cintura y la pego a su cuerpo sus senos se rozaron, y los primeros jadeos empezaban a escucharse, las respiraciones de ambas se aceleraban, separaron un momento sus labios, se sonrieron… los primeros rayos del sol se asomaban por la gran ventana, la castaña estaba recargada en la columna observando el paisaje, y la francesa despertaba, desnuda, enredada en las sabanas, con una enorme sonrisa en su rostro.

-Hola Extraña - dijo Hermione.

-Hola a ti – le contesto acercándose a ella y besándola.

Al momento de separarse, se miraron y sonrieron, disponiéndose a desayunar.

Fin flashback.

Tiempo Presente

2 semanas antes.

Londres, Inglaterra. 22:33 Hrs.

Una castaña sentada en un cómodo sillón ejecutivo frente a su escritorio pulcramente ordenado y limpio, portando un conjunto bastante elegante de oficina, recordaba, lo que fue su última misión, que le trajo una grave consecuencia.

-No pude haberlo hecho – se decía mentalmente. –Pero fue tan mágico, y eso era quedarse corto– soltó una leve sonrisa, y dejo la pluma que anteriormente estaba mordiendo. – Debo olvidarte – sus ojos castaños perdieron un poco de brillo.

Estaba perdida en su mundo, cuando un chico alto, con un saco, pantalón y camisa, perfectamente combinado a blanco y negro, la ropa que portaba hacia lucir su buen cuerpo, parecía ejercitarse, ojos verdes, enmarcados por unas gafas redondas, y una gran y feliz sonrisa entro sin anunciarse.

-Mione – dijo feliz.

- Oh Harry, ¿cómo estás? –pregunto emocionada, mientras se ponía de pie, para abrazarlo.

-Estoy, pero tú., ¿Qué tal?, aun recordando – expreso, con una mirada de cariño hacia la chica. -Sabes, si yo fuera tú, en este momento la estaría buscando pro todo Europa jajaj –soltó su comentario con la intención de hacerla sonreír.

-Sabes bien lo que hago, hacemos...-

Una nueva entrada en esa enorme oficina, dio cabida esta vez un chico alto, pelirrojo, de ojos azules, fornido, en forma, vestido bastante bien como el anterior, con un toque bastante formal, pero casual, entraba con una sonrisa.

-Chicos, que alegría verlos –dijo muy feliz y acercándose a ambos para abrazarlos.

Ambos respondieron al abrazo, y rieron entre ellos, estaban felices de volver a verse, después del tiempo que estuvieron sin verse.

-Ron, tanto tiempo sin verte, esperábamos que regresaras en más tiempo... Jajajja –expreso el chico de gafas con un tono de burla a su amigo.

-Muy gracioso Harry, pero tomo menos de lo estimado; gracias por tu consejo Herms...-le agradeció, con una sonrisa.

-Es un placer salvarte... jajaj –respondió con el mismo gesto de él.

-¿Y cómo estuvo la luna de miel? –pregunto bastante curioso Harry.

-Sí, tienes que contárnoslo todo –agregó divertida la castaña.

-Todo… Herms no es por nada pero no me complace escuchar la vida sexual de mi hermano –

-Es verdad, talvez fue muy... Como decirlo… Deprimente, y sin ganas, jajajaja, y luego con esa esposa –hizo burla la chica.

Ambos voltearon a ver al pelirrojo, el cual estaba del color de su cabello, con una ligera sonrisa asomándose en sus labios, hace mucho que no veía a esa chica tomarlo como flanco de bromas; una parte de él se alegraba. Mientras ambos chicos comenzaron a reír más fuerte, al ver que no respondía nada. Así fue como los tres chicos, se retiraron de la oficina, pues era algo tarde, dirigiéndose a tomar una cerveza de mantequilla, en un bar al que frecuentaban mucho, Hogsmeade, con un buen ambiente para poder charlar y ponerse al día.

Paris, Francia, 23:33 Hrs.

Las luces de neón resplandecían, al ritmo de la música, en la barra de aquel club, una chica, sentada observaba a un grupo de hombres, que se estaban divirtiendo con las chicas empleadas del lugar.

Se puso de pie, y comenzó a caminar a la pista, dejo que la música que la envolviera, que la transportara a aquel hotel de Londres, comenzó a mover su cuerpo, sus caderas hacían movimientos sensuales de un lado a otro, dándole mayor énfasis a su trasero, un chico se le fue acercando, y la tomo de la cintura, la pego a él; sintió sus manos, sintió su aliento y respiración agitada en el cuello, se dejó ir, ladeando un poco la cabeza, su aroma, le lleno las fosas nasales; la lluvia caía, mojaba sus ropas pegándolas a sus cuerpos, una mano se posó en su vientre, y la otra se dirigía al norte, tomo uno de sus senos y le dio un ligero apretón se curvo, levanto una de sus manos y la llevo a la nuca de su acompañante… sintió un empujón, despertó, la pista comenzó a llenarse más puesto que una canción de moda comenzó a sonar, de dio la vuelta y empujo al chico.

-Que me está pasando, aun estas en mi mente – se dijo mientras se acercaba a la salida –vamos Fleur, tienes que comenzar a olvidarla ¡concéntrate! No lo puedes perder – camino cerca de los hombres que anteriormente estaba vigilando, cada uno de ellos subió a su auto y tomaron rumbos diferentes.

-Estas bien Fleur –escucho una vocecita mientras abordaba su BMW i8, en blanco.

-Oui, todo bien Gabrielle, no me distraigas.

-Yo..?, jaja disculpa pero eres tú la que se está distrayendo, al pensar en su hermosa, inteligente… -Gaby, basta -contradijo la hermana mayor- ...Alta, esbelta y muy pero muy… -¡Gabrielle ya, por favor!-

-De acuerdo –continuo la menor. –Es hora de seguir, el objetivo a llegado al hotel Chouette, habitación 222, ya sabes que hacer –termino con una sonrisa, mientras observaba el monitor de su computadora.

La rubia estaciono su auto a una distancia de 300m del hotel, en un callejón, saco de la parte de debajo del asiento delantero un pequeño maletín, tomo la peluca negra, cubrió el tono de sus ojos con unos lentes de contacto, dándole un color azul/violáceo, tomo dos armas, escuadras con silenciador, ajustándolas a su espalda baja, se colocó sus guantes y tomo cinco pequeños cuchillos, en su funda, ajustados a su blanca pierna, y por ultimo un arma más pequeña que las anteriores, calzaba unos zapatos de tacón y una gabardina negra cubría su cuerpo.

Tomo un taxi, y bajo en la entrada del hotel, llegando a recepción le dio una tarjeta al chico que estaba atendiendo y sonrió, este solo la miro anonado por unos segundos, asintió, -227 –dijo el chico, guardando la tarjeta que le dio, talvez en un futuro el mismo podría ocupar el "servicio", le volvió a sonreír de manera seductora y camino a los elevadores, entro y marco el piso 22. Mismo piso en el que Gabrielle estaba, con su laptop y demás aparatos electrónicos.

-Estoy dentro – fue lo único que dijo la rubia. –Mientras presionaba el pequeño auricular en su oído derecho.

El elevador subió, llego al piso indicado, entro a la habitación 227 junto con su hermana, la observo y asintió.

-D´accord, te volveré invisible ante las cámaras, recuerda que tendrás solo 10 minutos -fue lo que contesto la rubia más pequeña, mientras tecleaba en su portátil, y sincronizaba el reloj de la chica mayor. -3, 2,.. ¡AHORA, AHORA!

Atravesó rápidamente el pasillo hasta llegar a la segunda puerta, mientras se iba ajustando sus guantes de piel, tocó, al momento que abrieron le sonrieron y la dejaron pasar, observo rápidamente, 5 hombres en esa pequeña sala de estar, seria rápido, se desabrocho su gabardina, dejando ver su pequeño conjunto de cuero, en un movimiento rápido saco su arma, el primer disparo salió, le dio justo en la nuca al hombre que veía televisión, se inclinó, dejo caer su pistola, saco dos de sus pequeños cuchillos y se los clavo en la garganta a los dos hombres a sus costados.

"Tres menos", se dijo en sus propios pensamientos mientras sacaba su segunda arma, y caminaba hacia los dos restantes.

Disparo dando en la pistola del cuarto hombre a su derecha, saco un cuchillo y lo lanzo a la mano del de su izquierda, corrió y le soltó un golpe en la cabeza con la parte inferior de su escuadra, desmayándolo, sintió dolor en la espalda, volteo y estaba el ultimo oponente, el cual había comenzado una pequeña lucha, este le soltó un derechazo, lo esquivo, lo tomo del antebrazo y de dio con el codo, corto cartucho, y disparo directo en la frente, su vista volvió al que estaba en el piso y soltó el ultimo disparo.

Miro su reloj, quedaban 6 minutos. Debía darse prisa.

Tomo otra pequeña arma de su gabardina, entro a la habitación principal, estaba una chica en la cama, le disparo, se dirigió al baño, abrió la ducha y ahí estaba ese hombre, Le Brun, gran socio financiero de dos empresas, rico, atractivo y joven, pero tenía ciertos negocios que era mejor clausurar, venta ilegal de armas, y dueño de un laboratorio clandestino donde se crearían drogas sintéticas.

Lo vio, levanto su arma y sonrió, el hombre supo que serían sus últimos segundos de vida, y lo último que vería serian esos ojos, azul/violáceos, disparo, directo al pecho, el hombre se empezó a convulsionar y a desangrar, lo tomo de la muñeca y le coloco un pequeño aparato, midiendo su frecuencia cardiaca, la líneas curvas iban desapareciendo hasta que quedo una simple raya horizontal.

"El trabajo está terminado". Se levantó, miro su reloj, 3 minutos, salió de la habitación, se dirigió a la cama y le quito el dardo a la chica, fuera de esa habitación camino a la puerta, levanto su arma y salió, se dirigió a la habitación que compartía con su hermana y antes de abrir miro el reloj, 1 minuto, entro.

-Está hecho –dijo la rubia a su hermana.
-Bien, parece que no dejaste ningún error, la amante estará un buen rato pérdida, así que cuando despierte, dará aviso; todo parece como si hubiera atacado una de las bandas que operan en esta zona –respondió la pequeña.
-De acuerdo, ahora tu turno, llevamos 40 minutos, tenemos de 10 a 15 para salir. Ordena tus cosas y pásame la otra maleta.

Cuando la pequeña terminaba de acomodar sus aparatos electrónicos, es decir laptop, cables, cajitas con botones etc., la mayor sacó de la maleta un desodorante, y comenzó el trabajo de habitación, desarreglo la cama, destapó y gasto un poco del papel sanitario, abrió el grifo del lavabo, y dejo que mojara parte de las orillas, agarró un envase del desodorante y le pasó otro a su hermana, lo agitaron y empezaron a rociar la cama, los sillones y parte de la alfombra, bueno cuando se tiene bastante dinero y contactos, se pueden mandar hacer aerosoles con aroma a sexo, entre otros más, el trabajo está terminado, Fleur se colocó de nuevo su gabardina y se desarreglo y trato de volverse a arreglar, mientras su hermana se colocó una segunda piel en el rostro para que pareciera tener facciones más duras, y varoniles, se ajustó su abrigo, camisa se colocó unos pantalones un poco más grandes que ella, junto con una correa ajustada a su cintura con un miembro, se terminó de subir y abrochar los pantalones, mientras la rubia mayor se reía de ella.
-Ya Fleur, deja de burlarte de mí, algún día tú serás un hombre –le dijo la pequeña rubia mientras terminaba de acomodar su cabello en una red y colocándose una peluca y su sombrero junto con unos anteojos negros.
-Jajajaja lista, listo más bien –comentó Fleur al ver a su hermana.
-Sí, tomo, el portafolio donde llevaba sus equipos, junto con la pequeña maleta donde guardaron las latas.
Ambas de pie junto a la puerta voltearon a la habitación, estaba lo suficiente desordenada, en verdad parecía que estuvieron teniendo relaciones, asintieron, la menor tomo la tarjeta magnética y salieron, se terminaron de arreglar en el ascensor y en recepción Fleur entregó la tarjeta, sonriendo sensual, -gracias –se dio la vuelta y salió, el chico sólo vio salir al hombre pequeño que le pagó muy bien, por usar la habitación un rato y a esa hermosa chica, lo que el dinero puede comprar, fue su pensamiento, cuando esas dos personas se perdieron de vista, pasando por alto que el chico que salió antes que esa hermosa chica tenía una voz bastante extraña.

Al llegar a la mansión Delacour, todo parecía en orden, su madre padre y abuela habían vigilado, la misión, y estaban de acuerdo en que todo había salido en orden y rápido, como trabajaban; por algo Fleur y Gabrielle eran un orgullo, aunque pertenecían a dos grupos diferentes, la menor, estaba en el grupo bravo, eran el segundo mejor, con varias misiones más y los ascenderían, mientras que la mayor, en el Alpha STARS, los mejores, en un momento dado competiría con sus demás primas para llegar a ser la líder de la agencia, aunque Fleur no estaba muy segura de querer hacerlo, ella estaba bien y no le interesaba mucho, pero su abuela tenía una gran esperanza en que ella compitiera, sabía que podía ser una gran líder.

La gran familia Delacour. Agencia, de parís Francia, tenían bastantes años, en el negocio, eran uno de los mejores y en los que se podían confiar, no hacían trabajos a la ligera, no no, ellos podían meterse con políticos, jefes de bandas, de cualquier tipo, y en especial con gente de poder que hace cosas ilícitas, como bien lo habían dicho, los Delacour protegerán a Francia, de cualquier persona que quiera desordenar la paz, independientes del gobierno, el que ayudaran no significaba que estuvieran del mismo bando, y a su vez el gobierno, no estaba enterado de a lo que esta poderosa familia se dedicaba, teniendo en cuenta que tenían varios negocios, sus familiares o amigos estaban en varios ámbitos, ya sea en la policía, derecho, administración, es decir empresas, no solo la mayor, que manejaba la patriarca, tenían más pequeñas pero eran fructíferas, los miembros más pequeños de la familia, y los no tan pequeños, eran educados en las mejores universidades, escuelas, tenían lo mejor, no solo porque se lo merecieran, sino porque la familia lo necesitaba, querer a los mejores, y no solo en educación y conocimientos, el ejercicio, las practicas también era muy importante, por esto, la familia se aseguró de que la construcción de su hogar, la mansión, fuese grande para albergar a 100 personas, las hectáreas de terreno que la rodeaban se utilizaba para las prácticas de campo, cuando la primer patriarca de la familia, empezó con el negocio, trato de ir adquiriendo los terrenos a los lados de su casa, con una gran visión al futuro, sus descendientes podrían seguir sus pasos, convirtiéndose en una tradición, que fuese mejorando con los años, hasta llegar en donde se encuentra, el apellido, reconocido, no solo por la gran fortuna que tenían, también por lo educadas e inteligentes, al abarcar varios ámbitos laborales, las herederas hermosas, oh una pequeña peculiaridad en la familia solo se tenían niñas, algo que agradecieron, pero no quiere decir que no haya hombres, los entrenamientos, eran fuertes, cacería, obstáculos, natación, alpinismo, buceo, artes marciales, defensa personal, tiro con arco, armería, incluso alpinismo, rapel, las llevaban a la nieve frio y altura, tenían que aprender lo que más pudieran, porque una simple lección podía salvarles el cuello, las señoritas Delacour, tenían que ser perfectas, orgullosas, arrogantes y siempre en lo más alto de la cadena.

La familia estaba conformada por la abuela, Isabelle, en sus años fue una de las mejores asesinas, venciendo a sus hermanos y quedando como la líder, tuvo una hija Apolline igual que su madre, inteligente, ágil, teniendo todo lo necesario ganándose el honor de ser la sucesora del gran clan, las veelas, una líder innata, a cierta edad contrajo nupcias con Monsieur, y en un tiempo dio a luz a su hija mayor Fleur, al poco tiempo demostró ser una digna Delacour, orgullosa, fría, prepotente, inteligente, ágil, la mejor en su equipo, ¿cuál? el de élite por supuesto, siendo ella la líder, aun así en un tiempo muy cercano su madre se retiraría del mando y ella junto con los demás miembros del equipo debería de competir por el clan, ser su líder, demostrando que ella era una veela innata. Tres años después de su nacimiento su madre tuvo a la pequeña Gabrielle, igual que su hermana, lista, orgullosa, bromista, la mejor del equipo Alfa, espíritu libre, por ende ella disfrutaba la vida sin querer llegar a ser líder supondría que su hermana sabría encargarse de ese asunto.
Monsieur gran esposo y padre, cuando se unió a su esposa sabía que tenía que ser lo mejor para estar a la altura de toda la organización, desde que en aquel restaurante observo como su esposa disparaba a un tipo, supo que no tendría escape, y no por estar frente a una mujer con un arma y sin resentimiento o culpa por haberla utilizado, más bien porque se enamoró de esa mujer que tan fuerte y decidida le pareció, y ella al no poder jalar el gatillo por primera vez desde que supo usar un arma, sabia dentro de ella que ese joven frente al cañón de su arma, sería más que un cadáver, al ofrecerle el trato después de frecuentarse por varios meses en secreto y contarle todo acerca de su familia, el joven no huyo como ella esperaba, solamente tomo su mano la acaricio, y de su chamarra saco una pequeña cajita, dentro de esta un hermoso anillo con un pequeño diamante se encontraba, Monsieur al estar dentro se preparó para lo que venía, estudio, entrenó, volviéndose una de los mejores, y pasando su prueba para poder pedir oficialmente frente a todo el clan el compromiso con su amada Apolline, y fue así como ese amor, respeto y confianza dio una de las mejores parejas para el servicio de la agencia.

Teniendo en cuenta que en este lugar solo se podía escoger una pareja de por vida, no importando el género, solo los sentimientos, y Fleur Isabelle Delacour ya había elegido, a una chica inglesa, inteligente, algo tímida, con la que podía hablar de cualquier tema, muy linda, tierna, sexy, y en la cama bueno no quería entrar en detalles, pero aún no había olvidado todo lo que esa chica le hizo sentir al siguiente día de haberse entregado a la pasión, algo dentro de ella supo que se había enamorado totalmente de Hermione Granger; y tenía que resolver su pequeño problema, y no se refiere a dar el anuncio puesto que su abuela, madre y hermana se hacen una idea, aunque su padre también lo sospecha, prefiere darle la vuelta al asunto, creyendo que su pequeña, de 26 años, aún no está lista para la eterna unión, y se dice eterna porque en la historia de la familia no se permiten los divorcios, la única vez que hubo uno fue el primero y el ultimo, terminaron desterrando a su tía, por tal acontecimiento, entonces en la familia lo más respetado, es el "compañero" de cada mujer Delacour, el pequeño problema de la rubia, es que perdió por completo el rastro de la chica castaña, y eso no podía permitirse.

La organización Granger, bueno, es discreta pero muy muy efectiva, sin margen de error, por eso tanto padre como hija eran en extremo perfeccionistas, John Granger, mayor y astuto como un viejo zorro, alto castaño, con un porte que denotaba respeto, temor y admiración, hasta ahora líder de la "empresa", su esposa, Jane Granger, ojos color miel, no tan alta, cabello oscuro, inteligente, persuasiva y muy respetada por todos en el lugar, se casó con su esposo cuando acababa de terminar su carrera en informática, convirtiéndose en una gran hacker, sin querer o con querer una noche navegando en su computadora descifro unos códigos, accedió a otros, y termino dentro del sistema de G Corporation. lo que descubrió, la dejo un poco en shock, saliendo de inmediato del sitio web y esperanza a no haber dejado algún rastro informático, pero sin lograrlo, unos días después fue interceptada por un auto, llevada a una mansión, interrogada, pero al final de todo ese episodio un tanto traumático, vio al que sería su futuro esposo en una orilla del cuarto de interrogaciones, al aclarar y saber que se quedaría en ese lugar hasta que se decidiera su futuro, fue el padre de John el que a sus hijos les comentó que esa chica en verdad valía la pena, era inteligente, astuta y sería un gran miembro, así fue como John, se dirigió al cuarto llevando un poco de comida en una charola, comenzó a explicarle lo que eran, a lo que se dedicaban, la chica un tanto asustada, pero sobrevalorando todas sus opciones decidió escucharlo, sin darse cuenta que ese joven la había cautivado bastante, desde que comenzó a hacerla reír y quitarle hierro al asunto, unos días después, se le declaro, al preguntarle si quisiera ser su novia, pero que si aceptaba seria de por vida o del todo caso la muerte los separaría, ya sea por una misión o por la misma familia, así fue cuando Jane, tomo la más importante de sus decisiones, permanecer a lado de ese chico, y su familia hasta que la muerte apareciera frente a uno de los dos proclamándolo, la pequeña, fue fortaleciéndose, ganando fuerza, valor, le enseñaron lo que todo asesino debe de saber, entrenamiento, pelea, arco, armas, en el gran campo de la familia Granger, tenían un lugar donde jugaban a la cacería, cazador/presa, el chiste es sobrevivir, el lugar era un pequeño bosque donde los dos equipos se armaban con sus protecciones y pistolas de paintball, la pequeña y débil Jane se convirtió en una mujer fuerte, pero noble, mejorando cada día más, para mostrar a la familia y a su esposo su valía, y que no se equivocó al elegirla como esposa, varios años después tuvieron a su hija, Hermione Granger, quien demostró tener la mejor combinación de ambos, toda una cazadora, implacable, inteligente, hábil, la mejor de toda la mansión, su abuelo siempre estuvo muy orgulloso de su nieta, toda una pequeña leona, como le decía de cariño, rompió todos y cada uno de los records, establecidos por él, su padre e incluso madre, nada podía pararla, a excepción de unos ojos azul profundo y transparente como las aguas de un mar en calma, pero nadie tenía que enterarse, o eso creía ella.

Dos familias diferentes pero con igualdades, pronto una de ellas sería el objetivo, y la única salida seria jalar el gatillo antes de que el otro frente a ti lo haga, la ley de la selva, solo sobrevive el más fuerte. Pronto ambos combatirán para probar quien manda.