La batería siempre fue mi pasión.

Él también lo es.

Joey, Nathan o como prefieras llamarlo. Es él. El mejor baterista del mundo… O al menos para mí.

Aprendí a tocar la batería a los trece años, así continué practicando hasta convertirme en alguien que pueda compararse al menos un poco con él.

Aunque no sé la verdad si lo he logrado.

Ahora con veinte años, puedo decir que he mejorado, pero no me compararé jamás con Joey, él es… perfecto.

Aprendí a hacer varios covers de sus canciones, pero aún muchas canciones se me dificultaban… Vendetta, Disasterpiece y muchas más aún son imposibles para mí.

No por escuchar esa música seré mala persona… Ni siquiera ellos lo son.

En unas semanas, iré a su concierto. Sí, después de seis años, ellos han vuelto a sacar álbum, .5: The Gray Chapter.

Estoy ansiosa por ir ante ellos y arrodillarme para Spit it Out, cuando Corey grite "¡Jump the fuck up!"

Soy muy fantasiosa, como pueden ver.

-¡Señorita Díaz! ¡Ponga atención en la pizarra!- gritó mi maestra de álgebra. Fijé mi vista en la pizarra, suelto un suspiro, demasiado fácil, no vale la pena poner atención.

-Hey…- me dijo mi compañero de banca, Sheldon-¿Quieres un poco?- dijo señalando una barra de chocolate entre sus manos.

Negué con la cabeza.

-No, gracias-

Volví a mis pensamientos… Ah, Joey.

Me he enamorado de alguien que no sabe siquiera que existo.

Y que es varios años mayor, unos ¿nueve? Sí, eso creo.

¿Realmente la edad importa en el amor?

O una pregunta más interesante aún. ¿El amor existe para alguien como yo?

-¡Díaz! ¡Salga de mi clase! ¡Si no va a poner atención, mejor no vuelva!- La profesora de nuevo, demonios.

Me levanté con pesadez de mi asiento, Sheldon me miró desaprobatoriamente.

-Lo lamento, profesora- me disculpé, tomé mis cosas y salí del aula.

Afortunadamente, era mi última clase del día de hoy, así que podía volver a casa temprano.

Salí distraída por la puerta principal. Pero escuché unos gritos detrás de mí.

-¡Yamy! ¡Hey Yamy!- me giré para ver a mi mejor amiga, Fernanda correr hacia mí.

-¿Qué haces en mi escuela?- pregunté. Fernanda estudiaba en otra facultad distinta a la mía.

-Venía por ti, iba a esperarte pero saliste más temprano que lo normal…-

-La profesora de álgebra me sacó de su clase por no prestar atención.- respondí tristemente.

-¡Déjame adivinar! ¡Slipknot en tus pensamientos!- Me dijo haciendo una "S" invisible en el aire con sus dedos.

-¡Oh yeah, mother fucker!- respondí haciendo un ademán con mis manos.

Observé a Fer. Ella es preciosa. Baja de estatura pero su cuerpo está muy bien acomodado. Es rubia natural con unos preciosos ojos azules.

-¿Qué me ves, chavala?- me dijo en un tono muy gracioso -¿Quieres pelear, eh eh? ¡Entréle!

Fernanda imitó la típica pose de los boxeadores, no pude evitar una carcajada.

Fer y yo reímos hasta llegar a mi casa. Yo vivía sola desde hace algunos meses… mi papá, bueno, en resumen, él es alcohólico y eso me ha traído muchos problemas. A mi madre jamás la conocí.

Entramos a mi casa y dejé mi mochila sobre el piso, Fer me imitó.

-¿Qué hacemos? ¿Vemos una película?- preguntó Fernanda. Yo puse un rostro pervertido.

-Hay que ver porno- mordí mi labio inferior. Fernanda rió.

-¡Sí! ¡A ver cómo está el bello cuerpo de Sasha Grey!-

Reí.

-¡Oh, claro! ¡Sasha Grey se la traga entera!- comenté riéndome.

-Oye, ¿enserio veremos porno?- preguntó Fernanda.

-¡Obvio no! ¡Sólo lo decía jugando!- respondí.

-Oh, y entonces ¿Qué vemos?-

-¡Di-sas-ter-pie-ce!- dije moviendo mi dedo índice frente a su rostro.

-¡No, no, no! ¡Otra vez no Yamel!- me reprendió Fernanda.

-Entonces… ¿Inside the nine de All Hope Is Gone?-pregunté.

-¡No! Quiero ver algo de película, deja a tus hombres de lado un rato.-

-Pfff, vale- suspiré y comenzamos a ver "Scream" Yo estaba aburridísima, pero no tenía otra opción.

(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)(*)

Pasaron las semanas y hoy por la noche… sería el concierto. Dios, mi corazón quería salírseme del pecho.

Ya estaba lista para ir, pero aún no podía creérmelo. Hoy vería a Joey de cerca… ¡Muy de cerca! ¡Al fin!

Estaba más que lista para ir a mover la cabeza al ritmo de Surfacing, también por escuchar las nuevas canciones, Sarcastrophe, XIX, Killpop, Custer, The Devil in I, etc. Estaba que moría de emoción.

Llegué a la fila para entrar al concierto, ya había bastante para ser tan temprano, aun así me tocaría un buen lugar cerca del escenario.

Fernanda, que me acompañaba, aunque no fuera súper fan de la banda, se quedó en la fila en lo que yo iba a buscar algo para beber. Me acerqué a la tienda más cerca que vi, estaba muy solo, no sé por qué, quizá todos estaban en la fila.

Llegué al mostrador y había una señora atendiendo.

-Buenos días, ¿tiene algo de agua embotellada?- pregunté.

-Permíteme, voy a buscarla.- la señora se fue por una puerta. Por dios, ¿quién no tiene agua a la mano? ¡Ésa mujer!

La señora regresó con mi agua, la pagué y estaba por salir cuando una persona entró muy apurada a la tienda, y al entrar… hizo que mi botella de agua destapada se desparramara por encima de mi blusa.

-¡Fíjate estúpido! ¡La acabo de comprar en la fila del concier…to!- mis palabras quedaron en el aire cuando vi quien había entrado y provocado que el agua me cayera encima.

Mis ojos se abrieron desmesuradamente. Él solo me veía un tanto sorprendido.

Inmediatamente mis rodillas cayeron al piso y me arrodillé ante él.

-¿Qué demonios…?- lo alcancé decir. Yo… yo comencé a llorar, demonios ¡es él! ¡Él! ¡Es Joey!

-T-tú… tú eres mi dios…- fue lo único que mi lengua pudo articular.

Lo escuché reír.

-Levántate- Obedecí, como si fuese su sumisa, demonios, jamás me resistiría a esa voz...

-No puedo creerlo- sollocé y cubrí mis ojos con mis manos. Comencé a llorar, dios mío, nunca creí que esto fuera posible.

-Hey, n-no llores…- me sacudió el hombro.

¡Dios mío! ¡Me ha tocado!

-Acompáñame, te daré otra camiseta, o te resfriarás, además, eres simpática y creo… que quieres conocer a los demás ¿no?- asentí enérgicamente.

-Vamos- me dice-¿Cuál es tu nombre?

-Y-Yamel…-

-Yamel… es un nombre… extraño-

¡ESTOY HABLANDO CON JOEY JORDISON!

Mi mente no dejaba de gritar, joder, siento como si esto fuera un sueño.