"Al otro lado de la ventana"
Por: Novas Loire
(Basado en el Fic de T-Annita: Jugo de frutas)
Feliz Cumpleaños Nita-Sempai! ^^ Hice este fic como un pequeño regalo para ti ^^ (Espero no te moleste el hecho de que me base en "Jugo de frutas" ^^U)
Antes de que algo mas ocurra, Bleach NO me pertenece. Si fuera de mi propiedad. . . . este fic no seria el regalo para mi sempai XD
En todo el día no había parado de fastidiarle la idea.
Desde el momento en que se levanto hasta ahora, que el día estaba próximo a concluir.
Sabía que no podía desobedecer a su capitán, pero no quería cumplir con su misión ese día. No porque no tuviese la capacidad de seguir el rastro de un simple Hollow, sino porque le parecía absurdo tener que hacerlo justo este día.
Quería pasarlo alegremente junto a todos aquellos shinigamis con los que vivía alegremente en el seireitei. Esas personas que siempre estaban allí para apoyarla en lo que hiciera, con las que compartía sus alegrías y sus pesares.
Hoy era su cumpleaños.
Aun así, su frustración no solo era por tener que trabajar ese día. Lo que le mas le molestaba era que no estaba aquel pelinaranja para molestarla. No podría presumirle el conejo blanco que le había regalado el capitán Ukitake. No discutirían por el hecho de que le haya puesto por nombre Chappy justo al recibirlo. No se enojaría con el por el hecho de estamparle la cara contra el pastel.
Demasiados no para soportar.
Intento dejar de pensar en ello y se dispuso a cumplir su ya atrasada labor.
Poco a poco, mientras seguía el rastro del Hollow, se daba cuenta de que ya había estado en ese lugar. Sin lugar a dudas ella estaba en la ciudad a la que alguna vez llamo su hogar. No fue hasta el momento en el que se encontró con su objetivo que se percató a donde había dado a parar.
Mientras la luna iluminaba la fachada del hogar de los Kurosaki, la pequeña shinigami desenvaino su Zampakuto con una elegancia digna solo de ella. Como si se moviera al compás de una melodía compuesta por un emotivo piano la cual repentinamente cambia a un eufórico violín, atacaba al espíritu malvado que amenazaba con devorar a su atacante.
Poco a poco mientras luchaba, iba recordando el momento en el que conoció a aquel arisco y amargado sujeto de cabello naranja. Ese al que alguna vez le cedio sus poderes. Ese que le enseño a como vivir en su mundo. Ese que lo salvo de la muerte cuando fue condenada por el crimen de convertir en shinigami a un humano. Ese que, a pesar de las constantes peleas que tenían, siempre estaba a su lado para protegerla.
Con un corte profundo en la mascara de su enemigo libero el alma de aquel oprimido Hollow, terminando asi su trabajo.
Miro con detenimiento hacia la ventana que tenia justo al frente de ella. Decidió acercarse y, para su sorpresa, justo en el borde se encontraba un pequeño envase cuadrado con un popote incrustado. Era del mismo sabor de aquel día en que aprendió como tomar esa extraña bebida.
En su rostro se esbozo una sonrisa. Después de todo, el haber tenido esa misión no fue tan malo después de todo. Decidió no tomar aquel empaque, solo se dio la vuelta y regreso feliz hacia su mundo. Feliz porque el recordó ese día e incluso le dejo un regalo. Feliz de haberlo visto otra vez
Aunque solo fuese del otro lado de la ventana.
