Cartas a Julieta

Traducida por mi amiga Sandy Sanchez. Gracias amiga!

Capítulo 1

"Un fantasma del pasado"

Candice Blanche Andrew era estudiante en la Universidad de Chicago. Ella tomó un año sabático y viajó por Europa después de terminar la escuela secundaria, se habría quedado más tiempo, por causa de un corazón roto... Sus padres se lo habían permitido, sabiendo que necesitaba tiempo para superar su tristeza... Ahora estaba de vuelta en casa y ella tenía que terminar la escuela para eventualmente conseguir un trabajo que le permitiera mantenerse a sí misma y vivir sola. Estaba sentada en una banca a las afueras de la Universidad, cuando una de sus amigas llegó sin aliento.

- ¡Candy! ¡Oh, aquí estás! ¡Al fin!

- ¿Qué pasa Annie? Preguntó Candy.

Annie Jones era su compañera de cuarto en un apartamento en el centro de la ciudad. Era rubia como ella, pero su cabello era lacio mientras el de Candy estaba ondulado.

- ¡Tienes que venir pronto! ¡Hay un chico que está buscándote!

- ¿Un chico?

- ¡Sí, es muy guapo!

- Annie... ¿él preguntó por mí? ¿No es uno de mis primos?

- Conozco a tus primos por verlos en fotos, no, ¡no es uno de tus primos! Él es como esos chicos en las novelas de romance que lees...

- ¿De Verdad? -Dijo Candy, -¿estás segura de que él era real? ¿No estás alucinando?

- ¡Candy, basta! Insistió mucho en verte... Le dije que no sabía dónde estabas exactamente. Pero él dijo que iba a esperar por ti. Que ha esperado 7 años por ti, así que unos momentos más...

- ¿Un chico dijiste?

- Sí, debería decir un hombre mas bien, muy alto, muy guapo con ojos azul-verde. El espécimen masculino más espectacular que ha cruzado la puerta de este edificio...

Candy comenzó a reír. Annie tenía el hábito de exagerar las cosas.

- ¿Ya terminaste de decir cosas sin sentido?

- Lo digo en serio Candy... te lo juro, éste chico está de infarto te lo aseguro, es muy alto, muy rubio y ojos azul-verde, ¡nunca he visto a un chico tan sexy! Se ve como los tipos en los grandes carteles...

- ¡Detente! ¿Por qué un tipo así querría verme?

- No lo sé, pero ve a verlo, ¡rápido!

- ¿Crees que sea un estudiante?

- Luce más bien como un profesor... se ve serio, mayor que un estudiante, parece más bien un "hombre"...

- Tal vez es un nuevo maestro... ¿Dijo lo que quería?

- ¡Él te quiere a ti! ¡Eso es lo que quiere! Vamos, vamos! Dijo que esperó 7 años ...

- Hace 7 años, yo tenía 16...

Candy se llevó sus cosas y comenzó a caminar para ir a ver quién la estaba buscando. Llegó a la oficina y miró a través de la ventanita de la puerta. Su corazón se saltó un latido. Sentado en un sillón, estaba Terrence Grandchester III, en persona. ¿Qué estaba haciendo allí? Parecía estar tranquilo y relajado, como si estuviera sentado en su propia sala de estar, tan guapo como siempre. Llevaba unos jeans y una polo azul-verde del mismo color que sus ojos ... Su cabeza estaba inclinada hacia delante, leyendo una revista. Candy recordó cuánto le gustaba perderse en sus ojos color océano... recordó como si fuera ayer, esos hermosos ojos mirándola llenos de amor y sus labios haciendo una hermosa sonrisa justo antes de besarla... Ella trató de encontrar esos recuerdos en su cabeza, pero era prácticamente imposible. Ella lo miró con un poco más de atención. Su cabello seguía siendo un poco largo como en el pasado y todavía muy grueso y un poco ondulado. ¡Aún era tan guapo!

Siempre había sido así de guapo... Recordaba su primer encuentro como si fuera ayer. Él había regresado de una fiesta con su hermano Anthony, donde habían bebido más de lo permitido. Ella tenía 12 años y quería conocer al famoso amigo de su hermano mayor del que tanto se hablaba. Se había metido en el cuarto de invitados en silencio, que estaba en la oscuridad. Las cortinas estaban cerradas evitando que la luz del sol entrara por las ventanas. Quería ver al famoso chico, quien compartía la habitación con su hermano y quien tenía un nombre muy largo con un número. Él estaba tendido en la cama con los brazos en la parte superior de la cabeza. Sus largas piernas sobresalían de la cobija y ella podía ver que estaba sin camisa.

Su nombre era Terrence G. Grandchester III. Recordó que su hermano Anthony les había hablado de su regreso a la escuela y el de su amigo con un nombre muy largo que terminaba con un número. Incluso había dicho algo de sangre de la realeza de algún lugar... Según Anthony, Terrence era de la nobleza británica y tenía un coche deportivo rojo... El color favorito de ella... Candy lo miró y vio que tenía muchos músculos. Anthony también los tenía, ¡pero nunca lo había mirado así! Y él tenía más músculos que Anthony, bueno, al menos eso le parecía. Ella miró su cabello, enmarcando su hermoso rostro dormido. Nunca había visto a un hombre tan guapo fuera de la televisión o de las películas. Estaba sin aliento. Su cara tenía la forma perfecta, las cejas hermosas y curvas de color castaño y sus pestañas rectas sobre sus hermosas mejillas doradas, no eran delgadas ni demasiado gruesas y tenían una forma encantadora. Si sólo hubiese podido ver el color de sus ojos... y ¿por qué no el color de su ropa interior, mientras ella estaba ahí? Ella casi se echó a reír, cubrió con su mano su boca y dio algunos pasos hacia atrás, antes de ceder a la tentación y mirar debajo de la cobija. ¿Y si está desnudo? ¡No, estaba loca! Candy tuvo que detener esas ideas sin sentido, así que dio algunos pasos hacia atrás.

Había ido a la habitación, no sólo para mirar al apuesto amigo de su hermano, sino para tomar algo del armario. Abrió el armario en silencio para no despertar al guapetón. Se dio cuenta de que su madre había puesto su material de geología en la parte superior de éste. Así que tomó un sillón para subir y alcanzar hasta arriba. Se subió al sillón, pero perdió el equilibrio y cayó, haciendo un fuerte ruido que despertó al guapo huésped.

- ¿Estás bien? Preguntó él.

Terrence G. Grandchester la dominaba con su estatura. Su boxer era rojo y aparte de eso, su pecho desnudo mostraba sus músculos. ¡Candy se estaba derritiendo!, él volvió a hablarle...

- ¿Te lastimaste? Preguntó con su hermosa voz con acento británico.

Le dio su mano para ayudarla a ponerse de pie.

- Voy a sobrevivir, dijo ella incorporándose.

Se sentó en la cama y bebió un vaso de agua que estaba sobre la mesa de noche.

- Eso no está nada bien, dijo ella.

- Tengo sed, contestó él, ¿qué hora es?

- 9:00 en punto.

Ella lo miró fascinada.

- Soy Candice Blanche Andrew. Me llaman Candy.

- Encantado de conocerte, dijo él dándole su mano, soy Terry, el amigo de Anthony.

Y ella dijo:

- Terrence III, lo sé.

"Azul-verde, sus ojos son azul-verdes" Ella lo notó.

- Es Navidad en Octubre, dijo ella sonriendo.

El comprendió que estaba hablando de su cara extraña.

- ¿Es tan horrible?

- ¡Terrible! dijo ella sonriendo.

El se echó a reír y ella pudo ver sus dientes blancos.

- Siento haberte despertado, dijo Candy, yo... estaba tratando de conseguir mi bolsa en el estante superior.

- No me digas que estoy en tu habitación...

- No, pero yo uso este armario, porque el mío está lleno... ¿qué significa la "G"? Ella preguntó

El estaba un poco perdido, no entendió mucho...

- ¿La qué?

- La "G" en tu nombre...

- Oh... Graham...

- No es todo eso...

- Es por eso que uso "G", hace que el nombre sea menos largo ...

- Terrence G. Grandchester el Tercero ¿es menos largo que Terrence Graham Grandchester el Tercero? Ella dijo atontada, realmente tienes que usar "el Tercero"? Suena pomposo...

- Si me preguntas, "Grandchester" suena más pomposo.

- ¿Tu padre es el segundo?

- Sí...

- ¿No deberías llamarte "Junior" o algo así?

- Prefiero ser llamado "Terry"...

- Entonces te llamaré Terry...

- De acuerdo, dijo mostrando sus blancos dientes.

Entonces el dijo:

- ¿Si te doy tu bolsa, prometes que me dejarás volver a dormir?

Ella lo miró maliciosamente.

- Si me llevas a dar

- Si me llevas a dar un paseo en tu auto deportivo, es un trato.

La miró sonriendo. Tenía dos coletas, ojos verdes y pecas en la nariz. Ella era tan hermosa ... pero ¿en qué estaba pensando? Ella era una niña...

Candy se preguntaba si tenía algo en la nariz, y se frotó.

- ¿Qué tanto me miras?

- Tus pecas... tienes muchas.

- De hecho, las colecciono, dijo sonriendo.

Él se levantó para tomar la bolsa para por la que ella había venido.

- Esta bolsa es pesada, ¿qué tienes aquí dentro? ¿Rocas?

- De hecho, también colecciono guijarros.

Él le dio su bolsa.

- ¡Guijarros, pecas, eres una verdadera coleccionista! Aquí tienes…

- Gracias…

- No debería estar hablando contigo sólo con mis boxers encima...

- He visto a Anthony con boxers cientos de veces ...

- Anthony es tu hermano... yo no lo soy.

"Oh, sí, gracias a Dios que no eres mi hermano. ¡Hubiera sido una lástima, eres demasiado sexy!" Se dijo a sí misma.

- Y dudo que tu padre lo apruebe, aunque tengas una nariz muy bonita con tus pecas, señorita Pecas...

- Mi nombre es Candy ...

- ¡Eso es lo que dije, señorita Pecas!

- ¡Eres imposible! -Dijo ella tomando su bolsa para irse...

- ¿Me vas a enseñar tu colección de rocas?

- Si quieres, después del paseo en tu coche... Terrence Graham Grandchester el Tercero, creo que eres muy agradable. No eres un perdedor y me alegra que seas amigo de mi hermano, me gustas mucho.

Abrió la puerta y salió con su bolso. Entonces, escuchó detrás de la puerta:

- También me gustas, señorita Pecas. Y soy afortunado por pasar la noche en casa de mi amigo que tiene una hermana tan genial como tú. ¡Vamos a dar un paseo en mi coche más tarde!

Candy volvió a la realidad. Seguía mirando a Terry.

- Entonces, dijo Annie, quien se había acercado a ella, ¿lo conoces?

- Sí ...

- ¿Quién es?

Buena pregunta. ¿El hombre de sus sueños? ¿El amor de su vida? ¿El hombre que rompió su corazón en un millón de pedazos?

- Es amigo de mi hermano... de la Universidad, ella finalmente dijo.

Se volvió y le dijo a Annie:

- Dile que no estoy disponible...

- ¡Vamos Candy, pero si ya estás aquí!

- Por favor Annie ...

- Candy, escúchame. Hablé con el antes. Sólo por cinco minutos, pero fue suficiente para darme cuenta que no es un perdedor. Si le voy con un cuento, sabrá que descubriste que él estaba aquí y que saliste corriendo.

Candy escuchó su discurso y Annie continuó:

- Un hombre como él siempre tiene la misma reacción cuando se empeña en algo, ¡él va a seguir insistiendo! Así que si por alguna razón no puedo explicarle por qué quieres deshacerte de él, si no quieres que te siga por todas partes... y francamente, puedo decirte que yo adoraría eso... ¡Mejor respira profundo, abre la puerta y ve a hablar con él!

Annie tenía toda la razón. Candy respiró hondo, abrió la puerta y entró en la habitación.