Hermione Granger, una estudiante excelente, perfecta hija, mejor amiga, muy estudiosa… pero nadie sabía a qué punto podría llegar si su cuerpo despertara las mil emociones que se avecinaban.
Señorita Granger-Llamó la profesora McGonagall desde la esquina más oscura del corredor- por favor acérquese necesito hablar con usted.
Hermione se acercó rápidamente hasta alcanzar a la profesora sin tener la más vaga idea de para que la necesitaba, no a estas horas de la noche, se encontraba haciendo como siempre su ronda de prefecta y acababa de dar un vistazo a Draco Malfoy girando a la derecha del Tercer piso, cuando la profesora McGonagall la llamó con esa urgencia preciso en el instante en que se disponía a seguirlo. Que mal, ahora tendría que esperar para ver que se tenía entre manos el Rubio.
Señorita Granger lamentó informarle que su compañero el señor Weasly se encuentra herido en la enfermería nada grave pero supuse que usted querría saberlo, además de preguntarle porque lo dejó salir a estas horas de la sala común.
Lo siento profesora McGonagall, -se apresuró a contestar Hermione con afán- no tenía la menor idea que Ron se encontraba afuera del castillo a estas horas, le aseguró que hablaré con él.
Que no se vuelva a repetir señorita, la próxima vez no seré tan desentendida-replicó la profesora McGonagall.
Así que Hermione agradeció a la profesora y corrió a la sala común donde supuso estaría Harry aún terminando los deberes para pociones que llevaba aplazando hace una semana y eran para el día siguiente.
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¡Harry! Te he encontrado, por fin. Ron se encuentra en la enfermería parece que estaba intentando entrenar para el partido de Quidditch de mañana antes del entrenamiento que tu elegiste con el equipo y al soltar las Bludgers una de éstas le ha dado de lleno en la cara.
Hermione, gracias por avisarme vamos corriendo… si está muy mal lo más seguro es que no pueda jugar mañana; no quisiera quedarme sin guardián un día antes del partido, ¿estás segura qué no es nada grave?
Harry, ustedes no saben pensar nada más que en el Quidditch, ¿verdad? Ron se encuentra en una camilla en la enfermería y tú solo piensas en si podrá o no jugar el partido de mañana, -dijo Hermione realmente molesta- la Señora Pomfrey puede curar casi cualquier herida, así que no te preocupes Harry, Ron jugará mañana.
Ay Hermione, no espero que lo entiendas, eres muy inteligente pero hay unas cosas para las que si definitivamente….
¿Sabes que Harry James Potter!? Mejor ve adelante, yo después te alcanzo no vaya a ser que mi poca adoración por el Quidditch vaya a ser que tu rango de popularidad descienda dos puntos.
Nos vemos Hermione!!
El partido de Quidditch comenzó, Slytherin contra Gryffindor, uno de los clásicos. Slytherin iba ganando 230 a 80. No era el mejor día para los de Gryffindor aunque las otras casas, Hufflepuff y Ravenclaw, estaban apoyándolos, no era suficiente para que derrotaran a los de Slytherin, que asombrosamente llevaban la delantera en el marcador y por mucho. Hasta que sin querer, Harry vio la Snitch dorada justó debajo suyo, pero también vio que su contrincante, no solo en el Quidditch sino en todo, Draco Malfoy también la había visto y aceleraba la escoba previendo una victoria fácil. Harry no permitiría que fuera así, Draco Malfoy nunca había cogido la Snitch en un partido contra él y ésta no sería la primera vez, él no se lo permitiría, así que avanzo también con su escoba cada vez a una velocidad mas asombrosa, ya casi alcanzaba a Malfoy, sentía como su cuerpo rasgaba el aire, sentía la fricción del aire sobre su cuerpo, como la atmosfera generaba una barrera para su avance y como su ser lograba cruzar la misma, se sentía feliz estaba en su elemento y sabía que lo lograría, cuando se dio cuenta Malfoy oscilaba sobre su escoba a punto de caerse, al agarrar la Snitch Harry casi que lo había golpeado haciéndolo perder la concentración y parecía que también el equilibrio.
Mientras eso sucedía al otro lado del campo, Marcus Flint marcaba un tanto para Slytherin, generando así la diferencia y proclamando un ganador definitivo. Harry Potter había agarrado la Snitch pero había perdido el partido.
En la sala común de Slytherin se celebraba la victoria con una de las ya famosas fiestas de la sala común, solo algunos pocos o pocas Ravenclaws tenían el derecho a entrar y eso siempre a un costo, tenias que ser uno de los rechazados de tu casa ya que el sombrero seleccionador te puso en la casa equivocada o la pareja de algún presente en la fiesta. Las fiestas de esta casa eran reconocidas por la gran cantidad de sexo, drogas, alcohol y más sexo que conllevaban. Se encontraban todos los alumnos de la casa menos algunos de los años mayores que ya estaban más acostumbrados y se dedicaban simplemente a lo suyo. Sin embargo, faltaba uno. Draco Malfoy.
Hermione Granger siguió a Draco Malfoy a través de todo el colegio hasta llegar nuevamente al tercer piso, lo vio recitar el conjuro "Aparecious" en medio de la quinta y sexta armadura del pasillo y entrar por una puerta que no había visto antes. No podía hacer nada, no podía simplemente entrar y esperar que Malfoy se creyera que ella conocía esa puerta secreta y que tan solo iba una vez cada tanto a cerciorarse que todo estuviera bien tras la misma, así que al día siguiente le pediría la capa prestada a Harry y entraría a la habitación después de la cena y antes de que Malfoy pudiera llegar habría salido, conociendo luego de esto, los quehaceres del joven mago en la sala…
Cuando Hermione entro en la sala común vislumbró los ánimos caídos de la mayoría de los jóvenes que se encontraban en la sala común, aun siendo pocos debido a que la mayoría se encontraba ya en sus dormitorios tratando de olvidar la horrible derrota que habría sufrido su equipo esa misma tarde. Encontró a Harry enzarzado en un apasionado beso con Ginny, tal vez esta era su forma de intentar olvidar lo sucedido, sabía que éste era el momento adecuado para pedirle prestada la capa pues le diría que sí y no tendría tiempo de preguntarle para que la necesitaba, era ahora o arriesgarse a un largo interrogatorio por parte de su mejor amigo.
Harry, mm Harry… HARRY-casi que gritó Hermione. Oh lo siento Hermione, ¿qué sucede?-pregunto Harry separando tan solo la cara de la de Ginny- No me digas que Ron está de nuevo en la enfermería, ya termine mis deberes. No vengo a recordarte tus deberes, eso es problema tuyo-contesto ella con frialdad- vengo a pedirte prestada la capa de tu padre. Harry pensando que tal vez era para entrar a la Biblioteca en horas vetadas se la presto sin miramientos y siguió con lo que había sido interrumpido. Hermione estaba feliz, mañana en la tarde iría a ver, que se traía el hurón entre manos.
