"nuestro amor frustrado... tu te casas... y yo me quedo sufriendo en una esquina" pienso yo "nuestro amor frustrado... yo me caso... y no te tengo a mi lado..." piensas tu
En la época de Inuyasha...
Akane Tendo, la menor de las tres hermanas de la gran familia tendo, caminaba inquieta hacia la puerta del enorme palacio. Su familia había pertenecido a la nobleza y era rica de nacimiento, Akane Tendo, era una princesita de papá bastante particular. Sus dos hermanas, ya casadas, la venían a ver muy de vez en cuando. Ella se sentía sola en esa enorme mansión, que para todos era un tesoro arquitectónico y artístico, pero para ella una jaula. Su hermana mayor Nabiki, la mediana de las Tendo, estaba ayudando a su marido, el poderoso comerciante Tatewaki Kuno, en un viaje. La mayor de las tres, Kasumi, se encontraba en uno de los enormes palacios de las afueras con su marido, un noble llamado Tofu.
Akane llegó a la entrada y le sonrió a los sirvientes que se reunian en ésta para recibir a la familia Saotome junto a la chica. La familia Saotome era una familia noble poderosa y rica que era bastante amiga de la Tendo. Los dos cabezas de familia, Soun Tendo y Genma Saotome, eran amigos de la infancia, a su vez Nodoka Saotome y la señora Tendo habían sido buenas amigas. Los Saotome habían visto crecer a las hermanas y las habían querido mucho, y los dos hijos de la pareja se habían criado junto a la pequeña Tendo. Ella había sido muy amiga de la pequeña Saotome, Rnako, pero no podía soportar al hermano mayor de ésta.
Las puertas se abrieron y entró Ranko, una chica de la misa edad que Akane, 15 años, pelirroja, con el pelo rizado por los hombros, y los ojos azules. Akane vio a su amiga y corrió a abrazarla mientras ésta la sonreía con todo su amor. Pero entonces entró él. Ranma Saotome. Aquel muchacho de 17 años, alto, musculoso "el rey de los artistas marciales", se quedó mirando a aquella chica apreciando los cambios de la pequeña peliazul. Realmente vio como sus curvas se habían profundizado, su pelo azul crecido un par de centímetros y le habían crecido los pechos de manera considerable.
Akane miró con desprecio a aquel muchacho, pero en realidad estaba feliz, una felicidad contenida por el orgullo. El muchacho había crecido en altura, su pelo negro recojido en una trenza se veía mas brillante y sus ojos azules era mas profundos. Sintió que, bajo una máscara aparentemente indiferente, una sonrisa surcó su rostro al ver de nuevo al chico. Áquel que había sido el dueño de su corazón desde hace tiempo…
Ranko no pudo ignorar el intercambio visual que mantenían su hermano y la joven Tendo. A pesar de ser un año menor que su hermano, aquella niña era una excelente artista marcial, superando a su hermano en velocidad, pero no en fuerza, la joven Saotome, era sin duda, la mejor artista marcial femeninda de todo Japón. A pesar de su edad, la joven tenía un físico expléndido, su cuerpo era perfecto y era una chica con una personalidad bastante similar a la de su hermano, pero por alguna razón, ella si conseguía ser amiga de Akane, a diferencia de él que sólo conseguía irritarla.
Akane miró por última vez los profundos ojos del muchacho.
-Ranko, hay que ver que cada día estas más bonita, que envidia mas grande.-dijo sonriendo a su amiga
-yo? Akane tú eres tan modesta. Te miras alguna vez al espejo? Debes de ser la mas guapa de este palacio
-ahora que has llegado tú lo dudo mucho, ranko…
-jaja –rio la pelirroja
-no estoy de acuerdo con eso –dijo una voz en la entrada de la casa. Genma saotome, el padre de los recién llegados, entró en la casa seguido de su esposa y su amigo Soun Tendo- mi niña no es una flor, más bien un árbol cabezota y testarudo- replicó con cariño besando el pelo de su hija.
-entonces tenemos una ganadora- añadió Ranma señalando indirectamente a la peliazul que se sonrojaba. – Tendo, has cambiado mucho
- no tanto como tú joven Saotome, pareces más maduro… pero las apariencias engañan- contestó ella- Ranko, amiga, te enseñaré tu habitación. Pedí al servicio que instalaran tus cosas en la habitación mas cercana a la mia.
Las dos jóvenes fueron a la habitación de Ranko. Akane se puso su nuevo kimono color vino tinto, era japones y estaba hecho de las mejores telas posibles. Era corto por la rodilla y tenía unos preciosos dibujos de flores de jazmín decorándolo. Ranko admiró la belleza de la prenda y le mostró a akane lo que ella se pondría para dormir. Se puso un kimono estilo chino maravilloso, rojo, por encima de la rodilla y de seda. Akane pudo ver más marcadas las curvas de la hermosa jovencita, que lucía aquel kimono chino como una diosa.
-ranko, será posible? Con lo bonita que te ves, es casi una crueldad ponerte eso solo para dormir. Si vas a alguna fiesta vestida así, los pretendientes se te tirarían encima –rió akane
-no me imagino el hecho de ir a alguna fiesta con algo por encima de los tobillos –continuó Ranko divertida por la ocurrencia de su amiga- hablando de prometidos. Akane, tu debes pensar que soy tonta, si crees que no me soy cuenta de cómo miras a mi hermano. Si supieras lo nervioso que estaba el pobre por verte, se puso a temblar solo con oir que veníamos
-mas que gustarle, al parecer la idea de verme le dio miedo –sonrió- yo tambien estaba nerviosa… tu sabes que tu hermano no me soporta ni que yo le soporto a él, pero… creo que…
-se que te gusta… y sé que tu a él tambien, por eso vengo a decirte algo muy importante… akane no te lo vas a creer pero mi hermano esta enamorado de ti. Pero… no es capaz de decirtelo
-tienes razón, no me lo creo. Ranma nunca se enamoraría de alguien como yo. Siempre se queja de lo que hago, y nunca ha apreciado como soy
-akane, esa es su manera de demostrarte su amo…
-de todos modos, de donde sacaste esa joya de traje? Debió de salirte muy caro, es el kimono chino mas bonito que he visto en mi vida. Nunca vi una seda mas suave, ni unos colores tan profundos.
-ahí reside el problema. Me lo han regalado.
-¡Qué bien! ¿quién?
-…-miró hacia otro lado, incómoda, y dijo con los ojos cerrados- la prometida de ranma, Shampoo
-¿pro…metida?
-mi familia casi se queda en banca rota, y como mi padre se niega a vender nuestros bienes, ha obligado a ranma a casarse con esa princesa china.
-¿y… por qué no con… migo? Mi familia está adinerada y… todos somos conocidos… no sería tan raro.
- porque ella es princesa, akane, pero ranma no la… -akane se levantó del suelo
-no pasa nada, Ranko, yo… -miró hacia otro lado- no es mi problema
-¡pero akane!
-no, ranko –dijo akane, inquieta- es tu familia, no la mia, es tu hermano y no mi… novio ni nada por el estilo. Si él desea casarse con ella, no es cosa mia, ni pienso meterme en el asunto. Es mentira, ranma no se enamoriaría jamás de mi…- miró hacia su amiga de nuevo- ranma saotome lucha por lo que quiere, y si… si me quiere a mi, debería haber luchado por cancelar ese matrimonio…
-a… akane –dijo ranko, sofocada
-buenas noches, ranko, amiga mia –le dio un beso en la mejilla a su amiga antes de irse.- te queda genial ese kimono! –añadió desde la puerta quiñando el ojo, para después cerrarla, dejando dentro de la sala a una preocupada Ranko. Apoyó su espalda contra la pared y susurró- él nunca ha luchado por mi…
akane se tumbó en la gran cama que había en el centro de su habitación. Pensó en ranma y en lo que ranko le acababa de contar. Todavía no se lo creía… ¿ranma?¿casado? sintió una punzada de dolor en le corazón… ¿celos? Lo dudo. Una tendo NO tiene celos. Pero… ¿entonces qué era esa desagradable sensación que tenía en el pecho…? ¿por qué…?
Ya era madrugada y ella sabía que pasaría toda la noche en vela, así que fue a pasear por los jardines de su casa, aquellos preciosos jardines de cerezos japoneses… y de paso visitar su pequeño dojo. Akane adoraba aquel lugar porque ahí podía relajarse. Era la parte más humilde de la casa, el único lugar en el que no se sentía atrapada, el más pequeño… el más querido.
Caminaba con su hermoso kimono, atravesó el pequeño puentecillo que había sobre el estanque. No se dio cuenta de que una de las mangas del kimono se le había caído y que tenía el hombro al descubierto. Se adentró en un sin fin de cerezos, que con sus flores acariciaban la blanca piel de la japonesa. Olía a noche, y aquel olor no era para nada malo, de hecho le encantaba. Oir los grillos, respirar ese aroma, disfrutar del roce de las flores y de su belleza… todo era perfecto.
Pudo ver el pequeño tejado del dojo entre las copas de los árboles. Era de madera… tan bonito. Le sonrió, y alijeró el paso a medida que se acercaba. Estaba ya junto al edificio, acarició la madera con cariño, y subió los pequeños escalones. Mientras entraba rozó las paredes con la yema de los dedos. Se sentó sobre el suelo de madera y miró al techo, pensando en todo… en Ranma…
Escuchó un ruido en la entrada del dojo… miró hacia el lugar
-¿Ranma…?
Fin capitulo 1
-nota autora-
Sakura- este lo he escrito sola, y va dedicado a mi hermanaa! TeeQQ un montonazo lo sabes? sé que te hacía ilu lo de una historia con los personajes de ranma que no tuviera nada que ver con la historia de verdad... y aquii la tienes!... bueno... solo digo... he subido un montón de mi fanfic "Viviendo lo mismo" y ni un solo comentario! una depre... pero al mal tiempo buena cara. el otro fic tiene mas aventura que romance, y admitoo que con lo del nuevo personaje acaba rallando, pero este lo he puesto únicamente para que haya lio, celos y muuucho amor! xDD pues esoo!
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