Era sorprendente como esto podía ponerte tan celosa. Quiero decir, ¿acaso tenías que disfrazarte del maldito dulce para tener su atención?

"Ne, (su nombre)-san, ¿por qué le estas gruñendo a mis bombones?" dijo con una sonrisa picara sobre su rostro mientras metía otro bombón en su boca. Tú suspiraste mientras sacudías la cabeza.

Era bastante claro que estabas celosa de los bombones.