Una obra de piratas y princesas
Clases del profesor Gintoki.
Aula 2Z.
Recién había tocado la campana del cambio de hora en la preparatoria Gintama School. El profesor Sakata Gintoki, un hombre perezoso, adicto a los dulces y a la shonen jump no hacía nada más que entrar al aula 2Z de chicos revoltosos arrastrando los pies con pesadez. Hace un par de minutos había acabado su hora infernal con los demonios de la clase 3Z, los primeros en su lista negra, y no es que los odiara, si no que estaban en su lista infernal. Los alumnos de la clase 3Z y 2Z eran los peores de toda la escuela. Siempre llegaba sin fuerzas luego de escuchar como el profesor de matemáticas Hijikata Toushirou salía de esa aula salvando su vida por asomo, gracias a las bromas peligrosas provocadas por Okita Sougo, perteneciente al comité estudiantil de conducta, lo cual era muy irónico de escuchar. Desde ya su popularidad era lo único que le daba votos para conseguir su puesto, su popularidad y la habilidad de volver a todas, o casi todas las chicas en ´´m´´, y es que para que mentir, su hija adoptiva era una de las pocas que voto en contra. Sakata estaba de acuerdo con ella, hisashi tuvo que haber ganado ese puesto.
Por otro lado, en la 2Z estaban, entre otros, estaban Kagura Yato: miembro del clan Yato, cuyo padre era un mercenario muy peligroso, y actualmente vivía en su casa. Su mal padre se la dejo a su cuidado, como ya se había dicho, mientras marchaba en busca de víctimas y una buena paga; Shimura Shimpachi: la madre del salón, a quien todos ignoraban por ser tan quejumbroso; y la menor de los tokugawa, Soyo, alias hime. Y no es que la princesita sea un problema por su mala conducta, no! pero era verdad que esa niña era la chica mimada de la sociedad, hermana del adinerado shige shige, un funcionario altamente reconocido por su nobleza y su peculiar carácter. La chica solía ser muy amable y atenta aunque de vez en cuando le salía su lado sádico impulsado por la propia Kagura, amiga de esta o la sádica imai Nobume de la clase 3z.
―si esta en esta clase, estará bien. Yo confió en ti―había dicho shige shige en aquel entonces a Gintoki. Él mayor de los tokugawa era muy sobreprotector con su hermanita y se la había dejado de encargo durante su tiempo escolar, alegando que no confiaba mucho en nadie. Gin era amigo de hace años de shige shige, respetaba la filosofía y forma de vida del permanentado profesor por lo que no dudo en dejar a su hermana donde el partiera clases, se sentía más tranquilo así. Aun así y a pesar del respeto mutuo que se tenían, la preocupación más grade, del profesor, era precisamente el accionar de la niña. Sabía muy bien que esta tenía un enamoramiento por el pelirrojo de la clase 3Z, quien era un delincuente como ninguno. También sabía que shige shige, irónicamente le había contado que tenía contratado a un mercenario por si era necesario de su accionar, y no era nada más ni nada menos que umibozu, el mismo hombre que amenazo con que lo mataría si a su pequeña Kagura le pasaba algo. Al principio lo alentaba la idea que el idiota del que la princesita se había enamorado era Kamui, hijo de él mismo umibozu, por lo que sabía que no lo matarían si la chica metía la pata, pero luego de ver por años la mala relación que tenían entre ellos, le dio a entender que si bien no mataba a su hijo si iba a matarlo a él por no cuidar de Soyo como se le dijo que lo hiciera… dando vueltas y vueltas las palabras de shige shige sonaban más a una amenaza, puesto que, que otro motivo tendría este para decirle que había contratado un mercenario por si algo sucedía? Por qué entre todos los amantes de esa profesión, había contratado específicamente al padre legítimo de su niña adoptada? Y por qué se lo dice luego de que él toma la tutoría de Soyo tokugawa? Tantas preguntas sin responder amenazando su vida y su paz…
Pero la pregunta más importante era, por qué tanto drama ahora y no antes? Si hace más de un año que ella está bajo su tutoría, por que justo ahora? Muy simple, porque la estúpida vieja directora otose-san pedía que se realizara una obra de teatro entre las clases 2Z y 3Z juntas. La mayoría de los docentes no querían trabajar con esos inadaptados por lo que dejaron ese trabajo pesado a los profesores Sakata Gintoki e Hijikata Toushirou. Solo para controlar un aula se necesitaban tres profesores por lo menos, y a pesar que ninguno quería, ambos tenían las tutorías de los peores alumnos de las aulas, por lo que fueron obligados a estar con ellos. Juntar ambas parecía lo más sencillo habiendo menos personal antibombas y es que si, sus alumnos ponían bombas. Takasugi bastardo, era tutor del mayor de los Yato pero el muy tuerto se lesiono la pierna y esta con parte médico. Se imaginaba que era culpa de sus revolcadas matutinas con la estudiante matako, o al menos eso creía.
Se sentía entre la espada y la pared, pidió respaldo con alguno de los otros profesores pero todos rechazaron la propuesta, preferían ser suspendidos y tener una mancha en su expediente que tener que hacerse cargo de esos demonios. El único que presto su ayuda voluntariamente fue isao kondo, claro que todo gracias a la alumna Shimura tae de la clase 3Z. El pobre gorila quería hacer una historia paralela con la de takasugi y su alumna llena de tinte.
Abrió la puerta del aula 2Z y antes de comenzar fulmino a Soyo tirándole rayitos con sus ojos en señal de advertencia.
―bien alumnos―hablo cansado y sin ganas. Recientemente había dado aviso de lo mismo a la clase 3Z. esperaba que el numero ganador se lo lleve otra alumna que no sea tokugawa―la vieja… digo―tosió para disimular su error sin ningún signo de arrepentimiento―otose-san, su directora decidió hacer para este evento de la caída de los cerezos una obra de teatro―se dio media vuelta y comenzó a escribir en el pizarrón―se titulara, ´´la princesa y el pirata´´―termino de escribir el nombre de la obra de teatro y desplego un pergamino grande lleno de líneas donde se posicionarían los nombres de los participantes, el nombre del personaje era cubierto por una cinta negra en la parte superior. De debajo de su escritorio saco una caja con un orificio dentro una enorme cantidad de números distribuidos en el interior―lo haremos al azahar, cada uno será llamado por su nombre, acérquense sin hacer mucho desorden que luego soy yo al que critican!―los regaño―ah! Me olvidaba, esta obra se hará en conjunto a la clase 3Z ya que el resto de sus profesores son unos miedosos que no pueden soportar una obra trabajando con delincuente!―volvió a quejarse molesto.
Como era de esperarse Kagura no pudo evitar para soltar un comentario en contra de su tutor. Levantando la mano comenzó a hablar sin esperar a que se le diera el permiso.
―eso quiere decir que a Gin-chan no le van a tocar el sueldo como el mes pasado?―pregunto esperanzada la pelirroja. El mes pasado había sido de los peores, Gintoki había grito vieja bruja a la directora delante de los alumnos siendo atrapado por otose quitándole parte de su paga. Kagura no era tonta, podía adivinar que su profesor adicto al azúcar no permitiría que eso pase, no al menos hasta que se le olvide ese mal momento.
―Cállate tonta! Por eso serás la última en irte, hoy te toca limpiar el salón!―la castigo, aunque después se arrepentiría, el mismo tenía que quedarse para cerciorarse de que cumpla el castigo así que de seguro podía negociar su liberación.
Ignorándola comenzó llamando uno por uno a todos los alumnos. Estaba ansioso, en la clase 3Z había salido el personaje del pirata y había quedado, por así decirlo, Kamui y es que él no había salido en una primera instancia. Sin desviarse aún más dio por terminado el listado de nombres y se puso a sacar las cintas. Un alivio recorrió su espalda, Soyo había quedado como la compañera pirata del personaje principal, era un personaje que si bien se vestía de manera reveladora no era la princesa con quien se quedaba el protagonista y no habría escenas de romance entre ellos dos.
―bien, alumnos. Quiero presentarles el listado de personajes que fueron seleccionados en el aula 3Z―el listado era largo 13 actores de un lado como del otro, el resto estarían detrás de escena o atendiendo al público. A Gin no le importó ver quien era la protagonista, mientras no fuera Soyo hime estaba seguro, su vida estaba a salvo. Pero la paz no le duro mucho. Un grito en el fondo del salón le llamo la atención. Kagura se estaba quejando.
―quiero hacer un cambio de personaje!―reclamo escandalizada. Sin esperar respuesta de su tutor entrego su número a su mejor amiga Soyo―creo que el papel de princesa te queda mejor a ti―
Al escuchar eso Gin se aterro… que estaba haciendo que?
―Y A TI QUIEN TE DIJO QUE PODIAS HACER ALGO ASI?―grito molesto tirándole con el borrador en la cabeza.
―QUE ACASO CREES QUE PUEDO ACTUAR COMO AMANTE DE MI HERMANO? GINPACHI-SENSEI, ESO ES INCESTO!―lo señalo con un dedo acusador.
Toda la clase comenzó a murmurar y la voz de la madre del salón salió en defensa de la pobre Kagura
―gimpachi-sensei, ella tiene un punto. Kagura-chan no puede hacer de ese personaje, creo que está bien que Soyo-chan lo haga, después de todo por algo le decimos hime, no?―pregunto a todos.
La vos de los alumnos comenzó a escucharse y la querida y respetada Soyo termino aceptando el personaje, entregando el suyo a Kagura.
―está bien, lo hare. Seré la mejor hime para mis esclavos!―dijo motivada, sin darse cuenta que eso no había sonado nada bien, a veces aparecía la Soyo sádica producto de las malas juntas.
Gin por su parte estaba azul. Le recordó lo sucedido en el aula 3Z, cuando un bastardo sádico entrego su mando de pirata de alta clase, a un rey comprometido con la princesa.
―no me gusta ser pirata, creo que ese personaje le queda mejor al Yato sonriente―tiro su número a la mesa de su acompañante y agarro el de su amigo, realizando un intercambio sin escuchar quejas del pelirrojo―yo me quedare con el rey, puedo torturar a mis vasallos así―rio feliz.
―haz lo que quieras―sonrió el mayor de los Yato― después de todo quien dice que voy a actuar?―su sonrisa era incluso retadora hacia el profesor de los ojos de pez muerto.
―que no esté tu tutor, el niño bonito y mimado con complejo de estatura, no quiere decir que no harás lo que se te dicen, mocoso malcriado! Dejare pasar esto solo por ahora, pero ya no se pueden hacer más cambios!―
Luego de sus quejas sus alumnos dieron un ´´si´´ solo para dejar conforme a ginpachi-sensei.
Ahora, tras el recuerdo, se arrepentía de no haber detenido ese cambio de lugares, aunque si lo hubiera hecho la pareja hubiera sido… su mente divago entre un sádico cara de niña y un monstruo traga todo. Ya no sabía que era peor.
Dos días después.
En el patio de Gintama school.
Kagura y Soyo habían salido al patio con el libreto que gorila les había dado para la obra. Por suerte a Kagura no le habían dado muchas líneas como a Soyo, y lo que era aún mejor no tenía por qué hablar bonito. En medio del almuerzo comenzaron a platicar de esa peculiar obra.
Se trataba de una obra de teatro bastante romántica que involucraba a una princesa llamada Laure comprometida con un apuesto rey, un joven de 18 años malvado y despiadado llamado Vincent, quien heredo la corona luego de matar a su padre. ´´el personaje tiene muchas similitudes con el bastardo sádico´´ pensó Kagura una vez hubo terminado. Siguiendo con la historia, la princesa de gran belleza no estaba enamorada de ese ser tan malvado, pero debía hacerlo por el bien de su país, por lo que de una u otra manera cuando están a punto de casarse en altamar el barco navío del pirata más temido Beltran, el estratégico quien toma de rehén a la tripulación, entre ellos a la princesa y su fiel sirviente, Gocha (Shimpachi). Lorelei, la más atractiva de los piratas se termina enamorando del rey, ´´enamorada de Okita-kun´´ rio Soyo al leer esa parte, sabía que su amiga lo había leído pero no quería mostrar ningún tipo de sentimiento ante esa oportunidad que tenía de estar con él. Después de todo a Kagura le gustaba Okita Sougo por más que lo niegue.
―cómo vas a hacer esta parte?―pregunto Kagura con medio sándwich en la boca.
Soyo leyó la escena y se sonrojo. Esa escena era una de las más íntimas que tenía con el pirata, una escena donde besaba al amor de su vida, pues así como en el cuento la princesa Margaret se había enamorado del pirata pelirrojo.
―yo… uhmmm…―
―no tienes de otra Soyo-chan tienes que practicar con aniki― había dicho Kagura ante la duda de su amiga. Kagura se hacia la desentendida, pero estaba al tanto de los sentimientos de su amiga por su hermano. La ayudaría, así como ella lo hizo cuando no sabía que sentía por el sádico.
―PERO KAGURA-CHAN!―se escandalizo al escuchar la idea de su amiga
―Soyo-chan no tienes de otra, mira lo nerviosa que estas. Debes practicar. Gin-chan prometió darnos helado si todo salía bien!―había usado de excusa. Si, era cierto lo del helado, pero realmente quería tener a Soyo de cuñada.
―pe… pero primero podemos practicar esta parte―pidió avergonzada señalando la escena en que Lorelei y Laure hablaban en su habitación. Kagura lo pensó momentáneamente y termino accediendo.
―está bien, pero no pasas de mañana!―le advirtió―tienes que aprenderte todo, Soyo-chan―
Soyo rio nerviosa aceptando el empujón. La escena era corta y muy emocional, pues era el momento donde ambos personajes se juntaban para hablar entre ellas y decir sus sentimientos.
―lo amo―susurro Soyo entrando en el personaje. Brindando ternura a su compañera― no puedo evitarlo―Kagura sintió por un momento que se estaba inspirando en su hermano. Pero no era tiempo de eso, ella debía entrar en el alma de Lorelei.
―Y te vuelvo a repetir una vez más―tomo con furia el cuello de la remera de Soyo levantándola unos centímetros del suelo donde se había arrodillado previamente― a mí no me interesa. No seas una princesa que se pasa toda la noche lamentándose. No siento nada por Beltran, pero lo respeto y no voy a dejar esta hermandad de piratas en las manos delicadas de una niña mimada.―la soltó dando unos pasos hacia atrás. Soyo miro con pesar el suelo sintiéndose menos, Laure se sentía menos.―así que te entrenare―dijo posicionando sus manos en su cintura sacando pecho.―te volverás una pirata en todo el sentido de la palabra, un reino se forja con reyes aptos para tomar decisiones, un barco pirata, una familia, una hermandad necesita más que eso.―Soyo quedo fascinada con la actuación de su amiga―no darás ordenes estando oculta detrás de un mostrador repleto de joyas. Tu tendrás que pelear, dar órdenes y tener mucha astucia para conseguir las joyas―inclinada le mostro una sonrisa arrogante mostrando una moneda oculta entre sus dedos. Por un momento sintió que Kagura realmente era una mujer pirata y que esa moneda era de oro y pertenecía a algún tesoro maldito.
―eres asombrosa Kagura-chan―sonrió Soyo dando palmaditas, ruborizando a su amiga.
―claro que no Soyo -chan, es solo que practique, nada mas.―Kagura uso su tiempo libre para acercarse al sádico. No era una tsundere, ella no rogaría por amor, pero tampoco se quedaría con brazos cruzados. Después de todo era un amigo de la infancia de su hermano y un vecino que vivía más tiempo en su casa que en la de él.―mañana te lucirás delante de anikki, así que practiquemos mas.―
Soyo rio levemente, sabía que Kagura no iba a desistir.
Por otro lado en la azotea de la preparatoria, tres chicos se encontraban almorzando tranquilamente, mientras hablaban del peculiar show que debían hacer para las festividades de la época en que caen los cerezos.
Imai Nobume, Okita Sougo y Yato Kamui comían sus almuerzos bastante extraños. Nobume, la chica de cabello azulado comía sus 12 donas diarias en el almuerzo, Sougo acompañaba su comida con algo de picante, un condimento muy común en su hogar, y Kamui tenía un almuerzo para 20 personas más dos bolsas de pan que acabo comprando en la cafeteria de la escuela, era todo un glotón, ´´igual que su hermana´´ solía pensar Sougo.
―ya practicaron?― pregunto Nobume algo perdida en sus donas.
―claro, 3 días en la semana ―´´cuando no está Kamui en casa´´ pensó Sougo al recordar estos días atrás cuando se colaba en la casa de los Yatos a practicar con china. No es que le tenga miedo al pelirrojo de su amigo, pero china insistía que sea así para no tener interrupciones, claro que eso le daba libertad de interpretar con mayor facilidad las escenas de flirteo entre ambos personajes. Aun se preguntaba por qué kondo-san no había desarrollado más esos personajes, eran más interesantes que una princesa temerosa y delicada, y un pirata roba vírgenes en altamar.
―y tu Kamui?― volvió a preguntar Nobume esta vez mirando al pelirrojo de trenza.
―aun no lo leo―dijo una vez que se tragó una gran porción de pollo frito―de que va el cuento del cordero y el asesino?―pregunto inocente ´´ni siquiera se acuerda del nombre´´ suspiraron ambos sádicos.
―como no lo leíste? No estabas emocionado porque te darían helado? Apréndete el libreto, estúpido sonrisitas!―se quejó Sougo. Kamui ignoro el insulto, comer estaba primero en sus prioridades.
―acaso te intimida la presencia de hime-san?―pregunto calmada Nobume. Kamui se detuvo por un breve momento en comer, pero retomo su andar para evitar sospechas, pero sus compañeros y amigos eran buenos observadores y ya deducían hace bastante tiempo que a él le gustaba Soyo o estaba perdido en lo que sentía por la menor de los tokugawa.
―oh! Ya comprendo―dijo Sougo al ver que no había respuesta por parte de Kamui― a ti te gusta hime-sama, no?―pregunto ´´inocentemente´´. Kamui se ahogó por lo dicho.
―acaso estas insinuando que está asustado porque si actúa con ella se va a dar cuenta de que si tiene sentimientos?―dijo asombrada Nobume de manera teatral y exageradamente. Sougo la siguió divertido luego de ver por el rabillo del ojo como Kamui escupía el agua que estaba intentando tragar.
―cómo vas a decir eso? No sabes quién es este sujeto? Es el próximo sucesor en una línea de asesinos a sueldos, un futuro mercenario. Como va a ser miedoso? Y menos por una mujer delicada y fina como hime-sama.―Nobume no pudo aguantar y comenzó a reírse intentando taparse la boca derramando lágrimas por intentar mantener su compostura. Sougo por su parte no se controló y rio a carcajadas por lo que había dicho. Kamui estaba que largaba humo por la boca, esos dos eran buenos amigos, pero desde que se les había metido la idea que a él le gustaba la princesita lo estaban volviendo loco.
―acaso quieren morir?―pregunto molesto con un aura oscura alrededor de su cuerpo.
―cálmate sonrisitas―le dijo Sougo tratando de calmarse y dando unas palmaditas en su hombro―solo te advertimos de que te apresures, hime-sama no te esperara para siempre, le puede interesar algún otro―
―u otra―
Ambos quedaron en silencio al escuchar esas palabras. Miraron a Nobume quien tenía una sonrisa de satisfacción feliz por provocar una reacción en su compañero. La negación de Kamui y los intentos por desviar el asunto de su primer romance la tenían preocupada, ella quería a Soyo, y le brindaría un empujoncito si era necesario.
―que dijiste?―pregunto algo divertido Sougo sin comprender. Kamui por su parte la miraba asombrada. Nobume era la única que no se había acercado a ellos para flirtear si no para hacer un equipo sádico en conjunto con ambos. Sus gustos personales eran totalmente desconocidos. Sougo tenía la leve sospecha que no tenía ninguna inclinación y que eso la volvía tan asexual como su compañero lo había sido hasta que cierta princesita comenzó la preparatoria en gintama school. Pero escuchar las palabras de Nobume no lo asombraban, eso explicaba muchas cosas. Nobume, tomo un poco de agua de su botella y se levantó para tirar la caja de donas vacías al tiempo en que la campana sonaba y marcaba la próxima hora de clases.
―que si no te interesa, la conquistare yo―su leve sonrisa y su confesión los había dejado perplejos.
Entrada de Gintama school
Fin de las clases
Kamui estaba inquieto, si es que se podía decir así. No había visto a Nobume después de terminar su clase aburrida con el profesor de gimnasia Abuto. Su tío y profesor le pregunto que ocurría, pues el chico estaba perdido, molesto y había rechazado ir a las clases de artes marciales a las que él era capitán. Por un momento, el mayor, creyó que había peleado con su hermana, pero lo descarto rápidamente él no era de tomarle mucha importancia a sus peleas y si lo hiciera, se habrían dejado de hablar hace mucho tiempo.
Llegado el final de las clases Abuto decidió hablar con él, umibozu era un hombre severo pero en secreto quería saber si su idiota hijo cometía un improperio, claro que la mayoría de las veces Abuto lo cubría, de lo contrario el patriarca de la familia pasaría todo el día yendo y viniendo de sus misiones solo para golpear al mayor de sus hijos culpa de su mal accionar. Claro que umibozu sabía de eso, sabía que Abuto no lo llamaría todo el tiempo, que solo daría aviso si el mismo no podía lidiar con el asunto.
Que Kamui no le quiera contar que sucedía era un tema de temer, buscarlo sería crucial para determinar si daba aviso o no a su progenitor.
Lo vio caminar entre los pasillos de la escuela junto a sus compañeros, aunque la chica de cabello azul no se encontraba. Eso le llamo la atención, siempre están los tres juntos.
En un momento el menor de los Okita se despidió entrando al aula 2Z con un ademan de mano separando caminos con su sobrino. Eso era otra alarma que sonaba en su cabeza, no había día en que ambos no llegaran a la casa juntos a molestar a la pequeña Kagura y mirar televisión. Lo cotidiano estaba desapareciendo.
Camino entre la muchedumbre de alumnos desesperados por salir a su casa.
Llegando a la entrada lo vio buscar a alguien con la mirada, se movió vislumbrando a alguien que Abuto no podía descifrar quien era, quiso acercarse mas pero un escalofrió lo obligo a detenerse junto a una mano que presionaba su cráneo con fuerza haciéndolo sangrar. Al darse vuelta con cuidado pudo ver a su pequeña sobrina acompañada del amigo de su Kamui.
―que haces Abuto? Espiando?―dijo con asco al momento que escupía con odio. Si uno no la conociera pensaría que es uno de los miembros más fuertes de los yakuza. El bate de beisbol y el flequillo para atrás junto a su fuerza descomunal la hacían ver como ´´una chica busca problemas´´
―yo… yo solo…―
―he? Habla más fuerte! Acaso alguien te mando a chismosear?―lo miro acusadoramente
―cla…claro que no Kagura-chan―dijo sudoroso tratando de escapar de la situación.
―china, ya está, déjalo. Kamui ya se fue―´´he? Ya se fue?´´ pensó Abuto aprovechando el momento leve en que Kagura aflojo su agarre para girar su cabeza y mirar en dirección a la entrada. Pero Kagura no es tonta, y Abuto si andaba de fisgón.
―HABLA BASTARDO!―lo golpeo con su pie en la espalda―ACASO EL CALVO TE MANDO?―
―no, claro que no!― Kagura lo miro con duda, no le creía nada―solo estoy preocupado, hoy no fue a entrenar!―
Kagura lo pensó por unos momento… no estaba muy de acuerdo con ese argumento, pero su cometido ya había terminado. Kamui había ´´ordenado´´ (porque pedir no era algo que Kamui sabía hacer) a Soyo ensayar juntos sus líneas mañana a primera hora, después de todo mañana era un día de descanso.
―está bien, te dejare ir―levanto el pie de su espalda provocando que la tía Abuto largue un suspiro de alivio.―pero…―volvió a hablar y esta vez con tono de advertencia―si te vuelvo a ver de fisgón hablare con Kamui del tema―se burló con una sonrisa grande mostrando los dientes dando a entender que no podía hacer nada más.
Abuto se resignó, Kamui era de temer. Su misión había concluido sin ni siquiera comenzar.
Residencia Tokugawa
Habitación de Soyo
―yo no sé qué voy a hacer mañana Kagura-chan―hablaba por teléfono hime intentando buscar un vestido apropiado para el día de mañana.
A la salida de la preparatoria Kamui había decidió hablar con ella. Las palabras de Nobume lo habían incomodado de algún modo y no quería que se acercara a la chica. Era lento? Probablemente sí, puesto que el aun no quería aceptar nada, porque según él no había nada por Soyo tokugawa. Pero aun así lo había hecho, no lo dudo, se acercó a ordenarle que el día de mañana a las 7 horas ellos se encontraran en la plaza para practicar la estúpida obra de teatro. Y sin que la chica pudiera darle una respuesta se fue a su casa tranquilo porque ya no tenía esa sensación molesta en el pecho, ya no estaba esa intranquilidad. La pobre Soyo había quedado muda y totalmente colorada, el chico que le gustaba desde hace unos años la había invitado a salir. Si bien ella sabía que no era una cita se sentía en la nube, una tarde con Kamui, se por lo que fuera, la enamoraba más del pelirrojo.
A pesar de lo maravillada que estaba no podía separar su inquietud, actuar como princesa, flirtear con él, e intentar la escena del beso. Una cosa era practicar con Kagura (aunque la escena del beso aun no la practicaba) y otra muy distinta era con Kamui.
―cálmate, Soyo-chan. Todo saldrá bien! Aniki es un idiota, no se dará cuenta de nada―
―pero…―dudo por un momento. Y que si quería que el descubriera lo que siente por él?―pero… no quiero, Kagura-chan.―Kagura quedo callada al otro lado del teléfono―quiero que él se dé cuenta que me gusta, que se de cuenta que… me enamore de él― ya estaba cavando su tumba, Kagura quería, le exigía declararse, pero Soyo siempre retrocedía ante la idea.
―hazlo!―dijo Kagura por el auricular del teléfono―Soyo-chan, hazlo―
Parque de kabuki-cho
Prefectura de Edo
Por qué se le habrá ocurrido a Nobume decir esas palabras? Culpa de eso ya no podía concentrarse en nada. Había decidido salir con Sougo al parque en la noche para pelear un rato. Quería despejarse, quedar agotado para poder llegar a su casa y dormir hasta el día siguiente sin interrupciones, esperaba no volver a ver su rostro entre sus divagaciones. Sougo era un buen oponente, uno de los pocos con los que le gustaba tener un combate. Eran cerca de las dos de la mañana y ya no podían más. Ya había olvidado hace cuantas horas estaban dándose golpes en la plaza. Se felicitaba así mismo por avisar, esta vez, a Kagura que no llegaría a cenar. A pesar de las peleas, quería mucho a su hermana y no le apetecía preocuparla.
―se puede saber que sucede?―pregunto Sougo agotado tirado en el pasto al igual que el pelirrojo.
―hoy no fui a practicar―dijo juntando aire―quería hacerlo antes de dormir―
Sougo supuso que era lo que le estaba ocurriendo, pero no quería preguntar nada. Kamui era muy reservado. Prefirió esperar hasta que ocurriera algo.
―que sientes por Kagura?―pregunto Kamui de espaldas a su sádico amigo. Este último se sorprendió, no esperaba una pregunta de ese tipo, incluso dudaba de que este enterado de su gusto por la pelirroja.
―he?―no sabía que decir exactamente, su pregunta lo había tomado por sorpresa pero no quiso dejarlo sin respuesta―siento desesperación y mucha ansiedad―respondió―quiero verla y monopolizarla―Kamui se sorprendió por lo que dijo, no sonaba a ningún dorama que veía Abuto entre llantos a las 10 de la noche, después de cenar. Pensó que diría alguna cursilería o que hablaría del amor y las cucarachas en el estómago, ese programa no servía para nada. Ya le prohibiría a Abuto volver a ver esa mierda.
―solo eso?―
―es lo único que puedo expresar―dijo tranquilo―es complicado, porque ya comienzas a desconocer tu propio cuerpo y te vuelves muy impulsivo cuando la ves, creo que básicamente me enamore de ella.―hablo tranquilo.
―que tan lejos llegaste con ella?―le pregunto, esta vez en modo ´´protector de hermana´´
―realmente quieres saberlo?―Kamui se preparó para darle una paliza, pero el castaño lo detuvo riendo―cálmate, complejo de hermana menor. No hice nada, ´´aun´´―sonrió de lado provocándolo.
―y más te vale que siga así―lo amenazo―
―claro, pero si tu hermana me da permiso quiero decirte que no me detendré― Kamui intento golpearlo, pero este sabía lo que se avecinaba y huyo de la escena gritándole―DICELO, SABES QUE DEBES HACERLO!―Kamui se molestó. Ya lo sabía, lo había descubierto. Aunque aún faltaba algo muy importante, a ella también le gustaba él?
Fin del primer capítulo. Pensé en hacerlo un one-shot pero se iba a volver muy infinito. Sé que no hay mucho kamusoyo, no hay mucha interacción de personajes, pero en el próximo habrá más cantidad de escenas entre ellos dos.
El okikagu debía ser leve, pero se volvió en casi protagónico junto al kamusoyo…no sé qué hacen esos dos con mis ideas!
Bueno espero que les guste.
Nos vemos
Bye!
