Disclaimer: Los personajes de Yuyu Hakusho pertenecen a Yoshijiro Togashi, si fueran míos no estaría escribiendo fanfic…

Advertencia: KarasuKurama, HieiKurama

Dejen reviewers plissss!!!!

FLORES Y CARTAS

Capítulo 1

Shiori Minamino recogió el correo como todas las mañanas. Un sobre llamó su atención. No tenía ninguna dirección escrita, lo que hacía obvio que el remitente lo había llevado hasta la casa. Solo una palabra en el sobre "Kurama" Ella ya conocía que había personas que llamaban a su hijo Suichi por ese nombre, y tampoco era la primera vez que un sobre similar aparecía en su buzón.

Subió las escaleras y abrió la puerta de una habitación –Suichi tienes correo.

Dentro de la habitación había dos jóvenes. Un pelirrojo estaba sentado en la cama, mientras que un chico de cabello negro permanecía de pie junto a la ventana.

-Hiei, buenos días- dijo la mujer un poco desconcertada –Llegaste muy temprano esta mañana

-Hm… -respondió Hiei, tan comunicativo como siempre.

Shiori acostumbrada al mutismo de ese "extraño" amigo de su hijo no prestó demasiada atención. Le tendió al pelirrojo el sobre con una sonrisa –Te llegó otra de esas cartas.

Kurama lo tomó ligeramente nervioso y lo dejó sobre la cama. La señora Minamino sonrió nuevamente a su hijo –¿y ya vas a decirme quien te escribe tanto?- Kurama rió nerviosamente como respuesta, la mujer suspiró –El desayuno estará listo en unos minutos, espero que te quedes Hiei.

Un hm afirmativo por parte del koorime, la mujer volvió a sonreír y dejó la habitación.

-¿Quién te escribió?- dijo curiosamente Hiei –acaso es un compañero de tu escuela ningen?

-No es nadie importante- dijo Kurama un poco incómodo por el tema

-Y no vas a leerla- insistió Hiei

-No, no es importante

Pero la curiosidad le ganó al koorime, quien tomó la carta con un rápido movimiento y la abrió. Kurama trató de quitársela pero era tarde.

-¿Karasu?- dijo Hiei con cara de asco mientras veía la firma al final de la carta –¿Porque te escribe ese sujeto?

-Yo… Yo no lo se- dijo Kurama un poco nervioso –Ni siquiera se como es que averiguó donde vivo.

Hiei hizo un gesto de inconformidad, volvió a doblar la carta, sin leer el resto de su contenido y entregándosela a Kurama salió por la ventana.

-Chicos, ya está el desayuno- la señora Shiori se asomó por la puerta –¿Y Hiei?

-Tuvo que irse- dijo Kurama con un dejo de tristeza –Ahora bajo madre.

-.-.-.-.-.-.-.-

La mañana siguiente Suichi Minamino caminaba lentamente hacia su casa. Siempre que recibía una carta de Karasu caminaba rápidamente hasta su casa al día siguiente. Pero esa tarde su aturdimiento era doble, Hiei se había molestado. Su relación con el koorime era algo más que amistad, eso era verdad; pero la reacción del jaganshi había sido exagerada.

Iba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Kuwabara y Yusuke iban tras de él, corriendo para alcanzarlo y llamándole. Fue hasta que el detective lo sujeto del hombro y lo sacudió cuando se percató de su presencia.

-¿Pasa algo malo, Kurama?- pregunto curiosamente Kuwabara

El negó con una sonrisa -nada importante, solo estaba pensando. ¿Pero díganme que hacen ustedes por aquí?- contesto él de regreso a su carácter habitual

-Bien- dijo Yusuke seriamente -necesitamos tu ayuda

Kurama asintió, seguramente era algún caso del mundo espiritual -pues bien, ¿cual es el problema?

Kurama se dejó guiar por los chicos que no contestaron su pregunta -Solo espera y verás- había dicho el moreno

Finalmente llegaron hasta una pequeña tienda, Kurama rió al reconocer el lugar: una florería

-po podrías- tartamudeo Kuwabara -podrías ayudarme a escoger unas para Yukina

-y unas para Keiko también

Kurama sonrió -alguna ocasión especial?

-Bueno mañana es... la noche de Tanabata- dijo nerviosamente Kuwabara

-Y hay algo especial que quisiéramos decirles y pues- el detective espiritual recobro su compostura

-necesitamos que nos ayudes a escoger unas flores

-Las rosas siempre son una buena opción- dijo Kurama mientras observaba alrededor

Sus dos compañeros se miraron mutuamente -Si suena bien- dijo Yusuke un poco dudoso

-Pero queremos algo... menos comercial- dijo Kuwabara -por eso te trajimos aquí, sabes?

Kurama rió de buena gana, esos si que eran un par de tontos enamorados -un tulipán rojo es símbolo de declaración de amor- dijo el pelirrojo señalando una maceta con una flor roja de 6 pétalos, siguió buscando con la mirada -o unas margaritas blancas símbolo del amor inocente, de que están es sus pensamientos- dijo un poco mas convencido hasta que finalmente exclamó -lo tengo! es perfecto- dijo Kurama señalando un bella flor blanca de pequeños pétalos y fragante aroma -el jazmín blanco representa amor y belleza delicada

Los chicos asintieron felices -son preciosas- dijo el moreno -sencillas pero bellas- lo secundo Kuwabara

Kurama sonrió y se despidió de sus amigos, que se quedaron haciendo el encargo de las flores. Parecía que se había olvidado de todas sus preocupaciones mientras caminaba tranquilamente hacia casa cuando una voz conocida lo devolvió a su antigua preocupación

-¿Me extrañaste?