Hola a todos!

me he desaparecido del fandom durante muuucho tiempo, y me arrepiento, de veras! pero ya saben como es uno, siempre siendo vencido por la curiosidad.

honestamente, se me fue la inspiración. jajaja. Antes escribía Kataang porque me inspiraba, y me sentía identificada con esa pareja. Luego me sentí más como "NaruHina, y después como "InuKag". (jajaja, si no saben de que hablo, no importa)

¡Lo importante es que regresé con lo que se me ha ocurrido para esta perejita! Y probablemente estén en desacuerdo con la historia, pero intentaré hacerla lo más pura e interesante posible.

sin más les presento:


Tres Días Disfrazada De Angel

-Por GirlBender L-

.

.

.

Prólogo

Amenaza Que Decide el Destino.

.

.

.

Si tuviese que describirme en una palabra, esa sería revolucionaria.

Pero no debo hacerlo hoy, así que comenzaré más detalladamente. Mi nombre es Katara South, y consto con dieciocho años de edad. Soy la orgullosa portadora de una indomable cabellera castaña de longitud hasta la cintura, piel morena, ojos azules y una estatura promedio para una chica de mi edad. Pero más que nada, me alegro de tener esta personalidad. Y la cuestión es que yo nací para ser salvaje. Me encanta la aventura, acción, algo de riesgo de vez en cuando… amo rebatir opiniones ajenas y dar a mostrar todos y cada uno de mis pensamientos y sentimientos. Soy independiente, algo mandona y controladora, según mis amigos. Esto último es irónico, puesto que mantengo todo controlado, todo, menos mis sentimientos. Aunque claro, como toda buena ciudadana, me porto educada cuando debo de hacerlo; y nunca dejo de lado mi parte femenina.

Crecí en la parte sur mi país, acompañada de mi madre, conocida como Kya, mi padre, de nombre Hakoda, y durante breve un tiempo de mi hermano Sokka, quien era siete años mayor. Por desgracia, cuando yo apenas contaba con seis meses de edad, Sokka murió en un accidente. El hielo que se encontraba pisando mientras patinaba comenzó a quebrarse, y cayó directo en el agua helada, consiguiendo así una tortuosa hipotermia que acabó con su vida en cuestión de un par de una noche, y unas horas más. Desde ese día mis padres decidieron que ir a patinar a los estanques congelados estaría prohibido para mí; y a raíz de la ausencia de mi hermano, comenzaron con leves problemas matrimoniales, que con el pasar del tiempo se acrecentaron. Finalmente se divorciaron, cuando yo tenía alrededor de dos años. Un año y medio después mi madre contrajo matrimonio nuevamente, y cinco meses después descubrió que había quedado embarazada. Tuvo una bebita, y la nombró Toph.

He de decir que me encariñé con esa chiquilla de piel pálida y ojos tan claros que la hacen parecer ciega, aunque en realidad no lo esté. Toph y yo compartimos una estrecha relación, y nos tratamos como si fuésemos hermanas. Prácticamente lo somos, pero solo a la mitad. ¿Me estoy dando a entender? Esto de describirme y relatar mi pasado no se me hace fácil, a decir verdad.

En fin, ¿Qué más puedo decir? Con el paso de los años, el amor entre mi madre y su segundo esposo se desvaneció, y nos vimos abandonadas una mañana: el muy desgraciado se nos había dejado solas a mamá, Toph y a mí. Fue duro, pero tarde o temprano lo superamos. Mi madre necesitaba despejar su mente de toda tristeza, y optó por trabajar más seguido de lo acostumbrado. Al punto en que nos dejó viviendo con la abuela, porque debía asistir a otros países, y solo podíamos estar con ella una semana al mes. Toph nunca decía nada al respecto, y yo, pues estaba molesta realmente; pero terminé aceptando esto también, y en cuanto alcancé mi edad actual, comencé a preparar todo para ir a vivir a mi propio apartamento. Toph vino conmigo, también, y nos mudamos justamente el día en que ella cumplía quince años. Gracias a un trabajo estable de medio tiempo logré mantenernos, y Toph se esforzó bastante con sus estudios. Igualmente ella trabajaba los fines de semana, que era cuando no debía asistir a la escuela. Visitábamos a la abuela cada vez que podíamos, sabiendo que estaba mejor sin nosotras, puesto que ya era anciana y no tenía la fuerza suficiente para cuidar de los demás. Ella, y el abuelo Pakku, estaban de maravilla solos, aunque dijesen siempre lo contrario.

De esta forma transcurrió mi vida hasta el día de hoy. Y diré que hoy no ha sido un día agradable.

Mi padre, quien dijo que ya no deseaba verme más desde que tengo cinco años, ha reaparecido en mi vida repentinamente, diciendo que lamenta haber estado incomunicado tantos años, y pidiendo que vaya a visitarlo todos los fines de semana. Que vaya a conocer a su nueva familia…

Y en un principio me negué. Me negué una y otra vez, con todas mis fuerzas. Pero él insistió, y terminó haciéndolo todo bajo amenazas y el medio legal. Dijo que si yo no lo visitaba en estos dos años que me quedan siendo menor de edad, entonces me delataría con el abogado diciéndole que yo vivía sin un tutor legal, y que éste me obligaría a vivir con mi padre. Aparte de eso, también demandaría a mi madre por supuesto abandono, y sé perfectamente que un daño así no le sentaría para nada bien.

Así fue como acepté el comienzo de ésta historia; la manera en que me enamoré locamente de quien menos debía hacerlo: Mi hermanastro menor.

.


Tataan! hasta aquí, por ahora. Como ven, serán capitulos cortos. E iré actualizando cada 15 días aproximadamente.

Los reviews son Gratis! así que si desean dejarme uno para elevarme un poquito mi autoestima, los aceptaré más que gustosa :3

Saludos desde Guatemala!