Una historia no tan nueva... Pero que espero les agrade, aunque trato de darle alguna revisada por ahí... Sé que siempre tengo alguna falla por ahí... Críticas positivas y comments bienvenidos; todo sea en nombre del SasuHina y la superación.
¡Reviews!
Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, y esta historia no tiene nada que ver con el hilo original del animé o manga. Es mera ficción.
[P.O.V: Sasuke
El Verano Inolvidable
Hacía ya más de un año que mi camino indefinido en Konoha me hizo toparme con ella, una de esas noches melancólicas… No quería sentirme atrapado, salí de aquél lugar al que yo llamaba casa, que esperaba alguna vez llamar "hogar"…
Las calles estaban desoladas, igual que yo, el viento comenzaba a anunciar la venidera primavera a la que todos esperaban… Pero yo no, yo sólo quería hallar mi lugar en medio de todas esas personas, en medio del bullicio que sólo existía en mi mente en aquella madrugada que jamás olvidaré.
Caminé. Caminé sin rumbo fijo, sin guiarme de algún modo, sólo dejando que mi andar me llevase a algún lugar apacible… Me hallé sobre un frondoso árbol contemplando la noche cerca de un lago azul sacado de la imaginación de algún poeta loco.
Observé. Observé a una silueta poco iluminada… Al parecer de una chica que se sentaba a la orilla de aquél mismo lago… Misteriosa como el ocaso desde las montañas. El viento la acariciaba suavemente haciendo que sus cabellos llenos de noche se agitaran a su ritmo surreal. Tan surreal como su silueta contrastando la Luna.
Me sorprendí a mi mismo mirándola… Mirándola bajo el hechizo inigualable que la Luna produjo sobre ella… Y por supuesto, sobre mi mismo.
"¿Quién eres?"
Cada noche la esperaba ahí mismo, a veces jamás llegaba, pero… ¿Qué importaba ya? No podía permitir que nadie lo supiera… Y yo estaba totalmente seguro de que ella no lo sabía, tarde o temprano la encontraría, la afrontaría y descubriría su identidad… Pero era un juego para mí… Sólo un juego; al menos eso creía en ese momento.
El tiempo pasó… Y no reparé en ello… El tiempo continuaba su curso y yo no me cansaba de ir a observarla, ver sus delicados movimientos… En mitad de tanta oscuridad y el cielo solo protegiéndola. Ya no podía dormir por las noches si no iba a buscarle en aquél lugar mágico… Se me estaba metiendo completamente por los ojos…
No resistiría mucho más¿Qué haría?
Con cada noche que sucedía a las anteriores, el aire me envolvía en medio de aromas como el azahar, sándalo y flores que llegaban a mis sentidos y me invadían, tan místicos como ella. Ella que me tenía cautivo sin siquiera conocerla, sin siquiera verme… El verano ya estaba en puerta y el ambiente cálido me abrazaba, el verano a penas comenzaba y la insistente imagen de esa mujer comenzaba a llenar poco a poco mis vacíos, mi mente; el verano había llegado hace poco… El verano de mi corazón.
Llegó una noche. La noche en que me derrumbaría ante aquella mujer que barría
Conmigo. Estaba decidido, la confrontaría…
Era como las noches anteriores, la misma escena que no me cansaba de ver y de repetir en mis recuerdos: llegaba por el lado opuesto, se quitaba sus sandalias, se despojaba de su abrigo, recogía sus pantalones y metía sus pies al agua, a veces se recostaba en el pasto fresco.
Pero algo diferente y desesperante ocurrió¿Por qué tenía que suceder justo aquella noche? Mientras ella se recostaba, otra silueta apareció, era un hombre, miró alrededor y simplemente se arrodilló junto a ella, quién se sorprendió, la levantó… Luego de una breve charla, se fundieron en un abrazo… Un abrazo que parecía más que amistoso… Quería bajar y estrangularlo… Pero no lo hice, me di la media vuelta y escapé a mi casa… No lo soportaba¿Cómo era que una desconocida podía provocar estas reacciones en mí?
Me recosté en mi cama desesperado, sin hallar el sueño… Añorando ver su silueta en mi habitación… Junto a mí.
"¿Por qué a él? Y a mi no…"
Por las tardes que lucían apacibles en Konoha me paseaba sin saber que hacer, sólo con ella jugando en mis pensamientos, observaba sin querer ver pasar el amor ajeno. Amor correspondido que jamás sería para mí, porque… Porque sencillamente yo no era más que un pobre diablo… Nada podía ofrecer a cambio… A cambio del amor. Era yo el vengador por excelencia.
Por motivos inexplicables, no pude volver a aquél lugar en varios días, una semana tal vez… Pensé erradamente que eso aliviaría mi creciente obsesión por correr a buscarla, y me equivoqué. Llegué a maldecir aquella noche que la vi por primera vez.
Reflexioné una y mil veces acerca de lo que vi, de cómo entró a mi vida y me pareció absurdo, algo bastante idiota. Pero… No quería volver a dejar ir una oportunidad…
Sí, esa nueva noche que acababa de comenzar sería distinta y no me iría hasta descubrir su rostro. Me encaminé ansioso hacia el lago azul, extrañamente una ligera lluvia comenzaba a caer sobre la aldea, parecía purificarla, también caía sobre mi rostro, limpiando mi conciencia…. Pero nada me interesaba ya, estaba totalmente abstraído, con su imagen dándome vueltas.
"Ya Nada más interesa… No esta noche"
Llegué y me posé sobre la rama más alta del árbol acostumbrado. Esperé… Esperé a que se mostrara… Los minutos me parecían infinitos, llegué a pensar que no vendría, quizá aquella noche no era la indicada; pero no, apareció entre las sombras de aquél eterno bosque y miró al cielo, la Luna casi llena que parecía hacer alusión a mi corazón al que sólo le faltaba ella…
La observé alrededor de cinco minutos, sin quitarle la mirada de encima, sólo sobre ella… Bajé de una manera sutil de aquél árbol grande, el cuál me había visto ya muchas noches mirarla. Me oculté detrás de los árboles, cada vez más cerca de ella, observé que se sentaba llena de una tranquilidad asombrosa a la orilla de aquél lago, mientras a mi me consumía la necesidad de tenerla entre mis brazos.
Lentamente salí de mi escondite, me daba la espalda, y yo me quedaba ahí parado como idiota… Sin saber como proceder, di un leve respingo, molesto por no saber que hacer y luego mis pasos inaudibles se comenzaban a dirigir a esa luz que emanaba la chica, un suave y dulce aroma parecía guiarme.
Sí, me detuve justo detrás de ella, entonces, hice sentir mi presencia, ella se dio la vuelta, poniéndose de pie ágilmente, visiblemente asustada.
No… No pude creer lo que mis ojos miraban en ese instante… ¡Era ella!... Piel pálida delicadamente iluminada, ojos claros que se confundían con el reflejo de la Luna sobre el agua, mejillas sonrosadas y de un aspecto delicado y frágil, como hecha de porcelana… Sus ojos perlados y expresivos inundados de temor me miraban fijamente, con sus brazos frente a su pecho. Silencio, silencio removido sólo por el viento sobre nuestras figuras nocturnas.
-… Sa-Sasuke-san… - … Su voz parecía celestial, me hipnotizaba al oírla…Me miró sorprendida, haciendo distancia entre nosotros, con una tímida sonrisa que iluminaba su dulce mirada.
Se dedicó a juguetear con sus dedos índices, como acostumbraba… Pero se veía radiante… No la recordaba de esa manera, quizá nunca le presté atención. No pude evitar corresponder con una leve sonrisa, pero mis ojos atónitos y llenos de su imagen no le abandonaban ni un segundo, segundos en los que trataba de grabar su imagen angelical en mi mente para nunca dejarle escapar. Estaba conmovido… Complacido.
-Hinata-san… Linda noche- Pronuncié delicadamente, buscando saborear su nombre. Miré hacia la Luna como pidiéndole un poco de su magia -¿Puedo acompañarte?- Le pregunté por lo bajo. Ella se sorprendió
-Cla… Claro… Es sólo que… Si-Sinceramente… M-me halló sorpren…dida… Sasuke-san…- Replico nerviosa, tomando lugar nuevamente junto al lago, esta vez sentándose de lado delicadamente.
-Ya veo… Disculpa- La imité y me senté junto a ella, nos quedamos mirando por algunos segundos, sin saber realmente que decir… Ella volvió su mirada al agua.
De verdad me parecía hermosa, sorprendentemente hermosa… Y tan desprotegida; sus ojos eran melancólicos y su voz era suave como la caricia del rocío sobre las flores, que emanaba de sus labios bellamente delineados que me gritaban ser besados. Pero ver dentro de sus ojos me asombró… Sentí una sensación familiar… El frío… El frío y el vacío de no tener una vida completa llena de satisfacciones, como yo mismo.
"Como Luz y Oscuridad, tus ojos buscarán los míos y yo esperaré"
Me sentía atraído como polilla a la luz, y no podía evitarlo… Pero no quería asustarla; De ese modo pasamos un largo rato sin dirigirnos palabra alguna… Hasta que ella se incorporó lentamente, haciendo que yo hiciera lo mismo ágilmente
-D-debo irme ya… Sasuke-san- Dijo mirando al cielo estrellado que la adornaba
-Pero…- Me sentí molesto por no saber que hacer, fruncí el ceño y apreté un puño, no supe que decir –No tiene importancia…- Dije algo enfadado, mirando hacia el agua, ella me miraba con sus ojos incomprensibles
-Etto… B-buenas n-noches…- Se dio la vuelta y comenzó a andar hacia el lado contrario, confundida por mi actitud. Sin embargo, tomé rápidamente su muñeca en el aire, ella volteó su mirada y me miró dubitativa
-Espera…- La detuve en seco, acercándome hacia ella, se dio la vuelta hacia mí, aún más confundida.
Me quedé reteniéndola egoístamente durante algunos minutos llenos de un silencio sepulcral, yo tenía un semblante serio… No quería darle a entender mi debilidad por ella pero no quería que se marchara así… Necesitaba de su contacto. Ella se concentró en mis ojos y en mis labios… ¿Qué pensaba?
"Es ahora o nunca"
De la nada, un kunai en trayectoria directa a mi me obligó a soltarla… Ella cayó hacia atrás, yo apenas pude esquivarlo. Menudo momento para alguna provocación para batallar y en aquél momento opacado ya.
-¡Muéstrate!- Grité en tono seguro y fuerte. Hinata lucía temerosa. La protegería.
-Así que eres tú, Uchiha…- Dijo una voz desafiante proveniente de una silueta que comenzaba a salir de entre la sombra de los árboles… Pero esa silueta yo ya la había visto antes…
