Umm... Hola, esta es mi primera historia que subo a Fanfiction, espero que sea de su agrado y que les parezca divertida acepto opiniones de todo tipo y de todo tamaño sera bastante divertido escribir esto y mas si les gusta. Los personajes de Naruto no me pertenecen.


Iba en un autobús, solo habían seis personas contándome en el autobús, atrás de mi iba un chico con unos audífonos de color blanco sentía su mirada en mi cuello, los otros cuatro pasajeros eran mis ex mejores amigas no les he vuelto hablar desde que nuestras diferencias se agrandaron, el autobús paro cuando el chico pidió la parada se levanto me tomo de la mano y me saco con él del autobús, empezó a caminar llevándome a rastra, pude notar que mis ex-amigas venían siguiéndonos. Mire a mi atractivo secuestrador.

- ¿A dónde me llevas?

Hubo silencio total no respondió, simplemente me metió a un callejón y me arrincono en una pared, tomo mis manos las puso sobre mi cabeza metió una pierna entre las mías y se quedo viéndome fijamente, mi secuestrador era alto y cuando digo alto es alto, yo soy alta mido 1,70 y él media más o menos 1,82 así que fácilmente podía acorralarme.

No sabía qué clase de emociones estaba experimentando: Miedo, placer, deseo, nervios, todas esas emociones se revolvían en mi cabeza, sentí un dolor agudo en mi pecho, soy hipertensa y en cualquier momento mi corazón puede parar, en cualquier momento.

Tenía miedo, pero descubrí que no era miedo a él, era miedo de que nos descubriera, miedo a que alguien nos viera y él tuviera que separarse de mí.

Quería que me besara, quería sentir que sus labios tocaran los míos, además estaba ansiosa, él solamente me miraba luego sentí una de sus manos deslizarse por mi brazo y llegar a mi pecho, para luego tomar el cierre de mi suéter, lo bajo suavemente soltó mis manos lentamente, baje mis brazos, su pierna seguía entre las mías.

- No intentes escapar, quítate el suéter lentamente. Si intentas escapar te perseguiré y si te atrapo no me hago responsable por lo que te llegue a hacer. – Su voz era ronca y madura, tan sensual y atractiva enamoraba por completo.

Me quite el suéter lentamente cuando se comenzaron a escuchar pasos – Rápido – me gruño, me asuste por su cambio de voz tan drástico, me termine de quitar el suéter lo tomo y lo lanzo, parecía desesperado tomo mi camisa y la rompió, los botones volaron por todas partes, abrazo mi cintura desnuda me acerco a él y me beso.

Sin dejar de besarme puso la otra mano en el broche de mi sostén, lo desabrocho este cayó al suelo, comenzó a acariciar uno de mis senos y bajo de mis labios a mi cuello, escuche que los pasos se acercaban, me puse nerviosa de la nada se dejaron de escuchar, y luego fueron mas rápidos. Dejo de besarme, fue un shock para mí, quería que siguiera besándome, acariciándome y abrazándome.

Suspire, de pronto entre en cuenta que estaba desnuda me sonroje y me tape rápidamente con mis brazos. Él rio.

- Después de que te toque vas a taparlos, eres una idiota.

- ¿Cómo me dijiste? – la vergüenza y todos mis deseos de que me besara, se fueron al suelo. Fue tanta la humillación que no me importo estar desnuda.

- Que eres una idiota, te bese, te toque, me aproveche de ti y te dejaste. No te importo, eres débil, estúpida, lenta, sumisa, e ilusa. En conclusión eres una idiota.