Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto.
Este escrito también fue publicado en Mundo SasuSaku.
En fin, espero que les guste esta cosa rara relacionada con la rubia Hokage, Tsunade Senju (:
Se encontraba sentada en su despacho, intentando parecer lo más ebria posible. Lo único que quería era que Shizune, su querida y muy "dulce" asistente, se largara de su oficina. La morena se encontraba, para su muy mala suerte, taladrándole los oídos con sus múltiples y muy extensos sermones.
—El alcohol es malo, Hokage —dijo la asistente de la nombrada antes de retirarse, cerrando la puerta con un considerable portazo.
La rubia siguió con su actuación hasta que escuchó cómo la puerta frontal de la torre se cerraba violentamente. De un momento a otro, recuperó la cordura que nunca había perdido. Miró la botella de sake más cercana, la cual todavía contenía aquel liquido dañino, y la arrojó por la ventana, que se encontraba abierta. Esperen, ¿acaso pensaban que ella era una alcohólica? No, señores, ella no era ninguna fanática del sake. Ella solamente quería estar sola, encerrada en su oficina, contemplando los objetos que había mandado a confiscar.
La mujer se desplazó hasta quedar frente a una caja del tamaño de un elefante. Dicho cubo de cartón fue recogido por ella y depositado sobre el escritorio. La rubia, con los ojos brillando a más no poder, cerró la puerta de su despacho con llave, se acercó a aquel cofre del tesoro y comenzó a rebuscar en su interior. Revistas de moda, ropa juvenil, libros para cocinar ramen de rábanos y ciervo, esmaltes para uñas, medallas deportivas, armamento ninja y demás objetos se encontraban dentro de aquella caja. La mujer, decepcionada por no haber podido hallar lo que estaba buscando, se volvió a sentar en su silla. Ella no buscaba objetos lujosos, valiosos o preciosos, ella intentaba hallar la felicidad. Había empezado a perder ese delicado y agradable sentimiento con la muerte de su hermano, continuando con la pérdida de Dan y para finalizar con el sueño eterno de Jiraiya. Era una mujer fuerte físicamente, pero todos los golpes de la vida habían hecho que perdiera la fe en sí misma. Tal era su obsesión por encontrar lo imposible que se pasaba horas y horas buscando en la caja de objetos confiscados. La poca felicidad que le quedaba estaba depositada en Sakura, su casi hija, y en Naruto, el adolescente que había logrado que ella volviera a proteger sus sueños. Si ellos dos llegaban a perder sus vidas, ella se convertiría en nada.
Sólo se transformaría en un cuerpo vacío que buscaba la felicidad verdadera.
Gracias por leer :D