A las 7:00 am sonó el celular de Emma, haciéndola sobresaltado un poco. Frotándose los ojos con pereza tomó su celular, desde ya hace un mes que ella y Mary Margaret habían regresado del Bosque Encantado, sin embargo desde ese tiempo hasta el presente han habido muchos problemas en la ciudad, contando con las quejas del pueblo sobre porque no ejecutan a la Reina Malvada.
- ¿Hola? ¿Sheriff Swan? - la voz de un hombre sacó a Emma de sus pensamientos. Era el Dr. Whale.
- Sí, aquí estoy. - respondió rápidamente Emma, soltando un bostezo involuntario.
- Lamento llamar tan temprano, pero me temo que estoy atrapado en un situación complicada. - dijo Whale en la otra línea. Sin embargo, a pesar de estar en "problemas", no se le escuchaba alarmado ni nada.
- ¿Qué es? - preguntó Emma frunciendo el ceño.
- Preferiría tratarlo frente a frente. Como ya he recalcado, es un tema delicado. Sería conveniente si los Príncipes estuvieran aquí. - dijo Whale.
- Ok, dame 30 minutos y estaré ahí. - respondió Emma rodando los ojos. La gente del pueblo siempre requieren de la presencia de David y Mary Margaret para todo.
- Gracias. - dijo Whale para luego colgar.
Emma miró la hora en su teléfono y maldijo entre dientes, no había tomado en cuenta que Henry llegaría tarde a la escuela, rápidamente se alistó para llevarlo a la estación de autobuses. Salió corriendo a buscarlo hasta que lo encontró sentado en la mesa de la cocina, mirando con una mueca el desayuno improvisado que tenía.
- Tiempo de irnos Chico. - dijo Emma acercándose a él, percatandose por primera vez de la presencia de Mary Margaret.
- Buenos días Emma. - saludó Mary Margaret a su hija con una sonrisa. Emma dio una señal con la cabeza en respuesta.
- Aún no podemos irnos. No he desayunado. - dijo Henry aún sin levantar la mirada de su plato.
- ¿Entonces porque no comes? - preguntó Emma confundida mientras tomaba la taza de café que Mary Margaret le pasaba.
- No me gusta el pan con corteza, ni tampoco los huevos blandos. - dijo Henry encogiéndose de hombros.
- Si bueno, era eso o comer avena. - dijo Mary Margaret con una sonrisa de disculpa.
- ¿Porque no tomaste la avena entonces? - preguntó Emma sin entender.
- Detesto la avena. - replicó Henry con expresión de asco. Emma rodó los ojos.
- Vamos, compraremos algo en la abuelita. - dijo Emma haciendo gestos con las manos. Henry se levantó tomando su mochila. - ¿Dónde está David?
- Arriba, arreglándose. - le contestó Mary Margaret.
- Necesito que vallan al hospital, hay un problema allá con Whale y requiere de nosotros tres. - le informó Emma viendo bajar a David.
- ¿De qué se trata? - preguntó David acercándose a ellos.
- No tengo ni idea. - dijo Emma negando con la cabeza.
- ¿Dónde está el Dr. Whale? - preguntó Emma a una enfermera.
- Está en su consultorio. - respondió la enfermera. Emma asintió y junto con sus padres tomaron el ascensor.
Una vez llegado al tercer piso, entraron al consultorio de Whale, donde esté ya los estaba esperando.
- Buenos días. - dijo Whale en cuanto aparecieron los Charming. Ellos asintieron en respuesta.
- ¿Cuál es el problema? - preguntó David directo al punto.
- Hace dos días, una mujer del pueblo dio a luz a una niña... - comenzó a narrar Whale - Lamentablemente murió unas horas después del parto. La niña está bien y sana, pero quedó huérfana.
Emma se estremeció ante lo dicho.
-¿Esto en que nos incumbe a nosotros? - preguntó Emma un poco agitada.
- La mujer había dejado una especie de documento, en donde le dejaba a su hija al cuidado de una persona en la ciudad. En casos como estos es benefactor para todos. - continuó Whale.
- Pero ¿Dónde está el problema?- preguntó Mary Margaret confundida.
- El problema está en a quien se lo dejó. - dijo Whale pasandole una hoja a Emma.
Emma leyó el documento que anteriormente se había mencionado, la mujer, Daniella Montez, especificaba que de ella estar indispuesta en tomar el cuidado de su hija, dicho poder pasaba a...
- ¿Regina? - preguntó Emma muy sorprendida.
- ¿Qué? - preguntaron sus padres a la vez.
- ¿Qué ocurre Emma? - preguntó Mary Margaret acercándose más a su hija, Emma le pasó el documento para que ellos lo leyeran. Mary Margaret dejó escapar un grito de sorpresa al leer el papel. Sin duda el nombre de Regina Mills figuraba en el documento - ¿Porque ella dejaría a Regina como tutora?
- No sé. - respondió Emma aún sorprendida. ¿Quién en este pueblo dejaría a Regina a cuidado de su hijo? La respuesta inmediata es Nadie, pero al parecer hay una excepción.
- ¿Entonces cómo debo proceder? - preguntó Whale después de unos minutos. - Sinceramente no me gustaría dejar la niña con esa bruja, pero así lo pidió la madre, está legalizado. No puedo hacer nada con eso.
- ¿Regina sabe sobre esto? - preguntó Emma recomponiendose.
- No sé, no voy a llamar a esa mujer. Por eso los llamé, ustedes son la autoridad en este pueblo. - dijo Whale encongiendose de hombros.
- Primero que todo, hay que hablar con Regina. - dijo Emma sorprendiendo a los demás.
Después de haber discutido sobre el tema, David acompañó a Emma a la casa de la ex alcaldesa a pesar de sus quejas. Una vez frente a la mansión, tocaron el timbre, minutos después se escucharon pasos descender hasta que la puerta se abrió.
Con una expresión irritada, Regina dijo.
- ¿A qué debo su visita?
- Tenemos que hablar. - respondió Emma sin inmutarse.
- ¿Henry está bien? - preguntó Regina ahora preocupada.
- Si, el está bien. ¿nos dejas pasar? - dijo Emma. Regina frunció el ceño, pero luego de unos minutos, se hizo a un lado dejándolos pasar.
- ¿Qué sucede? - preguntó Regina curiosa.
- ¿Conocías a Daniella Montez? - habló David por primera vez desde que llegó. Emma y David no perdieron como el cuerpo de Regina tembló al mencionar a la mujer.
- ¿Qué le ocurrió? - inquirió Regina con sorpresa. No sabía que ella había quedado atrapada en su maldición.
Daniella Montez, la hermana de Daniel.
- Murió hace ya 3 días. - dijo Emma observando las reacciones de la ex alcaldesa.
- Oh... - fue lo único que de la boca de Regina salió, impactada por la noticia, pero luego se recuperó al haber llegado una conclusión. - Yo no la maté.
- Sabemos eso, sin embargo no estamos aquí por eso. - dijo Emma moviéndose incómoda.
Regina los miró con desconfianza. Si saben que no la mató , ¿Porque estaban en su casa?
- Daniella te dejo la custodia de su hija. - dijo Emma sin más.
- ¿Que? - fue todo lo que dijo Regina…...
