Hola amixes pues que les puedo decir nada más que también me uní al shipp de esta pareja, digo yo amo todos los shippeos pero el Shouchako me gano el corazón así que les dejo esta pequeña historia y que sea de su agrado.

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Un fuerte sonido se escuchó en aquella habitación, la canción In Pieces de Linkin Park resobaba en el recinto lo más alto que el móvil le permitía, aquella alarma estaba haciendo su trabajo, un muy molestó trabajo, despertando a todo ser viviente que lo escuchase.

-Porque amanece tan rápido- un quejido convertido en bostezo se escuchó en la habitación, mientras aquel bulto en la cama se removía.

En un intento por dormir un poco más una mano salía de las cobijas tratando de encontrar el molesto aparato para que cesara el ruido.

–Quiero dormir más tiempo- saco su cabeza dejando al descubierto una mata de pelo color café.

Miro la pantalla de su némesis mañanero y en vez de desactivar su alarma abrir sus ojos con sorpresa e incredulidad.

-¡Se me hará tarde de nuevo!- chillo levantándose de golpe ignorando el frió de esa mañana que erizaba su piel, dejando atrás todo rastro de molestia e inconformidad –¡Ochako porque eres así!- chillo mientras agarraba sus cosas de cajones dejándolas en la cama para entrar corriendo al baño.

A una velocidad increíble abrió la regadera, se quitó la ropa y en un instante ya estaba debajo del chorro de agua que salía -Muy bien todavía tengo tiempo de comer algo, tengo mi mochila lista con mis cosas, así que no debe haber tanto problema- mientras acomodaba sus pensamientos, la joven en automático tomaba una ducha para tratar de relajarse.

Le tomo alrededor de 15 min salir de la ducha y otros 5 en vestirse, fue a la cocina a preparar algo rápido para desayunar pero al no ver nada más que leche y avena, supo que debía realizar muy pronto su despensa, apurada trago sus alimentos rápidamente para que el tiempo no jugara en su contra.

Pero en su carrera matutina se detuvo de momento para mirar levemente su cuarto, no era el más grande ni mucho menos el más lujoso, pero para ella estaba bien; contaba con una pequeña cocina que gracias a una pequeña barra para dos personas dividía su dormitorio de la cocina además de tener un baño propio. Vivía en una zona segura y la renta era accesible, más de lo que ella podía pedir.

Le había costado un poco de tiempo amueblarlo decentemente y pintar el feo color azul desgastado a un cálido color crema. Además como se encontraba en la azotea de un edificio de dos pisos había un espacio en la parte de afuera de su cuarto para una hermosa mesa (que le costó algunos ahorros) donde disfrutaba de algún café o té en la mañana o noche, definitivamente la vista desde ahí era hermosa./p
Una vez que salió de sus pensamientos miro de nuevo su reloj se apresuró a lavar los pocos platos que ocupo y salió del lugar con una sonrisa en el rostro.

Sin pasar por su mente que pequeños detalles pueden cambiar todo tu mundo en un instante, definitivamente esa era una lección que Ochako Uraraka aprendería.

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Aquella mañana era igual de monótona y aburrida que siempre, la misma rutina lo tenía harto; despertar, desayunar, saludar a sus hermanos e irse a encerrar a su habitación, su vida cotidiana era muy emocionante, pensó con sarcasmo. Con la escuela su rutina ya no era tan monótona, pero eran vacaciones de verano así que en ese meses y medio no podía variar mucho, y se rehusaba a estar trabajando con su padre lo que le quedaba era leer, entrenar o estudiar. Así había sido al menos los últimos 10 días.

Shouto Todoroki no era la persona más divertida o parlanchina del mundo, era más bien pragmático, frio, curioso y sincero, aquel chico con un peculiar cabello mitad albino mitad pelirrojo junto aquellos enigmáticos ojos heterocromaticos en azul y gris. Si aquel chico ingenuo estaba realmente jodido y él no sabía que a partir de ese día iba todo sería diferente. Casualidad tal vez, coincidencia no señor, destino muy probablemente.

Tututurururu –tono de celular-

Tomo su celular y sin verlo simplemente contesto.

-Hola-

-Todoroki, habla Midoriya‑ una voz alegre se escuchó a través del aparato, contrastaba con su voz seria y carente de sentimiento.

-Hola Midoriya es bueno saber de ti ¿pasa algo?-

-Nada de lo que preocuparse Todoroki. Quería saber si quieres venir esta noche a celebrar mi cumpleaños es en un antro, Kirishima tuvo la idea ¿te animas? - definitivamente Midoriya estaba bastante animado por la celebración que se llevara en la noche.

El chico lo pensó un largo rato, no tenía nada mejor que hacer además de que se estaba cansando de estar todo el día en su habitación, tal vez unos nuevos aires no estaría mal.

-Bien iré-

-Genial te vemos a las 11 de la noche en Mantra, la reservación está a nombre de Kirishima- la voz del peliverde de verdad se escuchaba muy alegro.

-Si te veo en la noche- fue lo último antes de colgar.

El sonido de la puerta hizo que le prestara atención, miro la puerta de su habitación por un leve momento y fue a ver quién era, encontrándose con su hermana mayor.

-¡Shouto!- dijo la albina con mechones rojos que estaba enfrente de él.

-Que pasa Fuyumi- miro a su hermana que estaba algo apurada.

-Necesito que vengas conmigo, tengo que hacer algunos pedidos que papá me encargo además sacar algunas copias y necesito que me ayudes hermanito- su mirada era de súplica, se veía algo atareada.

-Hmm- suspiro un largo momento, sabía que ir con su hermana podría significar escuchar a su padre, pero no le podía negar nada a ella -bien vamos-

-Gracias pequeño Shouto- sonrió empezando a caminar seguida por el chico.

Siguió a su hermana que iba a la cochera, subió al auto de ella para empezar con su trayecto, sería una mañana larga.

Ambos Todorokis estaban acostumbrados a tratar con entregas o alguno que otro pedido de la empresa de su padre.

Desde niños, Enji Todoroki los llevaba al trabajo para que estuvieran familiarizados, algunos como Shouto y Toya estaban callados y observando a todo el mundo hacer sus actividades, Fuyumi iba más con Enji quien trataba directamente con los clientes y escuchaba atentamente los tratos y relaciones que él hacía, y solo uno como Natsuo quien era un pequeño demonio de Tasmania en las oficinas.

De una u otra forma parte del corporativo Todoroki era sin duda algo que todo el mundo esperaba de ellos, y precisamente ese pensamiento era el que más molestaba a Shouto, tener la crítica constante de personas ajenas a su vida y la de su propio padre era lo más desagradable para él y más con el accidente que ocurrió donde le fue arrebatada su madre, definitivamente había un abismo muy grande para que él tuviera una buena relación con su

Luego de un rato habían terminado con los pendientes que le habían encargado a Fuyumi, ambos regresaron al auto hasta que el teléfono de la chica comenzó a sonar.

-Padre ¿qué pasa?- puso la alta voz para mayor comodidad.

-Fuyumi has hecho lo que te encargue- la voz profunda y fría sonó en el coche, sacándole un leve gruñido a Shouto.

-Si padre, Shouto me ayudo así que no hubo problema alguno- contesto tranquilamente, ella conocía muy bien a su padre, era de las pocas personas que su presencia no le molestaba o causara miedo en ella.

-Ese hijo ingrato, dime Shouto ya te dignaras trabajar en la empresa, o seguirás como un holgazán- su voz sonaba molesta, ambos hermanos casi pudieron imaginar la cara que tendría su progenitor.

-Simplemente tienes que arruinar todo como siempre, ¿no Padre? Ya te dije que me niego a trabajar para ti, no soy un títere que puedas usar a tu conveniencia- dijo enojado Shouto saliendo del auto aprovechando que estaba el semáforo en rojo –estoy harto de ti- dijo mientras azotaba la puerta y salía corriendo.

-¡Shouto espera!- grito su hermana preocupada al ver la reacción de su hermano, colgándole a su padre y ver el mejor lugar para aparcar el auto e ir tras él.

Su padre siempre que hablaba con él era para hacerle alguna crítica resaltando sus errores y queriendo que fuera una copia de Enji, estaba harto, soportaba todos sus actividades extras por su madre, quien lo tranquilizaba de niño pero desde el accidente no lo toleraba o hacia las cosas con mala cara, Enji Todoroki no podía controlar todo.

Tan enfrascado estaba en sus pensamientos que el bicolor no noto que el semáforo contrario estaba aún en verde, al igual que tampoco noto que un coche se dirigía a alta velocidad hacia donde iba cruzando, ignorante de todo lo que ocurría a su alrededor caminaba con paso rápido.

-¡Cuidado!-

Escucho de repente y algunos segundos después Todoroki no sabía que había pasado, de repente estaba saliendo del auto de su hermana por culpa de su padre y después sentía como un idiota lo empujaba con gran fuerza haciendo que se golpeara la espalda, para luego escuchar un claxon que lo ensordeció, parpadeo por un momento asimilando lo ocurrido y enfoco su vista en la persona que lo empujo, que estaba a su lado.

-Pero que…- vio mejor a la chica que estaba enfrente de él y miro como unas líneas rojas caían desde su cabeza – ¿qué te pasa? ¡No puedes ir empujando a la gente así!-

No había sido su mejor reacción pero, que esperabas de alguien que no sabía que estaba pasando y de repente se da un buen golpe por culpa de alguien. Por lo general él no era una persona que se alteraba con facilidad… sin embargo siempre que habla con su padre causaba ese rápido efecto en él.

-No vuelvas a cruzar la calle sin ver ¡Idiota!- Shouto, quien iba a regresar el insulto, se quedó callado al escuchar ese regaño –ese otro idiota del auto casi te atropella- le regaño aquella chica castaña, sin notar que de su cabeza salía un chorro de sangre.

-¿Qué?- el mitad albino miraba sin comprender a la chica, acaso estaba loca o que, no comprendía del todo lo que estaba pasando.

- Hay no- Ochako entro en pánico al mirar al chico –no me digas que te diste fuerte en la cabeza- la voz chillona de aquella castaña lo regreso a la realidad – ¿Cuantos dedos vez aquí? ¿Sabes tu nombre? ¿Qué día es?- Le pregunto aún más cosas que el mitad albino no entendió por un momento.

-Oye, oye tranquila, estoy bien pero tú…- Shouto señalo su cabeza que para ese punto la sangre estaba brotando más.

-Hmm- Ochako miro un poco mejor al chico y sintió algo cálido en su frente, pero pronto vio su reloj de pulsera y se alarmo – ¡Rayos voy tarde! Trata de tener más cuidado al cruzar la calle la próxima vez- se levantó y salió casi corriendo.

-Oye tu herida…- le grito pero la chica no se paró en ningún momento –que le pasa a esa chica- se para algo adolorido de su espalda.

-Shouto- grito preocupada su hermana mayor, él la miro directamente a los ojos –gracias al cielo estas bien- el chico vio leves lágrimas en los ojos grises de su hermana –ese auto casi te atropella si no fuera por el chico que te salvo, tal vez tu…-

-Chica- corrigió a su hermana un poco ido uniendo lo ocurrido anteriormente, llegando a la conclusión de que esa chiquilla le había salvado la vida, demonios ni siquiera le pregunto su nombre –vamos, será mejor que regresemos- le informo a su hermana para que se dirigieran al auto.

-Porque estas tan ido Shouto… ¡te diste un fuerte golpe verdad! vamos directo al hospital- definitivamente Fuyumi se preocupaba por su hermano menor.

-Estoy bien solo adolorido de la espalda, pero esa chica tenía una herida en la cabeza que sangraba mucho…-

-No es para menos literalmente te tacleo y creo que se golpeó con el poste que estaba por ahí- dijo la albina recordando lo sucedido -Crees que esa chica te busque para que le pagues el hospital- le pregunto curiosa su hermana.

-Yo creo que sí, y será muy molesta al parecer- suspiro resignado ante la sola idea que venía en un pequeño futuro.

No era por alardear pero ellos ya sabían que la gente, en su mayoría, los buscaban por su dinero y no por querer ser sus amigos, desgraciadamente mucha gente trataba de ayudarlos solo para buscar alguna recompensa de por medio.

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-Rayos no para de sangrar- con un pañuelo en la cabeza, Ochako trataba de hacer presión para que la herida no sangrara mucho, había desinfectado y ahora trataba de que no fuera un problema para trabajar, no es que fuera una médica experta pero definitivamente cualquier herida en la cabeza era escandalosa./p

-Ni modo ya pasara, es hora de trabajar- Se puso una banda en la cabeza para disimular un poco y para que el trozo de tela se quedara en su lugar, había llegado al Maid Café un poco antes de su turno a pesar de ese pequeño suceso momentos atrás ¡qué suerte que había tomado un atajo! –solo espero que ese extraño chico este bien. Qué raro es ese sujeto- se dijo a si misma negando levemente –a que idiota se le ocurre cruzar la calle sin ver antes- un suspiro sonoro salió de su boca al recordar ese detalle.

Una vez lista y picando algo de la cocina se dispuso a trabajar con su característica energía, olvidándose por completo de todo lo ocurrido. El Maid Café era su pequeña alegría, le gustaba trabajar ahí había muy pocos clientes pesados, y era un ambiente divertido para trabajar, sin mencionar que la dueña del lugar era un amor con Ochako siendo su primera amiga/jefe cuando llego a Tokio.

Su horario era flexible pero aprovechando que eran vacaciones de verano aprovechaba para tomar los días completos siempre y cuando no afectara a sus otros trabajos.

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Si algo caracterizaba a Todoroki Shouto era su siempre semblante tranquilo, era muy difícil verlo estresado, preocupado o simplemente triste. A muy corta edad aprendió que esos sentimientos no dejaban nada bueno y menos en su familia, con un padre tan controlador como el suyo. Pero algo que no se podía quitar de la mente en ese mismo instante era aquella loca chica.

No entendía porque lo había salvado, ella claramente corría peligro al tratar de ayudarlo entonces ¿porque arriesgar tu propia vida por un desconocido? Definitivamente no entendía ese actuar, sus únicas teorías es; que estaba loca y no le importa su vida o bien sabia de ante mano quien era él y simplemente quería dinero por haber salvado su vida. Pero algo dentro de él le decía que esa última opción era la menos acertada, ni siquiera le pregunto su número, nombre o dirección para poder exigirle su recompensa, nada tenía sentido para él y odiaba admitir que era gracias a esa chica de cabellos cafés.

Sin previo aviso la noche empezó a caer, y era tiempo de cambiarse para poder ir con sus amigos, no es que le gustaran las fiestas, es más siempre trataba de evitarlas, odiaba los lugares con mucha gente, pero era el cumpleaños de su amigo y no podía fallar.

¿Además que más podría pasar en esa noche?

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-Heeeey Todoroki-

El mitad albino mitad pelirrojo giro su cabeza para ver una mata verde, reconoció al instante a Midoriya y cuando se acercó más pudo ver a más de sus compañeros de clase.

-Heeeey Todoroki que bueno que viniste- Iida se paró y le dio un breve abrazo.

-Es el cumpleaños de Modiriya, no podía faltar- dijo mientras se sentaba

Shouto se sentó alado de Bakugo, quien claramente puso cara de asco al verlo a su lado, pero el mitad pelirrojo lo ignoro olímpicamente centrándose en la bebida que le sirvió Kirishima, quien alegremente lo saludaba.

-Atento Todoroki, que he visto a unas meseras buenísimas en este lugar- le dijo otro chico de nombre Mineta, con los ojos de estrella

-Hmmm- definitivamente sería una noche larga para él y su paciencia.

Paso un rato y Shouto no estaba del todo cómodo, evitando arruinar las actividades de sus compañeros se excusó diciendo que iría a la barra por otra bebida. No fue hasta que estuvo cerca de la barra que se dio cuenta de un pequeño detalle.

Ahí con botellas en mano mientras vertía sus contenidos en vasos diferentes y hacia diferentes preparados, se encontraba ella. La misma chica que le había salvado en la mañana, claro que era ella, reconocía su cabello, su cara sonrojada y sus ojos cafés.

-Hey Uravity ya tienes mis pedidos- un chico de cabello negro llego con una charola para ponerla enfrente de la chica.

-Claro que si Sato- le lleno casi toda la charola de muchas bebidas –si necesitas algo más llámame- le sonrió amigablemente.

-¡Gracias!- sonrió a su compañera, miro por un momento al Shouto y se volteo a la chica -oye atiende a ese chico de cabello raro, no te ha apartado la vista en un buen rato- le dijo con burla y picarda su compañero de trabajo.

-Hmmmm- la castaña se volteo para mirar por un momento a ese chico de cabellera peculiar –ya voy-

Cuando Shouto pudo ver aún mejor a esa chica, parpadeo un par de veces, estaba 99% seguro que era ella, pero… ¿qué carajos en ese antro? ¿Realmente lo estaba acosando? Cuando menos se dio cuenta la chica se dirigía hacia él y fue ahí que se dio cuenta que ella no traía el mismo atuendo de esa mañana. Su vestimenta cambiaba a una camisa de manga corta blanca, la cual tenía letras en la parte del pecho con el nombre del antro y estaba arremangada para que le llegara arriba del ombligo además de unos pantalones negros.

-Hola que te sirvo- le pregunto con una sonrisa amable.

Y esto damas y caballeros fue lo que por fin hizo que Shouto mirara aquella chica con gran sorpresa y escepticismo ¿realmente no lo reconocía?

-Ehh disculpa- la castalla trato de llamar su atención -¿quieres algo?- Ochako miraba aquel extraño cliente con cierta rareza, el chico era raro…

Cuando Shouto recobro la compostura nada más le quedaba voltear a otro lado y asentir mientras pedía una bebida al azar.

-Disculpa no nos conocemos- se aventuró a preguntas el mitad pelirrojo, se negaba a creer que ella no lo reconocía.

-Hmmm- La castaña lo miro directamente por unos segundos, para luego seguir con su deber –disculpe señor veo a muchas personas en el trabajo así que no recuerdo- la sonrisa de pena era genuina- aquí tiene- le entrego su pedido.

-¡Señor!- pensó horrorizado Todoroki -Oy…-

-Uravity te necesito aquí-

-Lo siento el trabajo llama- fue lo último que dijo antes de despedirse e ir con su compañero de trabajo.

Shouto estaba en shock, fue a la mesa de sus amigos pero su mente se encontraba muy lejos de ahí. ¿Cómo esa chica no lo recordaba? es que acaso salvaba a mucha gente y por eso era fácil de olvidar… no claro que no podía ser esa opción, él es Shouto Todoroki, su padre era un exitoso hombre de negocios muchas personas saben de él, y no es por vanidad realmente él odiaba que tantas personas lo conocieran, pero precisamente esa chica no podía no reconocerlo, iba contra toda lógica (según él).

Comprendía el comportamiento humano, las acciones que hacia las personas a su alrededor le quedaban claras, a pesar de no ser un hombre con mucha expresividad, más bien era frío y torpe, captaba el entorno social así como los sentimiento de terceros hacia él, en su mayoría, y gracias a eso actuaba conforme a la situación. Pero aquella castaña era, al parecer, la única persona que no podía entender; le salva la vida, lo regaña, se va corriendo, la encuentra en el antro y no lo reconoce… ¿qué clase de juego es ese?

Y así pasaron las horas el chico pretendía poner atención a la plática de sus compañeros, pero en realidad miraba a la barra cada vez que podía, vio como poco a poco su grupo de amigos se iba yendo pero no fue hasta que era hora de cerrar donde se puso en marcha.

-Bueno Iida te quedaras a dormir en mi casa, no puedes llegar en ese estado a tu casa- Midoriya "ayudaba" a su amigo a caminar debido al estado etílico en que se encontraba.

eres bue.n Midoriya- decía el chico de lentes

-Si, si, si cuatro ojos camina de una vez- le decía Bakugo al peliazul con ojos matadores.

Entre Bakugo y Todoroki ayudaron a Iida a subir al auto del primero, Midoriya no estaba en el mismo estado que el peliazul pero poco le faltaba, después de todo era su cumpleaños.

-Vayan con cuidado- fue lo único que dijo Todoroki al ver partir a ese trió.

Él chico se encamino al lugar donde dejo su coche, pero algo llamo su atención lo cual hizo que se detuviera casi de golpe. Una chica saliendo muy tranquilamente pero no cualquier chica, era esa chica. Era tanta su distracción que no vio a los sujetos que estaban enfrente a él.

-Hey mocoso- su atención rápidamente se fue al sujeto que le llamo –danos tu dinero y te prometemos que saldrás levemente intacto-

-Genial lo que me faltaba- dio un suspiro largo y justo iba a dar un primer movimiento algo se interpuso.

-Ya les dije que aquí no vamos a tolerar estas cosas- Ochako estaba sujetando al tipo con una llave que lo dejaba sin aire.

Los otros dos sujetos que estaban ahí se abalanzaron sobre la chica, pero ella simplemente los sujeto de un modo que con su mismo peso los llevo directamente al piso, los hombres adoloridos se pararon y empezaron a correr./p

¿Estas bien?- la chica se volteo para ver al sujeto a quien iban a asaltar esos sujetos, pero se percató que aquel chico la veía como en un estado de Shock –oye no estas ebrio ¿o sí?- le pregunto algo preocupada.

A Shouto alguien le debía estar jugando una maldita broma –estoy bien y no, no estoy ebrio- recuperando su semblante serio miro a la chica que tenía enfrente con cierta mirada escéptica.

-Qué bueno- sonrió levemente –debes de tener más… ERES EL CHICO DE ESTA MAÑANA- dijo ella apuntándolo con el dedo sorprendida, pudo recordarlo por sus ojos y esa curiosa cicatriz en su ojo izquierdo –primero el auto ahora estos ladrones, enserio debes de tener mucho cuidado- la chica se cruzó de brazos.

-La que debería de tener más cuidado eres tu- su vista se desvió al chorro de sangre que salía de la cabeza de la castaña.

-Ehhhh de nuevo- dijo más para sí misma, saco un pañuelo de su mochila para empezar a limpiar la sangre –rayos no deja de sangrar…- de repente se sentía muy mareada.

-Has tenido esa herida todo el día y no has ido a un doctor- por el tono serio usado definitivamente estaba regañando a la chica, la tomo por la muñeca y la jalo a su auto que no estaba lejos.

-Solo es una herida escandalosa- fue lo último que dijo antes de sostenerse para no marearse o quedarse dormida.

Shouto condujo hacia el hospital más cercano ayudo a la chica a bajarse, la cual estaba muy sumisa y no decía casi nada, esperaron un momento a que los atendieran cuando una enfermera los guió por los pasillos a un consultorio, y a los pocos minutos llego un doctor con una sonrisa en el rostro.

-Ahhhh la juventud de hoy en día- dijo con unos ojos soñadores y una sonrisa al ver a los dos jóvenes –dime niña vienes a hacerte estudios de embarazo o vienes a un chequeo-

Ambos jóvenes se sorprendieron y rápidamente Ochako negó con todas sus fuerzas las palabras dichas por el médico, explicando su situación.

-Que mal me hubiera encantado ver un hijo suyo- dijo mirando detenidamente a al chico y después a la castaña –en fin vamos a ver que tenemos por aquí-

Shouto dejo un poco a Ochako con el Doctor y fue a para consultar el pago de los servicios médicos, cuando volvió a regresar miro como el doctor estaba inyectando algo a la chica.

-Tu herida solo es escandalosa señorita, déjate este vendaje toda la noche trata de no quitártelo y en la mañana con suerte se formara una costra, no es nada grave así que no te preocupes, aunque por otro lado es un chequeo rápido el que hice pero presentas leves síntomas de anemia, aliméntate adecuadamente, sé que los jóvenes viven corriendo pero no puedes descuidarte de esa manera- el hombre escribía una receta para Ochako mientras le daba indicaciones.

-Gracias Doctor Shinoda- dijo ella con la cara un poco roja de vergüenza, además de todo estaba agotada por todo su día, pero debía mantenerse despierta, bostezó.

-La inyección que te puse te hará descansar sin dolor de cabeza toda la noche y creo que empezó a surtir efectos ya- dijo al ver como Ochako cada vez cerraba sus ojos.

Shouto estuvo atento a todo lo que decían, recibió la receta de la chica y fue a la farmacia por los medicamentos recetados, después recibió a la chica y salieron del hospital. Cuando justo iba a preguntar su dirección vio que la chica estaba completamente dormida, la llamo, movió y no despertaba.

Suspiro con resignación, ella tenía esa herida gracia a él debía ser considerado, además eran las 4 de la mañana y él estaba agotado, no quedó más remedio que llevarla a su casa, cuando llegaron la cargo y la acomodo en una habitación, por suerte su cuarto era el más apartado y nadie, salvo su hermana mayor estaba. Solo dejo una nota para que al momento que esa chica loca despertara no entrara en pánico y se fue a dormir.

Esperando a que en la mañana no hubiera algún percance con aquella desconocida, por lo menos se ahorró la molestia de más sorpresas inesperadas y podría hablar de lo que la chica quería a cambio de salvarle la vida, al menos algo bueno, además de ver a sus amigos, debía de pasarle y dejar que esa chica desapareciera de su mente.

Ohhh pero que equivocado estaba…

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