Un diez especial
Hoy 10 de febrero es el cumpleaños de Ren Tsuruga como todo el mundo lo conoce. Sólo un grupo muy reducido conoce su verdadero nombre: Kuon Kizuri.
Ren llegó a LME como todos los días a trabajar. Desde la recepción hasta llegar al despacho de Lory fue un camino lleno de felicitaciones, las cuales Ren siempre correspondía con un gracias y una de sus sonrisas de cortesía. A él no le interesaban esas felicitaciones y solamente deseaba que lo felicitara su actual prometida: Kyoko Mogami.
Cuando llegó a la oficina se encontró con su jefe, sus padres, su manager y su prometida. Al ver tanta gente no le dio buena espina. Por otra parte, todos los presentes voltearon la cara cuando vieron que la puerta de la oficina se abrió y entró el personaje del cual estaban hablando. Querían prepara una fiesta sorpresa a Ren.
Después del incidente de la mañana, que por poco la fiesta sorpresa de Ren quedará al descubierto, el día transcurrió sin grandes cambios. Cuando Ren llegó a su apartamento encontró a Kyoko muy callada, algo que no era muy normal. Esta le dijo que se tenía que tapar los ojos con un pañuelo y que confiara en ella. Así lo hizo. Kyoko lo estuvo guiando hasta un coche que circulo un buen rato. Al pararse, Kyoko le pidió que le diese su mano para poder guiarlo de nuevo. Cuando le quitó el pañuelo de los ojos se dio cuenta que estaba en la casa del presidente y estaban allí sus amigos más cercanos y sus familiares.
No sabía cómo su prometida había conseguido hacer que el presidente no invitara a media empresa, ya que él no tenía concepto de amigos más íntimos. La fiesta fue fantástica. Bailaron, comieron y cantaron toda la noche. Al llegar medianoche, Kyoko lo llevó algo retirado de la demás gente y le dio su regalo de cumpleaños: el colgante de las Reliquias de la Muerte que aparece en Harry Potter, un colgante que Ren quería pero que no tenía tiempo de comprárselo.
Ren miró a su prometida y a toda la gente que estaba en la habitación y pensó en lo afortunado que había sido por encontrar aquel ángel, recuperar a sus padres y ver a toda aquella gente que él quería y que lo querían.