Pues este fic estaba publicado en un foro, así que es probable que lo encuentren incompleto en otro lugar.

Como sea, voy muy lento con este y lo iré actualizando/corrigiendo cuando yo quiera (O sea, no es nada formal)

En cuanto a mis preferencias, el NaruSaku es mi Otp y en cuanto al ShikaIno, pues, sinceramente prefiero el ShikaTema, y es probable que Temari haga alguna aparición, pero no se preocupen, en este fic no habrán otras parejas principales además de esas.

Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto


Dos Chicas Problemáticas

Nunca es fácil mudarse a otra ciudad, y mucho menos para estas dos chicas tan problemáticas. Las dos jovenes completamente distintas y perdidas pasaran por momentos difíciles mientras arman su nueva vida en la ciudad. NaruSaku + ShikaIno – Drama/Comedia/Romance

PROLOGO:

¿Ya terminaste de empacar? – Le pregunté a Ino mientras me cepillaba un poco el cabello… mi extraño cabello rosado "que tanto adoro". Nótese el sarcasmo aquí -

¡Si, ya bajo! – Unos minutos después, Ino se encontraba a mi lado, empujándome para lograr verse en el espejo –

Muy bien… ¿Nos vamos? – pregunté mientras me levantaba del suelo y me soplaba un mechón de cabello de la cara, ya que Ino había terminado empujándome –

Sip – dijo ella con una sonrisa. Tomamos las cosas y luego pedimos un taxi –

¿A dónde señorita? – preguntó el hombre –

Al aeropuerto por favor… -

Dos semanas y medio después…

¡INO-PUERCA! ¡Te dije que ya había terminado de lavar! – dije observando una camisa arrugada y mojada de color rosa entre mis manos –

Yo no lo recuerdo… - me dijo ella desde la cocina –

¡No te hagas Ino, se que si! – dije mientras llevaba un cesto de ropa hacia donde ella se encontraba – ¡Además, te comiste todo su helado!

Bueno ya, tranquilízate frentona, no es para tanto… – me dijo ella, despreocupada –

¿¡Que no!? ¡Está a punto de llegar! – le grité mientras comenzaba a caminar de un lado a otro –

Ya cálmate… estas demasiado nerviosa por el primer día de trabajo, ahora, descansa un poco ¿Quieres? –

Pues… creo que tienes razón – dije tumbándome en una silla –

Observé por un momento la elegante silla de madera tallada en la que me encontraba y luego posé mis ojos en una mancha de… esmalte.

¡INOOO! – grité mientras me levantaba dando pasos fuertes –

¡AH, FRENTONA, FUE SIN QUERER! -

Capitulo 1

Ahí estaba el… frío, como siempre. Tan tentador. Lo miré y no pude resistirme más, instantáneamente lo ataqué con mi lengua y comencé a degustar cada parte de él, como si mi vida dependiera de ello. Era una delicia, simplemente sabía exquisito. Borré todo otro sabor de mi paladar para abrirle paso al suyo. Dulce pero frío. Una guerra comenzó en mi boca mientras él se derretía lentamente dentro de ella.

Que delicia…

De helado.

¿Verdad Ino? – dije mientras me lamía los labios para eliminar cualquier rastro de helado restante –

Sí… Te dije que no era para tanto… - me respondió ella demasiado concentrada en acabarse su cono de limón con fresas –

Aunque, ahora que lo pienso – dije yo mientras miraba a mí alrededor suspicazmente – Todo el mundo me está mirando, ¿Pasa algo? –

Bueno, dejando de lado el hecho de que comes como un monstruo… veo que no recuerdas que ropa traemos puesta… -

Bajé un poco mi mirada para darme cuenta que… ¿¡LLEVABA EL TRAJE DE SIRVIENTA!?

¿¡QUEE!? – grité mientras me tapaba un poco. Ese traje dejaba ver lo peor de mí. Luego, bajando un poco el tono de voz, me acerqué cuidadosamente a Ino - ¿¡Porque no me dijiste Ino-Cerda!? – le pregunté en un susurro –

Las dos llevábamos puestos los trajes de "maid" que utilizamos para trabajar. Si, somos sirvientas, ¿Algún problema? No es fácil mudarse a una ciudad y conseguir trabajo fácil para mantener un departamento para dos chicas de 18 años…

Pues, yo no me di cuenta hasta hace un rato pero mira todos los chicos que te miran Frentona… - me dijo ella, también susurrando –

Me di media vuelta y puedo jurar que todos, absolutamente TODOS los chicos en la heladería, (incluyendo el mesero y demás) me estaban observando fijamente con cara de idiotas. Mas bien, creo que, babeando sería la palabra indicada.

Ya he tenido suficiente, nos vamos de aquí Ino, siento que me están mirando el trasero – le susurré mientras me levantaba de la mesa con cuidado. Ino dejó un par de billetes sobre la mesa y comenzamos a caminar el trayecto hacia la puerta sin ningún problema, (sin mencionar las miradas de todos, claro) hasta que lo inevitable sucedió –

¡Oye tú! – Oí desde detrás del local una voz masculina - ¡Si, tu! ¡La del pelo rosado! – me di la vuelta para mirar al hombre, pero solo logre ver un montón de muchachos amontonados como hienas soltando pequeñas carcajadas - ¿¡Porque no me traes un café!? –

¡Sí! – Dijo otro hombre – A mí tráeme un par de servilletas, ¿Quieres? Ah, y no olvides decirme "Mi amo" – ese fue el colmo, todos los hombres se echaron a reír. Miré a Ino, ella tampoco sabía que hacer –

Oh, y, ¡La rubia! – dijo uno señalando a Ino –

¡Ah, sí! Ya entiendo, ¿no quieres que tu compañera sea el centro de atención? ¡No te preocupes, tú también puedes! Ahora tráeme un coctel… - ahora sí, ese hombre se había pasado de la raya. Nadie… repito, NADIE se mete con Ino más que yo –

Me acerqué a el que había dicho esto y lo miré fijo a los ojos. Poseía cabello blanco y unos ojos extrañamente lilas. El me miró y una sonrisa burlona se apareció en su rostro.

¿Qué pasa? ¿Decidiste atenderme tú? Como quieras… - el chico debía tener nuestra misma edad. Me encaró mientras todos los demás reían como locos. Entonces, puso una mano en mi cintura y eso desató toda mi furia. ¿¡Quien carajos se creía ese maldito!? Tomé su mano y la jale mientras pateaba sus bolsas de té inglesas dejándolo tendido en el suelo.

MARCADOR:

Sakura: 1

Chico extraño y pervertido: 0

Miré como los demás se acobardaban un poco luego de lo sucedido, así que decidí marcharme, pero cuando me di la vuelta, una mano tomó mi talón e hizo que cayera directo al suelo.

¿A dónde crees que vas? – dijo ahora más serio. Utilicé mis codos para arrastrarme hacia delante pero fue en vano ya que el chico tomó mi pierna y me jaló hacia atrás. Cuando estuve lo suficientemente cerca de él, me dio la vuelta dejándome boca arriba y de un rápido movimiento se subió encima de mi tomando mis muñecas contra el suelo dejándome completamente inmóvil - ¿Qué piensas hacer ahora, eh maid? –

Pues, observa, MI AMO – le dije provocativamente mientras lo empujaba con ayuda de mis piernas quitándomelo de encima fácilmente. Luego, me paré y lo pateé dejándolo ahora si, en el suelo –

Gracias a dios que las clases de karate habían sido útiles ya que me costaron mucho dinero… - pensé mientras me dirigía a donde Ino. La miré, se veía tan indefensa… por eso es mi trabajo cuidarla, ya que es mi amiga y la única que puede molestarla soy yo –

Vámonos Ino – le dije con una sonrisa. Se la notaba nerviosa. Tal vez por el reciente acto que había presenciado, el cual me involucraba a mí, a un desconocido, a un traje de maid y al suelo… sí, eso no sonaba muy prometedor –

Las dos salimos del local rápidamente y llamé a casi la única persona que conocíamos ahí. Kiba.

Lo conocimos en el aeropuerto cuando llegamos a Inglaterra… era un chico muy simpático y al poco tiempo nos hicimos amigos. Comenzamos a vernos seguido hasta que terminamos siendo muy unidos. El siempre nos ayudaba. Instantáneamente lo llamé para ver si podía pasarnos a buscar. No quería ser el blanco de los pervertidos otra vez, y si alguno de ellos tocaba a Ino, lo asesinaría.

Luego de un tiempo llegó, pero no estaba solo…


Continúa en el próximo capitulo,

espero que haya sido de su agrado.