Una herida en la mente y el corazón

Disclaimer: los personajes pertenecen a la brillante mente de J. K. Rowling. Las situaciones y diálogos, son parte de mi imaginación.

Aclaraciones:

La historia mantiene la magia.

Ya pasaron dos semanas desde la derrota de Lord Voldemort.

Fred no está muerto. Decidí mantenerlo vivo, para así no empeorar las cosas, que se verán en los siguientes capítulos.

Nos vemos!!!!

Cap. 1: La decisión.

Todo había acabado. Todo había cambiado. Y Ron estaba decidido. La luz que vino a despejar sus dudas se había presentado en el momento más inesperado y por lo mismo, dudaba mucho poder olvidarlo. Aquel beso que le había dado Hermione durante la gran batalla en Hogwarts contra Lord Voldemort, le había ordenado un tanto las ideas, sus sentimientos…sus reales sentimientos hacia Hermione. Y además, le dio el "valor" para poder decirle cara a cara (en algún momento), lo que sentía por ella.

Por otro lado, Hermione no podía más de felicidad. Una vez terminada la batalla, se había reunido con sus padres, les había devuelto sus recuerdos y les anunciaba que el mundo estaba en paz. Y esa felicidad solo podía completarse, con el recuerdo de un beso. Un beso con su hasta entonces "mejor amigo" Ron Weasley. Para ella aun era una sorpresa. Había tomado la iniciativa; ella lo había besado. No supo cómo ni de adonde pudo sacar el valor para hacer algo así, pero ya estaba hecho. Y claro está, no tenía ni una pizca de arrepentimiento. Además, Ron le había correspondido el beso. Para Hermione, era motivos más que suficientes para estar dichosa. Pero pasados ya unos días, las dudas comenzaron a ensombrecer aquella felicidad. Algo le preocupaba: aún no había tenido noticias de Ron…

Ron ya no podía conciliar el sueño. Pronto, su madre los llamaría a desayunar. Se movía de un lado para otro en su cama. No quería levantarse aún, pues podría despertar a Harry. Ron, luego de la batalla, había invitado a su mejor amigo a quedarse en La Madriguera el tiempo que quisiera, hasta que decidiera donde vivir. Estaba claro que no regresaría con los Dursley.

¿Qué te pasa?- pregunto Harry, aún con los ojos cerrados.

Nada, ¿por qué?- contesto Ron.

Porque no dejas de dar vueltas en la cama, y esa cama cruje como nunca. Además, no sentí tus ronquidos- dijo Harry, frotando sus manos sobre sus ojos. Se acomodó para sentarse en la cama que ocupaba.

Es solo que ya no tengo ganas de dormir- mintió Ron.

¿Seguro que es por eso?- pregunto Harry, con una pequeña sonrisa y los ojos ya fijos en el pelirrojo.

Claro, ¿por qué más?- volvió a mentir Ron.

Mmm, yo pensé que era por lo que le había pasado a Hermiones- dijo Harry, tratando de ponerse serio tras la mentira lanzada a su amigo.

¡¡¿Qué, qué?, ¿qué Hermione queee?!!- de un salto, Ron se levantó de su cama y se dirigió a la de Harry. Su corazón se aceleró al máximo, como nunca; su rostro se volvió pálido; su cabello nunca había resaltado tanto como en aquel momento.

Harry, sin poder aguantar más, largo una fuerte carcajada, que inmediatamente aplaco con sus manos, pues se percató que era muy temprano para tan fuerte ruido.

Que pena me da no haber tenido un espejo para que pudieras ver tu rostro- dijo Harry, luego de tranquilizarse.

Pero que…- dijo Ron, pero no acabó al darse cuenta de la trampa en la que había caído.- Eres un maldito…

No te enojes, si yo solo quiero saber qué te pasa para ayudarte- dijo Harry.

Suspirando, y volviendo el color natural a su rostro, Ron dijo:

Bueno, creo que es un poco obvio, ¿no?-

Mmm, parece. Es Hermione, ¿verdad?- pregunto Harry.

Si, se trata de ella- contestó Ron, acercando una silla junto a la cama de Harry y sentándose en ella.

Me lo imagine- dijo Harry- Y hasta me estaba pareciendo extraño que aún no la mencionaras considerando lo que pasó en Hogwarts.

Lo que sucede Harry, es que no se qué hacer- dijo Ron, con un tono de voz algo apesumbrado.

Y ¿por qué? ¿dudas? Creo que tanto para ti como para quien los vio, o sea, yo, hay cierta claridad en lo que pasó. Y obviamente está claro lo que Hermione siente por ti- dijo Harry.

Eso lo sé- dijo Ron, mientras se ponía de pie y comenzaba a pasearse por su habitación- Y también se que debo hablar con ella, pero no sé cómo, no sé si enviarle una carta, ir hasta su casa, invitarla a una cita. ¡Ah!, ya me duele la cabeza- dijo Ron, con las manos sobre su cabeza.

Haber, tranquilo, ya encontraremos una solución a tu "tortuoso" problema- dijo Harry, con una sonrisa burlona.

No te burles de mí, Harry- dijo Ron, volviendo a sentarse en la silla junto a la cama de Harry- Claro, para ti es fácil. Tu estas de lo mas bien con Ginny y no tienes estas preocupaciones.

Pero las tuve en su momento, pues hombre- dijo Harry- Tu mejor que nadie sabe que no me fue fácil estar con Ginny. No tenía la más mínima intención de hacerle daño y tuve que separarme de ella para protegerla de Voldemort. Fue muy difícil separarme de ella, no poder disfrutar de su compañía, de sus conversaciones, de sus be…-

Ya te entendí, no mas detalles por favor- lo interrumpió Ron, aclarando su garganta rápidamente.

Bueno, bueno. El asunto es que yo también me vi enfrentado a la incertidumbre si Ginny deseaba finalmente estar conmigo o no- dijo Harry, un poco colorado.

Pero no es lo mismo Harry. Ambos sabían lo que sentía el uno por el otro. Solo debían retomar lo que estaba pendiente. En cambio con Hermione, tengo que empezar de cero- dijo Ron- Y por si fuera poco, ya han pasado dos semanas desde lo que pasó en Hogwarts y no he tenido noticias de ella- esto último Ron lo dijo con cierto aire derrotista, que Harry pudo captar.

Pero Ron, no des todo por perdido antes de comenzar. De seguro Hermione debe estar reencontrándose con sus padres y querrá contarles los últimos acontecimientos del mundo mágico. Además, eres tú el que debe dar el siguiente paso- dijo animadamente Harry.

Si, tienes razón. No puedo pensar así. Solo debo planear algo para poder hablar con ella cuanto antes y…

¡¡ Ya se!!- lo interrumpió Harry, sorprendiendo a Ron.

¿Qué cosa?- pregunto Ron, intrigado.

¡Invítala a La Madriguera!- dijo Harry, emocionado.

¿Tú crees?- dijo Ron, algo indeciso.

Si claro, acá se sentirá más a gusto. Así no estará tan sola ni se pondrá nerviosa, creo. Bueno, hasta que en algún momento puedas hablar con ella. La idea es que tomes mas confianza- dijo finalmente Harry.

Mmm, no es mala idea- dijo Ron-. Luego de un momento de silencio continuo- Esta bien. Eso haré. Le enviare una lechuza con una nota invitándola a La Madriguera. Y más vale que me ayudes Harry- decidió finalmente Ron, poniéndose de pie y acomodando la silla en su lugar habitual.

Excelente- dijo Harry muy animado- Y será mejor que vallamos dejando la conversación para más tarde, porque en cualquier momento tú…- quedó interrumpido mientras se paraba de la cama.

¡Ron, Harry! ¡Levántense, que está servido el desayuno!- grito desde la cocina la Sra. Weasley.

Mmm, parece que sí. Además, ya me estaba dando hambre. Luego de tomar desayuno, le escribo a Hermione- dijo Ron, dirigiéndose a la puerta de su habitación, seguido de Harry.