¡Hola a todos!

La historia es bastante sencillita pero a mí me ha gustado. He intentado que Harry, Ron y Hermione fueran tan ellos como me fuera posible, ya me comentarán si me he acercado. Me gustaría hacer muchas viñetas de esta pareja así que dejo este One-shot a modo de prueba, no quiero lanzarme a ello si no gustan mis ideas =)

Muchas gracias de antemano y, aunque sé que es bastante evidente, no soy J.K y tantos los personajes como el escenario son enteritos de ella, yo solo los uso para intentar alargar Harry Potter tanto como me sea posible jeje. Y sin más... la historia.

Comida y elfos.

Se encogió un poco sobre sí. Tras las noches de guardia, los meses huyendo, la marcha de Ron, tras ver la muerte reflejada en los ojos de Bellatrix o el cuerpo inerte de Harry en los brazos del Hagrid, pensó que había gastado ya su cupo de miedo de por vida y, sin embargo, el silencio atronador que reinaba en la Madriguera conseguía ponerle los pelos de punta. La casa de los Weasley jamás había estado tan en calma, pensaba entristecida. Habían llegado el día anterior, en pequeños grupos. Ella junto con Harry, Percy y el señor Weasley habían sido los últimos. Cuando llegó a su habitación Ginny estaba acurrucada contra la pared y por temor a despertarla se había acostado en silencio.

Todavía seguía dormida cuando Hermione se levantó, todos lo estaban, por lo que no pudo evitar franquear la despensa de la Madriguera a la hora del almuerzo. Era extraño pasearse por aquella casa ajena totalmente desierta y no quería volver a la habitación por miedo a incomodar a Ginny, quien probablemente necesitase su propio espacio durante un tiempo. Así que, había acabado sentada en el sofá intentado leer un libro, probablemente de Percy aunque no podía estar segura porque no había conseguido pasar de la primera página, sin saber si realmente quería encontrase con alguno de los Weasley.

Sacó aquellos pensamientos de su cabeza con un aspaviento e intentó retomar la lectura. Sin embargo, el sonido de un par de pisadas la hizo perder otra vez el hilo. Dejó el libro a un lado y se puso en pie sin saber muy bien qué hacer. Reconocería el sonido de aquellas voces aún debajo del agua, mucho más cuando hablaban en susurros, al fin y al cabo se habían pasado la mitad de su amistad conversando de aquella manera.

- Her… Hermione hola. ¿Qué haces aquí sola? – Harry la miraba por encima de la montura de sus gafas mientras Ron terminaba de bajar las escaleras.

El último de los hermanos Weasley tenías los ojos enrojecidos y parecía más cansado de lo que lo había estado en toda su vida.

- Estaba leyendo.

- No sé por qué no me sorprende. ¿Te lo puede creer, Harry? Derrotamos al mago tenebroso más grande de todos los tiempos y Hermione lee como si no hubiese pasado nada– bromeó Ron mirando a su amigo.

Hermione se mordió la lengua para no escupirle que en realidad no había avanzado una sola página y que solo lo hacía para no sentirse incómoda en aquella casa tan vacía.

- Íbamos a la cocina a comer algo, ¿vienes? – comentó Harry al entender lo que estaba pasando por su cabeza. Él habría estado igual si al despertarse no hubiese encontrado a Ron mirando el techo de su cuarto desde hacía horas.

- Coge lo que quieras Harry. Creo que hay un trozo de tarta por alguna parte. Yo no tengo ganas de comer nada, esperaré a la cena – Ron y Hermione estaba sentados uno al lado del otro en la mesa de la cocina mientras Harry revisaba la despensa –. También va por ti, Hermione.

- Yo ya he comido – bajó la mirada, avergonzada, como si se hubiese saltado las normas no escritas de los huéspedes.

Ron le besó la mejilla.

- ¿Desde cuándo tienes tanta hambre? – Le sonrió a pocos centímetros de su cara.

- ¿Desde cuándo Ronal Weasley le dice que no a una comida? – le devolvió la sonrisa, que aumento aún más cuando él regañó la cara al escuchar su nombre completo.

- Ron, ¿crees que tu madre se enfadará si no vuelve a ver este pollo? – preguntó Harry desde algún lugar de la despensa.

El pelirrojo atrajo la silla de Hermione hacia sí.

- Harry por mucho que hagas no creo que consigas enfadar nunca a mi madre, aunque te comas la Madriguera entera – La risa del moreno se escuchó amortiguada por la distancia –. Me besaste – le dijo sin poder contener una sonrisa. Hermione giró la cabeza para que no pudiera ver como su cara se enrojecía – A mí, a Ron. No a Harry, ni a Vicky, bueno en realidad a Vicky sí que le besaste…

- No empieces, Ronald – tiró de la silla para volver a alejarse de él pero el pelirrojo tenía una de sus manos agarrando el respaldo y la otra encima de la mesa.

- Perdona, sólo quería asegurarme.

Hermione abrió los ojos tanto como pudo, indignada.

- ¿Qué te piensas que yo en plena guerra me voy besuqueando por ahí con todo el mundo?

- No, sólo si defienden los derechos de los elfos – bromeó.

- Creo que voy a dejar el pollo, tiene un olor un poco raro – oyeron decir a Harry.

- Tío ¿eres capaz de matar al Señor Tenebroso y no te comes un pollo justo de fecha? - le contestó Ron burlón mientras acercaba su cara a la de Hermione –. Entonces, si me uno al P.E.D.D.O tendré derecho a unos cuantos besos al mes, ¿no? – susurró ya con sus labios pegados.

- Por Merlín, otra vez no – el último miembro del trío había aparecido con un bocadillo en la mano.

- Harry, no maldigas – se giró Hermione.

- Tío, creo que vas a tener que acostumbrarte, ahora soy del P.E.D.D.O.

- ¿No era Krum miembro también? – se reía Harry ante la mirada asesina de su amigo.

- Víctor nunca llegó a formar parte – Hermione se acercó para que solo Ron pudiera oírlo – me encantaría… que fueras miembro del P.E.D.D.O, claro.

- Yo también estoy a favor del derecho de los elfos – dijo Harry sentándose con ellos.

- ¿Tú no te ibas a comer el pollo? – se rió Ron enderezándose en su silla.

Me encantaría que me dejaras un review si te apetece (seguro que me ayudará a mejorar) y sino muchas gracias por haber llegado hasta el final, espero que te haya gustado =D. Saludos a todos.

VerO nikida