Notas de autor: Puej una petición cliché, tomada por otra amante de los clichés. Y luego que me entró mi etapa de: ¡Yo digo R, tú dices BD! ¡RBD! ¡RBD! Yep, para empezar, no sé cuántos capítulos tendrá. Me pueden salir mil si quieren o 5. Pero aquí estoy yo. Sacando pendientes. xDDD Advierto que será un sube y baja de canciones de Muse, el título y de RBD los capítulos *corazones*
Fairy Tail no me pertenece.
Advertencia: Fic con contenido delicado y hasta ofensivo para personas susceptibles a los clichés. Stalkeen y lean bajo su responsabilidad.
#MisiónPor100AñosDeClichéGruvia
Starlight
Capítulo I: Inalcanzable
Inalcanzable como estrella tan distante, un amor casi imposible. Invisible como el aire.
"—Lo siento Juvia, pero no puedo estar contigo."
Él le dijo.
Gray-sama, por fin le había dado una respuesta a sus sentimientos. Una respuesta que fue una total negativa. Y ¿qué hizo ella?, Aguantar sus lágrimas y asentir, nunca le había dolido tanto fingir una sonrisa, nunca había costado tanto mover su cabeza de arriba hacia abajo para confirmar que entendía de sus razones.
No mentía al decir que lo comprendía. Mentía al comentar que estaba bien, que ella iba a estar bien.
Ella quería aparentar estar bien frente a su gélida pero turbia mirada, que especialmente esa noche, bajo la luz de la luna, lucía revuelta. Y la mataba el hecho de pensar que la razón era pena. Pena que sentía por y con ella al rechazarla. Nada calaba más en su herido corazón que pensara en ella con un: «Pobre Juvia».
«Pobre Juvia, la estoy rechazando después de tanto tiempo», «pobre Juvia, yo tuve la culpa de que te ilusionaras».
La única que debía sentir vergüenza ahí, entre los dos, era ella. ¿Quién más? Ella se enamoró, ella se ilusionó, ella se formó expectativas. Y él lo único que había hecho fue ser sincero con ella, decirle no y darle una convincente explicación. De eso él no tenía por qué apenarse y menos compadecerla.
En su mente, solo ella podía sentirse avergonzada de su sentir. Su corazón y su resentida mente le decían que ella se lo había ganado por haber sido tan terca e insistente. Ella terminó por pudrirlo, por aferrarse.
Se sentía herida, claro que sí, por amarlo con tanta fuerza y descubrir que los sueños construidos con él jamás se harían realidad. Los cuentos de hadas no existían. Las historias de amor no siempre tenían un final feliz. Amar no necesariamente significaba ser correspondido. No se vivía de ilusiones, de deseos de besarlo y que la besara, de abrazarlo y que le correspondiera…
El amor no mataba y tampoco lo hacía el desamor. Los dos la podían agarrar y exprimir, dejar casi al borde de la muerte, pero nunca le darían el golpe final. Y precisamente por eso, porque seguía viva, sus afectos se volvían memorables y lo entendía. Entendía la razón de por qué no la aceptaba y de por qué no podían estar juntos.
Una de las formas más pura del amor, era el hecho de aceptar las decisiones del otro. No importaba que ella quedara fuera, que se la llevara la corriente y que su luz se apagara. Ella lo aceptaba porque lo amaba y le deseaba lo mejor, que amar era como una bala que rozaba el cerebro y una puñalada que se clavaba en el corazón.
Su amor no podía ser correspondido y pese al rechazo, ese amor seguiría latente en su corazón, se mantenía moribunda, pero viva al final de cuentas por Gray.
Por él, tenía que hacerse a la idea: cuidarlo de lejos y amarlo de lejos. Dolía como miles de agujas clavadas en su cuerpo. No obstante, aguantaba, por él. Él y siempre él, ya que sabía que nunca se lo iba a poder sacar del corazón y que calaría más quitárselo de su alma y su piel que mantenerlo ahí y ella alejarse.
Juvia lo intentó todo para que se fijara en ella, hasta pudo morir por él. Pero eso, era así. A veces, el amor, simplemente estaba de un solo lado y ella no había nacido para ello.
Sin embargo, aunque no pudiese alcanzarlo… su corazón seguiría perteneciéndole «El amor no mata. El desamor tampoco».
Se resignaba a una vida sin él. Respetaba su decisión, aunque en algún momento su herido corazón le hacía pensar en que era ella la que había fallado. Que sus esfuerzos fueron los mismos que provocaron su rechazo. Juvia pensó en que había hecho algo malo, algún gesto o algún comentario, y se echó la culpa de su condición y por eso se avergonzaba.
Después comprendió que si lo amaba, tenía que renunciar a él aunque sus sentimientos la comenzaran a ahogar.
Esa noche sostuvo el contacto visual. Disimuló el dolor. Contuvo a las nubes grises que amenazaban por cubrir el cielo y descubrirla. Se tragó sus lágrimas. Acalló el sonido de su corazón que se caía en miles de fragmentos y todo lo hizo por él.
Se quedó parada frente a él, le retuvo la mirada y se admiró por ser tan fuerte —pero no fue por ella, fue por él.
Dijo entender y juró estar bien (obvio era mentira. Y mentía por él y su amor). Ella lo seguía queriendo y si él no quería o podía estar con ella, lo acataba casi a la perfección.
Mas nadie le dijo nunca lo difícil que iba a ser, lo mucho que iba a doler, que iba a doler más, que iba a ser peor después porque seguía amándolo con cada partícula de su ser.
Porque dolía encontrárselo todos los días en el gremio para descubrir que estaban tan distantes y cerca —sus sentimientos revolotearían siempre.
En el incómodo silencio en que estaban envueltos, lo supo: fue ella quien perdió, sus intentos no dieron frutos y lo aceptaba. Gray era su estrella distante e inalcanzable. Y seguir amándolo quizás no era la mejor decisión, pero no tenía alternativa.
Fin.
No tengo comentarios. D: Total, solo lo va a leer light xDDD que a fuerzas tiene que decir que le gustó.
