"¿Qué hay de ti, Kido?" La chillona voz de Momo le taladró los oídos.
La aludida se volteó a mirarla, sin entender. Dedujo que había estado hablándole desde hace ya un rato, y como era evidente, no había prestando la más mínima atención. Echó la cabeza a un lado, como esperando a que continuara. Momo pronto se dio cuenta de ello e hizo un puchero, pero no se negó en repetir. "¿Que hay de ti?"
"¿...Sobre?"
Kido la observaba con poco interés, pero al menos por educación intentaba disimularlo. Momo sonrió.
"¿Te gusta alguien?"
" … "
La pregunta la dejó petrificada. ¿De dónde demonios la niña había sacado eso? Y más importante, ¿por qué ahora le miraba de esa forma?
"¡Lo sabía!"
Se veía satisfecha.
"¿Qué...?"
A la idol se le colorearon las mejillas, y si fuera posible, diría que sus pupilas se tornaron un par de estrellas parpadeantes. La rubia rebozaba emoción. "¡Lo sabía, a Kido le gusta alguien!"
Eso descolocó por completo a la aludida, ¿si quiera le había dado tiempo de responder?
Su incomodidad aumentó cuando el pequeñito y torpe ser que era Mary se unió a la conversación, asomando su cabeza desde la espalda del sofá. "¡¿En serio?!"
"¿De qué hablan? No he dicho nada aún." Y ahí estaba, la voz grave (y para cierto rubio, sexy) que utilizaba cuando comenzaba a enojarse. Arqueó su única ceja visible, y antes de continuar, el chillido de Momo le asustó. Por un momento creyó que la había echo llorar, pero por el contrario se le veía más feliz que de costumbre.
"¿Eras tan tímida? ¡Ahh!" si no fuera por que su cara le daba empleo, le habría estampado el puño justo sobre esa naricita perfecta. Kido gruñó.
Posó una mano por sobre su capucha y suspiró. No había previsto que el quedarse sola con esas dos niñas, implicaba tener que soportar sus incoherencias.
Decidió ignorarlas y para antes de que se diera cuenta, nuevamente se perdió en sus pensamientos.
¿Que fue eso de hasta hace unos minutos? Su pulso se había vuelto loco ante una pregunta tonta y simple de responder. O era "sí" o era "no", pero entonces, ¿cual era la suya?
[Hahaha, ¡amargada!]
"Tch..."
¿A que vino esa imagen mental? Kano aparecía cuando menos lo quería, y eso definitivamente era una mala señal. No es que lo estuviera considerando, ¿o sí? El idiota de Kano... no podía pasar de eso, de un idiota.
Y ella no se fija en idiotas.
[¡Que cruel eres, Kido!]
"El cruel eres tú..."
Abrió los ojos y se dio un susto de muerte al ver a las dos pequeñajas prácticamente sobre ella. ¿Que acaso tenía alguna mierda interesante en el rostro?
Tomó ambas por la cabeza y las apartó del camino. Mary lloriqueó y se entretuvo arreglando el lazo de su cabello, mientras que Momo no podía apartar la mirada de Kido.
"No me gusta Kano, no insistas" la amenazó cuando perdió la paciencia. Pero no tardó en darse cuenta de su error.
Momo se cubrió la boca,
Mary soltó el lazo,
Y...
… Kido deseó no haber abierto la boca.
"¡LO SABÍA!"
Lo siguiente que Momo pudo decir fue algo semejante a: "sdjkhfdk" ya que Kido se le tiró encima y comenzó a decirle mil y un amenazas para que callara y no le saltara encima al rubio con la noticia cuando llegara.
Si Kano llegaba a enterarse, … lo mataba.
Y sí, a él.
Continuará...
Mentira(?), ahí queda. Bien corto c:
