¿Cuánto tiempo debía pasar para conocer mi verdadero pasado, aceptar mi presente y afrontar el futuro?

Durante los diecisiete largos y aburridos años de mi vida, habían pasado cosas a la mar de raras. Mi búsqueda por encontrar respuestas al misterio de ser yo había empezado a los diez años, cuando una extraña visita a la casa alteró los nervios de mi madre, entonces yo no comprendía la situación, pero mi curiosidad no tenia limites y decidí prestar atención a los sucesos que marcaron los siete siguientes años de mi existencia.
Cuando cumplí doce una extraña marca en forma de llama de fuego apareció en mi muñeca derecha, me quemaba la mano en infinitas ocasiones, pero cuando llegaba al doctor no había ninguna marca de la mas leve quemadura.

A los quince años mi cabello adquirió un tono rojizo mucho mas marcado que mi usual cabello anaranjado y mis ojos se volvieron más azules de lo común.
Según la Wikipedia estos cambios se deben al usual cambio normal que presentan los jóvenes en el paso de la pubertad a la adolescencia, pero mi hermano dice que eso se debe a nuestros genes, que estamos destinados a tener cambios radicales. Esto lo dice siempre y cuando mi madre no este escuchando, porque si no, le mete un cocacho que lo deja casi inconsciente. De eso no se habla en la casa, dice ella.

Mi nombre es Kianice Brandt, y desde hace un tiempo me he dado cuenta de que por aquí las cosas no marchan muy bien. El tiempo marca su paso y con el yo voy descubriendo cosas nuevas.

El punto es que ahora a los diecisiete años ya no soy la misma, me siento diferente, mi cuerpo pide cambios, pero en mi vida no los hay. Mi madre esta rara, mi hermano se ha escapado y es hora de que yo encuentre al solución para descubrir qué es lo que no me dejan vivir una vida de adolescente normal, no quiero evitarlo pero por lo menos saber qué es.