Disclaimer: los personajes aquí mencionados no son de mi propiedad, todos son obra de Akira Toriyama.
Hace mucho tiempo que tenía en mente esta historia y al fin me anime a compartirla con ustedes, espero que les agrade y cualquier cosa por favor que me la den a conocer para así saber si continuar, ya conocen los derechos de autor todos los participantes mencionados acá no son de mi autoridad.
Es increíble lo rápido que se nos pasa el tiempo, recuerdo que cuando era una niña los años se me hacían eternos, esperaba con ansias mi cumpleaños o la fecha de navidad. Pero ahora en cambio todo es distinto, supongo que debe ser algo que sucede a medida que vamos creciendo… o envejeciendo.
Aproximadamente siete meses han pasado desde todo lo relacionado a Majin Buu, la gente esta como si nada hubiese ocurrido gracias al deseo de las esferas del dragón, si supieran todo lo que ocurrió…
Desde aquel entonces se podría decir que todas las cosas volvieron hacer normales a excepción de que ya sabía que mi padre era un completo farsante, es que acaso ¿Cómo pude creer de que él fuera capaz de acabar con ese terrible monstruo de Cell? Que ilusa fui, lo segundo fue descubrir el maravilloso mundo que rodea a Gohan, a veces me pongo a pensar en todo lo ocurrido y es increíble como puede existir todo eso, es algo que aún me cuesta asimilar pero que sin embargo el haber estado presente ante todo eso me hace estar al tanto de que si ocurrió y no estoy perdiendo la cordura.
¡Pero que hora es! Me meto un rato a la laptop y al rato veo que ya ha pasado una hora y algo, con eso confirmo lo antes dicho de que el tiempo se nos pasa volando.
Videl cerró su laptop tomo un gran suspiro y una vez que lo dejo a un lado de su cama se levanto de esta para estirarse.
– Ahora debo ir a comprar, ¿qué era?… ¡ah si! Unos materiales para el trabajo de mañana, mejor me apresuro antes de que se haga tarde y cierren.
Sin más rodeos abrió su armario, se puso un poleron estilo americano, tomo sus llaves y salió de la Mansión Satan rumbo al centro comercial.
– ¿Qué es lo que debía comprar? –pensó esta sin detener el paso por las veredas y posando su dedo índice en su cara– los materiales que pidieron para la clase de historia y algo más se que olvido algo... –esta paro en seco y fijo su vista en los arbustos que tenía a su izquierda– Gohan, que…
– ¿Gohan? ¿Por qué me dice así señorita Videl? –dijo un burlesco chico saliendo tras los arbustos con su característico disfraz del Gran Saiyaman.
La chica no pudo evitar reír.
– Bueno y ¿tú que haces acá? ¿No deberías estar en la montaña Paoz?
– ¿Nunca le enseñaron que no se contesta con una pregunta? Que mal educada es usted.
– ¡Ya basta Gohan! Ahora dime que hacías.
– Que impaciente –este rió al ver que el rostro de la chica se mostraba enojado– bueno este… –rasco su cabeza– andaba haciendo una ronda tu sabes los malhechores y eso.
– No mientas.
– Es imposible contigo –suspiró– esta bien, es que mañana es el cumpleaños de Ireza tu sabes todo lo que a insistido en que mañana le llevemos un regalo, y bueno… –dijo este rascando nuevamente su cabeza– no se que comprarle.
Eso era lo que faltaba, claro el regalo de Ireza como lo pude olvidar, estuvo aproximadamente un mes recordándonos que se acercaba su cumpleaños.
– Y entonces por eso viniste para que te ayudara ¿verdad?
– Si –sonrió de oreja a oreja– es que yo no se que le pueda gustar, además eres su amiga desde hace mucho tiempo tu sabes de sus gustos y esas cosas, las mujeres son complicadas.
– Bueno… entonces vamos, de hecho iba al centro comercial.
– Si sé –la chica lo miro extrañada– bueno no, lo saque por conclusión –si que estaba incomodo– es que estaba llegando a tu casa y te vi salir, entonces te seguí.
– Ah, pero… ¿Piensas ir vestido así de Gran Saiyaman?
– ¡Oh es verdad! Casi lo olvido –rió nerviosamente luego toco un botón de su reloj– listo.
Ya estaba anocheciendo, la tarde no estaba helada pero si corría algo de viento fresco de vez en cuando, algo que no resultaba molesto por supuesto.
– Dime Gohan ¿como están todos en tu casa? Suena tonto que lo pregunte ahora si nos vemos todos los días –ríe– pero tú sabes, se hace un tanto imposible hablar cuando están Ireza y Sharpner.
– Si es verdad, y las pocas veces que estamos solos es cuando luchamos disfrazados de Gran Saiyaman ocasión que no es precisamente un buen momento para hablar.
– Si… pero no me respondiste.
– Ah verdad –ríe y coloca su mano tras la nuca– bueno están todos bien, Goten esta siempre preguntándome el como estas y que cuando vas a ir a visitarnos, mamá también y papá bueno es poco lo que lo veo siempre esta entrenando, casi siempre lo veo por las tardes a la hora de la cena, pero estoy seguro que también estaría encantado de verte.
– Vaya… ¿y porque nunca me lo habías dicho? Yo feliz iría a visitarlos.
– ¿De verdad? –dijo este ensanchando una sonrisa– es que tu misma lo dijiste, no habíamos tenido la ocasión para conversar entonces como te lo iba a decir.
– Vaya si que Gohan es bobo, que le costaba decirme –pensó– entonces cuando tu quieras iré, solo me dices el día eso si me tienes que avisar para poder llevar algo, un pastel cualquier cosa no pienso llegar con las manos vacías lo prometo.
– No tienes porque molestarte Videl.
– Déjame yo quiero –dijo esta mirando hacia otro lado– además le prometí hace mucho a Goten que iríamos a comer pastel, debo compensarlo de alguna forma.
– Bueno, si insistes podrías ir el viernes de seguro se pondrán muy contentos cuando les cuente.
Videl esbozó una gran sonrisa, le agrada la idea de ver a la familia de Gohan no era por nada pero ya habían pasado meses desde que no los veía ni sabia nada de ellos, de seguro se pondría al tanto de todas las cosas que han sucedido en todo este tiempo.
– ¿Bueno y que te parece un perfume? ¿Le gustara? –preguntó Gohan pegado al vidrio de la vitrina sobre sus dos manos, situación que le causo gracia a la chica, era un típica actitud que hace un niño.
– No Gohan pésima idea –este dejo de fijar la vista en los perfumes para observarla a ella– es que un perfume es algo un tanto personal, no sé, es algo que cada uno tiene que elegir, no puede llegar cualquiera diciendo "toma te doy un perfume" –dijo esto ultimo cambiando su voz a un tono burlón– además ella tiene muchos.
– Bueno y entonces, uhm…. ¡Ya se! ¿Chocolates? Eso nunca falla –dijo este orgulloso de tal ocurrencia– de seguro es una buena idea.
– No no no no –a Gohan se le desvaneció la sonrisa– es un mal regalo, piensa chocolates es como lo típico, tiene que ser un regalo que se note que hubo preocupación y dedicación, sería un tanto decepcionante si me dieran chocolates.
Gohan no supo que decir, en el fondo le encontró toda la razón.
– Además tienes que pensar que Ireza es una chica que se preocupa mucho de su físico, siempre esta a dieta, ¿que pasaría si le das chocolates? Pensaría que la quieres hacer engordar y eso no te lo perdonaría.
Este comenzó a reír al imaginar una caricatura de Ireza acabada de comer los chocolates y corriendo tras el por hacerla ver como una vola de grasa.
– No sé lo que te estés imaginando pero debe ser algo graciosísimo.
– Ni te imaginas –dijo este riendo a carcajadas– pero… –volviendo a la normalidad– ¿Qué compraremos entonces?
– Tranquilo no desesperes ya encontraremos algo.
Ambos comenzaron a dar vueltas por el centro comercial, posándose en las vitrinas en busca de un buen regalo, sin lugar a dudas la tarde era muy agradable, la música ambiental era buenísima y que importaba si había mucha gente, estaban pasándolo de maravilla, de vez en cuando Videl tenía que tironear a Gohan para hacerlo avanzar cuando este perdía la fe en cuanto a encontrar un buen regalo.
Frases como:
– ¡Vamos Gohan avanza! – tirándolo de un brazo.
– ¿Que dices rendirte? –Mirándolo fijamente con sus dos manos en los hombros de este– ¿tú el que destruyo a Cell y luchó contra a Majin Buu? me decepcionas…
– ¡Vamos cambia esa cara solo era una broma!
La chica la estaba pasando bien, disfrutaba molestar a Gohan.
– ¡Ay! estoy muy cansada –pego un suspiro– ¿tomemos asiento? un rato por favor. –dijo esta haciendo cara de perrito triste.
– Solo un rato –dijo mirándola de reojo un tanto burlón.
– Que me miras así –dijo sentándose– ya te pedí disculpas.
– ¿Quien te esta mirando? –dijo el chico sentándose a su lado y mirando en otra dirección en son de desprecio– tu tranquila el que ríe último ríe mejor.
– No pensé que fueras tan vengativo –dijo una divertida Videl.
– Aun desconoces muchas cosas de mi Videl, cosas que no te gustaría saber.
– ¡Ya basta Gohan! –dijo la chica riendo a lo que se le unió el chico– sabes –dijo esta volviendo a la normalidad– es extraño, pero es la primera vez que la paso tan bien junto a ti y no me refiero a que en las otras ocasiones no, es solo que en las anteriores las instancias que nos unían eran diferentes, no se si me explico.
– Te entiendo perfectamente.
– ¡Ya se! –dijo parándose del asiento– ven sígueme.
Este la siguió no tenia idea de que era lo que se le había ocurrido pero deseaba que fuera una buena idea, ya se estaba haciendo tarde y si no encontraba un regalo para mañana tendría que pensar toda la noche en una buena excusa para decirle a Ireza el porque no le llevo su regalo.
– ¡Entra!
Se había quedado pensando y no se percato de que ya habían llegado al lugar.
– Grandísimo idiota – pensó.
– Gohan da gracias a Kami por encontrar esta tienda, estoy segura que las cosas que compremos aquí ¡le encantaran!
– ¿De verdad? ¿Y que compraras?
– Mira tu compra esas gafas, se que le van a gustar mucho.
– Me parece, se le van a ver muy bien –dijo conforme, además el precio estaba al alcance de su bolsillo– ¿Qué vas a comprar tu?
– Yo compraré esos pendientes más el accesorio vintage para el cabello, son muy para ella.
– Muy buena elección.
Ambos pagaron y una vez que les envolvieran los objetos salieron del centro rumbo a la Mansión Satan.
No estaban muy apresurados, la noche estaba agradable, el aire fresco y los locales comerciales le daban vida a los lugares por los que transitaban.
– Bueno hasta aquí entonces.
– Si – le responde el chico mirando sus zapatos, subió la mirada a los ojos de esta– Gracias Videl.
– No hay de que –le sonrió– además, de no ser por ti hubiera olvidado que mañana era el día de cumpleaños de Ireza así que estamos a mano.
– Mañana nos vemos entonces y no olvides lo del viernes hoy les comentaré a todos en casa, ¿esta bien?
– Si, si, lo anotaré en mi agenda personal y pondré día reservado para la familia Son
–levantando su mano derecha– ¡palabra de scout! –los dos rieron– Cuídate Gohan que llegues bien y muchos saludos a todos de mi parte.
– En tu nombre chica scout, adiós.
El chico no escucho una respuesta pero no le dio mucha importancia cuando comenzó a caminar para alejarse y volar siente que el ki de la chica sufre varios cambios se da vuelta y nota que estaba en el suelo sentada con una mano en la cabeza en señal de sufrir una gran cefalea, este vuelve lo mas rápido hacia donde esta ella.
– ¿Que pasa te sientes bien? –dijo este agachándose.
Gohan… –no podía abrir sus ojos, se notaba que estaba teniendo un dolor terrible– tengo un mal presentimiento.
Después de tanto me anime en compartir esta loca idea que rondaba mi cabeza con ustedes, la verdad me gustaría que me dieran a conocer que tal les pareció, ¡espero que les guste!
