Categoría T
Género: Humor | Drama | Romance | Friendship | Fantasía.
Protagonista(s): Tōshirō Hitsugaya. | Momo Hinamori. – No obstante, hay una relativa participación de otros personajes.
Pareja(s): el tema argumental de la historia se enfoca EXCLUSIVAMENTE en el HitsuHina. Sin embargo, hay insinuaciones de otras parejas.
ADVERTENCIAS: Es un fic sumamente corto que costará de contables capítulos / Universo Alterno / OoC (Fuera del personaje es algo inevitable pero intentaré que no exista mucho).
Pide un Deseo
Por: ChibiFjola.
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CAPÍTULO 1
¿Cayendo al "País de las Maravillas"?
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En temporada de verano, Japón celebraba dicha estación con un festival tradicional y en el barrio de Karakura perteneciente a Tokio no sería la excepción. A partir del horario de la tarde inicia el festival para finalizar en la noche con un acto de fuegos artificiales.
Los habitantes, sea el quién esté interesado, irá reunido con su familia, pareja o amistades vestidos de manera casual o tradicional que sería una Yukata. Un vestuario que es similar al kimono pero completamente diferente como por ejemplo que la yukata es una prenda más ordinaria y ligera, idónea para las estaciones calurosas y frescas.
— ¡Vamos pronto! ¡Apurémonos! —
— Ya Chizuru nos guardó el puesto ¡Ya lo verán! Se verá genial verlos desde ahí —
— ¡Ey, niños no es necesario correr! —
De todas las direcciones en el área que escogieron ese año para celebrar el festival; provenían voces de los visitantes que se preparaban para admirar el escenario de los fuegos artificiales. Un acto que siempre era esperado todos los años.
Oh cielos, debo apurarme…, pensó inquieta una jovencita que no se le calculaba más de trece años. Ella era de cabello negro que le llegaba por arriba de los hombros sin alcanzar a rozarlos, ojos grandes de color castaño, tez nívea casi pálida y usaba una yukata de color blanco con un estampado floreado grande sin ser exagerado de duraznos, camelias rojas y narcisos distribuido por toda la prenda que era acompañado por un obi de color púrpura y el tradicional calzado de sandalias que serían unas geta negras con el cordón de color rojo.
— ¡Ow! —Repentinamente ella sintió que tropezó con algo relativamente duro y estuvo a punto de caer de no ser que esa "muralla" la agarró por la muñeca, evitándole así una caída. — Lo s-siento…
— ¡Oh~! Debes tener más cuidado ¿Estás bien?
Alzó el rostro para cruzar su mirada castaña con una grisácea, admirando mejor a la persona con la que tropezó. Siendo un hombre alto, atractivo (aunque algo desarreglado), rubio y vestido con un kimono verde que hacía juego con el resto de su vestuario que también era de color verde.
— Sí, gracias. Discúlpeme señor —Se recompuso e hizo una cortés reverencia para después excusarse…
No obstante, él la retuvo al llamarla.
— Antes de que te vayas ¿Oirías el consejo de un humilde, guapo y atractivo comerciante?
— ¿Ah?
Ella parpadeo extrañada y un tanto aturdida por su comentario. No sabía si tomarlo enserio o no, ya que la actitud despreocupada y risueña de aquel hombre le era difícil de interpretar. Pero… parecía sincero.
Posteriormente se volteo por completo hacía a él y asintió, expectante a lo que fuera a decirle.
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~ ((«».«»)) ~
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Mmm ¿Por dónde era?, se cuestionaba la pelinegra adentrándose al espesor del boscaje que rodeaba una buena parte del parque Tsubakidai del distrito Sakurabashi dónde esté año decidieron hacer el festival.
La luz de la decoración de la celebración más las de los pequeños locales ya no alcanzaban a iluminar su camino debido a que se alejo demasiado. Aún así, no podía devolverse… porque en primer lugar había tomado la ruta correcta para llegar al lugar que Tobiume y ella apartaron para ver los fuegos artificiales.
¿Qué hora es…?, sacó su móvil de su obi para informarse de la noción del tiempo y no le gusto cuando averiguó que sólo faltaba unos minutos para que iniciara el evento. Tendré que llamarla a ver…, su mente quedó en blanco cuando advirtió que no tenía señal. Vamos… unas rayitas más…, por lo que comenzó a caminar sin ver por donde pisaba al estar su atención en la pantalla de su móvil a la espera de que indicara que tenía señal. Un poco más… más… ¡Bing…!
— ¡UWAAAAH!
Repentinamente mientras que retrocedía en busca de señal, tropezó con algo que la hizo caer hacía atrás… quedando acostada boca arriba y aunque no fue del todo doloroso, igual no pudo evitar vociferar quejidos. Eventualmente recordó de porque termino en el suelo en primer lugar por lo que alzo su mano donde sostenía su móvil para admirar la pantalla… para ver la desalentadora frase "NO SEÑAL".
¡Aish! ¿Es enserio?, se cuestionó en su mente mientras que su semblante se desfiguraba en una adorable mueca infantil que manifestaba cierto refunfuño.
— ¿Mhn? —Distraídamente, sin advertencia, su mirada se centró en el cielo nocturno. Admirando como el cielo era adornado por las numerosas estrellas que parecían incrustaciones de fragmentos de diamantes sobre un manto negro. — ¡Wow~!
Casi instantáneamente sus grandes ojos castaños se iluminaron, prendada de la belleza de la noche. Tanto así que se sintió inspirada a canturrear con cierto tono pueril:
— Estrellita, estrellita brillante~… —Se sumió tanto en su entretenimiento pasajero que olvido rápidamente el propósito de porque se adentro al bosque. — ¡Oh~! Estrellita brillante, con estos sentimientos… de querer alcanzarte… ¡Oh, oh, oh~!
No era una gran letra musical pero el ritmo que lo acompañaba era pegadizo, así que… ¿Qué más da?
— Ah, una estrella fugaz.
Espetó ella espontáneamente… sin manifestar el mínimo interés o emoción en pedir un deseo. Tan sólo se mantuvo pensativa, dando un largo suspiro para después incorporarse…
— ¿Huh?
…Sólo para percatarse de que a pocos centímetros donde se asentó su cabeza, cerca de ella estuvo un gran pilar de una roca que medía dos metros de altura o más. Al principio se impacto así como también sintió alivio, un poco más arriba y su cráneo se fuera llevado tremendo golpe que probablemente le cause una grave contusión o algo mucho peor. Después de esas dos emociones, sintió curiosidad porque el pilar de roca mostraba unos entallados hermosos… con un toque simbólico y solemne.
No sabía muy bien pero tenía la corazonada de que halló algo especial e importante.
Con la luz de la pantalla de su móvil ilumino lo mejor que pudo el pilar en especial los entallados que capturaban su atención que poseían un estilo místico. Entre lo más resaltante era que había una forma de rombo que en el centro poseía un gravado… ¿Era una cruz?
— Mmm… —Retrocedió un poco para seguir en su observación y detallo que en la parte inferior de la roca tenía enredaderas… que cubría algo más del labrado. Así que las arranco con cuidado con sus manos para revelar que el tallado era unas flores, exactamente narcisos. — Oh, qué lindo… ¿Eh?
Su mirada se había desviado distraídamente a un lado del pilar… al ver un intenso color amarillo. Sólo para descubrir que había todo un camino hecho por flores de narcisos bastante extraños porque eran de un vivo color dorado que irradiaban una sutil luz que le daba un aire elegante, enigmático y melancólico.
No lo entendía ¿Cómo podían brillar así? Parecía mágico… pero eso sería ilógico por lo que no le quedaba de otra que razonar que debía ser un efecto de la luz de la luna. Tal vez se reflejaba la luz en los pétalos por lo que le daba la ilusión que las flores brillaban por sí solas. Sin embargo, cuando creía que no podía ser más "mágico" el asunto; ante sus ojos revoleteo una mariposa… totalmente blanca que irradiaba una pálida luz como el de la luna.
¡¿Pero qué…?!, retrocedió automáticamente para ver que la mariposa siguió volando pero dentro del sendero de narcisos, avanzando hacia adelante en las profundidades del bosque… junto a las demás. Resulta que no era la única mariposa porque varias empezaron aparecer, todas eran iguales y con el mismo sentido de la orientación: todas seguían el sendero de flores doradas.
Antes de que se diera cuenta ella también comenzó a caminar por el camino floral, no entendía muy bien las razones. No seguía las mariposas exactamente pero… sus pies avanzaban hacia adelante.
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~ ((«».«»)) ~
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En otra parte del bosque estaba una joven que no se le calculaba más de catorce años, cabello castaño largo y ojos del mismo color de su larga melena que le llega a la altura de la cintura. Melena que ahora lleva recogida en una coleta alta a excepción de dos mechones que se situaban a los costados de su rostro, enmarcándolo encantadoramente.
Vestía una yukata de color lavanda con un sutil estampado que costaba de líneas blancas que se cruzaban (en manera horizontal y vertical) y figuras de unas pequeñas aves en color azul añil, combinado con el obi que tenía un estampado de flores de ciruelo. En cuanto al calzado era unas getas tradicionales de madera y el color del cordón era un azul violáceo.
Ella estaba sentada en el suelo sobre una manta para evitar que su yukata se ensuciara de tierra o césped. A pesar de la oscuridad del bosque, estaba bastante iluminado porque revoleteaba luciérnagas por la zona. Era una vista bastante hermosa…
Pero estaba incompleta porque le faltaba la compañía de su hermana.
— Momo… —Sacó de su pequeño bolso su móvil para verificar la hora, desilusionándose al ver que sólo era cuestión de minutos para que empiece el acto de los fuegos artificiales. — ¿Dónde estás?
Cabizbaja oculto su mirada bajo su flequillo, tomando con fuerza su móvil en que mostraba en esos instantes como protector de pantalla la foto de ella y su hermana menor. Ambas abrazadas con una resuelta sonrisa y saludando a la cámara.
Frunció los labios casi como si contuviera las ganas de llorar o estuviera a punto de hacerlo más no fue así porque alzó su rostro, vislumbrándose un brillo de determinación. Iría a buscar a como dé lugar a su hermana, estaba preocupada por ella y sobretodo no iba a dejar que esté año fuera la excepción de ver juntas los fuegos artificiales como acostumbran desde hace siete años.
Sin embargo el repentino crujido del césped más la sensación de una presencia a sus espaldas, la detuvo y rápidamente volteo con la esperanza de que sea su hermana pero…
No era ella.
Era alguien más que al identificarlo su sonrisa se borro de un soplo.
— Tobiume…
El rostro de la adolescente se volvió súbitamente lúgubre, apagándose el brillo de sus ojos castaños mientras que en su mente pronunciaba mudamente el nombre de su querida hermana.
…Momo…
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~ Al mismo tiempo, en otra parte de la zona ~
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— ¡~Aaaff!
En lo alto de un robusto árbol, estaba un hombre rubio de sombrero vestido con un kimono verde y abrigo del mismo color. Él dio un lánguido suspiro con cierto aire cínico y despreocupado al observar a lo lejos como una jovencita de trece años se adentraba a la espesura del bosque, siguiendo el sendero de las flores doradas que irradiaban luz propia.
— Aún cuando se lo dije… —Admiró como ella se abrazó a sí misma. Sabía que tenía frío, podía oír a la perfección como sus dientes castañeaban así como también sus jadeos que lograban ser visibles en un aliento blanco que brotaban de sus labios entreabiertos ante el súbito cambio climático del ambiente…
Y seguiría cambiando, si persistía en avanzar… tornándose el clima más gélido.
— Tal vez no fuisteis lo suficiente explícito como siempre Urahara.
A la misma altura de la rama del árbol donde él estaba, en otra rama apareció un gato negro de enigmáticos ojos dorados.
— ¡Yoruichi~! —Vociferó risueño el sombrero. — Que bueno verte, te ves igual como la última vez que nos vimos.
— Oye, la chica…
Le recordó el gato bajando las orejas con una gota surcando de su cabeza.
— ¡Ah, es cierto!
Volvieron a centrar su atención en la adolescente que aún con el gélido frío, decidió continuar a pesar de la adversidad en su recorrido… obviando las señales que le daban la oportunidad de desistir en llegar al final del camino.
— Ey ¿Qué más explícito puede ser cuando digo: "Mantén tu alma a salvo hasta el final"? —Le objeto haciendo un puchero infantil.
— ¿Intervenimos?
El viró su rostro hacía donde la jovencita para ver en el preciso instante cuando ella se abría paso en medio de una espesa cerca de bambús que desde su lugar podía admirar fácilmente que los bambús encerraban en un circulo un gran terreno donde residía las ruinas de un antiguo templo que fue afectado por la tragedia de Japón en el 2011 por el terremoto de la parte Este de la isla, provocado por un devastador tsunami… que fue el inicio de varios males.
— Nah, ella ya tomo su decisión(1) —Sentenció con una enigmática sonrisa en la que casi se podía percibir cierta… ¿Pena?
Y eventualmente fueron testigos de cómo una corriente de aire paso por el sendero de narcisos que causo la destrucción de ellas, desbaratándose en pétalos que se esparcieron en el ambiente con las mariposas que si bien fueron agitadas por la fuerte ventisca… no abandonaron su recorrido que se basaba en cruzar la cerca de bambús e ingresar al círculo donde los aguardaba en medio de la maleza las ruinas del templo que se habían vuelto uno con el tupido follaje.
El gato observo pensativo el punto donde perdieron de vista a la adolescente, moviéndose sus orejas hacia atrás y a adelante. Muy diferente de Urahara que se dio media vuelta, dispuesto a retirarse del lugar ya que no había nada más que ver…
— ¿Y qué hay de la hermana?
Él guardo silencio por unos segundos antes de responder con cierta solemnidad, algo muy raro de ver en su persona. — Parece que no verán juntas los fuegos artificiales…
Y como si su sola mención fuera sido una invocación, los fuegos artificiales hicieron acto de presencia al iluminar el cielo nocturno de sus brillantes colores y hermosas formas.
Urahara desapareció en un parpadear, seguido del felino.
Siendo los únicos testigos de un significativo momento fantástico y oscuro… porque aquella joven había sentenciado su alma ya que todo aquel que entra a esa tierra santa, no vuelven a regresar jamás.
Por eso los animales no habitan en los alrededores del lugar ni en él.
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FIN DEL CAPÍTULO 1.
****Aclaraciones del Capítulo:
(1) Nah, ella ya tomo su decisión. Algo que quiero que tengan en cuenta durante esta historia es que Urahara y Yoruichi pudieron intervenir para ayudar a Hinamori pero no lo hicieron. Eso se debe a que Hinamori así lo decidió porque en primer lugar ella no fue inducida por alguna fuerza invisible o un poder sobrenatural. Simplemente ella quiso seguir el misterioso sendero con todos sus cinco sentidos funcionando a la perfección, en otras palabras; Momo estando consciente, actuó y persistióen avanzar a pesar de los obstáculos que se le presentaba. Es por esa razón que Urahara dijo que ella ya tomo su decisión.
(2) Cuando estuve releyendo esté capítulo, me di cuenta que use muchos elementos de BLEACH que insinúan el Universo Original del anime. Pero no es así, en este mundo alterno en que se desarrolla la historia NO hay Shinigami, Quincy ni Hollow. Entenderán a lo que me refiero en el próximo capítulo.
¿Les gusto lo que leyeron?
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¡OMG! ¿Quieren qué continúe…?
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¡¿Enserioooooo~?!
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Entonces… ¿Nos seguiremos leyendo en el próximo capítulo?
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¡Bye-bye~! ;)
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