Theresa Simulator
¡Saludos, queridos lectores! Esta vez les traigo un fanfic, el cual estaba muy ansiosa por escribir. Esta vez, Theresa Fowler, encarna a Yandere-chan, del juego "Yandere Simulator", cuyo objetivo será eliminar a toda chica que se interponga entre ella y su amado chico. Espero sea de su agrado. Este es mi primer fic Rated T, por razones obvias.
Disfruten.
El timbre de salida sonó en la Secundaria Norrisville. Todos los estudiantes salieron a toda prisa para disfrutar de su fin de semana. Sin embargo, una chica de cabello violeta, estaba ocupada observando detrás de un árbol a un chico de cabello púrpura y ojos azul zafiro que se hallaba hablando con un chico bajito, regordete y de cabello anaranjado. La chica estaba tan ocupada observando la plática, que no se percató de que alguien la observaba; un hombre vestido con un saco beis, la miraba desde unos arbustos cercanos, muy atento a lo que la chica hacía.
—¿Theresa? —preguntó una voz detrás de la chica de cabello púrpura, haciendo que esta diera un salto.
—¡Debbie! —exclamó sobresaltada- Que susto me diste.
—¿Qué hacías?
—N- Nada.
—¿Otra vez espiando a Randy?
Theresa suspiró.
—No puedo evitarlo, Debbie. Enserio me gusta.
—Entonces, ¿por qué no simplemente le hablas en vez de espiarlo detrás de un árbol?
—No puedo.
—¿Por qué no?
—Es… complicado. No lo entenderías.
—Explícame.
—¡Pst! ¡Hey!
Theresa y Debbie se volvieron en todas direcciones para encontrar la fuente de aquella voz que les habló.
—¿Qu- Quién dijo eso? —preguntó Theresa.
—Aquí —dijo la voz entre los arbustos. De ahí, salió el hombre de saco beis que había estado observando a Theresa.
—¿Quién es usted? ¿Y qué hacía espiándonos? —preguntó Debbie.
—¿Yo? ¿Espiándolas? Creo que quien estaba espiando primero es otra —dijo el hombre mirando a Theresa. Ésta bajó la mirada.
—No me ha contestado —dijo Debbie agresivamente—. Díganos quién es o llamaré a la policía y lo acusaré por acoso.
—Tranquila, chica —dijo el hombre—. Como dicen por ahí, chiquita pero picosa.
Debbie sólo le dirigió una mirada de enojo.
—El nombre no es importante —dijo el hombre sacando unas gafas, limpiarlas con un pañuelo para luego colocárselas—. Pueden llamarme "Info-chan".
—Que nombre tan patético —dijo Debbie—. Y, ¿qué es lo que quiere, "Info-chan"?
—Negocios, Debbie Kang —dijo Info-chan con una sonrisa. Sus gafas brillaron.
—¿Cómo supo mi nombre? —preguntó Debbie atónita.
—No me llaman Info-chan en vano —dijo Info-chan. Yo lo sé todo. Sé que eres la editora del Diario Gaceta Tribuna Crónicas Periodísticas de la Secundaria Norrisville edición online, aprendes inglés mediante un audio de hipnotismo y te encantan los osos pardos rabiosos –Debbie estaba boquiabierta-. Además, sé que tienes cierta atracción por ese chico de cabello naranja, Howard Weinerman.
Debbie se sonrojó al oír esto último, ¿cómo es que este hombre sabía tanto?
—Eso no es cierto —dijo Debbie con la voz entrecortada.
—Lo es aunque no quieras admitirlo —dijo Info-chan—. Igualmente sé que Theresa Fowler, aquí presente, está enamorada de Randy Cunningham —dijo señalando con la mirada a Randy, aún platicando con Howard- y no le confiesa sus sentimientos por temor al rechazo.
Theresa se ruborizó. Todo era cierto. No quería que Randy la rechazara si le decía lo que siente por él.
—Y te digo, muchacha, si no le confiesas tu amor pronto… lo perderás —dijo Info-chan con las manos en los bolsillos.
—¿A qué se refiere? —preguntó Theresa.
—Es muy obvio —respondió-. Si no te acercas a él y le dices que lo amas, llegará otra chica que lo hará, el chico aceptará y tú te quedarás sola.
Theresa lo pensó un poco. Era cierto, si no le confesaba a Randy lo que sentía, otra chica lo haría primero y lo perdería para siempre. No podía dejar que eso pasara.
—¿Qué es lo que quiere? —preguntó Theresa.
—Tengo una propuesta para ti —dijo Info-chan—. Te necesito para que pruebes un juego para ordenador que creé, así sabré si a la gente le gustará o no.
—¡Ja! –rió Debbie— Eso es lo más absurdo que he…
—¿Y qué me dará a cambio? —preguntó Theresa, sorprendiendo a Debbie.
—Te conseguiré aquello que más deseas: que tu príncipe, Randy te ame.
Al oír esto, Theresa no lo pensó dos veces. Quería ser novia de Randy más que nada en este mundo. No podía desaprovechar esta oportunidad de conseguirlo.
—Está bien —dijo Theresa—. Acepto.
—¿Qué? —preguntó Debbie.
—Bien, entonces, acompáñame —dijo Info-chan señalando el bosque.
—Theresa, piénsalo bien —dijo Debbie intentando persuadir a su amiga-. No puedes acompañarlo, ese sujeto apareció de entre los arbustos, ¡nos espió!, ¿y ahora te pide que lo acompañes al bosque? Esto no me huele bien, para mí que el tipo trae algo entre manos, y sea lo que sea, no es bueno.
—Debbie, entiende —dijo Theresa—. El hombre tiene razón, si no le digo a Randy que lo amo, lo perderé. Necesito de su ayuda para que Randy pueda amarme. Debo hacer esto. Adiós, Debbie.
Info-chan y Theresa desaparecieron entre el espeso bosque ante la mirada de preocupación de Debbie.
Durante todo el camino, ninguno se dirigió la palabra, hasta que Theresa finalmente se decidió a romper el silencio.
—Y… ¿a dónde vamos?
—A mi oficina —respondió Info-chan.
—¿En el bosque?
—Sí. Necesitaba un lugar alejado del ruido y el bosque me pareció un buen lugar.
Theresa sólo lo miró extrañada.
—Llegamos.
Theresa contempló una casita de madera, algo descuidada. A su alrededor, había una cerca hecha con ramitas, tubos de metal y cordel de varios colores.
—Entremos —dijo Info-chan.
Cuando entró a la casita, Theresa esperaba ver más desorden que lo que había afuera, pero en su lugar, encontró una sala limpia, repleta de computadoras de todos los tamaños, varios artilugios extraños y una plataforma conectada a muchos cables de varios tamaños y colores.
—Bienvenida a mi zona de trabajo —dijo Info-chan quitándose el saco.
—Wow —dijo Theresa admirando el lugar—. Es increíble.
—Ven aquí —dijo Info-chan sentándose frente a una de las computadoras.
Theresa fue hacia él de inmediato.
—En esto consiste el juego —comenzó a explicar Info-chan—: te subirás a esa plataforma y yo te teletransportaré dentro del juego. Ahí, tú eres una estudiante de una prestigiosa escuela secundaria. Durante tu primer día, conoces a un chico, (Randy), del cual te enamoras perdidamente… Pero te enteras que hay otra chica que igual está enamorada de él, pues son amigos desde que eran niños, y que piensa confesarle su amor el viernes bajo el cerezo que se encuentra detrás de la escuela. Tu misión es impedir que ella lo consiga, igual tienes que estar atenta de cualquier otra chica que parezca tener cierto interés por Randy.
—¿Eso es todo? —preguntó Theresa—. Suena complicado, ¿cómo evitaré que la chica le confiese su amor a Randy?
—Esa es la mejor parte —dijo Info-chan con una sonrisa siniestra—. Es muy fácil: asesinando.
Al escuchar esto, Theresa dio un grito ahogado y retrocedió.
—¿Qué? ¿A- Asesinar?
—Exacto.
—No, no puedo. No puedo hacerlo… ¡Es una locura!
—No tienes otra opción, mi querida Theresa. Si quieres que Randy sea para ti, debes asesinar a quien se interponga en el camino.
Theresa se mordió el labio, acto seguido, le dio la espalda a Info-chan y se cubrió el rostro con las manos. Unas cuantas lágrimas provocadas por el terror resbalaron por sus mejillas.
—Tú decidiste venir, ya no puedes echarte para atrás —dijo Info-chan poniéndose de pie y colocando su mano sobre el hombro de Theresa—. Tú decides: quedarte y que Randy te ame… o irte y Randy jamás te haga caso.
Theresa meditó un poco. Deseaba con toda su alma que Randy la amara, pero no quería matar personas para conseguirlo, el sólo pensarlo le hacía doler el estómago. Pero… ¿Qué tanto daño puede causar a las personas en un juego para ordenador?
—Es… sólo un juego, ¿verdad? —preguntó Theresa con la voz temblorosa.
—Sí, mi querida Theresa… —respondió Info-chan acomodándose las gafas— es sólo un juego. No lastimarás a nadie de verdad aunque lo parezca.
—Bien, ¿qué hago?
—Párate en esa plataforma —indicó Info-chan señalando la plataforma que Theresa vio cuando entró.
Decidida, Theresa subió a la plataforma. Estaba muy nerviosa, preocupada y ansiosa al mismo tiempo, no sabía lo que pasaría en cuanto entrara al videojuego.
—¿Lista? —preguntó Info-chan colocando su mano sobre una palanca en un panel junto a la plataforma.
—Sí, señor —contestó Theresa con un tono de seguridad.
—Y a propósito… —dijo Info-chan al tiempo en que bajaba la palanca— mi nombre es Alex.
Theresa sintió como una ráfaga de luz la envolvía. Sentía punzadas en todo el cuerpo y no podía mover ni un solo dedo. Después de esto… desapareció de la plataforma.
—Bien —se dijo Alex—, es hora del intro.
Alex se sentó frente a su computadora y abrió un programa con el nombre "Theresa Simulator". Al momento en que lo abrió, la pantalla se oscureció y aparecieron unos diálogos que eran narrados por la voz de Theresa. Era la introducción del juego:
No puedo sentir nada.
Desde que puedo recordar, nunca he sido capaz de sentir emociones.
Pretendo ser normal cuando estoy con otras personas, pero en mi interior, no siento nada.
No es tan malo como parece. Sé que estoy rota, pero no me importa. Esto es normal para mí.
Pero todo cambio cuando lo conocí... mi Randy...
Por primera vez, sentí algo. Un deseo fuerte. Un anhelo. Un ansia. Un afán.
Ahora entiendo lo que significa ser humana. Estar viva.
Soy adicta a la manera en que me hace sentir. No me importa nada más.
Él es todo para mí.
Y ahora, alguien está tratando de alejarlo de mí.
Ella lo quiere, pero no de la misma manera en que yo lo quiero.
Ella nunca podría apreciarlo de la misma manera que yo. Ella no lo merece, me pertenece solo a mí.
Ella me enseño una nueva emoción... Ira.
Quiero pararla.
Quiero dañarla.
Quiero matarla.
No hay nada que no haría por Randy. No dejaré que nadie se interponga entre nosotros.
No me importa lo que tenga que hacer, no me importa a quien tengo que dañar.
No me importa de quien sea la sangre que tenga que derramar.
No dejaré que nadie me lo arrebate.
No importa nada más. No importa nadie más.
Randy será mío.
No tiene otra opción.
Una vez terminada la introducción, la pantalla se oscureció de nuevo y apareció el nombre del juego: "THERESA SIMULATOR" en color rojo y con un par de corazones rotos a los costados de éste. Alex sólo sonrió y dijo:
—Al fin, el juego ha iniciado.
¿Qué les pareció? Tal vez no haya sido mucho, pero es solamente el prólogo, los próximos capítulos estarán llenos de muerte y mucha sangre. Para quienes no lo sepan, utilicé el intro real del juego, sólo que le cambié donde decía "Senpai" por "Randy".
Esto ha sido todo, muchas gracias por leer, dejen sus comentarios. ¡Hasta la próxima!
