Este fanfic es para contribuir a la actividad "Parece que va a llover…" del foro El feliz grupo de hambrientos. Consiste en escribir un fanfic de al menos 100 palabras a partir de una frase inicial.
Cada capítulo será un one-shot o drabble independiente basado en una frase diferente, no esperéis que se trate de una historia continuada. Puede que algunos lleguen a estar interrelacionados en el futuro, pero ya lo especificaré entonces.
Sin nada más que decir por ahora, espero que sea de vuestro agrado.
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La frase inicial de este one-shot es la número 10: "Esperó mucho tiempo para devolvérselo…"
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Reto 1: Horquilla.
Esperó mucho tiempo para devolvérselo, pero ya no podía demorarlo más.
La pequeña caja que contenía esa maldita horquilla le ardía en el bolsillo, apenas podía contener las ganas que tenía de simplemente hacerla pedazos. Pero esa no era una decisión que le correspondiera tomar a él, por eso debía devolvérsela a su propietaria pronto antes de que ya no pudiera reprimir sus oscuras emociones. Sin embargo, entre unas cosas y otras, no había encontrado el momento oportuno de hacerlo…
No. Debía admitir que lo que realmente pasaba era que no conseguía reunir el valor para hacerlo.
En un intento desesperado por deshacerse de esa cosa, le había encargado a Yun que se lo devolviera a la chica ya días atrás, pero finalmente se había arrepentido de ello y le había pedido al muchacho que dejara que fuera él que se lo devolviera a la chica.
Yun le había mirado dudoso, sobre todo después de lo que habían descubierto sobre esa horquilla y los problemas que habían tenido para recuperarla intacta del río, pero finalmente se la había devuelto sin hacer preguntas.
Así que aquí estaba ahora, despierto en medio de la noche aguardando a que Yona terminara con su práctica nocturna de tiro con arco, apretando con la mano la maldita caja agrietada que aún tenía dentro de su bolsillo mientras se esforzaba en reunir toda su determinación.
Ya no podía dejar pasar más oportunidades, tenía que hacerlo ahora. Si volvía a echarse atrás, tendría que reconocer que se había convertido en un cobarde, que había vuelto a perder ante Soo-Won, o al menos ante su recuerdo, y prefería morir antes que hacer eso.
—Hak — escuchó que le llamaba una voz familiar a su lado y el hombre se sobresaltó. Cuando giró la cabeza pudo ver a Yona a su lado que le estaba mirando con una leve expresión de confusión —. ¿Me estabas observando? ¿Cuánto tiempo llevas aquí? — le preguntó la chica despreocupadamente.
Hak no pudo evitar sonrojarse levemente, tanto avergonzado como cabreado consigo mismo por haberse metido tanto en sus pensamientos como para bajar la guardia así.
—Solo un poco — la respondió finalmente, apartando la mirada de forma evasiva.
—Ya veo — habló Yona por su parte, dejándolo pasar aunque no parecía muy convencida, para luego añadir —: ¿Querías algo?
—Nada en especial — se apresuró a responderla Hak en medio de su nerviosismo, pero justo después se maldijo internamente.
¿Por qué la volvía a mentir? ¿Acaso no se había determinado a devolverle esa cosa de una vez por todas? ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Por qué era tan idiota?
—Hak — le volvió a llamar Yona con un tono demandante, ante el cual al hombre no le quedó más remedio que volver a encararla para encontrarse con los ojos violetas de la chica ardiendo con su ahora habitual determinación —. Sé que hay algo que quieres decirme desde hace un tiempo, así que, ¿por qué no lo sueltas ya y terminamos de una vez con esto?
Hak tuvo el impulso de apresurarse en negarlo, pero se mordió la lengua antes de que alguna escusa saliera por su boca y finalmente dijo:
—¿Tan obvio es? — la preguntó con una sonrisa resignada.
—No tanto — le respondió ella con una leve sonrisa —. Pero, después de tantos años conociéndote, por lo menos he aprendido a percatarme cuando hay algo que te molesta rondándote la cabeza, y últimamente eso siempre parece ocurrir cuando estamos a solas. Así que solo he atado cabos.
Hak sonrió divertido a su pesar, sin saber si realmente se sentía incómodo o feliz por el hecho de que la princesa le conociera cada vez mejor. Pero estaba claro que era ahora o nunca. No iba a presentársele una oportunidad mejor. Así que en vez de decir nada simplemente se sacó la cajita de la discordia del bolsillo y se la tendió a su propietaria.
Yona se quedó mirando la cajita que había quedado frente a ella. Primero parpadeó sorprendida, luego puso una expresión de realización, después una de pesar y finalmente sus rasgos se endurecieron y alzó la mirada para volver a encarar a Hak determinada.
—Así que esto es lo que te estaba molestando — habló Yona a la vez que cogía suavemente la cajita.
Hak puso un leve gesto de contrariedad ante esto, y sintió un rechazo visceral ante la idea de que la joven volviera a estar en posesión de ese infernal objeto. Aunque finalmente resistió el impulso de arrebatárselo nuevamente a la chica para lanzarlo lo más lejos que pudiera, y dejó que ella lo recuperara sin oponer resistencia.
Un silencio incómodo se formó entre los dos mientras Yona abría cuidadosamente la maltratada cajita para dejar a la vista su contenido. La horquilla estaba en perfecto estado después de que Yun se encargara de secarla y limpiarla cuidadosamente tras su caída al río. El objeto estaba tan hermoso y brillante como el primer día, como ese fatídico día que Soo-Won se lo regaló.
—¿Cómo la has recuperado? — le preguntó la chica en un susurro a la vez que acariciaba uno de los pétalos artificiales que formaban la horquilla.
El gesto fue tan cariñoso y su mirada tan melancólica que Hak sintió que se le revolvían las tripas. Sin embargo se obligó a mantener la compostura y a responderle con tono y expresión neutros:
—Lili me lo dio la última vez que nos encontramos con ella para que te la devolviera.
—Ya veo — se limitó a decirle Yona escuetamente. Afortunadamente no le preguntó por qué había tardado tanto tiempo en devolvérselo, cosa que el hombre agradeció sinceramente, pero en vez de eso le preguntó —: Te molesta que aún conserve un regalo de él, ¿verdad?
Hak se tensó visiblemente y apretó los puños, para luego responderla de forma evasiva a la vez que apartaba la mirada.
—Esa cosa es tuya. Tienes derecho a hacer con ella lo que quieras, y yo no soy quién para cuestionarte.
—Pero te molesta — insistió Yona, y el siguiente silencio del hombre que se negaba a volver a mirarla a la cara fue suficiente respuesta. Ella suspiró pesadamente —. Sé que no entiendes por qué lo hago, y por eso quiero explicártelo. Mereces saberlo — comenzó a hablar nuevamente la chica, y Hak no pudo evitar mirarla de reojo intrigado —. No lo conservo porque sea un regalo suyo… Bueno, al principio sí lo hacía por eso. Pero ahora lo hago por un motivo diferente — admitió para luego hacer una leve pausa, como si luchara por encontrar las palabras adecuadas —. Esta horquilla simboliza cómo era yo antes de que escapara del castillo contigo. Aparentemente es tan hermosa y perfecta, pero a la vez tan frágil y superficial. Me recuerda lo ignorante y crédula que era en aquel entonces — apretó el agarre que mantenía sobre la horquilla y puso una clara expresión de culpabilidad y de pesar —. Si hubiera estado más atenta, si me hubiera detenido a pensar por qué mi padre estaba tan en contra de que me casara con… él. Tal vez podría haber cambiado las cosas, podría haber evitado ese fatídico desenlace.
—No fue culpa tuya, ni se te ocurra culparte — la interrumpió Hak tajante con una mueca de contrariedad —. Si en esta historia hay algún culpable ese sería…
—Lo sé — le cortó Yona, alzando la mirada hacia él con una débil sonrisa —. Pero aún así no puedo evitar sentirme culpable por lo ignorante y superficial que era en aquel entonces. Por eso me determiné a cambiar; a ver y aprender cómo son realmente las cosas, a darle importancia a las cosas que realmente lo merecen, y no solo pensar si mi pelo está bien colocado o no o qué horquilla debería ponerme para parecer más linda — mientras decía esas últimas palabras miró el hermoso adorno para el pelo que sostenía con expresión nostálgica —. Por eso se podría decir que este vestigio de mi vida pasada me sirve para no olvidar quién fui en aquel entonces y los errores que no quiero volver a cometer. Cada vez que dudo sobre si estoy haciendo lo correcto o no, miro esta horquilla y siento que mi determinación vuelve a tomar fuerzas. Es como una reprimenda a mi misma — declaró para luego volver a alzar la mirada para encarar a Hak con una leve sonrisa —. ¿Lo entiendes ahora, Hak?
El antiguo general se la quedó mirando durante unos segundos con expresión seria, y finalmente suspiró pesadamente.
—Entiendo lo que quieres decir — la dijo, ante lo cual la chica asintió satisfecha, pero él no había terminado —: Pero sigo sin entender por qué necesitas esa cosa — añadió con un ligero tono despectivo y mirando de soslayo la horquilla.
Yona frunció el ceño y abrió la boca para volver a hablar, pero la penetrante mirada que le dirigió Hak cuando volvió a mirarla a los ojos la dejaron sin palabras.
—Si necesitas conservar algo de aquellos días, ¿acaso no me tienes ya a mí para eso? — la preguntó seriamente, y la chica abrió ampliamente los ojos, sorprendida ante su repentina declaración —. Ya te lo dije hace tiempo, ¿no es así? Yo nunca olvidaré que eres la hija del Rey Il, la princesa de Kouka. Aunque todos los demás lo olviden, yo siempre recordaré a esa princesa mimada que fuiste una vez. A esa princesa caprichosa, quejica y nada refinada, que pataleaba y se ponía a lanzarme cosas con pésima puntería cuando hacía o decía alguna cosa que no era de su agrado — ante estas últimas palabras esbozó una sonrisa burlona.
—Tal vez deba recordarte lo mucho que ha mejorado mi puntería desde entonces — le amenazó la chica frunciendo el ceño contrariada, dándole a entender que ya se estaba pasando con sus provocaciones.
—Y tampoco olvidaré a la princesa que amaba e idolatraba a su padre, a pesar de que todos le llamaban Rey cobarde — siguió hablando Hak con una expresión más solemne, ignorando la réplica de Yona y haciendo que la expresión de ella se volviera nuevamente nostálgica —. Tampoco a aquella que después de sentir que había hecho algo mal venía a buscarme para sobornarme con la comida que había conseguido robar de la cocina — añadió con una sonrisa traviesa.
—¿No puedes dejar pasar ni un minuto sin burlarte de alguien, Hak? — le volvió a reclamar la chica con una sonrisa resignada.
—Ya sabes que ese es mi pasatiempo preferido — la recordó haciéndose el inocente y encogiéndose de hombros despreocupadamente, citando las mismas palabras que dijo una vez Yona sobre él.
La chica no pudo evitar soltar una risita, pero luego recuperó un poco de seriedad para encararle nuevamente y decirle solemnemente:
—Gracias, Hak — le agradeció con una sonrisa brillante y sincera —. Yo tampoco olvidaré a mi perezoso e irresponsable guardaespaldas que se quedaba dormido en cada esquina. Aunque, ahora que lo pienso, esa debe ser una costumbre de la gente de la Tribu del Viento, ¿no? — inquirió con su propia sonrisa traviesa, haciendo alusión claramente a Han-Dae y Tae-Woo que siempre parecían estar dormitando en su puesto de vigilancia cuando visitaron Fuuga.
—No me compares que ese par de idiotas incompetentes — se quejó Hak, haciendo una sobreactuada mueca de contrariedad.
Yona volvió a reírse, y Hak no pudo evitar devolverle la sonrisa y pensar en lo mucho que disfrutaba verla reír de esa forma, tan feliz y despreocupadamente.
Tras esa fatídica noche, la verdad es que llegó a pensar que nunca volvería a verla sonreír sinceramente. Pero aquí estaba ella, viviendo alegremente a pesar de que viajaban con un montón de bestias raras y no paraban de meterse en problemas. Su sonrisa seguía siendo la misma, aún más brillante si cabe.
Hak volvió a mirar de reojo la horquilla y por primera vez, en vez de recordar a Soo-Won, simplemente se le vino a la mente la imagen de su princesa sonriendo felizmente con la horquilla prendida en su antes larga y rebelde melena pelirroja. Eso le dio esperanzas de que tal vez en un futuro podría echar la vista atrás y recordar los buenos momentos del pasado con alegría y no con amargura.
Pero todo eso ya se andaría, siempre y cuando pudiera seguir al lado de su amada princesa.
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Ni yo misma me puedo creer que yo, una fanática de Zeno hasta la médula, haya comenzado este reto con un one-shot en el que ni siquiera se le mencione. Pero, ¿qué puedo decir? Simplemente leí la frase, me acordé de la horquilla y de que aún no ha salido en el manga que Yona la vuelva a tener en su poder, y este fanfic se terminó escribiendo casi solo. Mi inspiración es un espíritu libre.
Primero de nada decir que nunca se cómo llamar exactamente al adorno para el pelo que Soo-Won le regaló a Yona porque en cada sitio lo llaman de forma distinta: broche, prendedor, horquilla… Pero yo finalmente me he decidido por llamarle horquilla porque después de ver las definiciones creo que broche y prendedor son para llamar a adornos que te pones prendidos en la ropa más que en el pelo. Aunque en realidad es cuestión de gustos, porque cuando se trata de traducciones estas muchas veces son interpretables.
Por otro lado, en serio, creo que Hak debería devolverle a Yona la horquilla en persona y hablar de una vez por todas con ella de varias cosas que tienen pendientes. Y si de paso terminan confesando lo que realmente sienten el uno por el otro mejor que mejor, ¿no? Pero a quién quiero engañar, al ritmo que va el desarrollo de esta pareja me temo que con suerte se terminarán confesando y dándose un casto beso en el último capítulo. Solo espero que Kusanagi-sensei me sorprenda una vez más rompiendo con los clichés y haga que esta relación realmente fructifique y evolucione a lo largo del manga.
En fin, se supone que el reto era un mínimo de 100 palabras y me estoy volviendo a enrollar demasiado, pero sino no sería yo. Si algún día dejo de extenderme de más con las cosas sabréis que es porque alguien me ha secuestrado para robarme la cuenta y me está suplantando. Si ese momento llega confío en vosotros para que lo denunciéis y paguéis mi rescate XD
Ahora en serio. Quiero animar a la gente para que participe en esta actividad de escritura llamada "Parece que va a llover…" del foro El feliz grupo de hambrientos. Cuanto más gente participemos más divertido será y podremos contribuir para que el fandom de Akatsuki no Yona siga creciendo. Y luego lo siguiente será ir todos juntos a japón a los estudios Pierrot para exigir segunda temporada. ¿Quién se apunta? XD
De todos modos aún tengo esperanzas de que después de la última OVA de Zeno, que saldrá ya pronto en diciembre, nos den la sorpresa de que en 2017 llegará la segunda temporada. Por lo menos soñar es gratis, ¿no?
Nos vemos en alguno de mis próximos fanfics o traducciones.
