Estoy algo enojada, el word me perdió el fic de cumpleaños de Solitudely. -lo haré de nuevo-, lo odio, igual te daré esto basado en tu fic :D

Pareja: Estados UnidosxInglaterra.
Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz.
Advertencia: Cejas :3

Alfred está en los camarines arreglándose un poco para la fiesta de las naciones en Halloween, su traje seria el mejor, se miró en el espejo cuando empieza a escuchar jadeos, fuertes, prolongados, profundos y masculinos. La piel se le le eriza en suculentos estremecimientos, esa voz... esa deliciosa voz que lo endurece cuando está a solas.

Mira de reojo el otro camarín, no cabía duda, esos delgados tobillos, era Inglaterra, por la puerta no veía muy bien, alguien lo acompañaba, alguien causaba esos deliciosos sonidos. Por alguna razón gracias a esto entró en una especie de cólera inmediatamente, pateó la puerta del camarín conectado con él como todo un macho alfa. Grita como si le hubieran robado a su hembra.

–¿Con quién mierda estás follan- flotando Inglaterra?–le tiembla la voz sólo un poco.

Allí estaba, un sujeto con cara equis del que nunca se aprenderá el nombre mirándolo aterrado, mientras, el inglés que está sentado en un gran sillón lo miraba casi escupiendo fuego. Nadie encuentra lindo que entren así mientras te estás arreglando.

–Tienes tres segundos antes de que llame a seguridad desgraciado gordo...–

–¡Por favor, sólo le arreglaba unas pelos de más al señor Inglaterra, tenga piedad, piedad!–el pobre humano se arrastraba en el piso cagado de miedo.

No todos los días puedes ver a alguien rompiendo la puerta de una sola patada y considerarlo normal y poco peligroso. Eso estaba haciendo, sacándole un par de pelitos extras al inglés. El americano bajó la vista hasta la entrepierna inglesa, Inglaterra sintió la mirada y juntó las piernas ocultando la erección, pocos sabían que las cejas eran su punto erógeno, Alfred era uno de esos.

–Dame esas pinzas Cristian...–

El anglosajón abrió los ojos con horror, ya sabía que planeaba el norteamericano, se sonrojó hasta las orejas.

–¡Por nada del mundo se las des, Juanito!–

El pobre tipo que no se llamaba ni Cristian ni Juanito retrocedió con miedo ante las dos miradas desquiciadas, pero, entre los dos, después de la fuerza del americano optó por entregarle la herramienta facial a Jones y huir por tu vida.

El norteamericano sonrió con malicia, volteando hacia Inglaterra, este iba a escapar, pero era tarde, Estados Unidos lo acorralaba en el amplio sillón.

–¿Qu-Qué harás con eso A-Alfred?–tartamudea, sabe lo que le harán, le parece obvio.

El americano elevó ambas cejas con una mirada atrevida.–Seré tu "estilista" Inglaterra, eso haré...–

El anglosajón retrocedió un poco inútilmente, sintiendo la rodilla del americano entre sus piernas, comprimiendo su erección, nunca la palabra "estilista" pudo haberle sonado tan morbosa al anglosajón. Después de aquello, sólo fueron gritos y jadeos junto a pelitos de más siendo arrancados. El americano lo supo ese día de Halloween, TENÍA que ser el estilista de Arthur más seguido, definitivamente tenía que serlo.

N.A: ¡Espero que les gustara! estilista de cejas tiene un sentido mucho más morboso cuando de Inglaterra se trata :D