PRÓLOGO-
Su mano se movió hasta tocar la de ella con delicadeza, pero el roce fue breve, sus intenciones lo empujaban más allá. Tomó su cintura, rodeándola por la espalda y la apretó contra su torso, aspirando el dulce aroma que expedía su presencia, apreciando cada centímetro de su ser. Notó que el aliento de ella se corrompía agitadamente y el escote de su pecho se exponía cada vez más del hunihitoe que se desprendía de sus hombros. Besó la desnudes de uno de ellos hasta llegar al borde de su quijada, ávido de querer explorar la suavidad de su piel, conteniendo su propia respiración por el deseo compulsivo que cada vez lo dominaba. Su mano se hundió dentro de sus ropas para apretar la sedosidad y redondez de sus senos, provocando que ella se arqueara y soltará un quejido de excitación. La buscó, rozándose por la piel de su rostro, hasta topar su aliento y en un sólo movimiento unir sus labios a los de ella, dejando apenas escapar de sus suspiros su nombre.
"Sasuke…"
Los ojos del Uchiha se abrieron de súbito declarando su despertar. Con la respiración entrecortada y después de sopesar lo sucedido, se dejó caer de nuevo al respaldo del árbol donde estaba descansando.
-De nuevo lo mismo…- Soltó en un suspiró cansado, dejando que el aire frio de la noche meciera su cabello entre el silencio.
Levantó el rostro y contempló el cielo oscuro que se alzaba sobre su cabeza. Aún no amanecía… Se quedó quieto un largo momento y luego descendió de la rama gruesa en que estaba trepado. Le haría bien caminar, no tenía caso seguir ahí; de igual modo ya no podría dormir.
Puso atención en su entorno analizando el mapa que llevaba. Dedujo que estaba a un kilómetro de distancia de Konoha, seguramente en poco estaría cruzando sus puertas. De nuevo regresaría a lugar que una vez fue su hogar…
Pero justo cuando se predisponía andar, algo hizo que se detuviera en seco. Lentamente activo su sharingan y esperó. Como lo predispuso, después de un momento, dos Kunais explosivos salieron disparados hacia él; los esquivó con facilidad dejando que estos hicieran implosión detrás de él.
-Si ya han atacado, no es necesario que se oculten - Instó a su enemigo a salir, sin mostrar ningún atisbo de alteración en su semblante.
Expuestos, varios Shinobis armados salieron a su encuentro. La mirada de Sasuke se tornó extraña. Algo no estaba bien…
Eran shinobis de la hoja.
