El pianista
1. Música en la noche
La sola música del piano la hizo caminar lentamente, descalza, tocando las frías losas del suelo con sus pies.
No podía dormir, tenía pensamientos intranquilos en la mente que le impedían conciliar el sueño. Por ello, había salido a su sala común y, después de mirar el fuego casi apagado en la chimenea, lo había oído.
El piano.
Las notas dulces la conducían a través de su oscuridad, con miedo en el cuerpo a ser descubierta, con incertidumbre por saber de dónde procedía aquella música mágica.
Estaba tan cansada...un día agotador, lleno de deberes y obligaciones, preceptos, discusiones. Y la noche, su único consuelo, se veía invadida por una melodía misteriosa. La melodía del piano.
Lo podía escuchar cada vez más claramente, cada vez más sutil, cada vez más cercana.
Era imposible, alguien, a esas horas, en las que todo el castillo dormía, que alguien tocara el piano. ¿Sería quizá algún fantasma? ¿Sería tal vez todo producto de mera fantasía?
Vio entonces, en un oscuro rincón escondido de todo, una puerta entreabierta por la cual se distinguía un rayo tenue de luz.
¿Qué podía ser?
Una vez más, la valentía y curiosidad que la caracterizaba pudo más que todo.
Avanzó sigilosamente hasta tocar con los dedos la superficie de la madera. Sentía la música vibrando en el interior de la habitación y ardía en deseos de entrar y descubrir quien producía aquel sonido celestial.
Sintió las notas rodeándola dulcemente. Producía en ella calma, mucha calma, y a la vez, su corazón palpitaba emocionado ante aquello, tan irreal.
Empujó suavemente la madera y lo vio, un calambre la recorrió entera. Se estremeció por la propia visión y por lo que acababa de descubrir.
Un gran piano negro estaba en el centro de la desolada habitación. Un piano majestuoso que imponía respeto y, encima de él, una vela prendida. Con tan poca luz, que se reflejaba en el suelo, no pudo distinguir al pianista.
Llevaba una capa negra y todo lo demás era casi imperceptible.
La melodía era tan triste y tan hermosa a la vez. Nunca había imaginado que simples notas pudieran transmitir tanto sentimiento, que solo unos pequeños roces pudieran crear algo tan bello.
Escuchó callada, oyendo la música y luego silencio. Su mente parecía no estar en su cuerpo, sino sumergida en la música, raptada a un paraiso celestial, lejos de Hogwarts y todo lo terrestre.
Por un momento, ella, Hermione Granger, se evadió de todo. Creyó que volaba y se sintió tan libre.
Cerró los ojos y se apoyó en la puerta, sintiendo como se desvanecía...Sonrió sin sentido. Como el mundo de repente se convertía en algo maravilloso y ella era parte de él.
De repente, sintió que la llama se extinguía, que el sueño se rompía, abrió los ojos y la música calló.
Sintió una punzada dolorosa en su interior. Ahora la sensación se evaporaba y una tristeza inmensa empezaba a reinar en ella. Y, sin poder evitarlo, una lágrima rodó por su mejilla.
Miró a su alrededor y salió corriendo, mientras las lágrimas brotaban sin cesar.
********************************************************************
Hola!!! Esto es un experimento :P Como todas mis locuras, lo traía en mente desde hacía mucho. El pianista, ni más ni menos que los sentimientos de una persona, transmitidos por un piano.
Siempre he defendido la teoría de que la música trasmite emociones, o por lo menos, a mí me las transmite. Me da inspiración, tristeza o alegría, para mí, la música, como las letras, son parte de mi vida.
Y aquí está: El pianista.
Esto es sólo la introducción, a raíz de aquí, se dará rienda suelta a un montón de sentimientos y sensaciones...todo por un piano.
Espero sus comentarios
Os quiere:
Lira Garbo
"I follow the night can't stand the light
When will I begin to live again
One day I'll fly away leave all this to yesterday what more can your love do for me when will love be through with me why live life from dream to dream until the day that dreaming ends"
* Nicole Kidman - One day i'll fly away
1. Música en la noche
La sola música del piano la hizo caminar lentamente, descalza, tocando las frías losas del suelo con sus pies.
No podía dormir, tenía pensamientos intranquilos en la mente que le impedían conciliar el sueño. Por ello, había salido a su sala común y, después de mirar el fuego casi apagado en la chimenea, lo había oído.
El piano.
Las notas dulces la conducían a través de su oscuridad, con miedo en el cuerpo a ser descubierta, con incertidumbre por saber de dónde procedía aquella música mágica.
Estaba tan cansada...un día agotador, lleno de deberes y obligaciones, preceptos, discusiones. Y la noche, su único consuelo, se veía invadida por una melodía misteriosa. La melodía del piano.
Lo podía escuchar cada vez más claramente, cada vez más sutil, cada vez más cercana.
Era imposible, alguien, a esas horas, en las que todo el castillo dormía, que alguien tocara el piano. ¿Sería quizá algún fantasma? ¿Sería tal vez todo producto de mera fantasía?
Vio entonces, en un oscuro rincón escondido de todo, una puerta entreabierta por la cual se distinguía un rayo tenue de luz.
¿Qué podía ser?
Una vez más, la valentía y curiosidad que la caracterizaba pudo más que todo.
Avanzó sigilosamente hasta tocar con los dedos la superficie de la madera. Sentía la música vibrando en el interior de la habitación y ardía en deseos de entrar y descubrir quien producía aquel sonido celestial.
Sintió las notas rodeándola dulcemente. Producía en ella calma, mucha calma, y a la vez, su corazón palpitaba emocionado ante aquello, tan irreal.
Empujó suavemente la madera y lo vio, un calambre la recorrió entera. Se estremeció por la propia visión y por lo que acababa de descubrir.
Un gran piano negro estaba en el centro de la desolada habitación. Un piano majestuoso que imponía respeto y, encima de él, una vela prendida. Con tan poca luz, que se reflejaba en el suelo, no pudo distinguir al pianista.
Llevaba una capa negra y todo lo demás era casi imperceptible.
La melodía era tan triste y tan hermosa a la vez. Nunca había imaginado que simples notas pudieran transmitir tanto sentimiento, que solo unos pequeños roces pudieran crear algo tan bello.
Escuchó callada, oyendo la música y luego silencio. Su mente parecía no estar en su cuerpo, sino sumergida en la música, raptada a un paraiso celestial, lejos de Hogwarts y todo lo terrestre.
Por un momento, ella, Hermione Granger, se evadió de todo. Creyó que volaba y se sintió tan libre.
Cerró los ojos y se apoyó en la puerta, sintiendo como se desvanecía...Sonrió sin sentido. Como el mundo de repente se convertía en algo maravilloso y ella era parte de él.
De repente, sintió que la llama se extinguía, que el sueño se rompía, abrió los ojos y la música calló.
Sintió una punzada dolorosa en su interior. Ahora la sensación se evaporaba y una tristeza inmensa empezaba a reinar en ella. Y, sin poder evitarlo, una lágrima rodó por su mejilla.
Miró a su alrededor y salió corriendo, mientras las lágrimas brotaban sin cesar.
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Hola!!! Esto es un experimento :P Como todas mis locuras, lo traía en mente desde hacía mucho. El pianista, ni más ni menos que los sentimientos de una persona, transmitidos por un piano.
Siempre he defendido la teoría de que la música trasmite emociones, o por lo menos, a mí me las transmite. Me da inspiración, tristeza o alegría, para mí, la música, como las letras, son parte de mi vida.
Y aquí está: El pianista.
Esto es sólo la introducción, a raíz de aquí, se dará rienda suelta a un montón de sentimientos y sensaciones...todo por un piano.
Espero sus comentarios
Os quiere:
Lira Garbo
"I follow the night can't stand the light
When will I begin to live again
One day I'll fly away leave all this to yesterday what more can your love do for me when will love be through with me why live life from dream to dream until the day that dreaming ends"
* Nicole Kidman - One day i'll fly away
