Primeramente informar que esta historia ya la había subido, pero tuve algunos cambios y eliminé la mayoría. La-resubiré, para el próximo año espero tener todo en orden en mi cuenta para poder continuarla.

Los personajes no son míos, son de Masashi Kishimoto, pero la historia sí es mía.

Aprendamos juntos.

Capítulo 1

Sasuke Uchiha y Naruko Uzumaki.

Iruka-sensei sólo se limitaba a hablar sobre los ninjutsu básicos, pero eso a la blonda no le importaba demasiado, estaba segura de que ella algún día lograría todo por ella misma. Mientras Iruka hablaba y hacía preguntas a personas que él veía sí ponían atención. Un sonoro bostezo dejó escapar cuando el sueño nuevamente le atacó, ella sabía que no era demasiado bueno para una niña de doce años no dormir bien, pero hasta su punto de vista eso era ya algo difícil de ver.

Nuevamente las pesadillas de ese zorro de nueve colas, el cuarto Hokage, y una pelirroja.

Y por alguna razón siempre que los soñaba sus mejillas estaban con surcos de lágrimas.

No sabía quiénes eran, pero sabía que eran alguien cercano para que ella llorase sin motivo alguno. Porque después de todo, nadie la ha hecho llorar nunca y sería extraño que dos extraños la hicieran llorar así de la nada.

Sus metas, además de la principal que era lograr convertirse en Hokage, eran descubrir quiénes son esas personas y, si podía, encontrarlas. Algún día descubriría todo sobre sus padres y podría morir en paz. ¡Pero eso era después de haber logrado su sueño!

-El taijutsu básico sería…

Pero el sonido de la campana detuvo a Iruka de contestar una pregunta de entre tantos niños. Los alumnos, en su mayoría, soltaron un suspiro de alivio y comenzaron a guardar sus libretas con anotaciones.

-Muy bien, Hinata, mañana contestaré tus preguntas.

-Hai, sensei…- se escuchó una voz suave.

Naruko sólo tomó su libreta y salió corriendo, rechazando sin saber una amable invitación de parte de Iruka por ir juntos a comer Ramen de Ichiraku. Ignoró con un dolor en el pecho las miradas reprobatorias de todas las madres que venían a recoger a sus hijos y se acercó al columpio que estaba enfrente del edificio, colgando de un árbol, sólo. Una cabellera negra llamó su atención y miró como un ojinegro pasaba de entre todos y caminaba como si nada, también sólo. Si no tenía mal los cables, ese chico se llamaba Sasuke y era el más popular, extrañamente caminaba solo, sin gente a su alrededor como las lapas que se le pegaban en la clase. Se extrañó ante esto pero decidió ignorarlo, ya tenía suficiente con su vida como para preocuparse por otros. Una sonrisa se instaló en sus labios al ver a Iruka acercarse a ella, con la mano alzada para saludar y la otra dentro de su bolso izquierdo del pantalón.

La sonrisa de Iruka fue rápidamente correspondida por una hermosa de parte de Naruko.

[…]

Gente lo saludaba con alegría, otras sólo lo miraban con ojos soñadores.

Chistó la lengua.

Bola de hipócritas…

Sus pasos eran calmados sobre las calles, su pose era relajada y su cara se mantenía sin emociones. Saludó con un asentimiento de cabeza a Ino y esta le correspondió con una hermosa sonrisa que él no tomó en cuenta para después irse corriendo y perderse de su vista con ojos negros. Roló los ojos y negó con la cabeza al ver a su compañera de salón: Sakura Haruno, acercarse a él.

-¡Sasuke-kun!

Hay, mierda.

En contra de su voluntad fue tumbado por una chica de cabellos rosados, se quejó por el dolor de espalda y después se sentó, trayendo consigo el débil y delgado cuerpo de la muchacha con él.

-No me caigas encima asi.

-¡Pero Sasuke-kun!

Cuando estaba a punto de pararse y quitarse a Sakura de encima y volver a reprenderla dos personas pasaron corriendo de la mano a su lado. Mirando sus espaldas, Sasuke se enteró que era su profesor Iruka y la rubia que, ahora que pensaba, también era su compañera. Era fácil identificarlos por los peinados y la vestimenta de la chica, además de que su cabello era rubio y eso no era para nada normal verlo. Cuando los dos doblaron en la esquina, observó de perfil las dos sonrisas que los dos tenían plasmados en su rostro.

No pudo evitar quitarse a Sakura.

No pudo evitar no responder a sus preguntas sobre citas.

No pudo evitar no correr en la dirección en la que se perdían esos dos, hechizado por saber que era lo que les causaba esas sonrisas que él pocas veces veía en la gente.

¿Felicidad plena?

Para su decepción, ambos entraron a un restaurante de Ramen, así que se fue con una cara de confusión pero que rápidamente fue sustituida por una nuevamente apacible.

La rubia conservaba su sonrisa grande e Iruka-sensei igual. ¿Acaso les gustaba el ramen tanto? Sólo negó con la cabeza suavemente y un suspiro escapó de sus labios.

[…]

-¡Pero yo le hice caso, Iruka-sensei!

Iruka llevó su mano a la cabellera rubia y comenzó a acariciar su cabeza con una sonrisa.

-Mizuki-sensei se aprovechó de tu inocencia.

-¡Pero aun así! Robé ese pergamino y…

-Y todo está bien, el Hokage-sama te perdonó, ¿verdad? Entonces no tienes que preocuparte, me sorprendiste con tu jutsu de Clones de Sombra.

-¡Fue fácil!- comenzó a reír ruidosamente, encantando a algunas personas con su voz que, aunque algo chillona, era hermosa, pero sus sonrisas desaparecían en su mayoría al saber que era Naruko la que reía.

Iruka le acompañó en su risa unos momentos antes de decir:

-¿Otro tazón?

-¡Estabas tardando, sensei!

Iruka se prometió silenciosamente que protegería esa sonrisa de todos los de la aldea, porque después de todo, él y su próxima exalumna tenían mucho en común.

[…]

Nuevamente sentados en aquéllas bancas con un escritorio grande y largo frente a ellos. Algunos alumnos prestaban atención a lo que Iruka decía y otros simplemente se perdían en sus pensamientos. Sasuke miraba de vez en cuando a Naruko y después a su sensei para confundirse más. ¿Cómo sonreían así de fácil? ¡A él, con sólo intentarlo, le dolían los labios! Bueno, la rubia siempre tenía una sonrisa, no es que la mirase muy seguido, pero escuchaba siempre su risa. Sakura, que estaba al lado de Sasuke, rogaba por que estuviesen en el mismo equipo que le tocase a Sasuke y lo más lejos posible de Naruko, pues había notado algunas miradas de SU chico en la rubia y eso le molestaba.

-El equipo número siete. Haruno Sakura. Sasuke Uchiha. Uzumaki Naruko.

La felicidad de Sakura le duró hasta que escuchó el nombre de la rubia.

A Sasuke sólo le daba algo de curiosidad.

Y bueno, a Naruko…

-¡No pienso estar al lado de un emo como Sasuke!

-¿Eh…? ¡¿Emo?!

Azul y negro se encontraron en una batalla, Naruko se giró de medio cuerpo para estar en mejor posición e intentar ganarle a Sasuke en la batalla de miradas. El salón se llenó de un aura pesada e Iruka decidió terminarla. Caminó hasta posarse delante de la rubia y posó su mano en la rubia cabellera, logrando que Naruko se girase nuevamente para quedar frente a frente. Iruka le sonrió a la rubia y esta correspondió con otra sonrisa.

-Pequeña Naruko, el equipo ya está asignado y no se puede hacer nada…- su sonrisa se amplió mientras se acercaba al oído de la blonda para susurrar. -…cuida a Sasuke y mantenlo contigo.

-¡Iruka-sensei!- un sonrojo grande y fuerte coloreó las mejillas tostadas de Naruko y esta, después de darle un golpe a la cabeza de su sensei en un gesto adorable, volteó la mirada indignada y sonrojada.

Una escena digna para malpensar de todos los hechos originales para cambiarlos por cualquier cosa que una cabeza loca tenga en mente.

Y eso Sasuke lo entendió.

¡Maldito pedófilo!

¡¿Pero qué se cree este sensei?! ¡No tengo por qué mantenerlo junto a mí!

-¿Qué? ¿Acaso no puedes?

-¡Sí puedo!

¡¿Y ahora qué?! ¡¿Más?!

-Bueno, bueno.- Iruka volvió a ponerse enfrente de toda la clase, recibiendo miradas de atención de parte de todos. –El equipo número 8 será conformado por…

Esa rubia está en mi equipo, ¿no? ¿Qué se trae con el sensei? ¿Acaso Iruka-sensei es pedófilo? Qué rayos…

-Y así finalizamos. Mañana se tomarán fotos y reportarán esto al Hokage, pasado mañana podrán venir aquí y un Jonnin de élite vendrá para presentarse como su nuevo sensei. Eso es todo, salimos temprano, los exámenes han sido ya presentados por todos, ya no tienen nada que hacer aquí…

Algunos fueron a despedirse de Iruka, otros con pequeñas lágrimas y otros simplemente le ignoraron. Naruko se quedó esperándolo para ir los dos a comer nuevamente Ramen del Ichiraku y Sasuke volvió a mirar esto con curiosidad.

Nuevamente aquéllas sonrisas…

[…]

Los ojos azules miraban al ojo negro que era visible y después miraba a los demás lados, notando que Sakura estaba acosando a Sasuke y este sólo cerraba los ojos intentando aguantarla, nuevamente sus ojos azules pasaron al ojo negro y después a la máscara negra.

-¿Usted es el nuevo sensei´ttebayo?

-Sí.

-¿Nos enseñará artes ninja?

-Las que tu cabeza pueda aprender.

-¿Me hará poderosa?

-A ti y al par de novios también.

-¡Sí!- gritó emocionada Sakura, emocionada de parecer la novia de Sasuke.

-No es mi novia y nunca lo será…- pero la emoción de Sakura se fue por obvias razones.

-Bueno, mi primera impresión de este equipo es…

Kakashi miró a respectivamente a cada ninja, parándose más tiempo en Naruko al identificar que era al portadora de Kyuubi, definitivamente le enseñaría a defenderse como un buen ninja, Akatsuki podía volver e intentar capturarla, y después en Sasuke, el último Uchiha además de Itachi Uchiha, también tenía que entranarlo y enseñarle buenas técnicas para su defensa. Y a la pelirrosa sólo la ignoró (xD)

Naruko portaba una gran campera de un naranja atrayente y un azul rey que enmarcaba su pequeña cintura, y dejaba a la vista unos pechos que eran quizá un poco grandes para una pequeña de 12 años. Kakashi se reprendió mental mente por ver "esa" parte de una pequeña. También pudo ver un pantalón naranja y que seguro era elástico también de un color naranja con vendas en una pierna junto a su porta Shuriken y Kunai.

Sasuke portaba una camisa larga y azul con un cuello abierto que le pareció a las capas de Akatsuki sólo por el cuello. Unos short blancos que le llegaban un poco arriba de las rodillas, una porta armas ajustado en la cintura y las botas azules de ninja, que todos portaban.

Sakura llevaba un vestido rojo con las caderas, que no poseía, abiertas y unas mallas negras arriba de las rodillas, sin pecho alguno. Kakashi volvió a reprenderse por mirar ese lugar.

-Una total y completa bola de idiotas.

-¡Déjese de esas cosas y díganos su nombre!

-¿Mi nombre? Mi nombre es Hatake Kakashi. Preséntense.

-Sasuke Uchiha.

-Haruno Sakura.

-¡Yo soy Naruko Uzumaki´dattebayo!

Kakashi asintió y comenzó a caminar, siendo seguido de cerca por los tres aprendices. Repentinamente Kakashi dejó de caminar y preguntó:

-¿Por qué me siguen?

-¡Pero si usted debería saber!- contestó Naruko.

-Pero qué bola de estúpidos tengo por equipo…- murmuró Sasuke por lo bajo.

-¡Es nuestro sensei!

-¿Lo soy?- le gustaba cabrear a sus alumnos, sobre todo a le rubia que era la que reaccionaba más rápido. -¡Oh, pero si es verdad!

-¡Al fin!

Todos están locos.

¡El nuevo sensei me cae bien´ttebayo!

Varios minutos después todos llegaron a un claro para su prueba.

Kakashi sólo sacó dos cascabeles y los tres le miraron curiosos, pero Sasuke pudo disfrazar su curiosidad con una pregunta tosca:

-¿Para qué queremos eso?

[…]

-Entonces… ¿pasamos?

-Son el primer grupo que no repruebo, el sólo hecho de alimentar a su compañera aun sabiendo el riesgo que corren es signo de que ustedes tienen futuro como equipo. Podemos mejorarlo sin lugar a dudas. Sakura no sabe identificar el Genjutsu y es una asustadiza, Naruko es algo, o muy, impaciente como para no entender el "comiencen" y adelantarse y Sasuke actúa por sí solo. Los equipos se asignaron de tres por una simple razón: trabajo en equipo. No lo entendieron al inicio pero cuando Sakura le dio de comer a Naruko comenzaron, sin saberlo, a trabajar en equipo. Han pasado la prueba. Y eso sí que es raro ya que…

-¡Su peinado sí que es raro´ttebayo!

Sakura sólo tenía los ojos soñadores por poder estar al lado de Sasuke y quizá algún día podría conseguir una cita con él, después a ser novios. Con sólo pensarlo se emocionaba, pero más emoción sólo por el hecho de que Sasuke ya no ha mirado a la fastidiosa de la rubia.

-Mañana temprano, específicamente a las 6 de la mañana, primera misión, nos veremos en el puente del parque.

-¡Hai!

-¡Sí, sensei!

-Como sea.

[…]

Naruko caminaba con la mirada baja y detrás de todos. Sakura sólo miraba a Sasuke y a Naruko con la miraba baja y se entristeció al ver a Sasuke así sólo por una estúpida niña. Sasuke sólo tenía la mirada perdida, preguntándose por qué casi dio la vida en aquélla batalla contra Haku y Zabusa. Pero por alguna razón que no comprendía completamente, no quiso que el sueño de ser Hokage de Naruko muriera, después de todo, los dos estaban solos, según le dijo Sakura, Naruko no tenía padres pero a pesar de eso sonreía sinceramente, él no podía hacer eso y la envidiaba por eso. ¿Ella podría enseñarle?

Sasuke caminó más despacio adrede para quedar al lado de Naruko, esta evitó su mirada y él tocó su hombro al tiempo que decía:

-No importa, estoy vivo, ¿no es así?

-Pero pudiste morir, Sasuke. ¡Y todo por mi culpa!

-No es verdad.

-¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?!

¡No estoy tranquilo, para nada!

-Dobe…

-¿Dobe?

-Hai, eres una dobe.

-Y ahora me ofendes… Tú… ¡Teme!

Y ambos comenzaron a discutir.

-¡No fue tu culpa, te protegí por qué quise! ¡Eres una perdedora por el simple hecho de culparte de todo sin tomar en cuenta lo que sienten los demás, siempre serás para mí una dobe y vete acostumbrando!

Naruko dejó de hablar e insultar al "teme" al escuchar eso y rápidamente buscó la mirada de Sasuke, notando que este nuevamente estaba delante de todos, caminando tan tranquilo.

Apretó los puños.

¿Qué se traía Sasuke?

Pero no podía negar que le emocionaba que él le haya dicho eso, aún se sentía algo culpable por los daños que Sasuke sufrió en la misión por su culpa pero aquéllas palabras…

Los largos cabellos sujetados en una larga cola de caballo de Naruko se movieron por el viento y a Sasuke le entró en sus fosas nasales un tenue y relajante olor a canela. Sus labios apenas y se curvearon un poco hacia arriba antes de volver a ser una mueca de fastidio.

[…]

Naruko se removía entre sueños, después de su primera misión en la tierra de las olas y de que Sasuke casi muere por ella no había podido conciliar el sueño del todo y ahora que podía sólo quería despertar. Imágenes de Sasuke muerto y más pálido que nada pasaban por su cabeza, una ligera capa de sudor invadía su frente y sus dientes estaban apretados. Repentinamente abrió los ojos y se incorporó en la cama sudando y jadeando.

Unos ojos rojos y un hombre con una capa negra y con nubes rojas, una hombre parecido muchísimo a Sasuke a su lado mirándola y ella tirada en el suelo mirando a Sasuke y diciendo un "vuelve a Konoha, Sasuke".

No sabía lo que significaba pero los ojos rojos brillaban y la miraban, por alguna razón que no entendía, Sasuke también tenía esos ojos. Negó con la cabeza y en un ataque abrió la ventana y saltó para comenzar a correr sin importarle que tuviera unos pequeños short naranjas y una camisa de tirantes ligera de un color negro. Sus pies la llevaron hasta el parque de Konoha y rápidamente se sentó en un columpio para comenzar a darse vuelo, aun temblando, logró darse vuelo con el peso de sus piernas y la inclinación de su cuerpo. El sonido chirriante del metal del columpio comenzó a sonar ante la fuerza del empuje que tenía Naruko mientras esta se aferraba con fuerza y con los ojos apretados, negando con la cabeza con fuerza al recordar su sueño. El columpio fue deteniéndose poco a poco dejando ver a una Naruko destrozada y con los ojos inundados de lágrimas, sin saber el porqué de este suceso. Algo le decía que tenía que tener a Sasuke cerca de ella.

Y justamente una sombra comenzó a dejarse ver entre las calles. Estando de perfil, Sasuke caminaba entre las silenciosas calles de Konoha. Naruko lo miró y rápidamente fue corriendo a su encuentro, limpiándose las lágrimas en el camino. Una persona con cabellos largos y rubios impactó contra su pecho y rápidamente la tomó con sus manos antes de que esta terminara contra el suelo al rebotar contra su pecho gracias a "dos" cosas delanteras.

-Naruko.- afirmó al ver la cabellera larga y rubia.

La chica levantó la vista con lentitud para encontrarse con unos ojos negros que apenas y podía ver gracias a la luz de la farola que estaba a su lado. Los ojos rojos con cosas negras que no sabía que eran volvieron a su mente y negó con la cabeza y ocultó su cabeza entre el cuello y hombro de Sasuke. Sus manos, como gelatina, se aferraron al cuello de Sasuke y este se confundió de sobremanera ante el comportamiento de su compañera. Tan sólo recargó su mentón en la cabeza de Naruko y comenzó a palpar su espalda, apretó los dientes al recordar que su madre hacía eso con él cuando era pequeño y negó con la cabeza para apartar esos recuerdos. El agarre poco a poco fue siendo uno débil y la cabeza de Naruko se apretó más contra el pecho de Sasuke, aún cubierto por tela color negra podía oler el olor de Sasuke, tensándola y haciendo que se relajase.

No…

Sasuke no estaba con ese hombre. Sasuke estaba allí, con ella. Abrazándola sin saberlo, no con ese hombre y mirándola con pena y arrepentimiento como en aquélla horrible pesadilla. Sasuke está allí, a su lado, no con otra persona. Comenzó a doblar sus piernas para sentarse y Sasuke la siguió, logrando que Naruko quedase entre sus piernas abiertas. Naruko sonrió un poco al recordar que el hombre que vió en sus sueños parecía más grande que Sasuke pero el cabello era igual, pero seguía siendo mayor, poseía una… ¿katana? Y ropajes morados, negros y blancos con una gran y gruesa cuerda.

-Estás mejor.

No sabía por qué, pero Sasuke nunca preguntaba, siempre afirmaba todo.

-Sí…- alcanzó a escuchar apenas la respuesta de la chica, antes de sentir como esta se apoyaba completamente en él como peso muerto.

Sasuke, curioso, levantó con su mano la cabeza de Naruko y la descubrió con los ojos cerrados e hinchados, con su otra mano delineó unas extrañas marcas en sus mejillas y después sintió algo mojando sus dedos, era agua. Agua salada, lo comprobó al llevarla a sus labios.

Estuvo llorando.

Suspiró al no sentir que esta tuviese ánimos algunos de despertar y volver hasta su casa. Sin más, la cargó y a como pudo la acomodó en su espalda para pasar sus delgados brazos por su cuello y tomar ambas con una mano para que esta no se cayera, comenzó a caminar con Naruko en su espalda sorprendiéndose de que su peso era prácticamente inexistente y comenzó a caminar rumbo a su mansión, aquel lugar donde nunca le gustó estar demasiado tiempo debido a los fantasmas del pasado, recordando así a su madre, padre… Pero Itachi… Algún día lograría vencerle en un combate y entrenaría para que fuese de un solo golpe.

Con un suspiró volvió a acomodar a la chica en su espalda y esta reaccionó al mencionar un suave "Sasuke…" ¿Por qué no le molesta la forma en la que dice su nombre? La dice… Como si él fuese alguien especial. Pero no, él no era especial, o eso pensaba él. ¿Qué tendría de especial un pequeño de 12 años que lentamente era consumido por deseos de venganza hacia su propia sangre: su hermano? No lo sabía, esa chica le confundía y eso no le gustaba del todo, por no decir nada.

-No te vayas…

¿A dónde me iría? Dobe.

Si acaso se iría a entrenar, pero a nada más. La chica estaba algo zafada.

Divisó a lo lejos la entrada al barrio Uchiha y la saltó aún con la rubia en su espalda. Pasó corriendo rápidamente evitando así ver los establecimientos desiertos y evitando así las viejas memorias, pasó justamente al lado del establecimiento de sus tíos y no pudo evitar recordar como su tia le ofrecía un onigiri antes de ir junto a los otros para estudiar. Negó con la cabeza con rudeza, sus manos se movieron hasta los muslos descubiertos de su compañera dormida estrujándolos y escuchó una pequeña queja de esta, no le dio importancia y saltó hasta la terraza de la mansión para entrar a su habitación por la ventana, no soportaba entrar por la puerta y recordar a su madre saludándolo. Prácticamente tenía la casa en su gran habitación, el baño estaba amplio. Casi todo como comida o cosas así de casas estaba en su habitación, los viejos libros y recetas de su abuela estaban en un cajón de su cómoda, ¡incluso casi se trae la estufa! (xd) Así que prácticamente vivía en su habitación (Oscuros secretos de Sasuke xDDD) Recostó a la chica en su cama, mirando que el libro que estaba leyendo hacía algunas horas quedaba al lado de la chica, y él se recostó al lado de ella, la cama era lo suficientemente grande como para tener a tres personas tamaño medio en ella, así que tenía su espacio personal intacto. Usó sus manos como almohada, pues le había pasado la suya a la rubia, y comenzó a cerrar sus ojos, escuchando la respiración de la rubia a su lado, comenzó a tener una paz que no había sentido desde hacía años, y se entregó al sueño que le atacaba.

[…]

Los rayos del sol comenzaron a entrar por la ventana de Sasuke. Los párpados de Sasuke comenzaron a temblar un poco para después ir ascendiendo para dar paso a unas perlas negras que tenía por ojos Sasuke. Comenzó a incorporarse notándose así mismo en una playera sin mangas de un color negro y un short igualmente negro: su pijama. Se sentó para después estirarse y después alzar los brazos para igualmente estirarse. Con lentitud comenzó a bajar sus brazos y su mano derecha tocó algo suave al tacto, aún sin ver, comenzó a flexionar sus dedos, pero repentinamente algo golpeó su cabeza obligándolo llevar sus dos manos a esa zona y palparla.

-¿Pero qué demonios…?

-¡Pervertido!

-¿Eh?

Sasuke llevó sus manos a los lados de su cuerpo y comenzó a voltear la cabeza, notando que una chica, específicamente su compañera de equipo, estaba a su lado, sonrojada con una mano a la altura del valle entre sus senos, las piernas juntas, y una mirada de reproche junto a unos labios fruncidos. Sasuke, por primera vez, tardó un poco más de 3 segundos en comprender algo, rápidamente llevó sus manos delante de su pecho y negó con la cabeza.

-Fue un accidente.- aseguró.

¿Q-Qué es esto…? ¿Acaso es… el sonido de mi corazón? Nunca lo he escuchado así.

Naruko lo miró unos momentos y después, al entender que de verdad había sido un accidente, asintió para sí misma y después pudo relajar su cuerpo. Miró curiosa el lugar.

-Mi habitación.- dijo Sasuke al ver la mirada azulada de la chica pasearse de un lado a otro. –Ayer te dormiste en mis…

-¡Disculpa´ttebayo!

-No importa.

-¿Así que estoy en tu habitación?

-Así es.

Comenzó a ver a Sasuke y después lo que había detrás de él, había una pared pintada de azul fuerte, quizá marino, algunas muebles, un sillón justo detrás, extrañamente sólo uno y para una persona, una fila de libros a un lado de ese sillón color negro, cuadros de armas tales cono un Shuriken y algunos Kunai formando una S clavados en la pared. Después algunas cajas con contenido incierto, pero todo ordenado. Y una puerta, seguramente el baño, y otra que seguramente sería la salida al lado de un closet pequeño de ropa.

-Deja de mirar así y hazme el favor de vestirte más decentemente.

-¿Vestirme?

Se miró a sí misma y de descubrió con un diminuto short y una blusa sin mangas y ligera. ¡No había usado sujetador!

-¡Kya!

-¡No vi nada, joder!- exclamó al ver que un libro se aproximaba a su cara. -¡No es como si quisiera verte!

-¡¿Ah, sí?! ¡Teme!-

Naruko se lanzó contra un Sasuke que no se lo esperaba y lo tumbó dolorosamente de la cama para quedar ella entre sus piernas, sus manos se juntaron y se entrelazaron sin saberlo y comenzaron a empujarse, rodaron un par de veces.

-¡¿Pero qué carajo te pasa?!

-¡Maldito ero-teme!

-¡No soy un jodido pervertido!

Primero Sasuke quedó arriba de Naruko pero esta volvió al dominio, pero después volvieron a rodar sin sentido. Una pelea infantil pero que extrañamente los hacía sentir bien, vivos, quizá felices. Nuevamente quedó Sasuke arriba y sujetó con rapidez las dos pequeñas manos de la chica con una de las suyas, impidiendo así que esta volviera a moverse y a causarle algunos problemas que antes tuvieron, no sabía por qué la chica se le había lanzado pero no quería averiguarlo, ahora lo único que tenía que hacer era quitársela de encima. La chica respiraba agitadamente, debía admitirlo, Sasuke tenía mucha energía como para dejarla debajo de su cuerpo.

Sasuke fue parándose poco a poco para después tenderle la mano a la chica. Esta dudó un poco en aceptar pero finalmente la tomó y estiró de ella para incorporarse. Sasuke miró el reloj que estaba en su mesa de noche y miró la hora con un poco de sorpresa.

-Las 5:23 de la mañana…

-¡No puede ser!

Ambos jóvenes se miraron y Sasuke tomó rápidamente ropa para él y correr hacia el baño.

-¡Gracias por todo, Sasuke´dattebayo!

La rubia saltó desde la ventana, miró a su alrededor tratando de orientarse, pues nunca había estado antes en el barrio Uchiha, y al ver la torre Hokage, corrió en su dirección para después desviarse al ver su calle y entrar por la ventana que había dejado abierta. Ambos chicos se cambiaron sus ropas, se bañaron lo más rápido que pudieron y a las 5:54 estaban ya los dos prácticamente jadeando en la entrada de Konoha. La rubia se sentó con lentitud en la tierra sin importar que pudiera ensuciarse y, ante esto, Sasuke se sentó de espaldas a ella, para después recargarse en ella y quedar ambos de espaldas juntas.

La rubia jadeó para después sentir su respiración normal.

-¿Cuánto… dormimos?- preguntó Naruko.

-No tengo idea.

-Ah…

Dos suspiros con cansancio se escucharon. Sus espaldas nunca se despegaron al contrario, se juntaron aún más entre ellos. Sus manos casi se rozaban, blanco y tostado que contrastaban.

-¿Por qué llorabas?

-¡¿Cómo sab…?! ¿Te importa?

-No realmente.

-Entonces quédate con la duda, teme.

-Tsk…

Se separaron y se incorporaron con lentitud al estar totalmente calmados. Naruko caminó hasta un árbol y saltó para sentarse en la rama, gozando así del fresco aire que los frondosos árboles a los alrededores de Konoha podían ofrecer. Sasuke cambió hacia el mismo árbol y se sentó a los pies de este.

-¡Sasuke-kun!

-Ngh.

Naruko miró como una pelirrosa se lanzaba a Sasuke y este rápidamente se la quitó. Su corazón latió con rapidez al recordar que ese chico que retiró con brusquedad a Sakura y a ella… Él había juntado sus espaldas y no sólo eso, la había dejado dormir en su habitación, en su casa…

Se llevó las manos a la cabeza para después tallarse con estas y negar rotundamente con la cabeza, pero aun así continuó escuchando.

-Quítate de encima, Sakura.

-¡Pero Sasuke-kun! ¡Me quito si tenemos una cita!

-No.

Sakura se emocionó al saber que había dejado a Sasuke contra la espada y la pared. Naruko miró hacia abajo con curiosidad. Sasuke colocó sus manos en los débiles hombros de Sakura y esta cerró los ojos en la espera de un beso, Sakura tan sólo sintió como era empujada hacia atrás y sentir el suelo contra su espalda, no le dolió, pero nuevamente el rechazo le había dolido.

-Escúchame bien, no me interesa salir con una persona tan fastidiosa como tú e hipócrita.

Los ojos jade de Sakura se abrieron enormemente. Naruko se decidió a bajar del árbol y Sasuke la miró.

Un golpe.

Dos miradas sorprendidas.

Otra que expresa decepción.

-No importa que tan fastidiosa sea…- comenzó Naruko, dirigiéndose a Sasuke, quién tenía la mirada volteada y un dolor en su mejilla que apenas le causaba una molestia. Naruko continuó. –Pero nunca debes de ser grosero… con una mujer.- demandó Naruko y volvió a subir al árbol.

Sasuke sólo miró a la nada, tocando su mejilla con una cara de total asombro. Sakura sólo lloraba silenciosamente por ser protegida por una chica a la cuál ella siempre insultaba en su mente y despreciaba sin razón alguna.

Cuando Kakashi llego, 1 hora después de la acordada, la tensión en el ambiente era mucha.

[…]

Después de pasear unos cuantos perritos volvieron a la entrada. Naruko como si nada después de una amena platica con su sensei, Sakura junto a ella aún con cara de cordero a medio morir y Sasuke se mantenía inquieto sin saber la razón.

-Bueno, no tengo reporte alguno de una misión en un futuro cercano, supongo que les avisaré cuando haya una. Nos vemos.- sacó de su bolso su Icha Icha y comenzó a leer mientras hábilmente pasaba de largo a la gente que se atravesaba.

-Bueno, Naruko-chan, me voy. T-Te veo después.

-Sí, sí, lo que digas…- dijo desinteresadamente, ciertamente la había protegido sólo porque no le gustaba que maltratasen mujeres, no por interés en ser su amiga.

Sakura suspiró y se contuvo de insultarla, después de todo, ella le había protegido. Se volteó hacia Sasuke y le miró con una sonrisa enorme y ojos soñadores al tiempo que decía:

-¡Tengamos una cita!

-No.- la negativa fue inmediata.

-¡Pero Sasuke-kun!

A esta chica le gusta sufrir´ttebayo.

Naruko asintió para sí misma y, tomando el brazo de Sasuke con fuerza, sorprendiendo a la pelirrosa y al pelinegro. La blonda sólo comenzó a correr arrastrando prácticamente al pelinegro hasta que este reaccionó moviendo sus piernas para alcanzarla.

-¿Qué es lo que quieres?

-¡Comer´ttebayo!

-¿Y para qué me necesitas?

-¡Estas muy delgado, te alimentaré!

Sasuke no puedo evitar soltar una risa sarcástica y se detuvo de repente, haciendo que la blonda soltase su mano y cayera de culo al suelo. Sasuke la miró por el rabillo del ojo y después dio media vuelta antes de decir:

-No quiero escuchar eso de un palo como tú.

Las manos de Naruko se volvieron puños y con rapidez se levantó del suelo, dio media vuelta y alcanzó a Sasuke cuando este apenas doblaba la esquina.

-¡No soy un palo´dattebayo!

-Deberías comer más verduras, un tomate por día estaría bien.

-¡Ugh! ¡Ni lo pienses!

Sasuke se detuvo de repente y Naruko igual. Sasuke avanzó un paso y Naruko igual. Sasuke repitió el proceso tres veces más para después dar media vuelta.

-Deja de seguirme.- demandó Sasuke.

-No hasta que valla a comer al Ichiraku contigo, teme.

-¿Me estás invitando a una cita, acaso?

Ante esto Naruko sólo se quedó en silencio. Recapacitó las 7 palabras que usó Sasuke (¿Cuánto a que posiblemente las contaron? XD) y después se sorprendió al saber que eso parecía. No… Ella tenía la intención de agradecerle por dejarla quedarse una noche en su casa, no tenía intención alguna de hacer pensar a Sasuke que lo estaba invitando. Cuando se quiso dar cuenta estaba siendo llevada por las calles por un Sasuke que le daba la espalda.

-Está bien, pero que sea rápido porque tengo que ir a entrenar.

-Pero yo no…

-No, no. No te arrepientas ahora, también tengo hambre.

-Sí, pero yo no…

-Hai, hai. Estás nerviosa, lo sé. No todas tienen el valor para invitarme a salir.

Arrogante teme.

-¡Joder, escúchame, teme de pacotilla!

-¿Decías algo, dobe?

-¡Teme! ¡Yo…! ¡Ya olvídalo´ttebayo!

Doblaron la esquina y entraron por el ramen. Naruko ordenó un Miso Ramen y Sasuke lo mismo, no era un experto en ramen así que simplemente eligió lo mismo que la blonda. Ambos partieron los palillos y Sasuke se sorprendió al ver como la rubia prácticamente comía como… un animal. Una suave risa salió de sus labios y comenzó sacar los fideos del caldo y llevarlo a sus labios. No era algo que especialmente le gustase, pero no sabía tan mal como pensaba. Cuando él apenas terminaba el primer tazón Naruko ya pedía el tercero.

-Hey, teme…

-¿Qué es lo que quieres?

-Tú pagarás… ¿Cierto?

-¿Acaso me queda de otra?

La rubia sólo le sonrió. Sasuke sólo apartó la vista con rapidez y comenzó a comer como si no hubiera mañana, todo por culpa de… ¿nervios?

Sasuke sacó de su bolsillo del short blanco algunos yenes que ganaban gracias a sus misiones y pagó lo correspondiente a, por más increíble y bizarro que pareciese, 21 tazones de ramen, por suerte para él, no eran tan caros. Finalmente comenzó a caminar rumbo a su casa pero los pasos a su espalda no se detenían.

Sasuke suspiró y se detuvo, escuchando que las pisadas se detenían. Miró disimuladamente hacia atrás y la rubia aún estaba.

-¿Y ahora qué?

-No tenga más que hacer´ttebayo.

-¿Y por eso tienes que acosarme?

-Sí.

-Ngh.

Volvió a caminar pero cambió su rumbo repentinamente para llegar al parque y no al barrio Uchiha. Repentinamente sintió un peso en su espalda muy pesado, más que el de Naruko.

-¡Sasuke-kun!

-¡Ino-cerda, suelta a MI Sasuke-kun!

Y otro peso se le unió pero ahora atacándolo por el frente. Con un suspiro se quitó a Ino de la espalda y después a Sakura, esta le miraba sonriendo "seductora" ¡dios, la puta ostia del asco! Después a Ino, bueno, ella era más aceptable, su sonrisa era pequeña y se mantenía quieta. Miró nuevamente hacia atrás y vio como Naruko estaba como haciendo lagartijas en el suelo, al parecer Ino la había lastimado al correr como perra desquiciada hacia él y su espada. (xD)

Antes de que le hablase nuevamente a Naruko esta se incorporó y salió corriendo, al parecer ni Ino o Sakura se habían enterado de la presencia de la rubia que había huido.

Miró a las dos chicas pensando en cómo hacer para que lo dejasen en paz por el resto del día.

[…]

Corría por las calles sin mirar hacia atrás.

Era una cobarde.

Una dobe.

Huía de sus sentimientos.

¿Por qué Sasuke no las quitó de su cuerpo? ¿Acaso todas las chicas se le pegaban como lapas y él se dejaba?

Sentimientos extraños surcaban su cuerpo.

Y ella como una cobarde huía de lo que sentía.

Pero es que no se podía evitar. Nunca nadie le enseñó que había más tipos de amor además del que sentía por Iruka: amor de hermanos. Y el que sentía por Kiba, Shikamaru y Shino: amor de mejores amigos. Pero lo que sentía por Sasuke no era ninguno de ese tipo de amor. ¿Entonces cuál era? Ella no sabía que había más tipos de amor.

Soltó un suspiro que tenía todo su cansancio y llevó su mano a su espalda para después estirarse, por alguna razón estaba cansada. Comenzó a caminar escuchando el sonido de sus armas al chocarse entre sí y el sonido de las propias pisadas. Saltó a un tejado cualquiera y comenzó a saltar entre estos para comenzar a saltar por los rostros Hokage y sentarse en la cabeza del cuarto hokage, no sabía por qué pero sentía que ese era algo más que un héroe para ella al salvar a la aldea del zorro de nueve colas. Pero… ¿Por qué ella como portadora? Soltó un suspiro y se puse en pose de indio. Miró el cielo notando lo que tanto le gustaba a Shikamaru: las nubes. Y justo después unas sombras se pasó por delante de la torra hokage y ella rápidamente las identificó.

-¡Shikamaru, Chouji, Kiba!

Las tres sombras se detuvieron de repente y miraron en su dirección. Un ladrido de un perro se escuchó haciendo eco y segundos después los nombrados estaban a su alrededor.

-¡Pero mira lo que el viento trajo, Akamaru! Naruko, ¿chica, cómo estás?

-¡Bien!

Shikamaru sólo se sentó a su lado con una pequeña sonrisa y Chouji le ofreció de sus papas, ella sólo negó con la cabeza y una sonrisa. Kiba se sentó al otro lado de Naruko y comenzaron a contar anécdotas del pasado, específicamente de cuando estaban en la academia y las bromas que le hacían al Tercer Hokage. Chouji se quejó de la falta de frituras un par de veces y Shikamaru sacó unos dulces de su bolso para ofrecérselos alegando que era fastidioso. Akamaru dormía en el regazo de Kiba y este acariciaba su lomo. Naruko preguntó por cómo les iba con sus entrenamientos. Todos respondieron.

-Es problemático, Ino se cree la jefa.

-¿Y acaso no lo es?- se burló Chouji.

Shikamaru volvió a hablar: -Sólo porque es una de esas mujeres que se ponen histéricas si no le haces caso.

-¿Qué tal tú, Kiba?

-Bueno… Hinata es aún muy tímida y Shino es muy serio, pero parece que el tipo tiene seguidores de insectos. ¡Un día me senté a su lado e insectos me atacaron, fue horrible!

Naruko soltó una risa al imaginarse a su amigo Inuzuka siendo acosado por bichos y corriendo en círculos mientras Akamaru ladraba al suelo.

[…]

Nuevamente esas sonrisas….

Caminaba tranquilamente por las calles hasta que, en la cabeza del cuarto hokage, cuatro sombras sospechosas se dejaron ver, Sasuke sin dudarlo se fue acercando pero todo sobre unos sujetos raros se esfumó al ver la rubia cabellera. Naruko, estaba seguro. Escuchaba desde lejos cosas sin sentido como cuando estaban en la academia. ¿Qué tenía de interesante el pasado? A él no le gustaba recordar para nada el pasado, así que simplemente pensaba en el presente y en el futuro… No había que pensar mucho realmente, matar a Itachi y después ser feliz con su muerte. Eso era todo. Pero… Aquéllas sonrisas nuevamente. ¡Incluso Shikamaru, a quién consideraba un sabelotodo con exceso de flojera, debajo ver una sonrisa que, aunque era pequeña, se dejaba ver perfectamente la mueca!

Soltó uno de sus ya comunes suspiros y pasó como si nada detrás de ellos para comenzar a bajar por las escaleras y canales de túneles que había dentro de la montaña Hokage.

Esperaba que no notasen su presencia.

Pero no fue así:

-¡Hey, Sasuke-teme, ven aquí´ttebayo!

-¡Pero mira nada más! ¡Sasuke Uchiha, ven a divertirte, estás pálido hombre! ¡Hablar te hará bien!

-¡Comamos juntos, Sasuke! ¡Son papas nuevas de carne y queso! (What That Fuck? xD)

-Que problemático… ¿Qué esperas? Únete, ya no podía ser más aburrido de todos modos.

¡Ni siquiera Shikamaru había podido evitar llamarle con una sonrisa! Sasuke sabía que era felicidad. ¿Acaso estaba mal querer sentir un poco de eso? Sin saberlo, sus pies comenzaron a ir en contra de su voluntad al encuentro de las dos personas. Akamaru despertó ante el sonido de las pisadas y ladro feliz al reconocer a Sasuke. ¿Incluso el perro lo buscaba? Su corazón comenzó a latir con más fuerza dentro de él, llenándole de una calidez que él quería conservar allí mismo, en su pecho estaba bien.

Soy buscado por personas que no considero amigos… Soy buscado para algo más que una cita con alguna hipócrita. ¿Por qué me siento así?

Se sentó frente a la rubia, dándole la espalda a toda Konoha, y esta le sonrió hasta mostrarle sus dientes color perla, perfectos dientes. Miró a Shikamaru y este le miraba como siempre: con aburrimiento, pero con una pequeña sonrisa. Chouji no dejaba de comer y Akamaru estaba a su lado rogando por algo de esa chatarra y Kiba le reprendía alentando que podía enfermarse.

Los cuatro comenzaron a platicar, mientras Sasuke escuchaba.

-¡Y lo sigo diciendo, las mujeres son problemáticas! ¡Quieren esto… y después esto… y después se arrepienten! ¡Pff!

-¡Pero no todas son así´ttebayo!

-Naruko, a veces pienso que eres hombre.

-¡Soy mujer, Shikamaru´dattebayo!

-Hai, hai. Una mujer que parece hombre.

-¡Shi-ka-ma-ru!

-No te enojes, esto se hará problemático así.

Si Sasuke miraba a las personas discutir él podía sentie el odio y la furia en cada palabra, pero con esos dos era diferente. Sentía burla y felicidad. ¿Acaso podía haber esas emociones en peleas?

Chouji le ofreció frituras y el dudó antes de meter su mano en la bolsa. Tomó solo una y este le ofreció más. Nunca había visto a Chouji ofrecerle a alguna persona de su comida… Finalmente tomó unas pocas notando que el sabor no le desagradaba para nada, se atrevía a decir que tenía tenues toques de tomate en polvo como condimento y podía sentir un leve sabor a carne picante.

-¿Acaso tienen tomates?

-¡Sí, así me gustan a mí, Sasuke! ¡Y también las de carne y las de pimientos!

-¿Te gustan las papas o los ingredientes con los que hacen las papas?

-¡De todo! ¡Los ingredientes juntos saben mejor que nada, sobre todo con el sabor del tomate!

Sasuke asintió ya más calmado y devoró otra papa que tenía en sus manos. Nadie nunca le había hablado para otra cosa que no fuese pedirle algo y realmente agradecía el hecho de estar con aquéllos cuatro. En algún momento aquél perro que consideraba ates molesto se le acercó y acarició su mano con su húmeda nariz. Miró al perro con curiosidad y después la última papa que tenía en su mano. Con curiosidad, Sasuke llevó aquella papa encima del hocico de Akamaru y este comenzó a intentar quitarla de allí arriba, sufriendo silenciosamente por no poder atraparla. Kiba soltó una escandalosa risa al tiempo que le pasaba la papa y el perro comenzó a lamerla para después morderla y terminarla.

Nunca me había sentido tan bien. Pero sobre todo, era gracias a Naruko…

[…]

Los días pasaban y los cinco: Sasuke, Naruko, Chouji, Shikamaru y Kiba junto a Akamaru, habían sido muy buenos amigos, Sasuke no daba mucho de su parte pero había dejado de ser grosero sólo con ellos, en veces contestaba amablemente algunas preguntas. Casi olvidaba la muerte de su clan y se culpaba por eso, no podía olvidar a su madre y padre así como si nada, sobretodo su venganza. Pero cada vez era más y más difícil no olvidarse de estos cuando estaba con, lo que podía llamar con felicidad, amigos.

Ino y Sakura sentían celos hacia Naruko por poder ser la única mujer que este le permitía invadir su espacio personal, eso lo sabían cuando Sasuke se dejaba arrastrar al Ichiraku Ramen. Chouji pocas veces lo raptaba para llevarlo a comer junto a él y a Shikamaru y Kiba le ofrecía… pasear a Akamaru. Y siempre se negaba. ¿Para qué quería pasear a un perro si ya tenía verdaderos amigos?

Kakashi se sorprendía por el buen equipo que hacían Sasuke con su Jutsu Bola de Fuego junto a Naruko y su Jutsu Clones de Sombra. La chica usaba los clones y detrás de esto aparecían las bolas de fuego, así que prácticamente: atacas al clon, este desaparece, te encuentras con una sorpresa de fuego. Sakura sólo moría de celos y su odio hacia la rubia volvió al ver cómo, después de cada misión exhaustiva o por simple capricho, ambos se sentaban de espaldas al otro y juntaban sus espaldas. La habilidad de Sasuke cada día mejoraba más y más y Naruko aprovechaba que su cuerpo era delgado para tener una flexibilidad nivel superior y una buena velocidad. Sakura sólo estudiaba pero a la hora de la "acción" muchas cosas se le olvidaban por los nervios de pensar en un Sasuke herido por parte de Kakashi.

Quizá ya estaban preparados para los exámenes Chunnin de la próxima semana.

A Kakashi le daba igual, simplemente porque de todos modos ya los había metido, ahora sólo faltaba decirles.

[…]

-¿Tres semanas más, uh?- preguntó distraídamente Naruko a la vez que los dos aprendices se sentaban, siendo seguidos por el Jonnin.

-Sí, las pruebas serán en su mayoría de resistencia y combate. Tendremos participante de la aldea oculta del desierto. Quizá mañana lleguen.- contesto Kakashi.

-Esos ninja son de Suna, ¿verdad?

-Sí, me han dicho algunas cosas sobre Sabaku no Gaara…

-¿Quién es él, Kakashi-sensei?

-Tengo entendido que es el mejor ninja de la aldea, supera incluso a algunos Jonnin y su historial es perfecto, tiene una misión de rango B y muchas otras del rango C. También dicen que nunca ha salido herido.

-Suena interesante, Naruko.

-Es verdad, teme.- sonrió la chica.

Los tres pidieron el ramen y se dispusieron a comer despacio para continuar.

Entre una de las tantas pláticas:

-¿Alguna misión nueva, Kakashi-sensei?

-Mmm, sí. Hokage-sama quiere que escoltemos a los alumnos de Suna.

Sasuke no pudo evitar preguntar: -¿A Gaara?

-Sí, sí. A ese muchacho.

-¿Pero acaso él no es el mejor para venir solo?- Naruko sólo ponía atención al tiempo que comenzaba con otro tazón.

-Sí, pero igualmente solicitaron escolta. Y bueno, la suma de dinero fue algo que el Hokage no pudo responder con una negativa.

-¿Y por qué a nosotros?

-Tampoco estoy seguro. Pero una misión es una misión.

-¿Puedo hacerle otra pregunta?

-Me la has hecho ya, pequeño Sasuke.

-¿puedo hacerle muchas preguntas?

-Adelante.

-¿Por qué está leyendo su libro guarro en el Ichiraku?

-Eh… Chicos, mañana a las 6 de la mañana en la puerta, lleven su equipo ninja bien afilado: recuerden que tienen que tener sus instrumentos limpios y filosos.- cambió de tema Kakashi al tiempo que guardaba su Icha Icha en su porta Shiruken/Kunai. Naruko asintió desinteresadamente y Sasuke sólo rio un poco ante la actitud de su sensei.

Parecía un cuento que un profesor así que, se supone, es uno fuerte como para ser de élite, tenga de debilidad un libro de un tal… ¿Yiraija? ¿Jiraya? Lo que sea.

-Bien, ahora, iré a avisarle a Sakura.- el Jonnin pagó por todos y comenzó a caminar. Naruko terminó el último tazón pero debido a que Kakashi ya había pagado no podía ordenar más, ¿o sí? Miró a Sasuke y este le miró con un poco de curiosidad mal escondida.

-¿Qué?

[…]

-Enserio que no sé cómo eres un palo si comes tanto ramen.

-¡Que no soy un palo´ttebayo! ¡Tú sí que eres un palo, mírate!

-¿Huh, yo? Es normal para un chico, las chicas tienen caderas, no llanuras.- se burló Sasuke.

Sólo era para molestarla, pues Naruko no tenía llanuras. ¡Tenía cadenas de montañas! ¿Cómo era que una pequeña de 12 años tendría ese cuerpo parecido a una de 15? Una explosión detuvo su caminata hacia el parque y les obligó a mirar hacia el puesto de los baños en las termas. Abrieron sus ojos un poco más al ver a un sapo casi de su tamaño y arriba de este un sujeto extraño, el sapo saltaba alto mientras algunas mujeres en toalla lo perseguía.

-¿Quién es él?

-No lo sé, deberíamos salvarle.

-A simple vista es un pervertido, no gracias.

-¿Cómo sabes?

-Dobe, mira lo que tiene en la mano.

-¿La mano?

-Tú míralo.

-¿Esas son unas…?- preguntó con un tic en la ceja Naruko.

-Bragas.

-¡No puede ser! ¡Qué pervertido! ¡No ayudaré a personas así!- Naruko comenzó a correr sonrojada por lo que el viejo tenía en la mano y Sasuke la siguió.

Qué extraño, ahora soy yo el que sigue mujeres.

[…]

Sasuke miraba por su ventana todo lo que lo alto de su mansión le dejaba ver, que era mucho. La noche hacía u obligaba a que las luces de los faroles se encendieran y las calles se iluminaban. Con sus ojos negros podía ver sombras de la gente al pasar a lo lejos. Paseaba su vista a las sombras de lo que era la montaña Hokage y se preguntó qué clase de cosas habría fuera de la aldea, por alguna razón algo le decía que algún día lo sabría y no se refería a salir por una misión. Ni siquiera tiempo había para recorrer los alrededores cuando estaban escoltando a alguna cosa valiosa o persona.

A su nariz llegó al aroma a canela, ese olor que le daba paz.

Miró hacia abajo y, tal y como lo esperaba, la chica estaba nuevamente en su jardín. Soltó un suspiro y abrió la ventana, no pasó más de un minuto cuando la chica usó su chakra para caminar por la pared y pasar.

Últimamente siempre es lo mismo con ella.

Naruko venía casi tres noches a la semana, con los ojos rojos y surcos de agua por sus mejillas, nunca sabía por qué pero ella siempre venía y él, como un caballero, la dejaba desahogarse con leves golpes en su pecho, al parecer le gustaba golpearlo, pero después la chica era diferente.

Esa noche todo fue diferente…

Naruko no se sentó en una esquina y él no tuvo que ir a su lado para dejarse golpear (es un tipo de tranquilizante) y esperar a que la chica dejase de llorar para irse al mundo de los sueños a su lado.

En ese momento todo se fue de la actual rutina desde hacía algunos días. Naruko caminó unos escasos pasos desde la ventana hasta su posición delante de la blonda y ante su curiosidad e intriga ella le abrazó. Sintió los pequeños puños aferrarse a su camisa negra, que era su pijama junto a un short, y soltar los sollozos prácticamente en su pecho. Comenzó a doblar sus rodillas siendo seguido por Naruko y así ambos terminaron sentados, Sasuke con la espalda apoyada en el mueble de la cama perfectamente ordenada y con la chica entre sus piernas.

¡Es que no lo podía evitar! Últimamente esos sueños no la dejaban en paz. ¿Quiénes eran aquéllas personas que veía en sueños? Primero había sido un pelinegro parecido a Sasuke y algo así como un Sasuke en versión mayor de edad, después se les unió un rubio de cabellos largos con un gran mechón tapándole un ojo, junto a ella había un chico con cabello rojo, sólo eso sabía, y además parecía que cada noche que tenía esa pesadilla un nuevo desconocido se iba añadiendo a su nueva colección de desconocidos, curiosamente casi todos a excepción de ella, el pelirrojo y el que se parecía a Sasuke, poseían una capa negra con nubes rojas. Esas personas extrañas le decían que la encontrarían y extraerían al Kyuubi de su interior. ¿Para qué querían al zorro de nueve colas? Y ese pelirrojo… ¿Por qué estaba a su lado y no con los otros tipos desconocidos, mirándola con ojos fríos y burlones? Y aquél personaje parecido a Sasuke pidiéndole perdón por algo que ella desconocía totalmente. Cada vez al despertar sentía un dolor tan fuerte en su pecho, aunque no estuviese herida sentía como si sangrara por dentro cada vez que, en sus sueños, conectaba la mirada con los ojos rojos con cositas negras en ellos. La útima persona que había aparecido en sus pesadillas era un sujeto, también con la capa negra y las nubes, era un tipo con una máscara naranja con, para ella, una forma de espiral o huella digital, que dejaba a la vista un ojo y este era igual al de los otros dos tipos.

Y si lo pensaba bien…

¡Se parecen al shari-no-me-acuerdo-qué de Kakashi-sensei!

Aquél ojo que tenía siempre tapado con la bandana protectora de Konoha, esos ojos eran igualmente rojos pero las cosas negras, que aún no sabía que eran, tenían una forma diferente. Es como… si fuese evolucionando. Salió de sus pensamientos y recuerdos al sentir como Sasuke apoyaba su mentón en lo alto de su cabeza y se sonrojó un poco ante la posición, que ahora tomaba en cuenta, en la que estaban. Sabía que Sasuke no era un pervertido, pero… ¡No podía evitar NO sentir vergüenza! ¡Y ni siquiera sabía por qué!

-Ya vallamos a dormir. Te has calmado, dobe.

Asintió un poco sonrojada aún. Llevó sus manos a su banda protectora para retirársela y dejarla junto a la de Sasuke, que estaba en el mueble al lado de la cama, y se recostó en la cama para después moverse a la derecha y darle espacio al chico. Sasuke tragó saliva al ver el cuerpo de Naruko tan sólo con un short naranja en esta ocasión un poco más largo que el que había tenido la primera vez que la chica durmió en su casa, y una blusa ligera de mangas cortas color azul, sin duda alguna colores demasiado atrayentes entre sí como para tenerlos como pijama, pero ese no era el caso ahora. Debía aprovechar que Naruko se había calmado para poder dormir a su lado, pues mañana partirían temprano hacia Suna a recoger a los participantes y necesitaba energía, la arena no le venía muy bien a su piel blanca y por eso quería hacer las cosas rápido. Además, la aldea, si no iba errado, estaba a tres días a paso ninja partiendo exactamente desde la puerta.

Se acostó al lado de Naruko, atrayéndola hacia él para que esta no tuviese lo que sea que la atormentaba, eso le ayudaba cuando era un pequeño de 6 años, y maldijo por última vez el hecho de que Naruko no tuviese sujetador y que "esas ciertas partes delanteras" se le clavasen en el pecho y parte del brazo que pasaba por la cabeza de la joven. Finalmente se unió a Naruko y la los demás en Konoha en el mundo de los sueños. Debería descansar ya que mañana partirían en un viaje de aproximadamente tres días para escoltar a participantes del examen.

[…]

Los ojos jade de una pelirrosa comenzaron a abrirse con lentitud. La dueña de esos ojos se incorporó al escuchar los gritos de su madre desde abajo llamándola por la misión y para que alcanzase a desayunar, y otras cosas. Miró nuevamente en lado de su cama, siempre vació, se prometió que algún día estaría allí Sasuke con ella, sonriéndole como nunca antes lo había visto hacer y mirándola con adoración.

Soltó un suspiro y se encaminó a la ducha.

Quizá nunca lo tendría, era muy poco probable, pero no se rendiría. ¡Ella era Sakura Haruno! Y tenía lo que la rubia no tenía: padres. Así que simplemente, eso pensaba ella, era mejor mujer para Sasuke-kun de lo que la rubia podría ser en la vida. Sasuke-kun podría pedir su mano y sus padres estarían allí para afirmar, no permitiría lo contrario, y la rubia no podía hacer eso sin un tutor y, que ella supiera, no tenía ninguno. Si Sasuke-kun tenía un hermano fácilmente podría llevarse bien con él y este seguramente le ayudaría para tener el corazón de Sasuke-kun. ¡Ella lo querría y haría que ese corazón fuese blando! Después de todo, ella lo tenía todo, belleza, poder, y otras cualidades que, según ella, la blonda no tenía. Ni ella ni ninguna otra chica. Y tenía a su favor que Sasuke no tenía mucha relación con otras mujeres, en pocas horas habría una misión de tres días donde seguramente habrá que parar a descansar una ocasión y podría dormir a su lado, y estaban en el mismo equipo por un poco más de dos o tres meses después del examen.

Tenía todo a su favor.

Años de noviazgo hasta legar a los 18 y a los 19 una boda de ella y Sasuke, era fácil. Entrenaría para demostrar que estaba a la altura de un Uchiha y mezclaría la sangre de los Haruno con la del prestigioso clan del fuego, o eso parecía por sus historias de que dominaban perfectamente los ninjutsu de fuego.

El poderoso Clan Uchiha.

"Lo mío no es un sueño, es una prioridad. Voy a restablecer mi clan… y a matar a alguien en específico…"

Pues estaba decidido, ella le daría esa oportunidad de re-establecer su clan. Y le ayudaría a matar a quién sea sólo por estar a su lado.

[…]

En ese sueño todo cambió para Naruko.

Estaba caminando en un lugar muy grande y además con agua que le llagaba a tobillo del pie. Por alguna razón ese lugar le causaba escalofríos.

-Esto no es un sueño, cachorra.

¿Cachorra? Casi se cae de la risa al escuchar eso, pero se contuvo y mejor continuó caminando por los amplios pasillos inundados de agua. Momentos después estaba entrando por un salón súper grande que parecía a toda su academia pero sin las paredes que separaban los salones, no, quizá aún más grande. Y al final de eso unas rejas, era una celda muy, pero muy grande. No, no era una celda, eran dos puertas grandes de algo parecido al fierro, quizá metal, no lo sabía, pero en medio de esas dos puertas había un sello. Una risa escalofriante comenzó a escucharse y se sobresaltó al ver unos ojos rojos que se dejaban ver detrás de la celda.

-Bienvenida, pequeña.

-¿Quién eres tú´ttebayo?

-¿Sabes? Tu forma de hablar es muy peculiar. Soy el kyuubi.

-¡No puede ser! ¡Pero si tú…! ¿Dónde rayos estoy´dattebayo?

-Estás dentro de ti, donde yo he permanecido los últimos años.

-¿Q-Qué es lo que quieres…?- Naruko comenzó a acercarse a las dos grandes puertas, por alguna razón, tenía curiosidad de ver al Kyuubi, aquélla bestia que logró hacer gastar el chakra al cuarto Hokage y que permanecía dentro de ella desde que, prácticamente, tenía memoria. No podía ver mucho, a decir verdad, sólo unas enormes patas con garras, pelo anaranjado o rojizo que cubría la piel, pero con sólo ver el tamaño de las garras se sorprendió.

-Eres… muy grande.

Posiblemente esa garra era más grande que su cabeza, quizá le llegase a medir la mitad de lo que medía su cuerpo.

-No estoy para eso, cachorra… Sólo te traje aquí para…

-¡No me digas cachorra, zorro pulgoso!

-¡Oye, no estoy para esas cosas! Te traje aquí para…

-¡No, no! ¡Ahora me escuchas, no soy una ca-cho-rra! Soy Naruko Uzuma…

-Sí, sí. Ya lo sé, veo todo lo que haces en tu vida, es lo único que puedo hacer aquí dentro.

-¡Eres un metiche, zorro!

-¡Tú no lo entiendes!

-¡Pero si yo…!

-¡Basta!- llegó su pata derecha a la puerta derecha y la golpeó con fuerza, asustando a Naruko.

Simplemente se fastidiaba con el carácter de la blonda, él sólo quería hacer una buena acción y ella le venía a reprender sobre lo que veía en su vida. ¡No le importaba su vida, aunque el pelinegro estaba bueno (xD), él sólo quería hacer algo bueno! Más bien era egoísta, ya que si la blonda moría él se quedaría encerrado para toda su larga vida y algún día engañaría a la chica para que lo dejase salir.

-¡Escúchame bien, no te volveré a llamar porque eres fastidiosa! ¡Silencio!- gritó al ver que la chica abría su boca para rechistar. –Personas te buscan, yo hago que tengas esos sueños con los que tienen la túnica negra, así es, soy yo. Esos chicos te buscarán a partir de unos 4 años. Para vencerle a todos tendrás que llegar a Jiraiya, él te entrenará y te hará una hembra realmente fuerte. Madara Uchiha estará al mando de todo. Esa banda se llama… ¿Cómo se llamaba…?

La blonda estaba totalmente en shock. Nunca se esperó ser perseguía por muchas personas, tener pesadillas por culpa del zorro, y sobretodo que sería una mujer poderosa en el futuro. Una sonrisa grande surcó su rostro y comenzó a emocionarse.

¡Y no era para menos! ¡Si se volvía fuerte podría ser Hokage algún día! ¡La primera mujer Hokage de Konoha! ¡Sí señor!

-Demonios con ese nombre tan marica, ¿cómo rayos era…? ¿Aka-qué…?

Comenzó a pensar en toda la información y… Madara Uchiha… Uchiha… Ese apellido le recordaba a algo, o a alguien. ¿Pero a quién? Bah, seguramente era un pobre diablo que se metió en malos asuntos. ¡Ella lo vencería a él y a toda la bola de desconocidos de un solo golpe! ¡Enserio, si no, dejaba de ser Naruko Uzumaki! Pero, si todos ellos habían sido pesadillas creadas por el Kyuubi, ¿qué hacían personas con los mismos ojos que Kakashi-sensei?

-Era… Tsk… Espera, en un momento lo recuerdo. (Jajaja, me pasé con Kyuubi olvidadizo)

-¿Qué son esos ojos rojos?

-¿Huh? ¡Oh, esas cosas! Sharingan.

-¿Shari-qué?

-Sharingan. Es una habilidad del clan Uchiha, quedan pocos de ellos, entre estos sobrevivientes queda Madara, Itachi y Sasuke. Este último lo conoces. Madara es ahora conocido como "Tobi", el tipo con máscara. Kakashi tiene el Sharingan debido a qué… Obito Uchiha se le dio, no puede desactivarlo porque Obito se lo dio activado y él, al no ser de él clan Uchiha, no puede desactivarlo a su antojo, es más, ni siquiera puede desactivarse. Dicha habilidad catalogada como "Sharingan" sirve para detectar y copiar cualquier posición, ya sea pose o algún ninjutsu. El sharingan también se puede…

-¡Espera, demasiada información´ttebayo!

-No, no. No hay tiempo, el Uchiha está intentado despertarte. Esa habilidad puede mejorarse, catalogada como mangekyo Sharingan, que básicamente es quema todo con las llamas negras, también existe el Tsukuyomi, que te envía a un genjutsu.

-¿Genjutsu?

-No hay tiempo, ye ha despertado, espero no volverte a ver aquí, fastidiosa. ¡Los tipos que te buscan se hacen llamar "Akatsuki"! ¡Ahora vete y aléjate de mí, me dan ganas de dormir!- definitivamente el Kyuubi no podía tener una conversación sin enojarse con alguien. ¡Ni siquiera le gustaba hablar! Pero esta vez era para salvarse él, si la chica entrenaba el zorro se salvaba, era fácil.

-¡Sí, te veo después!

-¡Maldita sea, no vuelvas nuncaaa!

Definitivamente prefería ver a la rubia en su vida y no con él, era insoportable. ¿Cómo es que el Uchiha la soportaba?

Y recordó algo.

Bah, seguro a la chica no le importaba que él haya puesto a Sasuke de adulto en sus sueños por diversión. Seguramente no se acordaría de que Sasuke estaba allí, faltaban ya 4 años. (Resumen: Sasuke no se va de Konoha)

[…]

-Tardas mucho en despertar, dobe.

-Teme… no me digas así´ttebayo...- la rubia se incorporó viendo que el chico ya estaba vestido y al lado de él una mochila que se veía un poco vacía pero que aun así el contenido no era poco. Alzó los brazos para comenzar a estirarse como si hubiese dormido por días y soltó un suspiro de placer al sentir su espalda tronar. -¿Qué hora es…?

-Las cuatro treinta y cinco de la mañana.

-¡Dios, pero si es muy temprano!

-Tenemos que encontrarnos a las cinco, deja de quejarte y vete a cambiar o lo que sea que haces.

-¡Pero Kakashi-sensei siempre tarda una hora después de la acordada!

-No por eso voy a ser irresponsable, usuratonkachi, si tú lo quieres ser no me hundirás contigo.

-¡P-Pero…!

-No, no. Ahora vete a tu casa.

-¿Me estás echando´dattebayo?

-¿Y ahora qué? ¿También te bañarás en mi baño y vivirás aquí?

-Pues no es mala idea´ttebayo.- definitivamente se sentía viva cuando peleaba con Sasuke, no sabía por qué, quizá lo tenía en la sangre.

-Eso sí que no lo permitiría, dobe. Ahora vete. No me dejaste dormir bien anoche por tus murmullos sobre e ramen.

- ¡Pero si el ramen es tan...! ¡Hyaa!

Sentía unas manos en sus muslos y como estas la apretaban para alzarla. Sus manos rápidamente viajaron a enredarse en el cuello níveo de Sasuke y este comenzó a caminar. Ha como pudo abrió la ventana y, por más loco y sádico que pareciese, arrojó a la chica al árbol y tal como lo esperaba esta usó su chakra para quedarse en la rama.

-¡Eres un salvaje, Sasuke-teme´dattebayo!

Simplemente cerró la ventana e ignoró a la rubia que gritaba desde, por más estúpido que sonase, desde su árbol. Una sonrisa burlona adornó su rostro sin siquiera saberlo y se volvió a la cama para recostarse y seguir leyendo, ya había arreglado sus cosas y no tenía por qué preocuparse. Así que simplemente se relajó para leer.

[…]

Chistó la lengua y volteó la cabeza a un lado con indignación al ver como el Uchiha cerraba las cortinas azules. Justamente cuando bajó la mirada se dio cuenta de una cabellera rosada se asomaba entre arbustos que estaban fuera de la mansión de Sasuke. Se ocultó mejor entre las ramas con abundantes hojas, incluso pareciese que el Uchiha no tenía nada que hacer en su casa, y ocultó su chakra para reducirlo a cero, aunque pensaba que la ojijade era demasiado tonta para si quiera notar su chakra. Estúpidamente la chica era igual a Konohamaru en cuestiones de esconderse en marcha. Además de que lo rosa de su cabellera se distinguía perfectamente entre el verde del arbusto en el que se escondía. ¡Dios! ¿Pensó si quiera en el jutsu de transformación? Quizá Sasuke estaba en lo correcto respecto a ignorarla. ¡A simple vista se le veía la palabra "acosadora" en su frente que parecía tener más tamaño que su cerebro! El "arbusto" se acercaba a cada momento a la gran barda y si ella no fuese un ninja pensaría: "¡Ostia puta, ese arbusto saltó un jodido árbol!" y se quedaba allí. Dos rayos de sol le calaron en los ojos y al poco tiempo descubrió que eran unos binoculares. Sólo rio un poco. De igual forma, quisiera o no, Sakura era una ninja, así que simplemente salió de esa rama con cuidado de no ser escuchada y corrió hasta su departamento, al parecer, era la única que faltaba para arreglarse.

[…]

El aburrimiento era absoluto, sólo se escuchaba las suaves respiraciones de los tres ninja que esperaban a su respectivo sensei. Una furiosa Sakura apretaba los puños al ver los ojos cerrados de Sasuke y en su rostro se veía una mueca seria, pero que tenía pequeños tintes de paz. Eso es lo que sus ojos jade miraban con odio pero a la vez con ojos de enamorada al poder ver esas muecas. Pero por el otro lado…

La espalda de SU Sasuke-kun nuevamente estaba recargada contra la de la molestia rubia. Ronquidos delicados pero fuertes se escuchaban, todo de parte de Naruko, mientras se revolvía entre sueños y Sasuke se quejaba algunas veces ante algún cambio de posición. Si creían que Sakura era tonta, no se equivocaban, sí, pero no era tanto. Claramente, al estar al pendiente de Sasuke, pudo ver como este se escapaba con Naruko susurrando un: "Tengo sueño…" que lo hacía ver tan violable y más sexy que nunca para ella. La rubia sólo sonrió con naturalidad añadiendo un: "No pude dormir bien por tu culpa, teme. Quejándote toda la noche´ttebayo…"

Así que ahora podía verlos recargados el uno contra el otro, ella allí, entre los arbustos, muriendo de celos al verles tan cerca y a Sasuke con una cara de paz que nunca antes había visto siquiera.

¿Por qué Sasuke se juntaba mucho con la basura? Ella no podía convertirse en algo que absolutamente NO era. (._. Claaro…)

Se tensó cuando el chico comenzaba a abrir sus ojos y rápidamente se fue, cometiendo el error de hacer ruido a pisar ramas, y rápidamente volvió a su posición anterior: parada en medio del claro que estaba a las afueras de Konoha.

-Hey, dobe, despiértate ya.

-No quiero´ttebayo…

-No me interesa, no es una pregunta, levántate.

El ojinegro se incorporó y ante esto la rubia casi se cae de espaldas si no fuese por el pie salvador de Sasuke, para después empujarla con ese mismo pie que tenía apoyado contra la espalda cubierta de tela naranja y azul de la blonda.

-El chakra de Kakashi-sensei está cerca. Aproximadamente un minuto. Levántate.

-¡¿Huh?! ¿Qué? ¿La misión? ¡Oh, es cierto!

-Tsk.

A pocos segundos ambos jóvenes salieron de entre los arbustos y algunas ramas bajas. Una rubia que parecía ahora llena de energía y un Sasuke con una cara de "todo me da igual"

Repentinamente un sonido parecido al de una explosión se escuchó y entre el humo salió un peli plateado con una sonrisa que área casi imposible ocultar con esa mascara negra y su único ojo visible con un tinte de felicidad, eso era habitual cuando estaba sólo con sus alumnos.

-Disculpen, es sólo que un gato negro se me atravesó y…

-Eso está gastado´ttebayo.

-¡Sí, fue la excusa del principio, Kakashi-sensei!

-Tsk.

-Em… Como sea, aviso que Asuma-sensei y su equipo nos acompañarán.

-¡Sí, Chouji y Shikamaru vendrán´ttebayo!

-Sí, pero Asuma-sensei no vendrá, solo enviaron a sus estudiantes.

Sasuke parecía no inmutarse por este hecho, pero estaba feliz porque tendría dos buenos amigos además de Naruko. Al final, ese viaje no sería toda una mierda como pensó al inicio.

-Peero…- continuó Kakashi con una sonrisa burlona bajo la máscara. –Un buen ninja tiene paciencia en el ataque a escondida. Así que pensé… Les avisé que el encuentro sería en una hora más.

-¡¿Qué?! ¡No!- chilló Naruko y Sakura la acompañó.

Sasuke sólo bajó la cabeza en un suspiro de derrota y simplemente se fue a sentar a los pies de un árbol. Aunque no lo pareciera, era aburrido esperar. Bueno, al menos su sensei había comenzado a entrenarlos para soportar mejor la fuerte temperatura del desierto.

Exactamente para Sasuke después de 74 minutos tres sombras, una más gruesa que las otras dos, se comenzaron a ver en la lejanía. La más delgada corrió hasta arrojarse a Sasuke con fuerza, y el que lo venía venir, simplemente saltó encima de una rama de el árbol tras él y la chica casi impacta contra el fuerte tronco del árbol. Naruko corrió a recibir a Shikamaru y a Chouji y Sasuke, después de saltar y estar nuevamente en tierra firme, la acompañó.

-Bueno, ya que se saludaron en marcha.

-¡Sí, sensei!

Gritaron todos menos Sasuke y Shikamaru.

Continuará…