Más allá de los Sueños.
(Un fic dedicado a Taro Misaki).
Parte 1. Paraíso.
Capítulo 1.
Hacía frío. Caían suavemente las flores de cerezo de las copas de los árboles, cosa que resultaba un tanto fuera de lugar para el evento que estaba por celebrarse... ¿Celebrar? ¿Se podía acaso usar es palabra? Eso no era ninguna celebración, no era motivo de alegría, era motivo de la más profunda tristeza... Y sin embargo, a Enory le gustaban las flores de cerezo, porque significaba que se acercaría la primavera...
Los dos ataúdes llegaron al fin al sitio en donde reposarían para siempre. Parecían tan irreales... Dos ataúdes de tamaño mediano, que guardaban los cuerpos de sus dos hijos... No, no podía ser cierto, Eiki y Enory no podían estar muertos... Él sintió entonces el aliento de su esposa en la mejilla y volteó la cabeza. Ella miraba como hipnotizada las dos cajas de roble, azul para Eiki, blanco para Enory... Y ella no lloraba... Siempre orgullosa, siempre indiferente, siempre con la cabeza en alto, aun cuando se estuviera muriendo por dentro... Él sabía que ella lo necesitaba, y él la necesitaba a ella más que nunca, pero nuevamente el mecanismo de defensa de su mujer se había echado a andar y se había levantado un muro entre los dos...
El sacerdote rezó algunas plegarias, y los dolientes respondieron como autómatas. Él deseaba que todo acabara, para llorar de rabia y reclamarle al destino por haberse llevado a lo que él más quería; sin embargo, él sabía que antes de que todo terminara, todos sus conocidos y parientes habrían de darles sus condolencias...
Frente a él estaba su cuñado, quien contemplaba los ataúdes de manera distraída. El hombre recordó que su amigo había perdido a una hija también hacía menos de dos años, así que podía saber como se sentía... Junto a su cuñado estaba parada la esposa de éste, llorando silenciosamente. Ella siempre había querido mucho a Eiki y Enory, los cuales eran no solo los primos sino también los mejores amigos de sus propios hijos, de manera que podía comprenderse su dolor... Claro, jamás se compararía con el de él...
Los ataúdes comenzaron a descender lentamente, al tiempo que varias flores de cerezo caían sobre ellos. Fue entonces cuando la esposa de él se derrumbó... Él alcanzo a sostenerla en brazos y a abrazarla con fuerza, al tiempo que ella lloraba de manera desgarradora... Varias personas se acercaron a socorrerlos, pero él los rechazó a todos con un gesto de la mano. Conocía a su esposa lo suficiente como para saber que ella no permitiría que nadie, ni siquiera su propio hermano, se acercara a consolarla; así pues, él se aferró a ella y la besó en la cabeza, al tiempo que sentía cómo su cuerpo se convulsionaba, presa del horror que ella había estado tratando de negar...
Taro Misaki trató de recordar en donde había comenzado todo, y se dio cuenta de que había sido al menos unos catorce años atrás...
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París, Francia.
Catorce años antes.
Era de mañana y el sol pegaba en todo lo alto. Debían ser más o menos las once, quizás. Taro Misaki enterró su cabeza en la almohada y trató de dormir un poco más, pero entonces Tsubasa Ozhora lo golpeó en la cabeza con un balón.
- Ya levántate, ya es hora.- dijo Tsubasa.- Perderemos el avión.
- No me importa.- gruñó Taro.- Quiero dormir un poco más.
- Tuviste toda la noche, ¿qué hiciste?.- replicó Tsubasa.
- Es que terminé con Karin.- suspiró Misaki.- Y bueno... No fue nada agradable...
- sea, que al fin te decidiste.- Tsubasa tomó el balón y comenzó a jugar con él.
- Ya me había tardado, entre ella y yo no podía haber nada después de lo que pasó... .- musitó Taro.- No podía seguir con ella después de que me engañó con Napoleón.
- Lo sé.- asintió Tsubasa.- Bueno, de verdad lo lamento, amigo...
- No te preocupes.- Misaki se incorporó.- Lo mío con Karin ya no estaba funcionando desde hacía mucho tiempo.
- Bueno, pues entonces no te quejes.- replicó Tsubasa.- Y prepárate, que nos va a dejar el avión.
Taro no tuvo más remedio que levantarse y se metió a la ducha para despejarse un poco. La noche anterior había sido mala, Karin había hecho un escándalo y había intentado retener a Taro con súplicas y amenazas qu no habían surtido efecto. Taro estaba convencido y sabía que dejar a Karin había sido lo mejor, ahora se podía marchar a Alemania sin cargos de conciencia.
Cuarenta y cinco minutos después, Taro y Tsubasa se encontraban en el aeropuerto, esperando el momento para abordar el avión que habría de llevarlos a Hamburgo, Alemania, para la concentración que tendría la Selección Japonesa en ese lugar. Misaki se dirigió al puesto de rosquillas que estaba frente a la sala de espera, ya que se moría de hambre, y mientras esperaba a que le dieran su orden de donas rellenas de jalea con café, miró con curiosidad hacia la pantalla de televisión, la cual en ese momento pasaba una imagen de una mujer bellísima como nunca había visto Taro en su vida, aunque él ya la conocía desde antes.
- Mira cómo creció la hermana de Genzo.- comentó Tsubasa, mirando distraídamente hacia la pantalla.
- Vaya que creció.- Taro carraspeó, ya que poco le faltó para derramar algo de baba.
- Se parece mucho a Genzo.- dijo Tsubasa.
- No, ella es hermosa.- replicó Taro.
- Tsubasa miró a su amigo de reojo, el cual comenzó a ponerse más rojo que un tomate.
- ¿Qué?.- musitó Taro
- Nada.- Tsubasa sonrió por lo bajo.
- ¿Cómo que nada?.- musitó Misaki, más enojado todavía.- Solo comentaba y dije la verdad... ¡No me mires de esa manera!
- No te estoy mirando de ninguna manera.- Tsubasa no podía dejar de reírse.- Te estás delatando tú solo...
- ¡Ah, vamos, ni siquiera la conozco!.- insistió Taro.- Solo la he visto en revistas y programas de televisión...
- Ya, que no dije nada.- dijo Tsubasa.- Toma tu café y tus donas.
Misaki no entendía el por qué se había puesto tan nervioso. Era cierto, él no conocía en persona a Eriko Wakabayashi, la hermana de Genzo Wakabayashi, pero había escuchado hablar mucho sobre ella. No era para menos, Eriko era una súper modelo reconocida en Europa, su rostro aparecía en todas las portadas y revistas y su porte y elegancia adornaban las pasarelas de la alta costura. Y sin embargo, a pesar de que Genzo era uno de los mejores amigos de Taro, éste no había tenido el placer de conocer a Eriko, más que nada porque ella era una mujer muy ocupada y rara vez tenía tiempo de visitar a su hermano.
Sin embargo, eso estaba por cambiar...
Según el reportaje, habría en la ciudad de Múnich un desfile de moda con los más reconocidos diseñadores de Europa, de manera que Eriko Wakabayashi, Alana Everard, Michelle Lacoste, Natalie Delacourt, Andrea Ruvalcaba y Elieth Shanks, entre otras famosas modelos, estarían en Alemania... Taro pensó que quizás Eriko podría descolgarse a Hamburgo a visitar a su hermano y entonces podría presentársela a Taro...
- Ya vámonos.- le dijo Tsubasa.- Ya es hora...
- Ya voy, ya voy.- musitó Taro, dejando de mirar la pantalla.
Los dos hombres abordaron el avión, y rato más tarde, se encontraban aterrizando en Frankfurt. De ahí, tomarían un taxi hasta la ciudad de Hamburgo. Ya todos los restantes compañeros de la selección estaban esperando a los muchachos cuando ellos llegaron a las instalaciones, y el primero en saludarlos fue nada más ni nada menos que Genzo.
- Bienvenidos.- dijo el portero.- ¿Qué tal el viaje?
- Misaki me babeó el hombro todo el camino.- respondió Tsubasa.- De ahí en más, todo bien.
- Si serás exagerado.- gruñó Taro.- Nomás cabeceé tantito...
- ¿Cabeceaste?.- gruñó Tsubasa.- Si por culpa de tus ronquidos casi hacen aterrizar el avión, creyeron que tenía una falla...
Genzo y Tsubasa soltaron la carcajada, y Taro los miró con cara de "hello con tu hello". Sea como fuere, los recién llegados inmediatamente se incorporaron al entrenamiento, como era de esperarse, el cual transcurrió sin novedades de ningún tipo. Rato más tarde, Genzo ofreció a sus amigos el llevarlos a conocer la ciudad y varios aceptaron. Sin embargo, Taro notó que su amigo estaba más callado que de costumbre, y bastante distraído, cosa que no era normal en él... Quizás estaba preocupado por su hermana, sea como fuere, Taro tenía que averiguar...
- ¿Te pasa algo, Wakabayashi?.- preguntó Misaki, como quien no quiere la cosa, cuando todos llegaron a un bar a tomarse unas cervezas.- Has estado distraído toda la tarde.
- No realmente.- Genzo movió la cabeza de un lado a otro.- Son solo... Cosas...
- ¿Qué tipo? ¿Algo te preocupa?.- insistió Misaki.
- Lo que pasa es que conoció a alguien que lo dejó pensativo.- intervino Ishizaki, burlón.- Por eso anda como burro desolado.
- ¿Es eso cierto, Wakabayashi?.- a Tsubasa no le pasó desapercibido el comentario.
- No, no es cierto.- negó Genzo, aunque se puso algo nervioso.- Ishizaki es un tarado, ya lo conocen.
- ¡Oye!
Tsubasa rió a carcajadas, y Taro lo secundó. Él aprovechó para preguntarle a Genzo sobre su hermana.
- Vi en la televisión que tu hermana está en Alemania.- comentó Misaki.
- Así es, viene al desfile de modas de Dior.- suspiró Genzo.
- Ah, a ver si la presentas cuando venga a visitarte, capitán.- comentó Izawa.
- Con lo ocupada que está, me sorprendería que lo hiciera.- gruñó Genzo, a quien no le agradó el comentario de su amigo.- Además, Eriko no es de tener citas así como así...
- ¿Es eso o es que tienes celos de hermano?.- se burló Ishizaki.
- Da lo mismo, ¿no?.- replicó Genzo.- De cualquier manera no te la voy a presentar.
- ¿Te molestaría que uno de tus amigos saliera con tu hermana?.- Taro no supo de dónde le salió el valor para preguntar.
- Todo depende.- respondió Genzo, enigmáticamente, dándole un sorbo a su tarro de cerveza.
La verdad era que Taro tenía mucha curiosidad por conocer a Eriko. Ya desde que él andaba con Karin y las cosas le marchaban mal, se había fijado en Eriko. Le había llamado la atención su belleza exótica, su clase, su porte y su elegancia. Incluso en una ocasión, en una charla por messenger entre varios conocidos, Genzo había incluido a su hermana y las pocas frases que ella intercambió con los demás bastaron para aumentar los deseos de Taro de conocerla en persona. Sin embargo, él aun andaba con Karin y ella parecía estar enamorada de un empresario, así que esos deseos se quedaron en solo eso, en deseos. Claro, las cosas podrían cambiar en cualquier momento...
A varios kilómetros de distancia, en un hotel de lujo en Múnich, una mujer de cabello negro, largo y sedoso, y ojos negros como la noche contemplaba la ciudad desde el balcón de su habitación. La noche era clara, hermosa, pero ella suspiró de manera melancólica.
- ¿Qué pasa, Eriko?.- preguntó Elieth, una despampanante francesa rubia de ojos grises.- Andas distraída.
- No es gran cosa, solo que recibí otro mensaje de Giancarlo.- respondió la japonesa.- ¿Cuándo va a dejarme en paz?
- Está loco por ti, Eriko.- suspiró Elieth.- Eso es lo que pasa.
- Sí, pero es casado.- replicó Eriko.- Y con es basta para que lo mande al cuerno. Ya me cansé de ser la otra, la amante, la que ve a escondidas y a la que le da vergüenza mostrar en público por temor a que lo atrape la esposa.
- Bueno, en eso tienes razón.- reconoció Elieth.- Te mereces mucho más.
- Ya, que a veces me sorprendes, Wakabayashi.- replicó Alana.- Te comportas en ocasiones como una mojigata.
- Eso es tenerse respeto a uno mismo, pero tú no sabes lo que es eso, Alana.- replicó Eriko.
Alana esbozó una sonrisa siniestra y cargada de veneno.
- No diré nada, solo porque vas a presentarme al cuero de tu hermano.- dijo la mujer.- Dicen que besa de maravilla.
- Ni creas.- gruñó Eriko.- Mi hermano no se fija en fracasadas.
- ¡Qué graciosa, Eriko! Creí que, teniendo una hermana como tú, debería de estar acostumbrado.- replicó Alana.
Los ojos negros de Eriko relampaguearon, pero no dijo nada. La mujer tenía sus maneras de cobrar revancha.
- Como tú digas, querida.- dijo Eriko.
- Cambiemos el tema.- pidió Elieth, rápidamente.- Dicen que vendrá una nueva modelo a desfilar en la pasarela de Dior.
- Sí, una latina.- la voz de Alana fue más de desprecio que de otra cosa.- Qué cosa...
- ¿Cuándo va a llegar?.- preguntó Andrea.
- No debe de tardar.- replicó Eriko.- El desfile será en tres días.
La conversación se desvió hacia los vestidos que las modelos usarían en la pasarela. Eriko volvió a mirar hacia el cielo, suspirando. A pesar de ser fría, indiferente, orgullosa y engreída, al igual que su hermano, Eriko se estaba cansando de que nadie la valorara más que como un objeto, una muñequita de aparador que no servía para nada más que admirarse y ya. Así la había tratado Giancarlo, un empresario extranjero siete años mayor que ella, que se había prendado de Eriko el día en que la vio en el desfile en donde la esposa de él se había comprado un abrigo de visón de 100,000 dólares (¡Abráse visto!). Sin embargo, el hombre tenía ya una familia, tres hijos no eran cualquier cosa, por lo que en un principio solo le pudo ofrecer a Eriko el ser su amante, aunque con el paso del tiempo él hablaba de divorcio y de casarse con ella para hacerla feliz... Claro, éstas eran solo promesas vacías que Giancarlo nunca se esforzó por cumplir, de manera que Eriko se cansó de esperar a un hombre que era de otra y abandonó al empresario. Sin embargo, habían pasado siete meses desde entonces y aun así él seguía llamándola, insistiéndole para que saliera con él...
- A veces creo que todos los hombres son iguales.- suspiró Eriko.
- Lo son.- replicó Elieth.- No hay ninguno que valga la pena... Nada más te quieren por un rato, no dejas de ser un trofeo que ellos tienen que ganar, y cuando se hartan de ti, te botan. Es así de simple.
- Sí, lo sé.- dijo la japonesa.- Es por eso que me canso a veces de salir a fiestas. Ya estoy harta de que todo el mundo me mire con lujuria.
- Para eso, tendrías que renunciar a ser modelo y meterte de monja a un convento.- rió Elieth.
- ¿Eso sería tan malo?
Comenzaba a hacer frío, de manera que las chicas optaron por entrar a la habitación. Eriko cerró la puerta de vidrio que daba al balcón, aunque antes de hacerlo echó un último vistazo hacia las estrellas, preguntándose si no habría un solo hombre en toda la tierra que fuera capaz de mirarla con ternura...
Notas:
- Todos los personajes de Captain Tsubasa son creación y pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha.
- Eriko Wakabayashi es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.
- Elieth Shanks es un personaje creado por Elieth Schneider.
- Muy bien, pues este fic será para Tarito Misaki, mi segundo personaje japonés favorito de Captain Tsubasa. Está basado en la película del mismo nombre, "Más allá de los sueños", protagonizada por Robin Williams; sin embargo, aclaro que la adaptación no será al cien por ciento porque hace mucho que vi esa película y son muchas las cosas que no recuerdo, además de que hice modificaciones para meter a otros personajes y para desarrollar las relaciones entre ellos. Le agradezco de antemano a mi amigo Miguel Ángel por las contribuciones al fic.
