Hey gente ¿Cómo les va? Por mi parte, como pueden ver, nuevamente volví a superar la muerte xDD y para su suerte, esta vez la licencia médica me inspiro lo suficiente como para traerles un poco de material (mis fics largos no los subiré hasta haberlos terminado, creo que no me gusta publicar a medias… queda raro).

Bueno, este Corto esta dedicado a mi hermana! Hace tiempo que no le dedico algo ( será porque hace tiempo no escribo? XD) pero bueno, igual! Saludos a todos sobre todo a Sibi (chica donde estas!?) y a todos los que me leen (hey, me fije que crecimos en numero de autores en español, es realmente bueno!) ahora disfruten de la lectura y por supuesto: se aceptan quejas, comentarios y todo lo demás.

Esperanzas

¿Cómo lograba tener ese efecto en él? apenas unos minutos atrás se encontraba sentado en el rincón mas solitario de su habitación, intentando que los fantasmas que merodeaban por su pieza fueran lo suficientemente tontos como para no notar su presencia en la esquina.

Aunque sus ojos rogaban por ser cerrados el hacerlo le era imposible, los roces invisibles, las caricias ausentes y los tortuosos ruidos silenciosos lo tenían al borde de la histeria pero aun y así él sabia que todo iba a pasar.

Mal que mal, llevaba años combatiendo con lo mismo, día tras día cargando con cadáveres en su espalda, gente que sin duda alguna había necesitado dejar de respirar pero que aun y así pesaban en su conciencia.

¿Cuánto habría dado por no tener conciencia? Lo mas seguro es que era ella la que lo separa de un asesino a sangre fría y aunque la línea era escasa sino inexistente: el perder el sueño solo por velar la presencia de gente que ya ni siquiera existía en este mundo lo traía al borde.

Pero ahí había estado ella, prestando nula atención a la gente a su alrededor, lo suficiente como para hacerle creer que no notaba su cansancio y miedo por ir a dormir. Solo lo suficiente, porque apenas el logro encerrarse en su casa los fantasmas aparecieron y lo arrinconaron hasta que ella llego a salvarlo.

Ella lo intoxicaba a un nivel sorprendente y aunque sabia que actuaba como un pequeño niño de cinco años aterrorizado, al sentirla cerca no había dudado siquiera un segundo antes de echarse a sus brazos y llorar.

Ella lo entendía, lo calmaba y a pesar de la creencia popular era mucho mas despierta de lo que sus amigos creían: ella podía leerlo como un libro abierto, al nivel de no necesitar siquiera una palabra para saber su estado.

A veces, bastaba una llamada para espantar a la gente y hacerlo dormir pero otros dias, como ahora, el era incapaz de moverse y ella sin siquiera llamarlo sabia llegar hasta su lado y ahogar su dolor.

El sueño no tardo en adormilarlo y a pesar de que el cansancio físico y emocional lo superaban, el aun tenia fuerzas para suprimir el deseo de confesarse a ella. La utópica idea de quedar sin puerto seguro lo materia callado, y aunque sabia muy bien que ella sabia que él la amaba, su silencio era suficiente como para hacerle conciente de que las palabras eran incapaces de salir.

Ella lo comprendía y él la amaba por ello, nunca nadie lograría esperar tanto por alguien y aunque para otros parecía que ella era la que no lograba expresar sus emociones y se escondía tras la excusa de los compañeros, él era muy conciente de que era él el del problema. Ella estaba muy segura de sus sensaciones, como todo en su vida lo acepto sin contratiempos y luchaba por ellos.

Solo esperaba por él, hasta que estuviese lo suficientemente listo como para abrase y dejarla entrar en su mundo por completo, mostrándole los fantasmas que lo rasgaban en trisas, abrir completamente su corazón para hacerle saber lo necesario que era en su vida y confiar en que los demás los dejaran disfrutar la vida que junto a ella prometía venir.