Llegando

- papá, ya basta, voy a estar bien no te preocupes – llevaba más de cuatro horas diciéndole a mi padre, el famoso director de cine Charlie swam, que estaría perfectamente en la academia james j. Becket, era una de las más reconocidas a nivel mundial, y como es normal en todo padre, se preocupa por que su hija se a vivir a otra parte, ósea sin su supervisión, es estresante.

No es que adore alejarme de mi casa, pero las circunstancias lo mandaban así, mi padre se había casado de nuevo con la rica heredera nicol Díaz y ES SOLO CINCO AÑOS MAYOR QUE YO!!! Ella es insoportable, piensa que solo por haberse casado con mi padre, tiene el derecho de dirigir mi vida a su antojo, me pongo realmente enferma al estar cerca suyo.

Me duele alejarme de papá, el es muy bueno con migo, es el padre perfecto, pero no tenía ninguna otra alternativa, salvo aguantarme a la odiosa de nicol y eso jamás. El punto a favor era que estaría más cerca de mi madre, reneé dwyer, una excelente diseñadora de moda, ella estaba extraordinariamente feliz a causa de mi decisión.

- bella, tu sabes que si no quieres ir me lo puedes decir ¿verdad? – preguntó por milésima vez Charlie.

- papá, gracias pero no, yo quiero ir de verdad – sabía que era una vil mentira, pero al ser una persona famosa necesitas acostumbrarte a las mentiras.

- bella, si llegas y no te gusta, me hablas y te traeré de regreso.

- claro papá no te preocupes, estaré bien.

- bien, entonces nena, cuídate, ¿sí? – dijo dándome un gran abrazo, pero ni bien terminó de hablar, ya estaban anunciando mi vuelo.

- claro, me tengo que ir, adiós te extrañaré mucho papá.

- yo también te extrañaré nena.

Sin mas palabras por decir me fui directamente hacia mi salida. Iba a viajar en primera clase, claro, uno de los muchos lujos que podía permitirme, aunque no me gustara demasiado gastar demasiado dinero en cosas inútiles como montones y montones de ropa de marca, la mayoría diseñada por mi propia madre, carros, grandes fiestas , los mejores entrenadores para mantener mi excelente figura y los mejores estilistas para mi imagen, tengo que acostumbrarme a todo esto, para mantener en alto la perfecta imagen de mi familia.

Para poder sobrellevar un poca las horrorosas horas de vuelo, traía mi libro favorito, cumbres borrascosas, me lo he leído unas diez mil veces, pero siempre aseguraba entretenimiento y diversión, para mí claro está, no todas las niñas ricas se preocupan por mantener un nivel intelectual alto, personalmente era la mayor de mis preocupaciones.

Estaba sumergida en la lectura que me llevé un buen susto cuando dieron aviso de abrocharse los cinturones. Aterrizamos y en unos cuantos minutos ya me encontraba esperando la aparición de mis maletas, que son bastantes por cierto. Al salir del aeropuerto me di cuenta de que me estaba esperando una limusina, obviamente obra de mi madre.

- buenos días señorita isabella - me dijo un hombre con aspecto demacrado, vos profunda y una cabellera totalmente blanca – mi nombre es aro y soy su chofer, la señora reneé me ha dicho que la lleve directamente a la academia james j. Becket, ¿me permite sus maletas?

- claro – dije señalándolas – mucho gusto en conocerte aro, me puedes llamar bella solamente, isabella me hace sentir mucho más vieja.

- como guste señorita……bella – dijo con una leve inclinación de cabeza.

- gracias aro.

Cuando termino de subir mis maletas al carro, abrió cuidadosamente la puerta para que pudiera entrar y yo subí al lujoso vehículo. Tuve un viaje realmente tranquilo, me puse mi Ipod, y escuche la relajante música de Debussy, me pareció un trayecto bastante largo, pero no me importo mucho que digamos, estaba bastante sumergida en la música.

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No me dí cuenta de cuando terminé durmiéndome, pero de lo primero que fui consiente fue del maravilloso campus que se extendía a mi vista, podía ver perfectamente la plaza de comidas, las canchas, la gran piscina, me alegro de que tengan una, me encanta la natación, especialmente los clavados, también pude ver un gran teatro y una espectacular cancha cerrado, seguro de básquetbol, los altos edificios tanto de clases como los dormitorios, era realmente maravilloso, me serviría perfectamente para distraerme y no pensar en mis problemas.

Al llegar al edificio central me arrepentí un montón de que mi madre hubiera enviado una limusina, todos la miraban, odiaba ser el centro de atención, aunque probablemente ya me tuviera que haber acostumbrado a eso, por que constantemente le tomaban fotos a la mimada hija de Charlie swam y reneé dwyer, lo odiaba!!!

- bien bella, tranquila, no te van a hacer nada, tranquila – genial ya estaba hablando con migo misma!!!

Baje de la limusina cuando aro abrió la puerta, podía ver claramente los rostros atónitos de las personas.

"vamos no es para tanto, solo soy yo, una persona común y corriente, no tengo nada raro….. Oh claro lo único mal son mis famosos padres!!! Genial"

Seguí caminando sin prestar atención a los demás. Al entrar en la recepción me encontré con una dulce señora estaba detrás del mostrador y me miraba normalmente, bien aunque sea alguien cree que soy normal.

- buenos días, mi nombre es isabella swam – dije lo más cordial que pude.

- buenos días cariño, te estábamos esperando, ten, este es tu horario – dijo entregándome unos papeles –, el número de tu habitación y un mapa del campus por si tienes algún problema.

- gracias.

- de nada isabella.

- oh, puede llamarme bella si quiere.

- bien bella, suerte!

- gracias, hasta luego.

Después de esa agradable charla, me fui directamente a mi habitación con aro detrás llevando mis maletas, tenia habitación compartida, la numero 601. El edificio estaba decorado con muebles modernos, era hermoso. Estaba avanzando tranquilamente por el pasillo para llegar a mi habitación, pero al querer abrirla, alguien lo hizo por mi desde adentro, me encontré con una pequeña figura de cabello corto y negro que apuntaba a todas las direcciones posibles.

- NO PUEDE SER, ERES ISABELLA SWAM!!! – dijo con la boca y los ojos abiertos a más no poder.