Kurt Hummel y Blaine Anderson han estado juntos desde la escuela preparatoria, han sido una pareja ejemplar y con una relación sólida. Con el paso de los años se convirtieron en un exitoso matrimonio, ambos tienen carreras sobresalientes y una vida perfecta.
Pero el dinero y la fama pueden marear y hacer perder el control a uno de ellos y poner en riesgo su relación.
* De "El Libro de Nuestra Vida"
Historia bajo la perspectiva de Blaine *
UN NUEVO LIBRO EN NUESTRAS VIDAS
.
- Te amo, te quiero, te adoro, eres tan hermoso y perfecto. – El de ojos como la miel llenaba de besos a su novio.
- Blaine, siempre que hacemos el amor te pones así de romántico.
- No es cierto Kurt, siempre soy romántico.
- Mmm, a veces empalagoso diría yo. – Soltó una risita.
- Te encanta que sea empalagoso. – Le guiñó el ojo.
- Blaine, Blaine, Blaine, Blaineeee...
- ¿Qué pasó?
- Te amo. – Rió traviesamente.
- Kurt, me hiciste asustar.
- No me interrumpas que todavía no termino de hablar. – Mencionó con dulzura y colocando un dedo sobre los labios de su amado. – Dije Blaine, Blaine, Blaineeeee... te amo, como nunca pensé que fuese posible, me haces tan feliz y no hay día que no agradezca haberte conocido y que ahora seas parte de mi vida.
- Kurt, cada instante de mi vida es simplemente perfecto porque tú estás conmigo, y soy yo quien agradece haberte conocido en esas escaleras. Tal vez no lo noté enseguida, pero sé que cuando te tomé de la mano mi alma te reconoció y se unió a la tuya para siempre.
Ambos se miraron con adoración y sus ojos profesaron todo el amor que sentían el uno por el otro. Juntaron sus labios en un ritmo perfecto separándose después de unos minutos.
- Blaine... – Le susurró al oído. – Estoy listo para la segunda ronda.
El ojimiel lo miró con picardía. – Yo también estoy listo amor, yo también.
- Benditas hormonas. – Respondió mordiéndose el labio.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
- Me tengo que ir chicos, cuídense y pórtense bien. Anderson, quedas en tu casa.
- ¡Gracias Burt! ¡Que tenga un excelente día!
- ¡Que te vaya bien papá!
- Me alegra que pases aquí tus vacaciones hijo.
Kurt se levantó y fue a abrazarlo. – Te amo papá. – Dijo emotivamente.
- Yyo a ti hijo, te amo mucho.
Luego de que el mayor de los Hummel se fue los chicos siguieron comiendo. Era común que Blaine llegara temprano a casa de Kurt para desayunar juntos. Cuando terminaron, lavaron los platos y se sentaron en el sofá a platicar por un largo tiempo.
- ¿Quieres ir al cine, Blaine?
- Puede ser.
- ¿Te ocurre algo? Te veo algo intranquilo desde que llegaste.
- Kurt... – Respiró profundamente. – No estoy intranquilo, estoy nervioso porque te quiero pedir algo que es muy importante para mí. – El castaño lo miró intrigado. – Ya me gradué y tengo mis planes para la universidad y todo eso y… y…
- Nunca te había visto así. ¿Qué sucede, amor? ¿Te da miedo ir a la universidad? ¿Otal vez es el hecho de mudarte a otro estado?
- No, bueno, es algo intimidante el cambio, pero estoy bien con eso. Lo que quiero decir es que ambos tenemos nuestros planes, pero me gustaría que pudiéramos modificarlos un poco. En varias ocasiones hablamos de esto, aunque nunca definimos nada y creo que es el momento de hacerlo.
- ¿A qué te refieres? No estoy seguro de si estoy captando correctamente la idea.
- Voy a ir a la misma universidad en la que estás, me voy a mudar a New York, nos amamos y no le veo sentido a que cada quien esté en su departamento. Lo que trato de decir es... ¿Kurt, quieres vivir conmigo?
- Bla… Blaine, yo…
- Mi departamento es grande amor, podemos estar los dos ahí y será fantástico, lo sé.
- Blaine…
- Ya sé que todo el mundo nos ha dicho que somos muy jóvenes, que las cosas van a ser diferentes, que no va a funcionar, pero en el fondo de mi corazón no tengo duda de que nosotros…
- ¡BLAINE!
El ojimiel lo miró angustiado y su respiración se agitó un poco. – Dime.
- ¡Sí quiero! ¡Quiero vivir contigo! De hecho, pensaba plantearte esa idea, es por eso que vine a pasar las vacaciones aquí, quería que platicásemos al respecto porque me encantaría que regresaras a New York conmigo.
El moreno sonrió ampliamente. – Me haces tan feliz, Kurt. – Se lanzó sobre él y lo llenó de besos.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
1 año después…
- Estoy tan cansado, este semestre ha sido muy pesado, realmente me urgen las vacaciones. – Se quejó Kurt.
- Lo sé amor, es como si todos los maestros se hubiesen puesto de acuerdo para complicarnos la vida. – Dijo Blaine haciendo una mueca. – No aguanto los pies, en verdad me están matando.
- Déjame ayudarte, mi vida. – El ojiazul tomó de la mano a su novio y lo llevó hasta la cama, lo hizo acostarse y se sentó a un lado, le quitó los zapatos y los calcetines. – ¡Oh! Tienes los pies hinchados. Espérame un momento, ya vengo. – Se levantó y fue a buscar un recipiente con agua caliente y sal, el cual colocó a un costado de la cama. – Dame la mano, siéntate.
- Estoy agotado. – Murmuró con pesadez.
- Sólo serán cinco minutos, lo prometo, es para ayudarte con la inflamación.
El ojimiel se sentó poco gustoso y metió los pies en el agua. Mientras esperaba a que el tiempo transcurriese, Kurt le sacó la camiseta y le dio un pequeño masaje en los hombros y la espalda.
- Listo, ya puedes retirarlos. – Dijo al cabo de veinte minutos y lo ayudó a subir las piernas a la cama, le secó los pies con mucho cuidado, le puso crema a un pie y le dio un masaje largo, luego hizo lo mismo con el otro. – ¿Cómo te sientes ahora?
- Mejor amor, todavía me duelen, pero la intensidad ha disminuido considerablemente, gracias.
- No tienes nada que agradecerme, te amo mucho Blaine y sabes que haría cualquier cosa por ti.
- Te amo tanto Kurt.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
- ¿Dónde quieres que vayamos para las vacaciones? – Preguntó emocionado el chico de cabellera rizada.
- A Miami. – Contestó su pareja con una gran sonrisa. – Hemos aguantado demasiado frío y necesitamos un clima caliente ahora, además, tenemos ahorrado el dinero suficiente como para hacer ese viaje, así que, ¿qué dices amor, ¿Nos vamos a Miami?
- Contigo iría al fin del mundo Kurt
::::::::::
- No puedo creer que las vacaciones pasaron tan rápido. – Se quejó el ojiazul. – Mañana estaremos de regreso en nuestro departamento.
A Blaine le hacía feliz escucharlo decir "nuestro", porque al comienzo siempre decía "tu departamento" por más que él le insistía que el lugar era de los dos, que era su nuevo hogar. La primera vez que Kurt se refirió al lugar como "nuestro", él se volvió loco de emoción.
- Te quedaste callado, ¿en qué piensas? – Inquirió el castaño.
- En ti. – Respondió con una sonrisa. – En ti y en lo hermoso que se escucha en tus labios el "nuestro".
- No entiendo.
- Cosas mías Kurt, te amo.
- También te amo. – Lo observó y luego de varios segundos abrió los ojos tan amplios como platos. – ¿Qué haces?
- Voy a darme un baño.
- ¡Oh no, Blaine Anderson! ¡Tú no puedes desvestirte delante de mí y esperar que no haga nada al respecto!
- Amm, ¿y qué vas a hacer al respecto? – Preguntó dándole una mirada traviesa.
- Lo más lógico. – Respondió sensualmente. – Voy a hacerte el amor una y otra vez hasta que quede totalmente satisfecho.
Blaine sonrió con picardía y miró lujuriosamente a su novio. – ¿Hasta que tú quedes satisfecho?, ¿Qué hay de mí?
- Te aseguro que te voy a dejar más que satisfecho.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Meses después…
Blaine estaba acostado en el sofá hablando por celular...
No tengo idea de lo que le pasa a Kurt, se puso histérico porque no llegué a cenar. Le expliqué que las cosas se complicaron y mi teléfono se apagó, así que no tenía cómo avisarle…. Sí, yo sé… La verdad, hemos discutido antes, aunque esta es la primera vez que peleamos, ambos dijimos cosas que no estuvieron bien, pero ahora estoy demasiado enojado y sé que si lo voy a buscar, lo único que conseguiré será que volvamos a discutir.
::::::::
Esta situación me tiene mal, te lo juro. – Dijo Blaine abatido. – Kurt no me habla, me mira mal, prepara la comida sólo pare él, las pocas veces que me ha dirigido la palabra ha sido para argumentar. Ya no puedo más, y él parece que piensa seguir con esto.
- Realmente lo lamento.– Dijo Rachel con tristeza. – He tratado de hablar con él al respecto, pero ya sabes como es, cuando se le mete algo en la cabeza, se cierra y no hay quien lo haga salir de ahí.
Siguieron platicando un rato más hasta que la chica dijo que tenía sueño. Blaine le pidió que lo dejara quedarse unas horas más ya que no quería regresar al departamento y toparse con Kurt, no estaba de ánimos para otra discusión. Cuando vio que eran casi las 1:30 a.m. se fue, estaba seguro que el castaño estaría dormido ya.
Al llegar al departamento no se imaginó encontrarlo despierto esperándolo. Una pequeña esperanza apareció en su corazón al pensar que éste estaba preocupado por él.
- ¿Dónde rayos estabas y por qué llegas a esta hora? – Inquirió furioso el ojiazul.
- Cómo si te importara.– Contestó desilusionado, se dio la vuelta y se encerró en el baño.
- Tienes razón, no me importa lo que pase contigo, no me importas. – Gritó enojado y se encerró en su habitación.
Blaine se arrimó a la pared, respiró pesadamente y dejó escapar varias lágrimas. Luego tomó una toalla y la llevó a su boca, dando un grito desesperado.
No sabía cuánto tiempo llevaba ahí, pero necesitaba salir, así que se dio un baño y se fue a acostar al sofá.
Pensaba en mil cosas cuando sintió una mano en su hombro, al ver a Kurt al pie suyo con los ojos llenos de lágrimas se preocupó demasiado.
- Me duele mucho. – Dijo el castaño entre sollozos.
- ¿Qué te duele? ¿Necesitas ir al médico? – Blaine estaba totalmente angustiado pensado que su novio estaba enfermo, así que se estaba levantando de prisa para llevarlo al hospital.
- Ningún médico me puede ayudar, porque me duele el alma. Ya no soporto estar así contigo. Nunca habíamos peleado, y no me gusta.
- Kurt…
- Lo lamento, lamento todo lo que dije, estaba enojado porque había preparado algo especial y…
- Yo también lo lamento, y mucho. Tampoco me gusta que estemos peleados, duele demasiado. Ambos dijimos cosas sin pensar y nos hemos comportado como niños caprichosos.
- Blaine, te amo. – Lo abrazo con fuerza.
- También te amo Kurt. – Correspondió el abrazo y permanecieron fundidos en los brazos del otro por varios minutos, luego se acomodaron en el sofá volviendo a disculparse por cada cosa y empezaron a hablar sobre todo lo que había pasado. Finalmente acordaron que no iban a volver a comportarse de esa forma, pues ambos salían lastimados.
Con todos los puntos aclarados y el nacimiento de nuevas promesas, hicieron el amor varias veces ya que ambos sentían la necesidad de demostrarse en todas las formas posibles lo mucho que se amaban y cuanto se habían extrañado. Lo que el de rizos jamás imaginó fue lo que sucedió después.
- Blaine, mi amor, eres todo lo que siempre había soñado y más, a tu lado tengo todo lo que mi alma necesita y no veo mi futuro sin ti, por eso te quiero preguntar, – abrió una cajita que tenía en las manos, – ¿quieres darme la dicha de ser mi esposo?
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Eran un matrimonio ejemplar, no sólo sus amigos los admiraban, sino todos los que los conocían. Eran una pareja fuerte, que se apoyaba en todo incondicionalmente y que estaban trabajando en sus respectivas carreras, con resultados exitosos.
Una de las cosas por las que los admiraban era porque a pesar de todo lo que a veces se les venía encima, siempre salían adelante juntos, incluso luchaban por sobrellevar la falta de tiempo que se hacía presente.
- ¿A dónde me llevas? Preguntó intrigado el castaño.
- Es una pequeña sorpresa amor.
- No puedo creer que me sacaras del estudio de grabación de esta forma, eso no se hace Blaine.
- No había otra forma de hacerlo, últimamente no te dejan ni respirar. Y ahora no te quejes, porque hace dos días me dijiste que estabas saturado y necesitabas una pausa.
- Sí, pero me estás secuestrando.
- Llevarte a tu esposo para darle una sorpresa no es secuestro.
Kurt rió. – Mentiste.
- No lo hice, cuando llamé dije que había una emergencia en casa y es cierto, tenía la total y absoluta emergencia de verte y pasar contigo algo de tiempo. – Ambos de miraron a los ojos y sonrieron.
Cuando llegaron, Blaine lo ayudó a bajar del auto y le quitó el vendaje de los ojos.
- ¿Un globo aerostático?
- Sí, vamos a dar un paseo y tener una comida romántica ahí. Espero que te guste. – Lo miró con dulzura.
- Blaine, ¡me encanta! ¡Nunca dejas de sorprenderme! Cada día te amo más.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
- Estoy tan emocionado, es mi primer obra en Broadway. – Dijo el ojimiel tronándose los dedos.
- Vas a hacerlo maravillosamente amor, he visto todos los ensayos y eres simplemente grandioso.
- Lo dices porque eres mi esposo.
- Lo digo porque es verdad. Estoy tan orgulloso de ti Blaine, y me siento privilegiado de poder estar presente en todos tus momentos, poder ver tu triunfo es lo mejor, porque sé lo mucho que has trabajado y te lo mereces más que nadie. – Aquellas hermosas palabras fueron concluídas con un romántico beso.
Al terminar la obra, Kurt fue el primero en ponerse de pie, aplaudiendo y vitoreando a su esposo. Y la acción continuó durante todos los meses que se presentó en el teatro.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Con el tiempo Blaine Anderson se convirtió un actor renombrado y alcanzó la fama a nivel mundial.
Con un talento natural y cautivador, logró interpretar los mejores roles en las obras más reconocidas. Aclamado por los fans y los críticos, quienes consideraban que sus dotes histriónicas eran majestuosas, al punto de convertirse en ganador del tan codiciado premio Tony por cada una de las obras que ha estelarizado.
También ha incursionado de forma exitosa en el séptimo arte y tiene planeado hacerlo dentro del ámbito musical ya que es una de sus más grandes pasiones.
Es sin lugar a dudas uno de los artistas más aclamados y buscados por los productores.
Al igual que Kurt, ha cumplido todos sus sueños y metas profesionales, llegando más lejos de lo que alguna vez se pudo imaginar. Es un apasionado total de todo lo que hace, y se siente orgulloso de lo que ha conseguido, pues sabe que es fruto de su trabajo, dedicación y esfuerzo.
Ha mantenido una imagen limpia y transparente a lo largo de su carrera, siendo uno de los consentidos de los medios, aunque no es mucho lo que revela de su vida privada.
Una de las pocas cosas que se sabe y que jamás ha ocultado es su matrimonio con Kurt, por lo que los medios los han tenido en la mira en busca de algún escándalo, pero jamás han obtenido nada. El famoso matrimonio se ha consolidado y ganado su puesto a base de trabo.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
5 años después…
Blaine llegó a casa luego de un día sumamente agotador, se bañó y se lanzó boca bajo en la cama para descansar.
Kurt llegó poco después, iba apurado pues debía estar en un canal de televisión en dos horas, subió a bañarse y no imaginó encontrarse con el cuerpo de su esposo totalmente desnudo sobre la cama. Lo observó de pies a cabeza y se relamió los labios, hacía ya más de un mes que no tenían ningún tipo de intimidad por causa de su apretada agenda de trabajo, y cuando llegaba a casa, a pesar que el pelinegro trataba de seducirlo, él estaba demasiado cansado como para hacer cualquier otra cosa que no fuese acostarse a dormir.
Sin pensarlo, se quitó la ropa y se metió a la cama, acariciando la amplia espalda y descendiendo directo a la cadera mientras daba pequeñas mordidas en los hombros bronceados.
Blaine despertó y giró la cabeza para ver a su esposo devorándolo, sonrió y se dejó llevar por las sensaciones. Hacía tanto que no intimaban, y el deseo lo consumía, así que ágilmente se dio la vuelta y atacó aquellos labios rosados. – ¡Cómo he extrañado esto! – Susurró a la vez que acariciaba al hombre que amaba.
- Yo también amor, te deseo tanto. – Respondió con voz rasposa antes de pasar su lengua por el pecho de su esposo. Ambos desbordaban pasión y deseo en cada movimiento. – Yo arriba susurró al cabo de varios besos, y el ojimiel asintió.
Blaine se sentía algo incómodo, pues sin aviso ni ninguna preparación, Kurt lo tomó por sorpresa hundiéndose en su cuerpo en un solo y rápido empuje, aún así, prefería centrarse en el ligero placer y no en la molestia. Sin embargo, en cuestión de minutos todo terminó. Kurt le dio un beso rápido en los labios. – Estuvo genial, amor – se retiró y se levantó de la cama, dirigiéndose al baño. – Me tengo que alistar porque debo ir a una entrevista en un programa importante.
El pelinegro se quedó atónito ante lo que había sucedido, no era lo que esperaba definitivamente. Así nunca habían sido las cosas entre ellos, porque aún en sus encuentros rápidos, siempre se habían preocupado ante todo del placer de su pareja alcanzando el propio en el camino, pero en esta ocasión y por primera vez desde que estaban juntos, él no sólo no había llegado al orgasmo, sino que su cuerpo ni siquiera había empezado a reaccionar.
Las lágrimas se acumularon en sus ojos. Se sintió usado, y eso le provocó un vacío en su corazón.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Más y más trabajo inundaba la agenda del castaño, al punto que ya casi nunca veía a su esposo, había olvidado cumpleaños, navidades, hasta su aniversario.
Ese día Blaine había cancelado todos sus compromisos debido a que quería hacer algo especial. A pesar de que hacía más de un año las cosas entre el joven matrimonio no estaban nada bien, ellos seguían tratando, sobretodo él.
Kurt debía llegar al almuerzo, pero no lo hizo, así que se sentía frustrado. Se había quedado dormido esperándolo, y cuando despertó, las velas se habían consumido, la comida estaba helada, el vino caliente y el postre derretido.
Finalmente el ojiazul apareció y se sentó a comer sin muchos ánimos, incluso ni siquiera calentó la comida. – Hola cariño. – Le dio un beso en la mejilla. – Estoy tan cansado.
- ¿Por qué llegas a esta hora si habíamos quedado en algo?
- Lo siento Blaine, pero tenía muchos compromisos de trabajo.
- Yo también los tenía, pero cancelé todo para pasar contigo por lo menos este día.
- Podemos hacerlo en otro momento y yo preparo la comida.
- No me digas eso Kurt, estoy cansado de escuchar "otro día lo hacemos, en otro momento será". No hay otra oportunidad, hoy era importante… ¿Sabes por lo menos qué fecha es?
- Honestamente uno de los peores días porque me han explotado a más no poder.
- Es nuestro aniversario, pero al parecer no te importa. – Se levantó y se fue enojado.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Blaine, Blaine, ¿estás en casa? – Por lo general el ojimiel llegaba primero, pero esta vez no fue así. Kurt esperaba impaciente hasta que llegó, lo tomó de la mano y le dijo que tenía que contarle algo importante. Caminaron hacia el sofá y se sentaron. – Esto es muy serio.
- Yo también tengo algo serio e importante de qué decirte Kurt.
- Seguro, ¿puedo hablar primero? – El ojimiel asintió.
- Surgió una oportunidad maravillosa para mi carrera, pero tengo que salir del país, van a ser ocho meses en los que tendré que vivir en Europa, así que espero que puedas cancelar tus compromisos para que viajemos juntos.
Blaine se quedó en silencio por un instante analizando las cosas. – No, no puedo cancelar, sabes que estoy filmando y no puedo simplemente llegar y decirles, renuncio porque mi esposo quiere que me vaya con él.
- Bueno, entonces creo que me tendré que ir solo, y ya cuando termines la filmación me alcanzas allá.
- No.
- ¿Qué significa eso?
- Kurt, las cosas entre nosotros no están bien, yo he tratado de poner todo de mi parte para solucionarlo, pero es necesario que tú lo hagas también. Una relación es de dos personas.
- Un viaje lejos de aquí nos ayudaría.
- ¿Cómo? Porque tú vas a ir a Europa a trabajar, así que ¿cuál sería la diferencia aquí o allá si vas a seguir haciendo lo mismo? He rechazado todas las propuestas que he tenido porque quiero que nos dediquemos un tiempo para tratar de rescatar lo nuestro.
- Esta es una gran oportunidad Blaine. Es importante para mí.
- ¿Más importante que yo? ¿Más importante que nuestro matrimonio?
- No seas ridículo, sabes que eres importante para mí, te amo.
El de ojos como la miel suspiró.ñ con melancolía. – Ya ni siquiera siento que tus "te amo" son reales. Antes cuando lo decías, era diferente, lo sentías, y así sonaba. Ahora se escuchan tan vacías esas dos palabras cuando las pronuncias.
Kurt lo miró enojado. – ¿Tú me amas todavía?
- Con todas mis fuerzas, y por eso creo… quiero creer que podemos hacer algo por nosotros.
- Si me amas tanto, deberías comprender la gran oportunidad que representa para mi carrera…
- Te amo mucho y por eso me duele comprender que tu carrera está por sobre todas las cosas, y eso me incluye.
No puedo seguir así, esto me está matando por dentro.
- ¿A qué te refieres?
- A que haces ese viaje por ocho meses a Europa o te quedas aquí y luchamos por rescatar nuestra relación.
- ¿Me estás poniendo a elegir entre tú y mi carrera? ¡Eso no es justo, Blaine!
- No debería ser algo entre qué elegir. Lo que te estoy diciendo, me lo planteé a mí mismo, y sin dudarlo mi respuesta fuiste tú, y es por eso que he rechazado las propuestas de trabajo que me han llegado, y te aseguro que habían unas tan grandiosas que podrían significar muchísimo para mi carrera, pero tú eres primero y me importas más que cualquier cosa.
- Wow, te lo agradezco, pero no puedo renunciar a esa oportunidad, tal vez nunca se vuelva a presentar y…
- Entonces, esa es tu decisión. – Respiró profundamente tratando de contener las lágrimas. – Bueno, acabo de tomar una decisión también.
- ¿La cuál es…? Dime que vas a viajar conmigo.
- Voy a empezar los trámites del divorcio.
- ¿QUÉ? ¡No puedes hacer eso! Yo, yo te amo Blaine.
- No estoy seguro de aquello, ya no lo siento así, pero si fuese cierto, amas más a tu carrera que a mí.
- ¿Cómo puedes decir que no sientes el amor que te tengo?
- Porque no lo siento Kurt, ya nada es como antes, casi nunca te veo, no tienes ninguna muestra de cariño conmigo, no me miras igual, no me besas igual… es más, cuando nos besamos es algo tan rápido y sin ningún tipo de sentimiento ni emoción. Todo cambió y a ti no te interesa hacer nada para solucionarlo, creo que sólo quieres seguir conmigo por costumbre.
- ¿Sabes qué? Es verdad, las cosas no son iguales, pero no hay por qué llegar al extremo. – Hubo un silencio de varios segundos. – ¿Realmente quieres que nos divorciemos?
- No, pero no le veo ningún sentido a que sigamos juntos.
- Bien, si es lo que quieres, Blaine, inicia los trámites, no voy a oponerme, pero que sea antes de que tenga que viajar.
Anderson lo miró con tristeza, negó con la cabeza y se limpió una lágrima solitaria que logró escaparse. Se levantó del sofá y se encaminó hacia la habitación.
- Creo que tienes razón Blaine... – dijo en voz lo suficientemente alta como para que retumbase en el lugar, pero sin convertirse en un grito. – Creo que seguimos juntos sólo por costumbre, después de todo, como dicen por ahí, la costumbre es más fuerte que el amor.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Meses después…
- Blaine, no te ves nada bien.
- No estoy bien Puck, todo esto duele demasiado, sobre todo hoy.
- Hoy es su aniversario, ¿cierto?
- Así es. Pero no quiero hablar de eso. Te agradezco que hayas venido a hacerme compañía.
- No tienes nada que agradecer, para eso estamos los amigos. – Le dio un cálido abrazo.
- Me voy a ir a Boston, quiero y necesito alejarme. Aquí hay demasiados recuerdos en todas partes.
- Me imagino, pero ¿y tu trabajo?
- Honestamente no me interesa nada Puck, terminé con los contratos que tenía firmados y eso es todo. Lo único que quiero es alejarme y tratar de rehacer mi vida. No puedo seguir llorando todas las noches hasta quedarme dormido, no puedo seguir sin comer durante días, no puedo seguirme atormentando viendo los álbumes de fotografías y escuchando nuestras canciones… Ya no puedo ni debo seguirme haciendo esto, necesito olvidar y superarlo.
No sé si algún día pueda dejar de amar a Kurt, pero al menos debo intentar seguir adelante.
- Eso es cierto amigo, y me da gusto que hayas tomado esa decisión. Ya sabes que si necesitas algo, puedes contar conmigo.
- Gracias Puck
- ¡Rayos! No puedo creer que ustedes terminaran, todos los admirábamos, creíamos que eran almas gemelas y que iban a estar juntos por siempre… No entiendo cómo pasó esto y es que…
- ¡Puckerman!
- ¡Oh! Lo siento tanto Blaine, fue un pensamiento que se me escapó.
- Ok, entiendo… La verdad, yo también pensé que estaríamos juntos toda la vida.
- Blaine, el teléfono está sonando. Deja, yo contesto, estoy más cerca…. Es tu abogado…
El moreno se iba poniendo cada vez más pálido mientras hablaba...
Sí… bien… entiendo… Gracias, ahí estaré.
- ¿Qué pasó?
- La vida puede ser tan irónica… Hoy es mi aniversario.
- ¿Y?
- Hoy salió la sentencia de divorcio.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
- ¡El destino está a mi favor! Qué alegría ver al hombre más hermoso y sexy del planeta justo en este momento. – Un hombre de cabellera castaña sonrió.
Blaine volteó al reconocer esa voz. – ¡Sebastian! ¡Hola! – Sonrió ligeramente.
Sebastian Smythe era un importante empresario y estaba en Boston por cuestiones de trabajo, sin embargo, iba a acomodar su agenda como fuese necesario para pasar todo el tiempo posible con el hombre de piel aceitunada.
A pesar de los años, el moreno le seguía gustando, y ahora que sabía que estaba libre, pensaba hacer cualquier cosa para conquistarlo.
Estaban en un agradable restaurante pero Blaine apenas si había tocado su comida, y no hablaba mucho tampoco.
- Luces muy cansado, ¿no pudiste dormir? – Preguntó el castaño preocupado.
- La verdad que no Seb, tuve pesadillas toda la noche.
- Qué mal Blaine, pero la próxima vez que suceda, llámame, yo te puedo ayudar con eso. – Sonrió con picardía.
* FLASHBACK *
- AGGHHH... – Bramaba agitado el ojimiel mientras se retorcía en la cama.
- ¿Qué tienes, amor? – Kurt se despertó asustado con los gritos. – Blaine, Blaine, amor, despierta. – Lo movió con cuidado hasta que éste abrió los ojos. – Tranquilo, fue una pesadilla.
- Era tan real, fue en verdad horrible. – Respiró con dificultad.
Kurt fue a buscar un vaso con agua rápidamente a la cocina. Luego de que el ojimiel se lo terminó, se acostó y abrió los brazos. – Ven aquí Blaine, yo te ayudo a que te sientas mejor. Fue un mal sueño, sólo eso. – El moreno se acomodó en sus brazos y se aferró a su pecho mientras éste le acariciaba la espalda y los brazos. En cuestión de minutos se relajó y volvió a conciliar el sueño.
* FIN DEL FLASHBACK *
- Blaine, Blaine, ¿en qué piensas?
- ¿Ah? No, en nada Seb, en nada.
- Un nada muy especial, porque te hizo perder en tus pensamientos.
El ojimiel suspiró y negó con la cabeza.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
- Espera, ¿entonces Sebastian intentó besarte? – Preguntó Sam sorprendido.
- Así fue.
- ¿Qué tal estuvo?
- Sabes que no puedo. Seb ha sido muy dulce todo este tiempo, y me halaga que quiera algo conmigo después de tantos años.
Ha estado tratando, pero yo fui muy claro con él desde el comienzo, no estoy interesado en una relación en este momento y lo único que puedo ofrecerle es una amistad.
- Deberías darte una oportunidad al menos, no puedes vivir del recuerdo de Kurt. Y si no es con Sebastian, con otro chico, pero mereces ser feliz, amar y que te amen. Piénsalo
- Lo he hecho Sam, pero no va a pasar. Primero, todavía no supero a Kurt, y segundo, no estoy listo para un noviazgo. Tal vez algún día, pero por ahora es totalmente imposible, mi alma sigue atada a él.
* FLASHBACK *
- Soy totalmente tuyo Blaine, por siempre.
- Y yo soy tan tuyo Kurt, cada parte de mí te pertenece.
Ambos chicos estaban acostados en la cama del castaño besándose tiernamente. Blaine tomó la mano de su novio y la entrelazó con la suya.
- A veces esto parece un sueño del que no quiero despertar.
- No es un sueño Kurt, es una hermosa realidad. Tú y yo nos amamos, nos pertenecemos el uno al otro y siempre será así. Somos almas gemelas.
- ¿Y si la vida nos separa? – Preguntó con temor el ojiazul.
- Entonces nuestras almas encontrarán el camino de regreso.
- Te amo tanto Blaine, y te perteneceré por la eternidad.
- Y yo a ti Kurt. Hasta el final de los tiempos.
* FIN DEL FLASHBACK *
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Blaine estaba con Sam, Puck, Mike y Tina compartiendo un momento agradable en casa del primero.
- No puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo, hoy Kurt y yo cumplimos un año de habernos divorciado.
Todos lo miraron preocupados. – Sabes que estamos aquí para ti.– Dijo Sam.
- Lo sé, y les agradezco que pasen conmigo este día. No es nada fácil, y aunque no trato de pensar en ello, a veces sólo se escapa de mis manos. – Respiró lentamente, haciendo una pausa. – Hoy cumpliríamos ocho años de casados.
- Ya no te atormentes con eso, Blainey. – Dijo Tina poniendo su mano en el hombro de éste en señal de apoyo.
Las horas pasaron y los amigos siguieron conversando mientras tomaban unas cervezas. De pronto el timbre sonó, Sebastian, quien se había convertido en buen amigo de los chicos, entró corriendo. – ¡Tienen que ver esto! – Encendió el televisor y puso rápidamente el canal. En cuestión de segundos vieron a Kurt que estaba hablando.
- Estamos reunidos con Blaine porque este día le afecta y tú vas a…
Puck fue interrumpido. – ¡Sólo escuchen, están transmitiendo en vivo!
"Quiero que sepas que me arrepiento de todo, no puedo cambiar lo que pasó, no puedo volver el tiempo atrás, pero jamás dejé de amarte, Tal vez dejé de demostrártelo porque me perdí en este mundo estruendoso, le di prioridad a cosas que no la tenían y me olvidé de lo que es realmente importante."
El corazón de Blaine latía aceleradamente y respiraba con dificultad.
"Siempre fuimos tú y yo, desde el día en que nos conocimos en las escaleras de Dalton…"
Los recuerdos invadieron de inmediato al ojimiel, la primera vez que lo vio en aquellas escaleras y se presentaron...
"Mi nombre es Blaine".
"Kurt".
La extraña sensación al tomarlo de la mano y correr juntos por los pasillos. Sentirse tan a gusto mientras le cantaba y coqueteaba un poco…
Una mano en su espalda lo hizo sobresaltar, volviendo al presente.
A partir de ese momento, Blaine sólo pudo escuchar fragmentos de lo que el ojiazul estaba diciendo…
"Esa época en que tú, yo y nuestros sueños era todo lo que teníamos"…. "Lo dejé ir, te dejé ir y no hay día que no lo lamente, porque tú Blaine eres el amor de mi vida, aunque tal vez yo ya no sea el de la tuya."
Respiró profundamente, tratando de contener las lágrimas que empezaban a agolparse en sus ojos, pero éstas ganaron la batalla…
"Sé que te hice daño y no puedo cambiarlo, así como no puedo cambiar el hecho de haber desgastado cada hoja del libro de nuestra vida"… "Si encuentras a alguien que te proporcione la felicidad que no supe darte y te valore como dejé de hacerlo, aunque mi corazón se parta en mil pedazos, me alegraré por ti."
Y eso fue todo, no pudo frenarse más, empezó a llorar copiosamente y las manos le temblaban.
"Esta canción la escribí para ti"…
Cada vez que intento volar me caigo sin mis alas
Me siento tan pequeño
Supongo que te necesito bebé…
Es la única manera en la que veo claro.
Sólo podía escuchar frases de la pieza, pero lo hacían estremecer…
Tal vez yo creé esta tormenta
Por favor perdóname
Mi debilidad provocó tu dolor
Y esta canción es mi disculpa
No pudo seguir escuchando más, se levantó y se fue a toda prisa. Sus amigos quisieron detenerlo, pero les pidió que lo dejaran solo.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Días después y ya más calmado, Blaine consiguió ver el video completo, estaba por todas partes circulando. Lo descargó a su computadora, incluso lo pasó a su celular y no dejaba de verlo una y otra vez.
- No deberías seguir haciéndote eso. – Dijo Sam preocupado. – Te hace daño.
- Además de que Kurt no puede pretender que todo se va a solucionar porque se dio cuenta que no puede vivir sin ti. – Acotó molesto Puck.
- Chicos, por favor. Agradezco su compañía, pero les pido me dejen pensar, hay mucho que estoy tratando de procesar.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Durante un largo tiempo el de ojos amielados libró una batalla interna, analizó todos los pros y los contras de la relación que tuvieron y las posibilidades de una reconciliación.
Se enteró de que Kurt había renunciado y que se encontraba enfrentando varios juicios por incumplimiento de contrato. También supo de lo mal que lo estaba pasando en el ámbito personal.
Hubo días que de sintieron como si era demasiado tan siquiera pensar en ello, pero aunque trató, no pudo evitarlo. Y cada vez que creyó haber aclarado sus sentimientos, luego descubrió que estaba muy lejos de aquello.
кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε ღ кℓαΐиε
Meses después…
- ¿Estás seguro de que quieres hacer esto?
- Totalmente. Y Sam, gracias por todo.
- Lo que necesites, hermano. Sabes que cuentas conmigo.
Los dis amigos se despidieron con un fuerte abrazo y luego Blaine viajó a un pequeño pueblo en donde permaneció unos días en el único hotel existente, hasta que finalmente se armó de valor y tomó un taxi que lo llevó hacia su destino.
Cuando la puerta frente a la que estaba parado se abrió, clavó su mirada en esos orbes azules que siempre adoró y lo dejaban sin aliento.
Después de tantos años, de todo lo ocurrido, seguían teniendo ese efecto en él.
Mientras hablaban, Blaine podía sentir su corazón latiendo con fuerza. Todo lo que escuchaba lo hacía estar más y más seguro de su decisión.
Que Kurt buscase alguien con quien compartir el lugar era perfecto. Tenía que preguntar y esperaba que éste entendiese el doble significado de la pregunta.
- ¿Todavía estás buscando un compañero, o llegué tarde?
- No, no es tarde…. Quiero un compañero… Lo necesito.
El ojimiel sonrió y le volvió a extender la mano. – Soy Blaine.
- Kurt. – Correspondió el saludo de inmediato, y cuando sus manos se tocaron, fue como si sus almas se hubiesen vuelto a reconocer y no querían volver a separarse.
Le pidió que le mostrase el loft y a los pocos minutos lo interrumpió, no necesitaba seguir viendo, sabía que lo que hacía era lo correcto.
- Me quedo, si tú quieres, claro. – Dijo esperanzado.
El ojiazul sintió con la cabeza nerviosamente. – Sí… Sí… Claro… que… quiero.
De pronto sintió al castaño abrazándolo con todas sus fuerzas, y esa fue la confirmación de que estaba en casa y era ahí donde pertenecía. Sin embargo quiso llevar las cosas con calma y empezar retomando la amistad, sabiendo en el fondo de su alma que aunque que fuesen a estar juntos, necesitaban reencontrarse y fortalecerse,
Vio esos hermosos ojos del color del cielo llenarse de lágrimas y su corazón se contrajo. En cuestión de segundos el hombre parado frente a él estaba llorando, y deseaba tanto consolarlo.
- Perdóname. – Las lágrimas rodaron por las blancas mejillas. – Perdóname por todo por favor.
El ojimiel conocía la respuesta y tenía que hacérsela saber. – Ya lo hice, si no, no estuviese aquí.
Lo dijiste en tu último show, aquella relación que tuvimos ya no daba más, el libro en el que estaba escrita estaba totalmente desgastado hasta la última página.
Cada palabra que pronunció estuvo llena de seguridad, no habiendo la menor duda registrada. – Sabes que es así, Kurt. Eso que tú y yo fuimos alguna vez dejó de existir, y ese libro ya no tiene ni un sólo espacio donde se pueda seguir escribiendo, y es por eso que quiero que lo cerremos y empecemos juntos a escribir un nuevo libro.
Te amo, jamás dejé de hacerlo, pero hay que tomarlo con calma.
- Te amo Blaine, Dios, cuánto te amo, más de lo que imaginas.
Escuchar esas palabras fue música para sus oídos, dos palabras que recobraron su significado, dos palabras que se volvieron a sentir especiales y que lo hicieron estremecerse.
Atrajo con sus manos el rostro del ojiazul y lo besó suavemente, sólo un roce de labios que duró varios segundos pero que provocó una descarga de electricidad en todo su cuerpo. – Kurt Hummel, ¿quieres escribir ese nuevo libro conmigo?
- Sí, Blaine Anderson, claro que quiero. Un nuevo y mejor libro.
Se miraron y finalmente se fundieron en un beso lleno de amor y necesidad. Un beso en el que se dijeron lo mucho que se habían extrañado y lo mucho que se seguían amando.
Esos labios reencontrándose significaban tanto, era el saber que estaban hechos el uno para el otro, que se pertenecían absolutamente, que estaban destinados a estar juntos, y que si su amor había podido salir a flote después de todo lo difícil que vivió, nada sería capaz de destruirlo.
Blaine permaneció en el loft toda la noche, estuvieron abrazados sintiendo el calor del otro y lo fuerte que latían sus corazones, respirando el aroma tan familiar de sus cuerpos y dejándose llenar por un sin fin de emociones.
Al día siguiente se mudó, y mantuvieron su palabra de ser amigos y volver a redescubrirse poco a poco.
Las cosas no podían marchar mejor. Realmente sabían y sentían que estaban haciendo lo correcto.
Un mes después tuvieron su primera cena romántica y también fue cuando volvieron a besarse, ya que no lo habían hecho desde el día en que el ojimiel fue al loft por primera vez.
Al amanecer, Kurt sintió unas manos abrazándolo, lo cual era raro porque no había nadie con él al irse a dormir, pero conocía esas manos a la perfección, su tamaño, la textura de la piel, la forma en la que estaban tocándolo. – Blaine, ¿qué haces?
- Te necesito Kurt, te amo y te deseo con cada fibra de mi ser. Quiero ser uno contigo, que nuestros cuerpos se fundan totalmente y se conecten en todas las formas posibles.
- Blaine, te amo tanto y deseo lo mismo. Quiero ser uno contigo, mi amor. Necesito sentirte dentro de mí y luego estar dentro tuyo y poder demostrarte cuanto te amo. Pero quiero que sea lento y dure todo el día.
Se besaron entregándose el alma y comenzaron a desvestirse con tanto cuidado y amor como lo hicieron la primera vez.
- Ha pasado mucho desde que estuve con alguien. – Dijo tímidamente el ojiazul.
- ¿Cuánto tiempo y con quién? – Blaine no estaba seguro si debía haber hecho esa pregunta, pero ya era tarde para regresar las palabras a su boca.
- Casi dos años, con mi ex esposo. – Contestó mirándolo a los ojos. – ¿Y tú?
- También ha pasado un poco de tiempo.
- ¿Cuánto? – Quiso saber, abrazado a la esperanza.
- Casi dos años.
El castaño sonrió y le acarició el rostro y luego se fundieron en el más dulce de los besos para dar paso a sus manos y a todo su ser de volver a reconocerse, a fundirse en el otro y ser uno en cuerpo y alma.
.
~ FIN ~
Canción:
* Everytime (Britney Spears)
