Hola!
El día de hoy vengo con mi primera traducción.
El fic es de Craft Rose.
Hace poco leí este fic y puedo decir que caí perdidamente enamorada de cómo escribe la autora, y del fic propiamente tal.
Espero les guste.
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Hace tiempo, cuando era una adolescente, mi prima Jillian me mostró una imagen pornográfica de un pene erecto. Nuestra curiosidad sobra esta imagen – al menos yo – no era nada sexual. Era pura morbosidad. No estoy segura que fue lo más desconcertante sobre esta imagen ( venas?, liquido pre-seminal?, ancho?, casco de stormtrooper? ), de lo que si estoy segura es que fue el inicio de mis desventuras amorosas.
Gracias Jillian.
Esto es lo que pasa en los chicos cuando les gustas, dijo ella.
Tengan en cuenta que solo tenía catorce años. Apenas me había recuperado de mi miedo a los piojos. Mencione que Hogwarts no ofrece clases de educación sexual? Bien.
Cuento corto, la yo de catorce años, al igual que mi inexperta prima, creía que razonamiento deductivo inculcado por mis padres desde el momento en que nací serviría de algo en todo este asunto amoroso/sexual/hormonal; ah y en caso de que se lo estén preguntando, hay un propósito en esta anécdota.
Pero antes de que lleguemos a eso, hay cosas que debo aclarar, para que entiendan mejor.
Inhala, exhala.
Supongo que debería comenzar con lo que sucedido ese mismo año, en Diciembre.
Hogwarts. Torneo de los tres magos. Baile de navidad. Suficiente para refrescar su memoria? No necesitan poner los ojos en blanco, sé que conocen la historia, pero la contaré desde mi punto de vista, si?, gracias.
Bien.
Fue semanas después de la primera prueba del Torneo. Principios de Diciembre. Nieve fresca. Ahora que lo recuerdo, todo era bastante romántico. Parecía que lo único que disuadía a los estudiantes de no abalanzarse unos a otros en medio de los pasillos era el famosísimo baile escolar, y no cualquiera, El Baile de Navidad del Torneo de los Tres Magos, este era la razón de gastar ridículas cantidades de dinero de nuestros padres en trajes, zapatos y perfumes ( Y en ciertos casos, poción alisante)
Los corredores estaban rebosantes en emoción, luego preocupación. Porque el problema con los bailes, lo más importante que parecía que la mayoría habíamos olvidado, era la necesidad de una pareja, una cita. Tenías dos opciones, o le pedías a alguien o esperabas que te invitaran. Los estudiantes mayores, con toda seguridad, conseguían pareja horas después de ser el baile anunciado, pero los estudiantes más jóvenes, como mis amigos y yo, estábamos en el horrible laberinto que parecía ser el mundo amoroso.
Antes de eso, el romance no era algo que nos resultara emocionante.
Recuerdo haber pasado muchas noches en vela pensando eso, sobre que ningún chico se tomaría más de dos segundos para verme y darse cuenta que había una chica escondida debajo de este salvaje e indomable nido que tengo por cabello. También pensaba que Ronald me pediría ser su cita, De hecho, parte de mi esperaba que me invitara. Por tres semanas me senté a su lado en el Gran Comedor y durante las clases, y siquiera una vez mencionó el dichoso Baile de Navidad.
Para él, yo seguía siendo Pelo-de-arbusto Granger, sin tetas o trasero, que era cierto a pesar de todo.
Pero hubo alguien que si me notó; alguien cuyo gusto hacía mi había pasado desadvertido, hasta una semana antes del Baile de Navidad.
"Herm-own-ninny?" preguntó, acercándose a mí en el lugar más sagrado de todos.
Miré la pagina en la que me había quedado en mi libro de transfiguración, y ante mis ojos a la última persona que se me ocurriría encontrar en la biblioteca. Bueno, segunda después de Ron. Levante mi ceja cuando noté al alto buscador Búlgaro de Durmstrang. Su sequito de chicas había desaparecido esa noche. Dejándolo solo a él y a su fama internacional.
"Viktor Krum," Dije estúpidamente, cerrando el libro. "Estas… perdido?"
Un cierto rubor en las mejillas del buscador la alertó, "Estaba … yo quería hablarle a Herm-own-ninny por mucho tiempo, pero estas chicas …"
Algo inesperado surgió en mi, una sonrisa. Le sonreí. "Parece que te dieron la noche libre"
"Parece, si" Viktor asintió y me devolvió una sonrisa "Espero no distraer a Herm-own-ninny en sus estudios."
Creo que lo más bizarro fue que enserio se estuviera preocupado por mí. Estoy segura que mi cara de incredulidad era gigante, pero traté de parecer tranquila, traté.
"No me estás distrayendo"
"Eso es bueno" Sonrió aún más remarcando la belleza masculina en su rostro "Yo quería hablarle a Herm-oh-ninny sobre el … el …"
"…el torneo?" Traté de adivinar.
Viktor sacudió su cabeza "Eso no. Herm-oh-ninny es una bruja brillante pero no vine a ella — a ti — por eso. Vine por a ti por … por …" Los labios del buscador se cerraron, como si estuviera pensando "Yo … yo olvidé como le dicen a esto…"
Una pequeña voz en mi cabeza susurró la respuesta, pero la ignoré, no me podía concentrar en nada que no fuera el inglés algo quebrado que salía de forma tan adorable de su boca.
Tiempo después me di cuenta que tenía cierta debilidad por lo acentos.
"Estas… buscando a alguien? Tal vez Harry?" Observé sus ojos para ver si había acertado a su pregunta.
Krum tomó un respiro profundo, casi desesperado por encontrar las palabras que flotaban en su cabeza. Era agotador, pero no tenía el corazón para dejarlo ahí con las palabras en su boca. Sé que habían diccionarios traductores en el otro lado de la biblioteca, y en el momento en que me decidí levantarme e ir por uno algo atrapó mi atención. Provenía desde fuera de la biblioteca, desde el pasillo.
Era música. Alguien había puesto un disco de The Weird Sisters.
"Eso!" Viktor exclamó, moviendo sus pies de un lado a otro de una forma anticuada. "Trato de preguntar si Herm-own-ninny haría esto?"
"Amm —" Sentí que mi cara era una sincera expresión de duda. Pero claro, esos no eran movimientos nerviosos, eran pasos de baile. "OH!" Me di cuenta. "Estás preguntándome por el Baile de Navidad!"
El joven aplaudió fuertemente, casi como si hubiéramos terminado un turno en un juego de charadas. "Si!, eso!" Sonrió "Estoy preguntando si Herm-own-ninny irá al Baile de Navidad"
Hubo un momento en que me uní a su felicidad, momento corto, claro. Bajé mi mirada y me volví a sentar. Con toda la emoción había olvidado que había pasado desde el amanecer al anochecer en la biblioteca. Había recordatorio sobre el baile en todos los pasillos, en la sala común de Gryffindor, posters, boletines, reglas de conducta.
Recordé que esas reglas no se aplican en mi.
Porque a pesar de que hubiese querido ir, no tenía cita.
"Hay … hay algo que pone triste a Herm-own-ninny?"
"Para nada" Mentí, forzando una sonrisa "Yo solo … he decidido no asistir al baile. Yo … tengo mucha tarea que hacer, no tengo tiempo"
Su sonrisa cayó. "Me siento triste por eso. Yo quería preguntarle a Herm-own- ninny —"
En un instante, en mis pensamientos apareció Ron; la única persona con la que había contado para el baile.
" — Ser mi cita en el baile de Navidad."
La música que venía desde el pasillo acabó, dejando a la biblioteca en silencio, como estaba antes. Por un momento consideré tomar mis cosas y esconderme en el dormitorio de chicas – Donde sabía ni Ron o Harry me podrían sacar – Una pequeña voz en mi cabeza me volvió a la realidad.
"Disculpa?"
El color en las mejillas de Viktor volvió. "Yo quiero preguntar desde hace mucho tiempo. Sería un honor si pareja fuera una bruja tan hermosa e inteligente como tú, Herm-own-ninny."
En ese momento no podía decidir qué era lo más shockeante en todo este asunto. El hecho de que Viktor Krum me había invitado al Baile de Navidad, o el hecho de que yo no había dado una respuesta coherente aún.
"Es la idea de tu agrado?" Me preguntó con el nerviosismo corriendo por su sistema.
"Yo…Yo…"La respuesta estaba en la punta de mi lengua "Yo…"
Durante el Campeonato Mundial de Quidditch, nunca se vio ni un poco de nerviosismo proveniente del famoso buscador, incluso había enfrentado un dragón hace poco. Pero ahora, en la biblioteca, el color de sus mejillas había subido un tono. Sus labios comenzaron a temblar. Sus ojos evadieron los míos, y por un momento parecía que saldría corriendo.
Las palabras salieron casi solas de mi boca "Si. Si, por supuesto. Me encantaría ir al Baile de Navidad contigo"
Viktor abrió su boca, pero no habló. En lugar de eso un rugido salió de su boca, juro que fue un rugido.
Creo que no hay palabras en Ingles o Búlgaro para describir como sentía en mi pecho por lo que pasó esa noche en la biblioteca. Me habían pedido ir al Baile de Navidad alguien que genuinamente quería ir al baile conmigo; alguien que era inteligente, maduro y atento. Viktor Krum era el paquete completo. Había una barrera de idioma entre nosotros, de hecho, el no podía ni pronunciar mi nombre, pero a pesar de eso, era un perfecto caballero.
Bajé por la escalera y puse mi brazo en el brazo que él me ofrecía. Con toda la escuela observándome, puedo decir que fue el momento más satisfactorio de mi adolescencia. A la mayoría le tomó un momento reconocerme debajo del maquillaje y la generosa cantidad de poción Sleekeazy* que había aplicado para la ocasión, en mi opinión, un momento que debería estar en los libros de historia.
Harry me observó impresionado. Ron apenas podía con el shock. Ginny, la única persona con la había compartido mi secreto, sonreía de oreja a oreja.
El vestido que había escogido era de un azul periwinkle, hecho con la tela más suave que jamás había tocado. Me sentí un poco fuera de lugar, como jamás me había sentido, mi cabello liso, rubor en mis mejillas, pero luego de verme al espejo me sentí ansiosa, emocionada, más cuando atrapé a mi cita observándome de una forma que me hizo delirar.
Me hizo delirar? — con qué?, Ni idea. Lo único que sabía era que la música, las risas y el baile harían que fuese una noche para recordar.
Fue pura suerte que pudiese sentir mis pies después de haber bailado con mi cita toda la noche. A diferencia de otros chicos y sus citas, la mía si había bailado conmigo. De hecho, fuimos una de las ultimas parejas en abandonar la pista de baile, casi una hora después de medianoche, durante ese tiempo observé a Harry y Ron, que parecían un par de estatuas. Parecía que no habían movido un musculo desde la ceremonia de apertura, al igual que sus citas, Parvati y Padma.
En el fondo, sabía que Ron me estuvo observando toda la noche. No debería haberme importado, considerando quien era mi cita y que tan bien la estábamos pasando, pero la verdad es que el hecho que no apartara sus ojos de mí solo me instaba a querer bailar y reír más.
Parecía que estaba llegando al fin de la noche, pero lo que no imaginé era que la noche no estaba ni cerca de ser finalizada.
"Herm-own-ninny," su voz sonó profunda, deliciosa, había estado susurrando pequeñas cosas en mis oídos toda la noche "Me gustaría seguir viéndote. Hay algún lugar donde podamos caminar?"
Los inquietantes pensamientos sobre Ron desaparecieron el momento en que escuche mi nombre en los labios de Viktor. Estaba segura de que no habían servido ningún tipo de alcohol en el baile, pero aún así me sentí libre e libre de inhibiciones. Un buen sentimiento – un gran sentimiento – y mientras más tiempo pasaba con Viktor, más grande se hacía el sentimiento. Decidí que esto no era solo afecto, significaba algo para mi, y podía sentir que también significaba algo para él.
Sin darle muchas vueltas al asunto. Tomé su mano, observé alrededor que nadie nos estuviera viendo, y lo guie fuera del Gran Comedor. Había un lugar en Hogwarts; un lugar que para mí era más sagrado que la biblioteca, y con una mucho mejor vista. Lo llevé ahí, tomados de la mano mientras nos reíamos de cada cosa, en un momento mientras subíamos las escaleras me sentí perder el equilibrio y me encontré con su mano en mi cintura.
Fue un momento que me hizo temblar, luego de eso continuamos por la escalera, un momento que solo fue eclipsado por lo que sucedió después.
Lo lleve a la Torre de Astronomía; un lugar prohibido para los estudiantes sin la supervisión de un profesor. Era contra las reglas estar ahí en esas horas, más con él y sin ningún profesor, pero gracias a mi amistad con Harry aprendí que algunas reglas merecen ser rotas.
"Herm-own-ninny," El habló, de una forma adorable, tan cerca que podía ver la luna reflejada en sus ojos.
Respiré, incapaz de pensar con claridad mientras me inclinaba hacia él, de pronto me hice consiente que una de sus manos seguía en mi cintura. La nieve caía sobre nosotros cual cascada, atrapada en mi cabello y en el de Viktor. Se acercó un poco más a mí y sentí que soltó mi cabello, me sentí liberada.
La poción que tenía a mi cabello bajo control, por humedad de la nieve, había perdido su efecto, pero a Viktor no pareció importarle. Sus ojos solo parecían brillar más a medida que mis rizos volvían.
Lo miré.
El me miró.
Y ahí sucedió.
Cerré mis ojos y sentí su respiración cosquillar sobre mis labios, después de poner una de sus manos en mi mentón, me besó.
Era mi primer beso.
Pudo ser su primer beso, cosa que dudo. No solo por su fama, sino por la forma en que me besó, con confianza, no era su primer beso. Sentí que me derretía en el, en el beso, en sus manos sobre mí.
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Sleekeazy*: Poción alisante.
Si les gustó déjenme un review para continuar con la traducción de este hermoso fic.
Saludos.
