Confusión.

Eso fue lo primero que sintió al ver que Uzura le entregaba una carta de amor de parte de Ahiru (como decía su nombre rodeado de un corazón, igual que el suyo)

Sus latidos se aceleraron, mientras tomaba entre sus manos ese sobre tan llamativo y colorido. Un leve sonrojo invadió su cara al momento de que abría lentamente el sobre y sacaba el papel con lentitud.

Y mucho más si Uzura repetía que Ahiru estaba enamorada. ¿De él? ¿Quizás? Se preguntaba inevitable. Sin poder creer que ella le había escrito una carta de amor, pero al leer lo escrito, todas esas emociones, desaparecieron.

Esa idiota.

Se dijo en su mente mientras su semblante de asombro, se cambiaba a uno serio. Lo que estaba escrito era lo más cursi y redundante que había leído en su vida. ¿Acaso sabia escribir?

Era incoherente y sin sentido.

¿Cuantas veces había repetido la palabra enamorada? ¿Doce? y su nombre ¿Ocho? Y eso que era una carta de cuatro renglones.

¿Y si acaso estaba enamorada de él? ¿Por qué no se lo decía directamente y claramente?

Al terminar de leer. Guardo el papel en el sobre y se decidió dormir, con tal de dejar de pensar en Ahiru.

A la mañana siguiente Fakir encontró a la aludida en el pasillo.

— Eh —Llamo su atención al estar enfrente con sus manos puestas en su bolsillo.

— ¿Qué?

— Ayer Uzura me dio esto —Sacando la carta de amor del mismo.

Ahiru se sorprendió y se la quitó rápidamente de su mano.

— ¡N-No la escribí yo! ¡Fueron Lilie y Pique! —Excusándose— A ver cómo te explico...

Fakir frunció el ceño molesto aun manteniendo sus manos en los bolsillos la cual apretaba fuertemente.

— No pierdas el tiempo con estas memeces, tonta —Con eso dicho se fue de ahí.

Molesto.

Porque el mismo había perdido tiempo en leerla, en una carta que ni ella misma escribió. Y él debería saber cuándo la recibió que era imposible, ya que el corazón de ella ama únicamente a Mytho.

Y eso es lo que más le molestaba haberse ilusionado por un momento que Ahiru hubiera escrito esa carta.