Disclaimer: Ninguno de los personajes de Naruto me pertenese, derechos reservados para el gran kishimoto-sensei SOLO LOS TOMO "PRESTADOS" para crear esta loca historia.

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HOMBRE PEZ

Hacía muchos años en un reino ubicado el fondo del mar el rey vivía junto a sus seis hijas pero como era viudo, su anciana madre era quien se ocupaba de cuidarlas. De estas, la más bella era la menor. Como todas sus hermanas, no tenía pies: su cuerpo terminaba en cola de pez. A partir de los quince años, las princesitas podían salir de las aguas y ver pasar los barcos. Aquel año la menor los cumplía y esperaba con impaciencia el momento en que pudiera ver el mundo. Al fin llegó el día en que la sirena pudo asomar la cabeza a la superficie.

A poca distancia había un barco y sobre la cubierta se hallaba un joven y guapo príncipe. La princesa no era capaz de apartar los ojos de él. Estaba enamorada.

Durante los días siguientes sólo pudo pensar en aquel apuesto príncipe. Su único deseo era convertirse en un ser humano y vivir siempre junto al joven príncipe. Por eso se decidió a visitar a la bruja del mar. Quizás ella pudiera ayudarla.

La bruja del mar no dudó en hacer un trato con ella: la libraría de la cola y le daría dos piernas para andar, por medio de un brebaje que sólo ella sabía preparar, pero cada vez que diese un paso sería como si pisase un afilado cuchillo por los dolores que tendría que sufrir. Si no conseguía enamorar al príncipe, a la mañana siguiente de casarse él con otra doncella, la sirenita se convertiría en espuma flotante en el agua. Además, a cambio del brebaje, debía entregarle su hermosa voz. La princesita aceptó el trato.

A la mañana siguiente, cuando el príncipe daba su acostumbrado paseo, encontró a la sirenita ya convertida en una bellísima muchacha. Le preguntó quién era, pero la princesa no podía hablar. Entonces el joven la tomó de la mano y la llevó al interior del palacio. La sirenita era feliz a pesar de los agudos dolores que padecía cada vez que daba un paso.

Desde aquel día la sirenita y el príncipe se hicieron inseparables. Una noche, llegó al puerto del palacio un barco de donde bajó la princesa que estaba prometida en matrimonio con el príncipe. El joven se quedó frío como el hielo al verla porque no la conocía.

Su padre, el rey, le dijo que su deber era casarse con aquella doncella pero el príncipe dijo que, antes que casarse con una mujer que jamás en su vida había visto y que no le inspiraba amor, prefería renunciar al trono. Ante esa amenaza el viejo rey cedió, escribió una carta de disculpas a su amigo el padre de la princesa y se quejó de haber pasado la mayor vergüenza de su vida, pero en el fondo se alegró de lo que había pasado.

Después de que el barco se llevó a la princesa, el príncipe tomó de la mano a la sirenita y dándole un beso le declaró su amor. La pequeña niña cantó de emoción dejando asombrado al príncipe con su melodiosa voz y sintió cómo se iban para siempre los dolores de sus piernas.

Los dos reinos de mar y tierra celebraron felices el matrimonio de los príncipes quienes fueron felices para siempre. De la bruja del mar, nadie volvió a saber…. FIN

-¿Entonces la sirenita y el príncipe vivieron felices?- Pregunto la niña emocionada

-si mi vida, ellos se enamoraron y se casaron- Le respondió la madre con una sonrisa. Hana era una mujer bajita, amable y de sonrisa cálida. Poseía una extraña cabellera negra azulada.

-Mami… ¿si las sirenas viven en el mar, ellas pueden nadar con los delfines?- Su pequeña e inocente mente recordó el documental de delfines que había visto en el canal de animales y lo divertido que sería estar con esos cetáceos.

-claro mi amor, ellas viven en acantilados y arrecifes, juegan con los peces y son muy coquetas, les encanta adornarse el pelo con corales y conchas marinas- le comentaba la madre con emoción

-¿Mami … tu sabes nadar? La madre le afirmo moviendo la cabeza -¿Crees que pueda nadar como una?... ¡Quiero aprender a nadar!

-Él es Ko- presento el jefe de la familia. Un hombre alto de ojos exóticos color perlas y larga cabellera castaña –Es un primo lejano, se quedara una temporada con nosotros- explico al resto de la familia.

-Hiashi-san muchas gracias por su amabilidad- agacho la cabeza el recién presentado -y disculpe las molestias ocasionadas- levanto la vista dirigiéndose a la mujer embarazada y a la niña que se ocultaba detrás de ella.

Hana se arrodillo en el suelo para quedar a la altura de Hinata su hija y apoyo una de sus manos en su hombro derecho -Muy bien mi niña, hoy es tu primer día de clases, se valiente y nada como una sirena- le dedico una gran sonrisa cómplice. Ella sabía que su pequeña le había fascinado tanto el cuento que quiso aprender a nadar por ello.

-Hahaha- reía la pequeña

-¡Cariño debes dar lo mejor de ti y serás la mejor!- la alentó

-¡Oye niña!- escucho Hinata y miro al interior de la piscina – ¡si tú!- volvió a escuchar –¡salta de una vez! El agua en esta zona no es profunda así que no te vas a ahogar- Hinata estaba parada en el borde de la piscina, su maestra de natación les dio la indicación de que se metieran al agua pero al ser la primera vez ella se sintió intimidada al ver la gran dimensión de la piscina delante de ella.

-¡Kiba no deberías ser tan grosero!- escucho detrás de ella, se dio la vuelta y vio a un niño de su edad con la gorra y los gogles de natación puestos –Disculpa al actitud de mi amigo- se disculpó y se presentó –Soy Shino Aburame - La niña solo asintió con la cabeza gacha y con las mejillas sonrojadas para demostrarle que lo estaba escuchando.

-¿no hablas mucho no es cierto?- No se dio cuenta en que momento el niño que la había llamado desde el interior de la piscina estaba al lado suyo –Hola, yo soy Kiba Inuzuka- le extendió la mano a modo de saludo. Ella se quedó mirando su mano y luego levanto la vista hacia los dos y con una dulce sonrisa se presentó –¡yo me llamo Hi- Hinata Hyuga, es un placer conocerlos!-

No entendía muy bien lo que sucedió, su madre empezó a gritar diciendo – ¡la fuente se rompió! ¡ya viene!- Su padre salió como un rayo con su madre en el coche rumbo al hospital. Ko se había quedado con ella, él era un hombre alto casi igual a su papa pero con la diferencia de que él era más joven, de cabello castaño claro y corto, poseía los mismos ojos que el de su padre y ella, según esté, una herencia hereditaria de la familia. No entendía muy bien a que se refería pero su madre siempre le decía que sus ojos eran únicos y bellos.

Estaba muy angustiada por su madre, ella solo tenía cinco años y medio y no entendía muchas cosas. A pesar de que Ko era muy reservado y serio no pudo evitar notar el estado de la pequeña, se le acerco –No tienes por qué sentirte mal, tu mama estará bien, los doctores la ayudaran- Ella solo asintió y se aferró más a su panda de peluche. Noto que sus palabras no habían sido de ayuda así que decidió sentarse al lado del sillón donde se encontraba la niña esperando a sus padres.

Se quedaron en silencio hasta que la niña se atrevió a hablar -¿en serio no le va a pasar nada malo? Mi mama gritaba mucho, nunca la vi así… - su labios temblaban al hacer un esfuerzo por retener las lágrimas que amenazaban con salir de sus pequeños ojos.

Se le partió el corazón al ver a la pequeña en ese estado y ahí fue cuando lo entendió, paso un brazo por el hombro de la pequeña hasta llegar al señor panda –Claro que estarán bien- afirmo dedicándole una sonrisa –no tienes que tener miedo, nada le pasara a tu mama- ella lo miro y el siguió –La Señora Hana-San solo estaba algo asustada, tu hermanita se adelantó, ella quiere conocer el mundo más temprano de lo pronosticado. Se ve que será muy inquieta- dijo con algo de diversión al recordar la cara de Hiashi cuando su mujer le gritaba –No le pasara nada malo, es más mañana después de almorzar te llevare con ellos y conocerás a alguien especial-

La niña lo miro con confunción pero al ver que él estaba tranquilo la calmo. Hinata era una niña ingenua y observadora. Sabía que si los adultos estaban alterados era porque algo malo estaba pasando y eso es lo que había presenciado de sus padres, pero la actitud Ko era lo contrario, se relajo y volvió a hablar – ¿Me lo prometes?-

-¡Claro! Mañana te llevare-

-No eso…. Lo otro… ¿Mi mama estará bien? ¿Lo prometes?

Él se sorprendió por el grado de seriedad que mostraba su infantil rostro pero asintió con un movimiento de cabeza y le ofreció su dedo menique como firma de un pacto.. Una promesa irrompible –LO PROMETO-

-¡Hinata-Chan!- escucho. Ya iba asistiendo medio año a la escuela de natación, se había hecho amiga de dos niños y le encantaba. Esa semana su mama no pudo ir a retirarla de la escuela de natación, así que Ko iba como reemplazo. Desde esa noche ellos se llevaban muy bien, Hinata le había tomado cariño y tenían cierta amistad cómplice entre ellos que a veces ponía celoso a Hiashi pero ella siempre le recordaba que lo quería mucho y que siempre seria su único papa, el más genial del mundo. –¡Aquí estoy Ko-San!

-Lamento la tardanza su madre no pudo venir, la pequeña Hanabi volvió a recaer y tiene un poco de temperatura pero la Señora Hana-San la está cuidando según lo indicado por la doctora. No hay de qué preocuparse- Trato de calmarla. Lo cierto es que la recién nacida solo tenía cinco meses, se había adelantado tres meses y eso había afectado en su salud. Sus pulmones no eran muy fuertes y cuando la pequeña dormía se escuchaba silbidos cuando respiraba cosa que preocupaba mucho a sus padres y por ello estaban muy al pendiente de Hanabi. Hinata se había sentido mal porque pensó que sus padres no la querían más pero Ko le explico la situación como pudo para que la niña lo entendiera y no se sintiera mal. Desde esa vez incluso Hinata estaba preocupada por la salud de su hermana menor, se sintió mal por ponerse celosa pero ya no. El castaño al ver su cambio de actitud decidió tenerla informada, el creyó que sería lo mejor, no sirve de nada proteger los niños cuando estos están en la edad de pensar y desarrollar ideas y opiniones propias porque hay cosas que ellos deben saber para formarse como personas y crecer.

-No te preocupes, sé que mama debe hacerlo, no quiero que nada le pase Hanabi-Chan- le tomo la mano al mayor y le dedico una sonrisa –Vamos Ko quiero llegar a casa y contarles a mama y a papa como me fue hoy-

-¿Papa me podrías leer el cuento que mama me lee antes de irte?- pedía la niña con el rostro iluminado

- mi niña ya es de noche y se me hace tarde para recoger a tu madre y a Hanabi- respondió mirando el reloj de muñeca. La fiebre había aumentado y tuvieron que llevar a la bebe al hospital pero ya esta estable.

- solo una vez... si no podre dormir-

-Ko podría leértelo si se lo pides-

-pero yo quiero que tú me lo leas- la pequeña lo miro haciendo un puchero adorable

Hiashi suspiro con pesadez – de acuerdo… tu ganas pero metete a la cama- le ordeno

Hinata entro corriendo a su habitación, destapo las colchas lilas de su pequeña cama y se metió tapándose hasta la cintura. Sentada en su cama vio como su padre entraba y se sentaba en una silla al lado de ella. El hombre se acercó a su primogénita y con un pequeño movimiento de manos le indico que se acortara, la arropo y tomo le libro infantil de la mesita de luz -No sé porque te gusta tanto este cuento- le dijo –el fin acuéstate bien- le acaricio la cabeza y le dedico una pequeña sonrisa y comenzó a relatar…

Hacía muchos años en un reino ubicado el fondo del mar el rey vivía junto a sus seis hijas pero como era viudo, su anciana madre era quien se ocupaba de cuidarlas. De estas, la más bella era la menor. Como todas sus hermanas, no tenía pies: su cuerpo terminaba en cola de pez. A partir de los quince años, las princesitas podían salir de las aguas y ver pasar los barcos. Aquel año la menor los cumplía y esperaba con impaciencia el momento en que pudiera ver el mundo. Al fin llegó el día en que la sirena pudo asomar la cabeza a la superficie.

A poca distancia había un barco y sobre la cubierta se hallaba un joven y guapo príncipe. La princesa no era capaz de apartar los ojos de él. Estaba enamorada.…..

-Ya se durmió- escucho Hiashi, dirigió su mirada hacia la puerta de la habitación –Ko-

-disculpe por la interrupción Hiashi-sama, pero la señora Hana acaba de llamar y me encargo que le informara que ya están listas y que ya puede ir a recogerlas-

-te encargo a Hinata, cuídala mientras yo no esté-

-No se preocupe yo me encargare de ella, se lo prometo….-

-¡Mama! ¡Papa!- Gritaba la pequeña con los ojos acuosos mientras corría hacia la habitación de sus padres, estaba muy asustada debido a una pesadilla, ella estaba en el parque junto a ellos en los columpios, se estaban divirtiendo pero de repente todo se volvió oscuro, el parque y los niños desaparecieron quedando ella de pie y a sus padres delante de ella. Tanto como su madre y padre le dedicaron una enorme sonrisa y sin más se alejaron, le dieron la espalda… se marchaban; intento alcanzarlos pero a cada paso que daba ellos estaban aún más lejos. ¿Cómo no asustarse si solo tenía seis años? Grito, los llamo, lloro pero ninguno la escuchaba. Entonces se levantó de un sentadon en su cama. Salió de su cuarto y fue al de sus padres, cuando llego no vio a nadie y la cama seguía ordenada. Empezó a llorar junto a la puerta totalmente abierta.

-Mi niña- Ko escucho los gritos en la planta de alta de la casa, subió y vio a Hinata llorando, se acercó y la abrazo, ella también lo abrazo. La levanto en sus brazos se sentó en la cama matrimonial, la sentó junto a él y se dedicó a limpiar las lágrimas de la niña.

La pequeña se calmó y miro a su cuidador, tenía los ojos enrojecidos -¿Por qué lloras Ko?- le pregunto. Él se tensó y pequeñas lagrimas comenzó a brotar de sus ojos perlas. –No sé cómo explicártelo… ocurrió un accidente cuando tus padres iban de regreso…-

OOKEY…

Hola! Tengo que admitir que estoy nerviosa, este es mi debut en fanfiction. No se olviden de comentar, acepto criticas pero no insultos o cosas ofensivas! xD

Esto es solo como una introducción al fic en sí. Son fragmentos de lo que se supone que son pequeños recuerdos de infancia de Hinata. A partir del próximo cap. entro de lleno a la historia en lo que sería la época actual para la protagonista. Espero que les guste, no desesperéis lo interesante llegara pronto ;)