Los personajes le pertenecen a la genial SM y no a mí, la historia sólo es de mi cabeza que divaga.
Grupo en Facebook Fanfic. La chica invisible.
Incesto
Summary: Bella era una chica normal, no iría a la universidad porque su madre consideraba que era una pedida de dinero, eso la llevo a quedarse en ese pueblo que odiaba y a realizar un trabajo que tampoco era de su agrado, su vida era rutinaria, trabajo casa; lo que no esperaba era el giro que iba a dar su vida ese otoño con un golpeteo en la puerta en un día lluvioso, eso cambiaría su vida ¿para mal o para bien?.
Prefacio:
Mi madre tenía la idea de que la universidad de teatro era una pérdida de dinero y decidió meterme a estudiar algo que le sirviera a ella aparte de ser su bartender persona, podía ser su estilista, ese es uno de los que más odio, todos los días tengo que escuchar quejas y problemas, no hago más, es cansado siempre estar en lo mismo, maquillando y peinando gente que no hace más que quejarse de sus maridos, hijos y de sus vidas, sin pensar que mi vida es diez veces peor que las de ellas ya que no solo tengo que soportar a la loca de mi madre sino incluso a ellas que no paran de odiar su vida.
Foks no es un pueblo que ofrezca demasiado que no sea la cercanía que hay con Port Angeles donde la mayoría trabajamos, ahí se encuentran los lugares de lujo y donde más pagan, para desgracia mía mi vida se encuentra en este pequeño pueblo en el que soy la comidilla de sus habitantes, pase de ser la novia a la ex novia dejada y próximamente por obligación con mi prima dama de honor en la boda de mi ex pareja, mi historia sé ha plagado de una a otra desgracia, parece que cada año mi vida es retada a empeorar y siempre cumple el desafío.
Y así fue como llego Edward Cullen a mi vida, a arruinarla o mejorarla, aun lo desconozco aunque en verdad creo que es un poco de ambas, lo que sí sé que llego a condenarme, a enseñarme un mundo de morbo, lujuria y pecado, el no conocer a la familia de mi padre no me hace exenta a no cometer un pecado al estar con mi tío, el medio hermano de mi padre al cual nunca conocí y no solo que es mi familiar por mi padre sino que también es mi padrastro desde hace unas pocas semanas.
Capítulo 1
El dos mil quince no había sido en nada mi año, en especial al contar que en febrero, días antes del fabuloso "día de los enamorados" cuando ya tenía todo perfectamente preparado, cena, regalo, lugar donde pasar la noche sin que mi madre se estuviera metiendo o callándonos como si yo hiciera eso con los múltiples amantes que maneja, mi vestimenta formal estaba colgada detrás de la puerta de mi closet, la ropa sensual escondida lejos de la vista de Carmen para que no se le ocurriera la genial idea de estrenarla con su amante en turno, todo estaba preparado, hasta que mi celular comenzó a vibrar a media hora antes de salir del trabajo, un mensaje de mi novio era normal pero no lo fue cuando me dijo que me necesitaba ver de manera urgente, al estar tan preocupada por lo que tenía que decirme casi corto chueco el cabello de la señora Newton quien enseguida comenzó a insultar a todos los presentes pero sobre todo a mí por distraída y torpe, y tenía razón en decírmelo pero ese mensaje me alteraba demasiado.
Al llegar al restaurante aún era temprano, pedí un capuchino mientras buscaba con la mirada a Garrett quien no hizo acto de presencia hasta veinte minutos después de la cita que el mismo agendo, me saludo con un simple y corto beso en el cachete que me hizo sentir extraña, él siempre me besaba en la boca y de manera muy diferente; después de pedir él también otro café y tener la plática inicial de preguntar cómo estaba todo en el trabajo, suspiro y tomo mis manos entre las suyas.
—Bella, tú sabes que yo odiaría causartealgún daño, es algo que yo no me podría perdonar con facilidad pero sucede que… No sé cómo decirlo, es difícil darme entender ahora porque ni yo entiendo lo que está pasando por mi cabeza.
—¿Qué sucede Garrett?, de verdad no me está gustando esto.
—Me van a ascender Bella…
—Esa es una excelente noticia Garrett, es algo que has estado buscando desde hace mucho tiempo.
—Sí lo sé, pero hay un problema, corazón es ahí donde radica mi problema y quiero que esto quede claro, no es que esté pasando algo entre nosotros, no es nada de eso, si no que no te quiero hacer esto, no quiero estarte dando tiempos intermitentes que no te mereces cariño, así que considero que mereces un mejor hombre a tú lado…
—¿Me estas terminando?
—Sí Bella, es lo mejor, porque no quiero tenerte esperando por mi todas las tardes en las que tal vez no te pueda llamar o yo que se cariño, prefiero que esto termine de la mejor manera posible.
—¿Mejor manera posible?, me estas terminado, eres un imbécil, vete a la mierda porque ni siquiera me preguntas si yo puedo soportar eso—vocifero molesta y muchos de los comensales voltean a vernos.
—Bella, por favor no te alteres, yo sé que esto es lo mejor para ambos—comenta Garrett mientras acaricia sus manos.
—Tú no sabes nada… Eres un estúpido, solo supones Garrett—vuelvo a gritar y aviento las cosas mientras tomo mi bolso—, y te repito, vete a la mierda.
Salí tan rápido como pude del lugar, tome la estúpida camioneta más vieja que mis abuelos a los cuales no conocí y maneje lejos de ese estúpido lugar, directo a mi casa, en busca del refugio de mi cuarto mientras las lágrimas me hacían difícil ver hacia donde me dirigía, en menos de quince minutos ya estaba en mi casa, agradecí estar sola para poder llorar, todo lo que quedaba de la tarde llore hasta entrada la madrugada donde me había quedado sin lágrimas y el llanto me hizo caer en inconsciencia, agradecí no trabajar al día siguiente porque era un desastre.
Escuche el timbre de mi casa y lo ignore mientras me comenzaba a levantar, el timbre insistió sonando descomunalmente hasta que después de lavarme la cara y los dientes fui a la puerta mientras el timbre seguía su llamado, al abrir la puerta mis ojos casi se salen de sus cuencas al ver que era Garrett el que tenía el descaro de parce enfrente, por unos segundos pensé que iba a ser una disculpa la que me venía a ofrecer pero eso se dispersó cuando puso su sonrisa forzada y formal al ver el desastre en el que él me había convertido.
—Bella ayer no me diste tiempo de nada, saliste corriendo, déjame hablar contigo solo unos momentos.
—¿Te das cuenta de lo que esta pasando? —pregunto incrédula al ver su expresión.
—Sí Bella, estoy haciendo esto por tu bien.
—¿Por mi bien?, permíteme reírme porque lo estás haciendo por ti Garrett, tú eres el que lo decidió, tú eres el que no quiere seguir con esto y estas mando a la mierda el futuro que teníamos planeado.
—Bella relájate, esto no es tan extremo, te voy a pagar lo que diste del nuevo departamento, solo escúchame unos segundos.
—Ve-te-a-la-mi-er-da—repito cada silaba con delicadeza para que entienda.
Corro hacia mi habitación, subiendo los escalones de dos en dos para no tardar en llegar y corro hacia el desastre de regalos, ropa y recuerdos que tengo apilados destrozados en una esquina, me asomo por la venta mientras veo como se dirige y duda entre volver a timbrar o no, al momento de sentir mi mirada sobre él, voltea y me fijamente mientras sonrió.
—Bella, hablaremos después, pero ahora solo necesito que me regreses la camisa y el saco que deje aquí con anterioridad, mañana tengo una junta muy importante.
No respondo simplemente le sonrió fingiendo amabilidad y asiento me dirijo a la bolsa negra que está repleta de cosas y comienzo a acercarla a la ventana, son tres años de regalos, de cosas que compramos juntos, de recuerdos que son invaluables, de cosas que ni siquiera recordaba tener, me asomo y comienzo a arrojar todas esas cosas sobre él, en su mirada se refleja la incredulidad de la situación al ver como a su alrededor caen fotos cortadas con las manos, otras a medio quemar, peluches que en el proceso de caer se les comienza a salir el relleno, sus camisetas que alguna vez utilice mientras dormía en mi casa, caen hechas jirones, en ese momento me quiere asesinar con la mirada.
—Eres una inmadura Isabella, esto es una prueba de eso.
—Y tú un infeliz, espera la mejor parte—grito mientras tomo un encendedor y agarro su camisa.
—!Ni se te ocurra hacer eso Isabella¡—grita tan fuerte que todos los vecinos que observaban incrédulos desde sus ventanas se atreven a salir.
La noche anterior la había llenado de aceite así que no tarda en prender mientras sus ojos están a punto de salirse y su cara se pone roja, pasa a morada y su vena comienza a saltar mientras la tiro incendiada, y a continuación tiro los retrasos que se volvió su saco, no dice nada, solo se da vuelta directo a su coche, cuando voltea a verme, levanto los dedos medios mientras le sonrió, los vecinos al ver que el show se terminó entran a sus casas murmurando por el espectáculo que acabo de montar, me comienzo a cambiar para salir a recoger todo el desastre, estoy segura de que para ahora todo el pueblo sabe lo que acaba de ocurrir.
Me pongo lentes oscuros para ocultar mis ojos rojos e hinchados y comienzo a recoger el desastre de relleno, trozos de ropa, cartas, fotografías, nadie se atreve a salir de sus casas pero siento sus miradas sobre mí, sin importarme termino mi trabajo y me dirijo de nuevo a mi cuarto ahora lo que menos necesito es una visita o alguien que me tenga lastima.
Al pasar los días el dolor no se termina pero si las lágrimas, no puedo creer como en una simple oración mandas todo a la mierda, mis tres años a su lado quedaron en el olvido en esa tarde, cuando voy al supermercado todos voltean a verme y murmuran a mis espaldas lo ocurrido, después de eso Garrett no vuelve a intentar buscarme y me pude dar cuenta de que le mensaje fue claro, nadie se atreve a hablarme de él o siquiera a hacer referencia, todos respetan mi dolor por los primeros tres meses que son los peores.
—Isabella, es hora de que hablemos—menciona Carmen un día mientras cenamos.
—¿Qué pasa?.
—Es sobre Garrett…
—Ya te dije que no me interesa saber nada de él, creo que con el show que monte quedaba claro eso.
—Claro que quedo claro, fuimos el chisme durante más de una semana—menciona rodando los ojos.
—¿Entonces a que viene el tema de conversación mamá?
—Es mejor que te lo diga yo, porque es algo que ya todo el pueblo conoce, tu ex novio está saliendo con tu prima Kate desde hace cinco meses.
—!¿Que?, ¿Cinco meses?¡ —grito mientras mi madre solo asiente—¸ ok, esto para ser broma es de muy mal gusto, sabes que terminamos hace tres meses, ¿verdad?
—Lo sé Isabella, soy consciente de eso, y también de que lleva saliendo con tu prima Kate cinco meses, y que ya esto se está corriendo por el pueblo.
—¿Desde cuándo sabes lo de Kate? —pregunto intentando tranquilizarme contando hasta diez.
—Desde hace cinco meses—responde con descaro mientras le da un sorbo a su café.
—¿Lo sabes desde hace cinco meses? Y no me habías podido decir nada.
—No me correspondía a mi hija, era trabajo de Garrett no mío.
En ese momento estoy segura de que mi cara se pone de diez mil colores al pasar los segundos, no puedo creer lo que estoy escuchando, cuento hasta diez pero me es imposible, mis uñas están apretándose tan fuerte contra la palma de mi mano que casi puedo sentir la sangre correr por debajo de ellas mientras Carmen sigue cenando sin ningún problema.
—¿Por qué no habías dicho nada?
—Isabella ya te lo dije—comenta con cara de desagrado—, la verdad es aburrido repetir lo mismo una y otra vez, si eso le hacías a Garrett entonces entiendo porque se fue con Kate.
—¿Por qué no le dijiste nada a él?, era mi novio y no de ayer madre, desde hace tres años—reclamo y ella solo encoge los hombros.
—Siempre te lo he dicho, los hombres son unos desgraciados, no valen la pena.
—La que eres una desgraciada eres tú por no decirme nada, ¿Quién más sabe?
—Todo el pueblo, se me hace raro que no te enteraras antes, y bueno esta plática viene porque están planeando casarse porque tu prima está embarazada.
—¿Cómo no me lo dijiste antes?, si tú eras consiente de esa relación porque no me lo dijiste, se supone que soy tu hija, que debes de querer lo mejor para mí, esto es una bajeza.
—Isabella no seas melodramática, solo es una relación más de un hombre al que quisiste, no es nada del otro mundo.
—¡Era la persona con la que me iba a ir a vivir que ahora se casa con mi prima! —grito furiosa mientras me subo al cuarto.
El llanto me hace quedarme dormida, para el día siguiente en el trabajo, todo sucede con normalidad, al regresar al trabajo mi camioneta se queda atascada a mitad del camino, cuando llega el encargado del taller mecánico me observa con lastima, en un pueblo donde nunca sucede nada interesante, cuando una mujer enloquece y tira cosas por la ventana se vuelve un acontecimiento recordado por todos y llevado a ser conocido por futuras generaciones pero cuando aún peor esta era engañada con su propia prima se vuelve la comidilla del pueblo, al ser la tonta que no supo a tiempo mientras todas muran, mi título llega a tanto que ni siquiera me cobran el remolque de mi cacharro andante.
…
Durante cuatro largos meses soy la comidilla del pueblo, lo único que agradezco es que también Kate y Garrett resultan embarrados dentro de los comentarios, para olvidar los acontecimientos decido celebrar a lo grande mi cumpleaños, hora de que todo cambie al llegar a las dos décadas y esto solo se puede hacer posible haciendo una celebración a lo grande, durante todo el año ahorre para hacer la fiesta más grande que haya visto este estúpido pueblo, rento incluso el salón más grande, compro botellas de champage para brindar, todas mis amistades que no son muchas están invitadas al igual que sus respectivas amistadas, al entrar al salón, parece una imitación de un casino en las vegas, mi amiga Victoria y yo chocamos las palmas al ver nuestra obra de arte terminada, me abraza fuerte deseándome un feliz cumpleaños mientras nos retiramos a nuestra casa cada una en su coche.
Al llegar a casa, la ropa de Carmen y su amante esta regada desde la entrada, las escaleras, hasta la primera habitación, agradezco tener que atravesar toda la casa para llegar a mi cama si no cada fin de semana tendría visitantes incómodos y cambiaría cada semana de colchón, al pasar escucho sus gemidos y sus jadeos, solo ruedos los ojos mientras recuerdo como mi madre golpeaba la puerta cuando estaba en la habitación con Garrett, me molesta demasiado que si ella lo hace no hay ningún problema, pero si soy yo, el mundo estalla, al terminar de cambiarme a mi pijama pongo mi reproductor con la música a todo volumen para dejar de escuchar a mi madre mientras meto llave a mi puerta, desde niña aprendí que esa era la mejor manera de no tener un visitante no deseado en la noche, claro nunca falta el descarado que toca la puerta y me pide hablar, como si yo hubiera nacido ayer y mi madre no metiera al menos cada mes o cada dos semanas un tipo diferente, aunque nunca he entendido como se ha metido con tantos viviendo en un pueblo tan pequeño, bueno claro había pasado por todos los hombres, solteros o casados, ex novios míos o de sus amigas ella nunca ha discriminado.
A la mañana siguiente el susodicho ya no aparece ni mi madre hace acto de presencia, voy a la cocina y comienzo a desinfectar todas las cosas, aunque vi la ropa de la puerta a su habitación no dudo que pudieron estar en otros lados, el cloro siempre me hacía sentir un paz interior, tal vez el estar en un lugar limpio, algo que le pueda llamar un verdadero hogar, o al menos ese olor me recordaba la casa de una amiga de pequeña en la que su madre era una verdadera ama de casa, no como la mía que era bailarina exótica, bueno no era eso pero claro que podría pasar por una con su vestimenta normal, mientras todas las recepcionistas del hotel vestían de manera más discreta ella lo hace más ceñida para capturar más miradas y los hombres la deseen y las mujeres la envidien.
Mi pensamiento siempre ha sido que viste de esa manera para llamar la atención de hombres más jóvenes que ella, eso fue lo que me hizo dejar de traer amigos a mi casa, ya que siempre terminaba acostándose con uno al menos al semestre, era desagradable escuchar siempre lo buena que esta mi madre, incluso se ganó un poco de mi admiración o tal vez la única que tiene porque a sus cuarenta años se mantiene con un cuerpo de envidia, todo en su lugar y su cara no asemeja esa edad, aunque para todos era genial que mi madre y yo comportaríamos ropa para mí nunca lo ha sido.
—Bella, ¿Qué te parece este vestido? —comenta al entrar a mi cuarto sin pedir permiso, suspiro molesta.
—¿No has pensado en vestir como lo que eres?, ¡una señora!
—Isabella, que molesta eres, solo estaba pidiendo tu opinión, aun así me llevare este vestido, lo compre especialmente para tu fiesta.
Comenta saliendo mostrando un enorme escote en la espalda que deja ver un poco de su trasero, me molesto al ver cómo va contoneándose dentro del ceñido vestido dorado que hace juego con sus ojos. Volteo a ver mi vestido y me doy cuenta de que lo único que los diferencia es el escote y el color, maldigo y me cambio por mi segunda opción que es un vestido strapless color vino de lentejuelas que hace diversas figuras, al ver mi peinado y mi maquillaje me quedo maravillada del cambio que logre de mí.
Al llegar al lugar ya hay varias personas, todas me abrazan y brindan conmigo, celebrando mis dos décadas todos creen que merezco un cambio al cumplir mis veintidós años, apoyan el que busque algo nuevo, lejos de Forks como siempre lo he soñado y deseado, la música suena fuerte, bailamos aunque no lo hacemos bien, bebemos, todo se ambienta para que la noche sea perfecta, bebidas, música, bailes, risas y diversión, es excelente el ambiente, hasta que llega mi madre con sus invitados sorpresas, todo el murmullo se acaba cuando ven entrar a Garrett y Kate tomados de la mano, mientras mi madre entre con su nuevo amante.
Yo comienzo a bailar con el tipo que me presentaron unos momentos antes, comenzamos a bailar pegaditos y a cachondear mientras lo hacemos, nos acercamos, nos restregamos ante la mirada incrédula de Garrett, sus ojos no se separan de uno de mis movimientos, después de unas canciones cambio por otro tipo que está mejor y Garrett sigue observándome tomando a sus copas mientras Kate platica animosamente con otros invitados, me comienzo a besar con el tipo con el que bailo mientras mi ex novio me quiere fulminar con la mirada, llevo al tipo cerca del baño, bebemos y reímos, me pide mi teléfono y yo solo sonrió amablemente, pasan algunos minutos suficientes para que Garrett piense que nos hemos acostado y regreso al baile, la fiesta sigue en grande mientras él toma a Kate de las caderas y las restriega contra su cuerpo, le sonrió cuando nuestras miradas se encuentran, no le pienso demostrar lo dolida y enojada que estoy.
Llego a la barra para pedir un trago más y veo que mi madre está sentada sobre un tipo robusto y moreno que sonríe mientras mi madre le susurra al oído algo que lo hace sonrojar, ruedo los ojos al solo pensar que podría ser, me dan ganas de vomitar, al visualizarme se baja del tipo dándole a todos una buena vista de sus bragas, se dirige a mí con una copa en la mano, el bartender me entrega mi bebida y ella la choca.
—Feliz cumpleaños hija.
—¿Feliz?, de verdad bienes y me dices eso cuando trajiste a mi ex novio a mi fiesta con su nueva zorra. —reclamo enseguida y pone cara de sorpresa.
—¿Qué esperabas que hiciera?, era una falta de respeto no hacerlo, es tu prima, se criaron juntas, cuando llegamos a este lugar, la única que me ayudo contigo fue tu tía Shasha, se me hacía injusto que no los invitaras, así que lo hice yo. —alza el pecho orgullosa.
—¿Lo hiciste por educación o para joder mi fiesta?
—Como se te ocurre pensar algo así de mi Isabella, fue educación ya te lo dije, es tu prima…
—¡Es la que me quito a mi novio! —grito justo en el momento en que el DJ deja de tocar la música.
—Chicas, debemos de tranquilizarnos y hablar esto en otro lugar—habla el invitado de mi madre al momento en que sentimos todas las miradas sobre nosotras.
—Lo siento, pero es algo de conocimiento público de que mi ex novio me dejo por mi prima, podemos hablarlo donde sea, todos igual saben que Kate me quito a Garrett—expreso mientras todos siguen incrédulos.
—Ten dignidad hija, no lo grites a los cuatro vientos.
—¿Dignidad?, que la tenga la zorra de mi prima al venir y pararse aquí, que tenga decencia, ella ni siquiera debería de estar en un lugar donde no es bienvenida.
Sin decir más sigo en mi fiesta mientras todas las miras siguen fijas en mí, al poco tiempo todos comienzan a ignorarlo o el alcohol me hace que no me importe, terminamos hasta el amanecer, con mis amigos más cercanos tirados en el salón, después de unas inmensas horas de tortura de dormir en el suelo todos nos dirigimos a nuestras casas, al llegar encuentro el mismo coche de la anterior noche fuera de la casa, suspiro y me dispongo a entrar, enseguida voy a la cocina por unas botellas con agua que es lo único que puede soportar ahora mi estómago.
—¿Cómo te sientes? —pregunta una voz masculina cuando tengo metida la cabeza en el refrigerador.
—Mal, tengo resaca, quiero vomitar y la boca me sabe a cenicero. —contesto mientras cierro y sonrió.
—Te prepare algo para la resaca, tu madre está durmiendo así que no tengo nada mejor que hacer.
—No quiero vomitar, así que no gracias.
—No te haré vomitar pero si te hace sentir mejor, ¿quieres?
Sonrió en respuesta mientras me siento en uno de los bancos frente a la barra mientras el moreno comienza a andar por la cocina como si fuera su casa, en esos momentos me comienzo a preguntar cuántas veces ha estado en este lugar y no me he dado cuenta, después de batir varias cosas me entrega un líquido espeso verde que no se ve de muy buen aspecto.
—¿Quieres asesinarme acaso?, esto no lo pienso tomar.
—Deberías se ira el dolor de cabeza y las náuseas una vez que lo termines, así que tómalo Isabella.
—Bella, odio mi nombre completo, simplemente Bella—aclaro mientras doy un sorbo y no está mal así que doy otro, —bueno tú conoces mi nombre pero yo no él tuyo, ¿eres?
—Jacob, Jacob Black—comenta mientras me extiende la mano.
Tomo su mano y sonrió enseguida, sin duda es un hombre atlético y guapo, sus facciones, sus ojos, todo él te invita a mirarlo y a sonreír mientras lo haces, seguimos platicando mientras bebo su extraño remedio y me comienzo a sentir mejor como lo prometió.
—¿Black?, tu apellido me parece conocido pero tú no, ¿eres casado? —Se remueve nervioso por la cocina hasta tomar asiento enfrente de mí, evade mi mirada enseguida—, sí la respuesta es afirmativa no te preocupes no eres con el primer hombre casado con el que se haya involucrado mi madre.
—No lo soy como tal, bueno aún sigo, estoy en el tiempo de espera para otorgar el divorcio.
—Entonces supongo que debo de conocer a la señora Black que es…
—Leah Black, es por ella que conozco tu nombre eres su estilista.
En el momento que menciona a su esposa no me sorprendo al escuchar que se está separando de ella, la mujer es insufrible, con nada está contenta, todo le molesta, en especial su esposo, aunque eso es algo no me termina de cuadrar porque no se parece para nada al tipo manipulador, mentiroso, grosero y desagradable que ella siempre describió mientras se hace el nuevo tratamiento que le parecía excelente en ese momento y era una basura al terminar.
—Siento mucho lo de tu divorcio— comento mientras tomo su fuerte brazo tatuado.
—No lo hagas, es algo que deseo desde hace tiempo y hasta ahora lo conseguí—sonríe con encanto y felicidad contagiándome de esas emociones mientras mis dedos suben hasta su bícep.
—¿De qué es tu tatuaje? —comento mientras lo acaricio y él sonríe coqueto.
Cuando esta por contestarme escuchamos los pasos de Carmen bajando las escaleras y ambos nos quedamos callados en cuanto nos ve sentados su mirada se clava en mi espalda, al llegar sonríe molesta al ver que teníamos una conversación y que las yemas de mis dedos están sobre su hombre, enseguida me despido de Jacob y mi madre cambia su expresión a una relajada mientras subo directo al baño.
Lo que más necesito es tomar una ducha que de verdad necesito, mi cabello apesta a cigarro mi cara delata que no dormí hasta bien entrada la noche, me relajo bajo el chorro del agua caliente que va calmando mis músculos la tensión por encontrarme a los invitados de mi madre va desapareciendo mientras el agua va enfriándose, como bien lo dijo Jacob el remedio que me dio me hace sentir mucho mejor y las náuseas se van así que el baño termina de hacerme sentir una persona de nuevo, mientras cierro la llave del agua caliente la realidad comienza a golpearme al recordarme que mi cacharro de camioneta está descompuesta y me tendré que ir en el autobús.
Cuando comienzo a enredar la toalla alrededor de mi cuerpo, él timbre comienza a sonar, en ese momento comienzo a contar los segundos para que mi madre me haga salir del baño para ir a abrir la puerta ya que ella debe de estar muy ocupada como siempre aunque sea solo viendo la televisión, pero no el grito no llega en ningún momento y escucho como la puerta se abre y Carmen saluda a la persona que acaba de llegar, comienzo a poner atención en lo que está pasando mientras busco la ropa para comenzar a cambiarme pero no encuentro nada porque la olvide sobre mi cama, perfecto, podría ganar tiempo vistiéndome pero la olvido, así que solo me pongo a escuchar para saber quién es y poderme ir a mi cuarto a vestir con tranquilidad, la plática se hace en sonido normal que no me permite saber quién es, hasta que escucho las risas tontas de mi prima.
—¡Dios Kate!, están hermosas—grita mi madre y comienzo a abrir la puerta para enterarme de que pasa.
—Las mandamos hacer con mucha anticipación, no esperábamos estar embarazados para ahora, pero ya te la quería entregar tía para que agendes ese día.
—Jamás faltaría a tu boda, y cuéntame más de ella.
—Pues ahora se le tiene que hacer unos ajustes al vestido así que pues dentro de tres meses va a ser la ceremonia, y bueno pues estamos considerando…
—¿Quién va a ser tu dama de honor? —pregunta mi madre con un tono de voz que no me agrada nada.
—Pues aún no se tía, ya sabes que eso es muy importante y no tengo una mejor amiga como tal, lo único que tengo es a mi familia así que esperaba que pudiera ser Bella.
—Kate eso sería hermoso y bueno podrían así tomar su relación que tenían de amistad desde la infancia que era tan bonita.
En ese momento mi mandíbula cae por la impresión y tomo la toalla con fuerza para no bajar inmediatamente a golpear a Kate por tener tremendo descaro conmigo.
—¿Crees que le gustara la idea?
—Te aseguro que estará fascinada con el tiempo.
—¿Estas segura?, es que no sé de qué manera tomaría esto y no sabría cómo convencerla de que lo haga ya sabes por la manera de cómo se dieron las cosas, yo quisiera hablar con ella y aclarar todo con ella y decirle que Garrett y yo nos amamos y que yo no soy una …
—Querida ni lo digas por favor, claro que no lo eres, ahora solo necesitas darle tiempo a tu prima, en uno o dos meses le va a encantar ser tu dama de honor.
En ese momento al escuchar tanto descaro decido bajar casi desnuda, solo sujeto con más fuerza la toalla para que no me haga una mala jugada antes de llegar a poner todo en claro, ¿Cómo se les ocurrió esa genial idea?, enseguida las encuentro en la sala siguiendo hablando de la boda, puedo ver desde el pasillo como mi ex novio tiene tomada de la mano a Kate mientras observa la pantalla de su celular con mucha atención, sin que Carmen se dé cuenta llego y la sonrisa de Kate enseguida se cae y Carmen voltea a verme con una enorme y molesta sonrisa.
—Querida que bueno que estas aquí tengo una excelente noticia.
—¿Cuál?, él que quieren que por medio de darme parte el show de la zorra y el infiel me voy a sentir mejor y voy a olvidar todo por ser "dama de honor".
—Isabella te he dicho un millo de veces que no le hables así a tu prima ¿Estas desnuda?—mi madre se levanta y su cara se vuelve de desagrado mientras me mira de arriba abajo. —, ¿Cómo se te ocurre bajar así?
—Mi falta de ropa no es el tema que estamos tratando, mejor deberías de preguntar como a ti se te ocurrió una idea tan estúpida.
—Que molesta eres Isabella porque parece que en todos estos años no te he enseñado nada, eres una grosera en tu manera de actuar y de hablar, ve a vestirte y hablamos después de eso.
—¡Por Dios! No es nada que no hayan visto antes—grito alzando las manos, la cara de mi madre se comienza a poner de colores por el coraje.
—Ten un poco de respeto por el novio de tu prima, Isabella—sisea llena de furia.
—¿Por su novio?, no es nada que Garrett no haya visto antes, estuvimos tres años juntos y perdí mi virginidad con él años antes.
—Isabella contrólate ya.
—Bueno para terminar esto pronto, no voy a participar en sus estupideces, así que no cuenten conmigo.
Aclaro mientras comienzo a retirarme, sigo echando chispas por el coraje pero no demuestro nada, siento los tres pares de ojos penetrantes a mi espalda mientras sigo por el pasillo. Subo los escalones de dos en dos cuidando de no caerme para no hacer el ridículo, me cambio con rapidez al ver la hora pero por más rápido que lo hago sigo atrasada, en el autobús voy a llegar un poco tarde y mi jefa me matara.
Cuando estoy en mis toques finales para irme escucho como Carmen despide a sus invitados pidiendo una disculpa por mi comportamiento, a los pocos minutos que salen, les doy tiempo de que se retiren antes de que yo salga, me dirijo a la salida mientras Carmen finge que no existo, sonrió feliz mientras camino por la acera, siento una mirada y enseguida un clac son llama mi atención.
—¿A dónde vas?, si quieres te puedo llevar. —comenta Jacob al emparejarse.
—Voy a mi trabajo en Port Angeles.
—Casualmente tengo que ir a ese lugar a ver a mi abogado, ¿te llevo?
Sonrió y sin pensarlo demasiado me subo a su camioneta que esta diez veces mejor que la mía, aunque como es común en este pueblo no es de un último modelo.
—¿Al abogado?, así que el divorcio si va enserio.
—Sí tanto como tu idea de no ser la dama de honor de tú prima—contesta con una enorme sonrisa que me hace reír como porrista tonta.
—Siento que hayas tenido que ver ese show y junto con él de ayer me siento un poco apenada.
—He visto peores cosas en mi casa, como volar un cenicero a dos centímetros de mi cara porque me encontró un mensaje de un número equivocado. —contesta hundiéndose de hombros como si fuera la cosa más normal.
—Así que podemos definir que a Jacob Black le gustan las mujeres con falta de tornillos.
—Se podría decir, aunque podría ver sus excepciones. —contesta mientras me guiña un ojo haciéndome sonreír.
—Créeme conozco a Carmen, entra en esa definición.
—No me refería a ella precisamente, aunque no lo creas no sabía que podía llegar a ser tan mezquina como la vi actuar ayer y hoy, creo que se calló del pedestal en la que la tenía.
—¿Te enamoraste de ella?
—No como tal, pensé que era menos como Leah y más normal pero alguien que trata a su hija de esa manera comprometiéndote a esas cosas no me parece justo.
—¿Por cierto, no saliste después del show de la sala? —pregunto curiosa mientras me acomodo con las piernas arriba del asiento.
—Algo así… Bueno si lo hice porque discutí con Carmen pero al ver que tu camioneta estaba en mal estado decidí esperarte para llevarte a tu trabajo.
—Eres muy considerado, ¿Cómo agradecértelo?
—Creo que podemos iniciar con que me hables más de ti en lo que resta de camino y tal vez después aceptes una invitación a comer.
Sigo con la plática lejos del tema de Carmen para centrarme más en mi como lo pidió, le cuento de la beca que estoy tramitando para la escuela de Teatro lejos de este lugar, cuanto odio vivir en Forks cuestión que lo hace reír, no indago demasiado en mi ex relación con Garrett no por el sentido que va tomando nuestra conversación, entiendo que hablar del ex novio no es una brillante idea, le hablo un poco de mi familia o más bien hablo de lo que conozco de ella.
—¿Así que nunca conociste a tu padre?
—¿Cuenta por fotografía? —pregunto irónicamente mientras entra a Port Angeles.
—Creo que no tanto, y que tal tus tíos o tus primos.
—Nada mi madre huyo conmigo cuando mi padre falleció, dijo que no quería tener mucho que ver con ellos así que mejor se vino para vivir con mi tía Shasha.
—Creo que esta platica la podemos reanudar más adelante, ¿te parece bien?
—Me encanta la idea.
Saco un post de mi bolsa y anoto mi número de celular en él, lo pego en el velocímetro y me bajo para dirigirme a mi aburrido trabajo, ya sin reseca puedo trabajar de mejor manera pero me cansa estar siempre realizando cambios de looks, decoloraciones, odio como siempre tengo las manos llenas de cabellos de personas que no conozco y que ni me interesa hacerlo mientras parlotean con sus amigas o con mi jefa de lo malo o de lo bueno de sus vidas, de lo abandonadas que las tiene el marido y de lo que les encanta su amante que se encontraron en clases de equitación.
Al terminar la jornada mi dolor de cabeza se vuelve insoportable, tener que regresar en el autobús no es algo que me apetezca demasiado pero sin embargo algo que tengo que hacer, esta es mi rutina por todo el mes ya que el cacharro sigue sin funcionar en el taller mecánico porque aún no encuentran la refracción necesaria, bueno claro no siempre me regreso o vengo al trabajo en autobús ya que algunas veces Jacob me espera a una o dos cuadras de mi casa para que Carmen no se entere de que me está llevando, creo que le parece bastante interesante tener a la madre y a la hija aunque claro ha pasado más tiempo ya conmigo que con mi madre.
En ese momento encuentro la mejor manera para hacerle pagar lo que me está pasando, poco a poco empiezo a alejar a Jacob de su lado y lo acerco más a mí con simples sonrisas o negativas a sus invitaciones lo provocan acercase más pero lo que lo termina de enloquecer es que lo provoco a cada momento que puedo, rechazo sus tentativas a acariciarme, a besarme que lo hacen tener una discusión tan grande con Carmen que terminan en ese momento, a la media hora mi madre desaparece a un bar para buscar su nueva conquista y Jacob aparece frente a mi puerta con una caja de pizza y cerveza, esa es la primera noche en la que dejo que me bese, se podría considerar asqueroso después de que paso por la cama de mi madre, pero si me detuviera por eso, ningún hombre de este pueblo olvidado por el sol estaría a mi disposición, después al tiempo necesario le confesare como ella lo hizo conmigo que yo soy la que está con él ahora.
—¿Cuándo se repetirá esto? —comenta mientras acaricia mi pierna descubierta.
—Cuando no vuelvas a ver a Carmen.
—Esto ya es definitivo Bella, créeme no hay vuelta atrás.
—Se repetirá cuando yo desee cariño, no antes, pero por hoy ya va siendo hora de que te retires.
—A Carmen le falta mucho para llegar podríamos aprovechar el tiempo y…—comienza a besar mi cuello de manera sugerente.
—Es cierto pero mañana entro a las ocho de la mañana así que será mejor que me vaya a descansar.
Me levanto de entre sus piernas y puedo notar el bulto que se marca en sus pantalones y sonrió con descaro mientras me mira incrédulo, avanzo hacia la puerta y la abro, camina sin poder creer lo que está pasando, con él lleva la basura de la cena, cuando está fuera de la casa, le doy un beso en los labios y una suave caricia en su entre pierna y cierro la puerta, escucho su gruñido varonil y a los pocos minutos su coche mientras me voy a la cama sintiéndome una perra pero sé que si el caso fuera al revés mi madre no sentiría piedad por mí, y se metería con mi novio, con esa última reflexión me dejo caer en los brazos de Morfeo.
Como cada mañana después de que mi madre busca nuevo novio no la encuentro en la cocina, así que solo ingiero un cereal y salgo disparada para el autobús, ese día la neblina no deja ver demasiado pero ya con mi cacharro listo estoy mejor, al llegar al trabajo encuentro estacionamiento enseguida, parece que mi día mejora con consideración. Al ser temprano no hay tanta clientela así que me alegra y nos permitimos ir por un rato más a almorzar mi amiga Victoria y yo.
—¿Sabes de la fiesta que va a ver en el pueblo? —pregunta mientras caminamos de regreso al trabajo.
—No, ¿Qué fiesta?
—Me parece raro que no sepas, tu madre esta incluso en el comité organizador para esta, es de disfraces para el día de Halloween.
—Sabes que ella no comenta nada, menos si es de fiestas, ¿Dónde y cuándo es? —me entusiasma la idea siempre me ha gustado disfrazarme.
—Es justo el treinta y uno de Octubre, ya sabes en el salón de siempre, ¿vamos?
—Por supuesto y tenemos que tener los mejores disfraces.
Ambas reímos al saber que ese día podemos disfrazarnos de las zorras que queramos ser y no vamos a ser juzgadas, mi madre es de las principales que desfilan en poca ropa así que a nadie les extraña que yo haga lo mismo si es lo que he visto durante toda mi vida, coincidimos que aunque falten unas semanas debemos de ir ya a elegir un buen disfraz ya que en un pueblo tan pequeño como lo es Forks enseguida se sabe quién repitió en un año disfraz ya que casi todo el mundo asiste.
En algunas ocasiones como esa noche Jacob pasa por mí al trabajo, en algunas ocasiones vamos a cenar, al cine, a un bar, tomamos y bailamos, disfrutamos de nuestra compañía en otras me invita a miradores mientras mis manos pasean por su cuerpo y las suyas no se quedan atrás, en ningún momento pasamos a algo más que no sea tocarnos, sonrió cuando lo veo desesperado por poseerme, cuando llegamos a este extremo hago que me lleve a casa, Carmen aun no sospecha menos cuando ya tiene una nueva conquista.
Una mañana nublada mientras estoy preparando mi almuerzo, Carmen llega y se sienta esperando a que le sirva a ella también mientras checa el celular, ambas estamos en silencio mientras le sirvo de sirvienta a mi madre.
—¿Vas a ir a la fiesta de disfraces? —pregunta Carmen mientras almorzamos.
—Sabes que cada año asisto, ¿Por qué sería diferente ahora?
—No lo sé Bella, pensé que no querías estar demasiado tiempo en público por lo de Garrett.
—Eso ya es historia, paso hace tanto tiempo que ya no lo recordaba.
—Bueno en eso tienes razón, y ahora que sé que vas a asistir por favor no te vayas a presentar disfrazada de algo que sea descarado.
—¿Quién lo dice?, la que el año pasado se disfrazó de bailarina de samba cuando estábamos casi a cero grados .
—Solo es para cuidar la reputación que te queda.
—No te preocupes ya lo tengo listo y no es nada descarado, tiene bastante tela.
—Me da gusto Isabella.
—No te quitare protagonismo madre.
Se va molesta al trabajo por mi último comentario pero no dice nada, cuando termino de desayunar subo por mis cosas y me voy yo también al trabajo, esa tarde Victoria y yo comenzamos a buscar los complementos ideales para los disfraces como ligeros, un buen bustier que deje ver mis pechos más grandes de lo que son, medias de red, medias negras, cosas que convienen con el disfraz de ángel y demonio que vamos a llevar, al pasar por una tienda decidimos comprar una peluca y un antifaz, tenemos todo listo para el gran día.
Al sábado llegar mi madre desaparece todo el día para terminar los arreglos de la fiesta y para que yo no vea su magnífico disfraz de enfermera que no había cuidado tan bien, mi estómago comenzaba a anudarse al pensar en que hoy sería el gran día de que mi madre viera quien era mi nueva conquista, ya tenía una idea bastante clara pero no era nada seguro porque siempre que salíamos los hacíamos en Port Angeles nunca en Forks para que ella no se enterara fuera de tiempo, tenía que ser en un lugar idea como era esa fiesta, no dudaba que ya a estas alturas estuviera con otro pero conservaba la esperanza de que no.
Me di una última mirada en el espejo, mi somokey eyes era perfecto, era lo único bueno que me había traído esa carrera de estilista, cuando la ocasión lo ameritaba era muy buena maquillándome pero era algo que no realizaba seguido, odio como se irritan mis ojos por tanta pintura pero al ser hoy un día especial tenía que hacerlo, mi labial rojo acentúa mi piel blanca, mi corpiño es tan ajustado que hace que mis pechos se vean más grandes y mi cintura más pequeña, una pequeña falta de tul deja ver un poco del ligero que sostiene mis medias negras hasta medio muslo, botas de tacón alto hacen el complemento perfecto y más perfecto mis alas de ángel de verdaderas plumas negras, combinado con un antifaz negro, al verme me siento otra persona, sé que cualquiera que me vea en este momento va a caer rendido así que salgo con determinación del cuarto.
Estoy a una cuadre de tu casa, ya no puedo esperar más para verte
J.B.
No puedo evitar sonreír al ver el mensaje de Jacob, al no enseñarle el disfraz y dejarlo una enorme semana a la espera de veme, estaba tan desesperado que sus mensajes siempre contenían ansiedad y palabras subidas de tono que me hacían enrojecer y reír al mismo tiempo, siempre Victoria preguntaba quién era el causante pero hasta para ella era un secreto, todo se revelaría hoy.
—¡Diablos! Bella, estas hermosa y creo que eso no es suficiente.
—No debes de maldecir frete a mí, soy un ángel—contesto haciendo posturitas para que pueda observar desde todos los ángulos.
—Pues tú ocasionas que yo maldiga, no tienes ni idea cuantas cosas imagino hacerte y se multiplican al verte así.
Solo sonrió mientras me subo a la camioneta, puedo ver el disfraz de Jacob que es de hombre duff que usa sin necesidad de botarga ya que el cuerpo que tiene es igualito al de la caricatura, me muerdo el labio nerviosa mientras nos dirigimos a la fiesta, al bajar nos tomamos de la mano ante la mirada atónita de todos.
Entramos, tomamos, bailamos, hablo con mis amigas que siguen incrédulas al verme con la anterior conquista de mi madre, muchos elogian mi disfraz, Victoria solo hace un mohín y no dice más, seguimos en la fiesta, después de una ida al baño de Jacob me dirijo a la barra para pedir otra bebida cuando siento que me toman del brazo.
—Así que ahora tienes nuevo novio—volteo a ver como Garrett se tambalea.
—¿Te importa?
—Claro eres mi ex novia, me tiene que interesar que ahora estés con la ex conquista de Carmen, ¿no te da pena?.
—Si me da o no, no es asunto tuyo Garrett, eres mi ex novio y el que menos tiene derecho a hablar de eso.
—¿Por qué no?
—Te parece poco a verme engañado con mi prima, — no dice nada, solo se acerca tentativamente a besarme, enseguida me quito. — no cariño, tú ya eres pasado y eso no sucederá.
Enseguida me quito de la barra donde Garrett sigue observándome anonadado por lo que acaba de suceder, mientras busco a Jacob veo a mi madre con cara de disgusto con su nueva conquista que no es tan atractivo como mi acompañante, su mirada hacia mí es de odio y sonrió con placer como ella lo hace cada vez que habla de su adorada Kate, no tardo en encontrar a Jacob hablando con sus amigos toma mi mano y entrelaza fuerte los dedos, a los pocos minutos se despide de ellos.
—¿Todo bien, cariño? —pregunta cuando ve mi mirada de furia hacia Garrett que baila con una tipa.
—Porque no nos vamos ya a otro lugar. —Sugiero susurrando a su oído.
Entiende perfectamente a lo que me refiero, le da el último trago a su cerveza y ante la mirada molesta de Garrett y mi madre y ante la incrédula de los demás invitados a la fiesta salimos tomados de la mano, nos besamos con deseo fuera del coche, estoy segura de que si alguien nos prestara atención ya hubiera carraspeado la garganta ante la intensidad del beso.
Sin pensarlo me lleva su casa, donde la ropa pronto abandona nuestros cuerpos, donde nos dejamos guiar solo por el instinto y el deseo y como lo dijo me muestra todas las cosas con las que había fantaseado hacerme que resultan ser demasiadas, terminamos cansados y saciados entrando el amanecer, nos dejamos caer entonces en el sueño y el cansancio.
De lo siguiente que soy consiente es del agua helada recorriendo mi cuerpo y del grito histérico de una mujer.
—¡Jacob Black!
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Hola chicas, ¿Cómo están?, discúlpenme por la espera pero aquí esta, después de mucho tiempo mi nueva historia, les diré como algunas ya vieron el Facebook me fue muy complicado escribir este capítulo porque quería que pasaran muchas cosas y a la vez no así que este fue el resultado, espero que lo disfruten igual que yo porque a mí me fascino como poco a poco vamos adentrándonos a la vida de Bella.
Sí sé que aún no sale Edward pero ya en el próximo capítulo veremos su aparición, espero que me sigan en este nuevo proyecto, bueno este es el último capítulo del año y el primero de la historia.
Gracias a las que me dieron la oportunidad y sin más nos vemos hasta la próxima en el adelanto en mi grupo y aquí para el siguiente capítulo.
XOXO
Bere
