Hola gente! como estan? Me extrañaron?...no? pues yo si!. Y esta vez les traigo una hitoria mas formal que tratare de mejorar y desarrollar. Estoy dispuesta comprometerme ya que es una tematica muy interesante a mi parecer. Llevandola a cabo con mi otp. Espero sea de su agrado.

Aclaraciones:

Ni KNB ni sus personajes me pertenecen. Mas que la historia

Esta historia Tendra romance, drama, ligera comedia, situaciones de accion, lemmon en un futuro (posiblemente y si ustedes asi lo quieren) algunas letras de canciones Y mucha...MUCHA cursileria.

Advertencias:

Yaoi (chicoxchico)
Lemmon en un futuro.
Situaciones de angustia.

Otp: Aokaga (Aomine x Kagami)

Au

Sin mas que aportar y una vez claras las dudas. A LEER

HACE 9 AÑOS

—¡Maldito niño!.—El corpulento hombre pateo el cuerpo tendido el suelo. Harto le escupió antes de irse.—ojalá te mueras…—

Moretones de distintos tamaños en sus brazos y unos raspones en su piernas se resaltaban travez de esas maltratadas prendes -si es que se les puede llamar asi-. Se apoyo en un brazo y una pierna para levantarse, a pesar de su dolor y ardor por los golpes antes recibidos se dispuso a caminar con esas calles.

Los audibles chismes que las personas que transitaba por ahí hablaban de él al verlo tan herido y aun así caminando, pena, misericordia, tristeza e inferencia era de lo que estaban cargadas esa miradas hacia su persona, decidió ignorarlos. Sus ojos azules miraron lo que quedo del pan que robo hace media hora, el panadero lo pillo y le dio la tunda de su vida, esto ya era una costumbre. La ver la miserable migaja en su mano le hizo gruñir el estomago.

Se sentó a la sombra de un toldo sin importarle donde estuviese. Miro al cielo, se dio cuenta de los tonos del ocaso, ya era tarde. Giro su cabeza hacia los costados, no reconocía esa plaza en lo absoluto, pero como se dijo: no importaba. Cerro los ojos y llevo a su boca el trocito del pan para aplacar a su hambre, aun que sea por ese día.

—Hey tu.— Lo que le faltaba, pensó, pero su posible pensamiento de que fuera otro hombre enojado con el se desvaneció al analizar esa voz, infantil y curiosa, era un niño. Lo comprobó al abrir los ojos de nuevo y se encontró con un espejismo.—¿Quien eres?.—

Cabello rojo, grandes ojos rojos, cejas pequeña y peculiares. En su cabeza llevaba un pañuelo con detalles dorados y grabados como de estrellas. Tenia una camisa holgado color crema y un pantaloncillo hasta las rodillas, tenia un velo de colores morado y dorado con lentejuelas en la cintura a manera de cinturón estilizado, iba descalzo. Era un niño gitano a juzgar por su ropa tan extravagante. Pero diferencia de los que ha conocido, este era…bonito.

—No soy nadie…—Le respondió chico vagabundo acercando sus piernas al pecho y mirando hacia otro lado.

—Eso no es verdad, debes de al menos tener un nombre como todos.—El contrario le miro ceñudo y se encontró con la sonrisa mas resplandeciente que hizo relajar sus facciones.

—Hmm Daiki…—Decidir de una vez por todas hablar y decirle su nombre, es lo único que le quedaba.

—¿Y tu mama?—Decidir atacarle con otra pregunta.

—No se y ni me interesa.— Se alzo de hombros al contestar tan cortante.

—¿Por que estas todo magullado?.— ¿Es que este niño era…? Bueno, tampoco es para que se enfade, debe de tener como unos… ¿que? ocho o nueve años.

—Por robarme comida y deja de molestarme.—Se levanto y sacudió -inutilmente- sus ropas harapientas y comenzó a caminar pasando del pelirrojo gitano, dando se cuenta que este le llegaba debajo del hombro.

—¿Aun tienes hambre?.—Chasqueo la lengua, ya tenia su limite.

—Tch, bueno tu que—Giro su cabeza mirando sobre su hombro hacia el pequeño dispuesto a gritarle. No obstante.

—Ten.— Sostenía un anillo dorado con una joya en el centro de color rojizo hacia el moreno, sin miedo o desconfianza.

En cambio Daiki si le miraba con es desconfianza sabia de ante mano que los gitanos eran traidores, estafadores y hasta brujos. Este niño -cuyo nombre no sabe aun- se acerco mas y puso el anillo en su mano, impidiendo devolvérsela.

—Este es mi mayor tesoro.—Explico.—Pero tu lo necesitas mas que yo, así que ve y si les esto a cambio te dan un plato de comida seguro.— De nuevo esa sonrisa que le dejo hipnotizado, hechizado tal vez.

EN LA ACTUALIDAD

Abrió los ojos revelando su color azul, tan azul como el cielo nocturno -al igual que su cabello-. Se enderezo de la cama, pensado de nuevo en ese recuerde hace mas de ocho años, no deja de pensar en esa sonrisa en esos ojos rojos. No ha podido olvidarlo.

Un gemido a su lado le alerto y miro una espalda desnuda con cadera pronunciada mas una cabellera larga y desordenada, resoplo por la nariz al frotar su cabeza, recordando lo que bebió anoche y como se metió en un cabaret. Sin perder mas tiempo se coloco sus ropas y salió no sin antes dejarle las monedas al lado de la cama.

Al salir el sol le cego por unos segundos, gruño en molestia y comenzó a caminar hasta sentir unos pasos que se amoldaron a los suyos junto a un aura un tanto conocida.

—Buenos días Aominechii.—Saludo un rubio, haciendo que el otro lo ignorara.—¿Sabes que vas tarde, verdad?—

—Ya lo se Kise, no me lo recuerdes mas.— Se adelanto hacia el callejón donde había personas en puesto de comida y entre otros productos, pidiendo el precio, reclamando o charlando, cada uno metido en sus cosas, personas tan humildes.

—Solo a ti se te ocurre meterte en un prostíbulo de mala muerte.—Se unió a la conversación un chico peliceste a quien ya acostumbraban sus apariciones tan sorpresivas.

—Venga ya, espero no hayan hecho estragos a mi barco.—Sonrío medio de lado al acomodarse el collar bajo esa camisa holgada.

—¿Dañar la nave del capitan mas temido de todos los mares?, ¿Crees que no apreciamos nuestras vidas?—Le bromeo Kise sonriendo ladino.

—Bueno.—Visualizo los puertos, faltaban solos unos pasos mas y una vez estuvo delante de la tabla comenzó a ascender. No sin antes recibir su sombrero y abrigo. Miro a sus tripulantes. —Hay trabajo que hacer, asi que andando—.

—¡Si capitán!.—

Por favor si les ha agrado hagamenlo saber en los comentarios, tambien acepto las criticas constructivas, aun estoy aprendiendo. Por eso ruego sus perdones si ven algun error gramatical y de ortografia. Agradesco que le hayan dado la oportunidad al prologo.

Sin mas que decir, hasta el proximo capitulo ^^

Maro Draxon