Disclaimer: Harry Potter no me pertenece.
Valor
Imposible, dijo James. Pero era cierto. Remus era un hombre lobo. Tras muchas investigaciones, esa era la única respuesta. Aquel día, fuimos corriendo a la habitación y nos lo encontramos dormido en la cama con unas profundas ojeras marcadas en el rostro. Peter le despertó gritándole, y reprochándole sobre el motivo por el que no les había dicho nada. Miedo. Algo poco común en los Gryffindors. El miedo al rechazo de los únicos amigos que tenía. Pero, sobre todo, de perder mi amistad.
Y ahora, mientras observo a Remus entre mis brazos, no puedo evitar pensar en la primera vez que vi una transformación suya, y el dolor que le provocaba. Pues es injusto. Él no se merecía todo eso. Sin embargo, por otra parte, era hermoso. Era hermoso despertar y verle dormido a mi lado. Con su respiración tranquila, y los lentos latidos de su corazón.
Y le doy un beso sin poder evitarlo, haciéndole abrir los ojos. Aquellos preciosos ojos dorados. Me mira y me sonríe.
Sí, definitivamente, era hermoso.
